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Venganza y otras cosas por momori

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Notas del capitulo:

ASDFGHJKL HOOOOOLA :3 Tercer capítulo, esta semana no he podido actualizar tan de seguido pero por fín subo un capítulo wiiii! aunque lo bueno viene realmente en el siguiente, tengo ya  pensadas algunas cositas :3

De todas maneras espero que les guste 

 

 

Capítulo 3

-¡Es una orden! Gritó enojado Sebastian, contéstame ya.

El rostro de Sebastian mostraba el gran enfado que tenía contra su joven demonio, pero se podía ver reflejado también una curiosidad inigualable, el deseo por conocer la respuesta de su pequeño mayordomo le excitaba enormemente.

-Señor, no creo que sea algo de su interés, es una tontería, ya sabes que me encantan los juegos, lo único por lo que siento placer es al alimentarme de almas…

Ciel  se encontraba nervioso, se le notaba, no por la voz, si no por la rapidez a la que hablaba y a las numerosas excusas que estaba empleando para no contestar con la auténtica verdad a su amo. Pero ¿Cuál es la verdad? Se preguntó Ciel a sí mismo, de verdad sentía algo más a parte de su interés por alimentarse  de su amo.

Sebastian le miraba fijamente desde el interior de su despacho, en cierto modo se estaba divirtiendo, sentía que por primera vez  era él el  que manejaba la situación, nunca había visto a su mayordomo tan nervioso. Ciel seguía hablando pero Sebastian no le escuchaba, solo se limitaba a mirarle, se iba a enterar…

-Ciel, ¿Has acabado ya de decir estupideces? Contéstame con un sí o con un no y es una orden.

La cara del menor se puso pálida, era un demonio, como podía encontrarse en esa situación se preguntó a sí mismo el pequeño, pero lo peor de todo era el que estaba sintiendo algo por un humano, por esas criaturas que tan duramente había criticado a lo largo de los siglos y encima hombre…

-Verá amo…yo… la verdad es que no lo sé… Ciel miraba hacía el suelo, no quería ver como la cara de su señor sonreía ante tal afirmación, era demasiado vergonzoso y humillante el tener que decirle a un humano tal cosa.

Efectivamente Sebastian sonrió, la contestación de su mayordomo le daba una oportunidad de realizar alguna que otra cosa que siempre había querido hacer…El joven demonio que tenía enfrente no le miraba a los ojos, lástima pensó Sebastian hubiera deseado ver su mirada.

-Puedes mirarme a la cara Ciel dijo burlonamente Sebastian.

El joven demonio apretó los puños y levantó la cabeza desafiante, no quería seguir dando imagen de débil o de niño enamorado, él odiaba eso.

-Claro señor, la levantaré para ver ese hermoso rostro de viejo que tiene, Si me disculpa iré a preparar la cena, sin decir más se marchó a una velocidad a la que no dio tiempo a Sebastian a reaccionar.

Ese maldito crio…. Le había llamado viejo a él…y le había dejado sin poder contestarle como es debido, pero ya se lo haría pagar, más pronto de lo esperado, quizá esta noche…La cara de Sebastian reflejaba deseo y emoción, pero debía aguantar…Este agitó su cabeza y dirigió a sentarse , tenía que revisar unos últimos informes.

Por su parte Ciel se fue a la cocina a preparar la cena, no estaba de humor  para aguantar a los 3 sirvientes, les mandaría  que se pusieran a preparar la mesa, uno a uno fueron llegando a la cocina y Ciel les dijo que se marcharan a realizar la tarea que les había ordenado pero ellos empezaron a protestar

-¡¡¡FUERA!!! Gritó Ciel ya desesperado.

Los 3 sirvientes al ver su cara se marcharon rápidamente. Se preguntaban que podría pasar, pocas veces habían visto a ese mayordomo tan alterado.

Ciel los escuchaba cuchichear mientras se alejaban de ahí, malditos sirvientes…En fin, es hora de empezar a cocinar se dijo a sí mismo.

Horas después la cena estaba lista y el comedor estaba perfectamente preparado, un milagro viniendo por parte de los sirvientes, ya que siempre destrozaban todo. Sebastian apareció por la puerta y se sentó a cenar, la cena transcurrió sin ningún  incidente pero con cierta tensión en el ambiente…

Una vez finalizada la cena, Ciel y los sirvientes se quedaron a recoger mientas Sebastian se dirigía a su habitación, de nuevo Ciel mandó a los demás a dormir, así podría recoger todo más rápido y acabar de una vez por todas, ya que su amo le había ordenado ir a su habitación después de haberlo recogido todo…maldito Sebastian pensó el joven mayordomo.

Mientras Ciel acababa Sebastian caminaba en círculos en su habitación, tenía pensado abalanzarse sobre el demonio una vez que este entrara en la habitación y si se resistía le ordenaría no hacerlo, así podría llevarle a la cama sin resistencia… o quizá volverle a besar y esperar a que se entregara a su beso y de ahí a la cama…Maldita sea ¿Por qué todo acaba en la cama? ¡¿Tan desesperado estoy?! Exclamó en alto Sebastian.

-Pues tiene pinta de que si estas desesperado joven amo, dijo Ciel desde la puerta.

Sebastian le miró con cara de sorpresa.

-Desde cuando estás ahí mirándome preguntó exaltado Sebastian.

Ciel se limitó a sonreírle de manera perversa, tardo en contestar sólo para poder ver la cara de angustia de su amo, le guastaba verle así.

-No sabría decirle señor, sólo he escuchado la última frase que dijo ¿Me he perdido algo? Dijo sonriendo malévolamente.

La cara de Sebastian se relajó un poco.

-Nadie te ha enseñado que tienes que picar a la puerta, le preguntó molesto Sebastian.

-Señor he picado pero parece que usted no lo ha escuchado, si me disculpa, me gustaría hablar ya del tema por el cual usted me ha mandado venir.

-Está bien…suspiró Sebastian, acércate…

Ciel  avanzó mientras le miraba con desconfianza, después de lo que había pasado en el despacho, no estaba seguro de lo que haría su amo.

Sebastian y su joven mayordomo se miraron, ya se encontraban suficientemente cerca…

-Ciel, te acuerdas que antes me dijiste que no estabas seguro de tus sentimientos.

Con que era eso… pensó Ciel, ese maldito señor iba a acabar con él, maldita la hora en la que se metió en ese lío, ahora estaba en una posición delicada, estaba seguro de que su señor utilizaría esto a su favor para molestarle y reírse de él.

-Sí señor, pero no lo malinterprete…

-¿Qué no lo malinterprete?, no hay nada que malinterpretar, sabes, me siento generoso, ¿Quieres que te ayude a saber si de verdad sientes algo por mí? Preguntó Sebastian con voz tranquila y dulce, a pesar de estar nervioso por realizar semejantes sugerencias…

-La verdad señor, no sé cómo me podría ayudar usted a saber eso dijo con cara pensativa Ciel, el joven demonio no se imaginaba lo que se le pasaba por la cabeza a su señor, nunca se lo hubiera imaginado tan pervertido…

-Por eso mismo te lo mostraré…

Sebastian agarró a Ciel y lo cogió en cuello para luego dirigirse a la cama…

Ciel le miraba con ojos atónitos, ¿Qué demonios estaba pasando?

Notas finales:

KYA!!! ¿Qué os ha parecido? :3 muchas gracias por leer y....

CHAO CHAOOO >.<


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