“¿Has escuchado sobre la mujer de la luna?
Cuenta la historia, que una noche de luna llena, dos amantes decidieron abandonar todo y fugarse juntos.
Un joven hombre se había casado por mandato de sus padres, pero a los pocos meses de la boda, conoció a una hermosa mujer que robo su corazón al instante. Su largo cabello blanco y sus inocentes ojos violetas, lo cautivaron al momento en que sus miradas se encontraron.
El joven la cortejó por meses, pero ella no quería salir con un hombre casado, así que, él le propuso que se fueran lejos y comenzar una vida juntos –¡Yo te amo!- le dijo firmemente y ella contestó mientras acariciaba uno de los mechones que caían sobre su rostro –Yo también te amo. Amo tu hermoso cabello negro-
Aquella noche, había luna llena y decidieron reunirse en el claro más profundo del bosque. Ella llegó con sus maletas y con una sonrisa, esperaba a su amado. Esperó y esperó, pero el hombre nunca llegó. Mientras miraba el brillo del platinado astro, un fuerte dolor en la espalda la hizo caer. Sangre salió de su boca tiñendo su vestido de encajes. Volteó un poco el rostro y vio a una mujer vestida de negro con un hacha en sus manos. Mientras cerraba los ojos y perdía la conciencia pudo entenderlo –“¡Oh! Voy a morir y aun no ha llegado”-
La mañana se hacía presente y en el pueblo, se escuchaba la terrible noticia. Cuando su esposa se enteró de lo que planeaban, fue a su cuarto donde lo encontró haciendo las maletas, le enterró un hacha en el pecho causándole una agónica muerte y después, corrió al bosque donde la encontraron colgada del cuello, en la rama de un solitario sauce en el claro más profundo del bosque. A sus pies, habían dos maletas tiradas y el hacha llena de sangre, pero ningún rastro del cadáver de la chica…”
-… se dice entre los yokai, que la mujer en medio de su agonía, le suplico al dios del bosque poder permanecer en ese lugar hasta que llegara su amado- hablaba el gato mientras comía dangos.
-Que triste historia- el chico castaño bebía té mientras veía al gato terminar de comer -¿Ella aun sigue ahí?-
-Sí- el gato quitaba los restos de los duces de su boca con un mondadientes –Pero se volvió un espíritu maligno que posee a algunos hombres que llegan a ese lugar en noches de luna llena- terminó de limpiarse y se fue a recostar al futon del chico –Les succiona la vida en esa misma noche cuando se da cuenta que no es quien esperaba-
El castaño miraba por la ventana a la redonda luna que se mostraba en el oscuro cielo -¿Crees que hoy aparecerá?-
-No lo sé- bostezaba el gato –Si encuentra una presa, seguro saldrá-
El castaño cerró la ventana y se fue a dormir al futon.
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-¿Tú eras quien me llamaba?- el chico de cabello azabache, entró en aquel hermoso claro, donde vio una bella mujer de cabello largo, que estaba bajo un solitario sauce -¿Qué quieres de mi?-
La chica lo invitó a acercarse con un movimiento de su mano derecha. El azabache caminó hasta quedar frente a ella. Al momento en que se encontró con la mirada violeta, su cuerpo se paralizó perdiendo la voluntad y sus ojos negros, se opacaron –Sabia que vendrías- la chica le acaricio el rostro y el azabache se inclino para juntar sus labios en un tierno beso.
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Continuara...