…l suele sentarse delante de mí. Gracias al orden de los asientos generados aleatoriamente he podido disfrutar de su embriagante aroma durante tres trimestres seguidos, lo cual es un golpe de suerte.
…l ha girado de repente y me ha pillado observándole. Levanta una hoja de su pupitre y me la muestra con insistencia. Confundido, me incorporo de la mesa y le pregunto:
—¿Y eso qué es?— el nerviosismo me hizo olvidar todas las formalidades.
—Esto… Se supone que tienen que pasar las hojas de atrás hacia adelante, así que dámela— enarcó una de sus cejas y me miró inquisitivamente. Avergonzado por mi comportamiento grosero, le entregué la hoja susurrando un 'Ah…perdóname'.
—¿Ya estás vagueando en la primera evaluación, Oh Sehun?— me preguntó divertido mientras le entregaba las hojas a la compañera que se sentaba frente a él.
—¡Yo no vagueo!— me defendí.
—Ah, ¿no?— y comenzó a reírse de mí. …l suele tener la manía de taparse la boca mientras ríe y se sacude por los espasmos, esos gestos me parecen adorables. Gracias al movimiento, el suave aroma que desprende Lu Han llega a mí, y no puedo evitar preguntarle:
—Lu Han-hyung… ¿Ese olor es de tu gel de baño?— me mira sorprendido y yo trato de explicarme: — Es que desprendes un aroma parecido al de la menta…— explico.
—Ah, es de mi colonia. Me gusta mucho su aroma. La he estado usando desde hace bastante tiempo— dice, olfateando los hombros de su chaleco. Lo miro fascinado —¿No te gusta su olor?— me pregunta, y yo no cabo en mi asombro, ¿cómo puede pensar… eso?
—¡N-no! Huele muy bien, me gusta— exclamo, avergonzado por mi comportamiento infantil.
—¿En serio? Je, ¡Gracias por el cumplido!— su sonrisa ilumina su rostro y hace que el mío le copie. Siento las mejillas entumecidas de tanta sonrisa luego de que él se dio la vuelta para prestar atención al resto de la clase.
Me encanta el aroma de esta colonia en especial…
Camino hacia mi casa por el centro. No sentía ganas de tomar el autobús y me he ido por las callejuelas llenas de negocios para mirar lo nuevo y comprar alguna que otra chuchería.
¿Eh, Lu Han? Su aroma llena por completo mis fosas nasales con una intensidad abrumadora. No es la suave fragancia que lleva Lu Han todos los días al instituto, éste es mucho más concentrado.
Miro a mi derecha y en una perfumería veo la exhibición de cinco perfumes. Uno de ellos me llama con insistencia por el aroma tan conocido. El aroma de Lu Han-hyung.
Es exactamente igual…
Tomo la muestra en papel que me ofrece la dependienta. Olfateo la colonia una y otra vez y me convenzo de que es la colonia que usa Lu Han.
Qué bien huele…
Sin pensarlo ni un segundo le pido a la chica que me venda un frasco.
Media hora después, me encontraba en mi casa, observando mi nueva adquisición con ganas de probarla ya. ¿Qué pensaría Lu Han al darse cuenta de que le he copiado la colonia? ¿Se molestará? ¿O lo tomará como un cumplido?
Mañana se resolverán todas mis dudas.
A la mañana siguiente me encontraba muy emocionado. Así que llegué rápidamente al instituto luego de casi bañarme en el perfume que había comprado. Estaba lleno de confianza.
—¡Buenos días, Lu Han-hyung!— saludé. …l se giró para mirarme y parecía sorprendido. Me miró fijamente y arrugó la nariz.
—Sehun… ¿Te has echado algo hoy?— me preguntó, yo lo miré emocionado.
—¡Te has dado cuenta! ¿Cómo huele? ¿Qué opinas?— me acerqué un poco más a él para que pudiera olfatear a gusto.
—Hueles…
—¡Hola, Sehun!— me saludó Naeun acercándose con Nana, ambas arrugaron la nariz al pararse junto a mí —Oye, ¡apestas! ¿Qué te has echado hoy? Huele horrible— se quejaron.
¿Qué? ¿Tan mal huelo?
Miré a Lu Han y él sólo me dio una sonrisa de disculpa. Suspiré derrotado.
Lu Han me había sugerido ir a los lavabos para arreglar el problema. Acepté sin muchos ánimos porque la decepción había hecho mella en mí.
—Eh… no tienes que deprimirte tanto, Sehun— Lu Han se acercó con un paño húmedo para esparcir el resto de perfume y que no oliera tanto— No ha pasado nada. Nadie nace sabiendo.
Recibí el pañuelo —Gracias— murmuré, apenado— Siento mucho lo de antes…
—Esa colonia que te has puesto… es la misma que la mía, ¿no?— cuestionó, arreglándose el cabello rebelde que cubría parte de su rostro, sonriendo dulcemente — Parece gustarte mucho, ¿eh?
—Mm… ¡Sí! Por eso me la he puesto… ayer, mientras iba a casa, vi a alguien comprándola — expliqué nervioso — Cuando me di cuenta de que era la colonia que tú llevabas… no pude resistirme…— involuntariamente apareció una sonrisa en mi rostro. Lu Han se quedó callado por un momento, mirándome sorprendido.
Ahí me di cuenta de que la había cagado.
—¡Lo que quería decir es que tu olor es cautivador y refrescante…! ¡Así que quería probarla también!— quedé un par de segundos en blanco hasta que caí en cuenta: ¡Eso ha sonado incluso peor! ¿Qué diablos estoy diciendo? —¡¡Perdón!!— Exclamé — ¡Siempre digo lo primero que pasa por mi cabeza! Es por eso que todo el mundo me malentiende siempre y me dice que piense antes de hablar… yo… — de verdad no sabía cómo explicarme. Me abofeteé mentalmente.
—No pasa nada con que seas directo…— murmuró. Suave, tal como él era— De hecho… que lo seas ¡me parece muy adorable! ¿No crees?— su sonrisa bonita iluminó todo su rostro. A pesar de ser un chico… Lu Han me parecía muy apuesto. A veces no podía explicarme porque soy tan vergonzoso cuando él hace estas cosas… pero supongo que es porque es muy lindo. Nosotros, los chicos, por lo general, no nos resistimos a las cosas lindas, ¿verdad? ¿VERDAD?... verdad.
Una vez de vuelta a la sala el comité de dirigentes del curso hizo reunión. Hoy cambiaba la distribución en la sala y había cambio de puestos. Nana, como vice presidenta, anotó las nuevas posiciones en un rudimentario dibujo en la pizarra.
—¿Ya lo han visto?—afirmación general—¿A quedado claro?—asentimiento— Por favor muévanse a sus nuevos sitios— y una vez dicho esto, todos cambiaron de lugar. Menos yo, vaya día.
—Hey, Sehun, ¿no cambias de sitio?— me preguntó Yixing, mi mejor amigo.
—Oh… yo me quedo aquí.
—¡Qué suerte tienes, amigo!— y sin más se fue a su nuevo asiento, al otro lado del pasillo.
Suerte, ¿uh? Supongo que sentarse en la última fila al lado de la ventana lo es…
¿Eh? ¿Lu Han se va a sentar al lado del pasillo este trimestre?
De un momento a otro ha llegado Jongin a saludarlo. Lu Han le sonríe mientras le devuelve el saludo. Ambos parecen muy cercanos ahora. ¿Qué es esto?
La cortina me dio de lleno en la cara cuando una fuerte ráfaga de viento azotó los ventanales.
—¡Qué viento más fuerte!— chilló una de mis compañeras— ¡Qué susto me ha dado!— acompañó la otra.
A mí solo me quedó el recuerdo de cómo ese mismo viento hacía mecer los cabellos rubios de Lu Han que luego desprendían el exquisito aroma del que estaba obsesionado. Aún cuando el no está aquí… todavía puedo percibir su fragancia.
Me siento raro…
Había llegado a los vestidores muy temprano en la mañana. Estaba cambiándome los zapatos cuando sentí que alguien más entraba a los vestuarios y se paraba junto a mí. Me di la vuelta y encontré a Lu Han sonriéndome.
—No te has puesto la colonia hoy, ¿no?
Claro, seguro ya no huelo como un estúpido animal.
—No.
—¿Qué? ¿Ya te has cansado de ella?— me preguntó, acercándose más y apoyándose en los casilleros que estaban junto al mío. Olí su perfume desde la distancia, lo observé de reojo y se veía muy guapo… y me sentí decaído.
—N-no es eso… es sólo que…— ¿Qué más puedo decir?
Que… cada vez que huelo ese olor que llevas, yo… no puedo evitar sentirme…
—¡Hey! ¡Buenos días, Lu Han!— saludó Jongin apenas llegó a los vestuarios. Le miré incómodo por su cercanía con el rubio. Se saludaron mutuamente, ignorándome —Y… ¿Qué tal?— murmuró— Me he comprado la colonia que me has dicho que usas. ¿A que es un olor muy elegante y masculino, eh?— y ambos se sonrieron.
—Sí— afirmó Lu Han, aún sonriéndole divinamente.
—Sólo sabes imitar a la gente…—cerré el casillero con mis cosas y pasé por un lado de ellos— ¡¿Te crees genial, idiota?!— grité, encarándolo.
—¡¿Pero qué estás diciendo, Sehun?!—Gritó él también— ¡¿Quién te crees que eres?!
—Cálmense un poco, ¿sí? El timbre está sonando, será mejor que volvamos a clase…— pidió Lu Han, preocupado.
Nervioso y enojado me salí de los vestuarios y caminé en dirección contraria al salón. Sentí que alguien me estaba siguiendo pero no me iba a dar la vuelta a averiguar quién era.
—¡Oh Sehun, espera!— me gritó Lu Han, siguiéndome. No me paré, estaba avergonzado— Respecto a lo que le has dicho antes a Jongin… te has pasado un poquito mucho. ¿A dónde vas?— preguntó— ¿Qué te pasa, Sehun?— me agarró del brazo y me giró, impidiendo que continuara caminando.
—¡NADA! Sólo le estaba diciendo la verdad.
—Pero… ¿no fuiste tú el que compró la colonia primero?— me preguntó, contrariado.
Oh, diablos.
—¡¡NO!!—Grité— Yo no tenía ninguna intención de copiarte, Lu Han— sentí mis mejillas ardiendo.
Entonces… ¿Por qué quiero oler igual a él? Y… ¿Por qué me enfado tanto cuando alguien se le acerca?
¡¿POR QU…?!
Una fuerte sacudida del viento nos remeció a ambos. El mentolado aroma de Lu Han llenó mi olfato, me cegó, me dejó ver al hermoso Lu Han que siempre había admirado… y ahí fue cuando exploté:
—M-me… ¡¡ME GUSTAS!!— confesé, sin pensar.
Su cara era un poema. No cabía en la sorpresa… y yo tampoco.
Sí, ahora lo entiendo todo… que desde el principio a mí siempre me ha…
—Lu Han, me gustas— toqué su rostro, y su piel era muy suave bajo mis manos. Era perfecto— Me gustas… Me gustas mucho— y lo abracé. Embriagándome de su aroma, tocando al fin su cuerpo. Dios, era hermoso. Tan hermoso como para hacerme llorar.
—Eh… ¿Por…por qué lloras?
—Las… se me salen… solas… no puedo parar… cada vez que huelo… tu aroma… mi corazón se siente muy confundido… como si todo se hubiese vuelto un desastre… Y siento que algo me aprieta el pecho. Duele muchísimo, Lu Han.
Sus manos apretaron la camisa en mi espalda y se alejó de mí. Su rostro estaba muy rojo y no me miraba a los ojos. Las lágrimas salían suaves desde mis ojos.
—Sí que eres… muy directo— rozó mis labios con los suyos y me acercó más a él— Sehun, ¿qué hago? No…puedo… resistirme a ti en estos momentos— murmuró contra mis labios y luego me besó, ambos cerramos los ojos disfrutándolo.
Tener a Lu Han en mis brazos…
Apenas puedo olerlo, aunque su piel lo emita… el liviano aroma que proviene de él… que hace que mi corazón… lata aún más fuerte…
No habíamos podido aguantarlo. Una vez comenzamos ya no pudimos parar. Los besos eran deliciosos y demandantes, eran perfectos.
Con Lu Han llegamos a los vestidores durante las clases y nos encerramos allí. Continué besándolo desesperadamente porque su sabor era aún más adictivo que su aroma. Lu Han dejaba que tocara partes de su cuerpo que yo nunca imaginé. Besar y morder se había vuelto mi hobby nuevo… sus gemidos eran deliciosos.
—Ah… qué mal… No puedo… aguantarlo más, Sehun…— jadeó, mientras yo mordía su clavícula y tocaba con más ímpetu su sexo.
—Y-yo tampoco…— murmuré, besándolo en la mandíbula mientras ambos jadeábamos por las sensaciones. Lo besé en los labios nuevamente cuando ambos llegamos al mismo tiempo.
El orgasmo más espectacular que he tenido hasta ahora.
Al día siguiente Lu Han llegó con una botella azul que dejó sobre mi mesa. Al ver mi poca reacción la tomó nuevamente.
—Toma, ¡para ti!— exclamó, dándomela en la mano—¡Creo que este tipo de perfume iría muy bien contigo!— y de nuevo aquella sonrisa preciosa. Tragué duro, las ganas de besarlo me inundaron de manera bestial— Deja que te cuente algo… — se acercó hasta estar a mi lado y susurrarme al oído— Cuando este perfume se junta con el mío, se forma un aroma que huele incluso mejor… ¡Es un olor fascinante!
—¿En serio?
—¡Por supuesto! b29; b29;