Capítulo Único: Un Idiota Puede Hacer Muy Feliz A Un Gruñón... Solo Hay Que Recordar Como.
La cabeza le da vueltas y siente que le va a explotar, ¿por qué bebió ayer? No debió competir contra Kiba para ver quién aguantaba más, por que aunque le mostró que ganó, no parecía valer mucho la pena si se iba a sentír una m*erda al día siguiente.
Bueno, esa es una de las consecuencias que pasan al no dejar pasar retos, y más si lo picaban diciendole que su hombria estaba en juego. ¿Qué le podía hacer? Naruto Uzumaki debía enseñarles que podía con lo que le pusieran en frente.
Pese a los sucesos que lo orillaron a beber la noche anterior, al rubio no le gustaba hacerlo y sus variantes, siempre opinó que tenía un mal sabor y lo consideraba dañino para la salud, sumandole que el no tenía una alimentación saludable -como le decía Sasuke al quitarle el ramen algunas veces, cosa que él no entendía si el ramen es lo más rico del mundo, no puede ser malo si sabe bien, ¿verdad?-, por eso prefería los sumos o leche cuando se trataba de beber algo.
Abrió lentamente los ojos para checar terreno. Sí, estaba en su propia cama, y ese de ahí a su lado era el moreno. Seguro en cuanto Sasuke se levante le va a reclamar esa falta, si es que no lo hizo anoche, claro.
Por que no recordaba nada de lo que hizo.
Hablando de eso, ¿a qué hora llegó a la casa? ugh, tampoco lo recuerda, todo son imagenes borrosas, palabras sin sentido y el fuerte olor a alcohol.
Un leve movimiento se hizo a su lado, dirigió la vista a abajo a la derecha y comprobó que era Sasuke quién se estaba levantando, y entonces el pelinegro volteó a verlo.
Tragó duro y se preparó para los gritos, reclamos y demás cosas, por que sabía que cuando bebía tendía a meter la pata algunas veces, y tenía la sensación de que algo paso ayer, aunque no lo tiene muy claro o esta seguro, al menos. Pero lo sospechaba.
Tal vez sería mejor empezar a disculparse para evitarse el problema.
—Eh... Sasuke, yo...
Pero antes de intentar algo, fue silenciado con un breve beso en los labios...
¡¿Qué?! ¡¿Sasuke lo besó?!
—Buenos días, dobe —y salió del cuarto dejandolo solo en la cama.
Esa acción descolocó por completo al rubio, pero le sorprendió más lo que sucedió a continuación.
—Hey, Naruto, ¿Quieres que te prepare ramen para desayunar? —le preguntó desde la cocina.
¡¿Qué demonios esta pasando?! ¡Sasuke nunca le hace ramen! —pero curiosamente sabe hacerlo, asi que había escasas escepciones.
Naruto empezó a sacar conclusiones. Tal vez anoche tuvieron el mejor sexo y por eso Sasuke no se lo estaba devorando vivo... aunque no tiene sentido por que Sasuke no es de los que se dejan hacer cuando Naruto no esta en sus cinco sentidos, nunca lo a permitido.
Sin contar que Sasuke al levantarse tenía el pijama puesto, no cojeaba al caminar y él mismo traía puesta la ropa de ayer.
El dolor de cabeza no lo debaja razonar bien, pero estaba seguro de que algo genial tuvo que hacer anoche para que Sasuke amanezca de buen humor, ya que muy pocas veces el Uchiha se manifiestaba cariñoso por si solo con él.
¿Qué pudo ser, qué pudo ser? se repite rompiendose la cabeza en el proceso, pero al final se rinde.
No, no lo entiende.
¿Entonces que sucedió para que el Uchiha esté de buenas?
º*º/Flash-Back/º*º
|10:14 pm|
El pelinegro de la casa llegó bastante esstresado del trabajo, no quería saber de nada, simplemente se dedicaría a relajarse por completo.
Todavía era temprano, por lo tanto Naruto no iba a llegar hasta el anochecer, ¿qué se supone que haría para entretenerse? Le aburría la T.v, no quería escuchar música, ya terminó de leer todos los libros de la casa, comió antes de llegar por lo cual no tenía que cocinar, no quería salir a dar una vuelta o algo.
En esos días solo necesitaba al rubio a su lado en la cama para que lo abrace y quedarse así hasta dormir. Ni siquiera tenía ganas para algo de acción, solo quería su compañia que lo fortalece, lo hacía sentir en paz con el mundo y consigo mismo.
Pero por lo visto no quedaba de otra, tendría que esperar a su llegada.
|03:07 am|
Qué quede claro que estaba despierto por que no pudo dormir, no por que esté preocupado o una tonteria parecida.
Acostado en la cama, somnoliento, alcanzó a escuchar el metalico tintinear de las llaves en la cerradura de la puerta principal. Se frotó los ojos y puso más atención al ruido para asegurarse de que no era alguna maquinación de su sugestionada mente que ya quería al rubio de regreso.
Enseguida se dió cuenta de que el ruido si era real. La puerta finalmente se abrió y se cerró un momento después.
—¿Naruto? —llamó, pero nadie contestó— ¿Usuratonkachi, eres tú?
—¡Ya lle... hip... gue!
El moreno se levantó de la cama y se encaminó a la sala. Encendió el swich de la luz y comprobó que ese maldito borracho en medio del living quitandose la ropa torpemente era Naruto. No hacía falta acercarse a olerlo para saber que se había acabado todo el alcohol del bar al que fue, si sus propios movimientos dignos de un ebrio lo ponían más que en evidencia.
En otra ocasión seguramente lo habría noqueado en el cuello con un rapido movimiento ninja, pero la verdad es que no tenía ganas de discutir. Ya en la mañana le hará saber que lo dejará en abstinencia durante seis meses.
—Usuratonkachi —murmuró acercandose al Uzumaki— vamos a la cama a dormir, estoy cansado —lo agarró de una mano por que sabía que por si solo el dobe no encontraría el cuarto.
—¡Ngo! —se soltó del agarre tambaleandose— ¡Ngo pienso iiir a ningún ladohh...! ¡hip!
El Uchiha bien había estrablecido que no pensaba discutir ni nada, incluso se lo auto-recordó mentalmente al ver su estado de ebriedad, por eso estaba dispuesto a mantener su palabra mientras no lo hiciera molestar.
Este era uno de esos escasos días en los que su paciencia era misericordiosa, así que más le valía al dobe no echarlo a peder.
—No te pregunte, solo vamos —lo agarró nuevamente de la mano, y del mismo modo el rubio se hizo soltar.
—¡Dije que ngo! Tdú... tdú seguro erezz una de esas chicaz que... ¡hip!... quieren coqueteadme... como en el Bar... ¡hip!...
¿Cómo que "chica"? ¿Acaso no lo reconocía?
Encima, ¿intentaron coquetearle?...
Suficiente, ¡Paciencia fuera!
—¿Sabes con quién estas hablando? —Sasuke lo tomo de la cara con ambas manos y lo puso frente a su rostro para que así lo reconozca.
Claro que Sasuke sabe que Naruto en estas condiciones no tiene buena memoria, pero en otras ocasiones por más alcoholizado que estuviera lo reconocia en cuestión de minutos, y no tenía ganas de que esta fuera la escepción.
Realmente estaba molesto, más le valía no haber cometido alguna estupidez con una desconocida.
Naruto alzó una mano para empezar a alegar.
—Ngo sé quién erezz... ¡hip! pero tte lo diré de esta manega -manera- para que entiendazz ¡hip! dattebayooo... —mantenía los ojos cerrados con el ceño fruncido como si estuviera molesto, pero solo hacía ese gesto cuando quería dar a entender que hablaba en serio— essstoy... ¡hip! ena... -modado de un chico... ¡hip! llamado Sasuuuke... y no pienso traicionarlo... —negó con la cabeza desorientado— ¡así que dejame en paz, muhjer!... ¡hip!
Y se desplomó en el suelo inconciente; Sasuke se quedó quieto en su lugar mirando hacia abajo.
Recapituluando lo que ha sucedido hasta ahora, tal vez debería estar muy molesto por que haya llegado tarde a casa en estado de ebriedad —no es como si estuviera preocupado por lo que le fuera a pasar—, más aparte que no lo haya reconocido y le haya cambiado de genero en segundos, pero no, no estaba molesto en absoluto.
Sasuke siempre ha sido capaz de resaltar lo que era importante, y sabía bien que en el suelo a sus pies se encontraba el único dobe que incluso siendo seducido en estado de ebridad por cuanta chica se le pusiera en frente, JAMÁS le sería infiel a él y a sus sentimientos. Se lo estaba demostrando inconcientemente, y eso valia más que un pequeño mal rato.
—Siempre eres el numero uno en sorprenderme, dobe.
—Sasuuuuu... ¡hip!
Chu~
º*º/Fin del Flash-Back/º*º
La sonrisa de felicidad que Sasuke le dedico a Naruto la noche anterior y el beso en la frente que le dió sería un secreto, claro, hasta que el rubio aprendiera a beber y lo recordara.
—Naruto —llamo el pelinegro desde la cocina— más te vale no volver a llamarme mujer o te castro, en serio.
—¿Eh...? —el rubio abrió los ojos sorprendido, se levantó de la cama y corrió hasta la cocina en su encuentro— ¡Sasuke, tú lo sabes! ¡Dime que hice ayer, ttebayo!
—No.
—¡Vamos, dimelo! ¡Seguro es importante! —por que no me mataste si te llame así, pensó sorprendido.
—Qué no.
—¡Kuso! ¡Ya no volveré a beber'ttebayooo!
Sasuke se volteó dandole la espalda y sonrió en secreto.
Le encanta dejarlo con la duda de su felicidad.
Fin.