Incluso yo pienso que estoy mal de la cabeza, estoy completa e irrevocablemente enamorado de Rokudo Mukuro.¡Oh! Lo olvidaba les habla este apetecible malvavisco Byakuran Gesso, perseguido por casi todas las chicas de la escuela Namimori pero vilmente rechazado por la persona que amo. Antes solía venir a la escuela sin preocuparme mucho solo a divertirme ya que aquí siempre pasa algo fuera de lo común. Pero..volviendo a lo importante amo a Mukuro-kun aunque no soy correspondido, mi sexy heterocromático está enamorado de Hibari Kyoya, nuestro afamado jefe del comité disciplinario. Cualquier idiota puede darse cuenta de que Mukuro ama hasta la médula a Hibari pero al igual que yo no es correspondido., ya que Kyoya-kun sale con el adorable conejito castaño Sawada Tsunayoshi.
Es horrible tener a media escuela rendida a mis pies y sufrir solo por una persona. Cada día ruego porque un milagro ocurra y Mukuro al fin sea mío.
Con esos pensamientos Byakuran se dirigía a la escuela, esperando que algo bueno le pasara, lastimosamente no todo pasa como deseamos. Llegó y vio a su amado peli-azul entonces fue corriendo a abrazarlo
-Mukuro-kun buenos días –decía muy meloso el peliblanco con un extraño tatuaje de corona en una de las mejillas-
-Gesso, suéltame inmediatamente, si no quieres que te castre –respondió bastante molesto-
-Anda Mukuro-kun no te molestes. SI yo te quiero mucho –se apegaba más al otro frotando su mejilla con la del heterocromático-
-Joder! Ya basta! Suéltame –con un movimiento rápido logro soltarse del abrazo del peliblanco- Es que no entiendes NO ME CAES BIEN, DEJA DE TOCARME.
-Vaya tan enérgico como siempre.. ya tranquilo que te suelto –dijo bajando la cabeza y entrando a la escuela, la verdad es que siempre sonreía ante el desprecio de su amado pero cada día se le hacía más difícil aguantar el rechazo-
Mukuro se quedó viendo como el otro se iba, es que enserio le molestaba que se le acercara tanto, porqué no podía comprender que el solo amaba a Hibari Kyoya aunque este no pudiese corresponderle. Soltó un suspiro al pensar en él y no se dio cuenta de que sus amigos ya habían llegado. Joshima Ken, Kakimoto Chikusa y Chrome Dokuro siempre andaban junto a él y conocían su pena de amor,trataban de animarle cada vez que podían.
-Mukuro-sama buenos días ¿qué le pasa?
-Nada.. mi querida Chrome. Es solo ese malvavisco que no deja de acosarme
-AH! Otra vez ese idiota acosandote-pyon -decía molesto Ken-
- Cállate Ken, no empeores las cosas
-Ya callense todos no dejaré que ese idiota me arruine el día.
Después de esa pequeña charla todos ingresaron al salón donde ya se estaba armando una revuelta. Gokudera Hayato discutía a gritos con su pareja Yamamoto Takeshi que solo se reía mientras que su amado peliplata se enfurecía más.
-Vaya.. ya empezaron y ahora porqué se pelean –dijo Mukuro seguidos por sus amigos sentándose en sus respectivos lugares-
- Creo que accidentalmente una chica chocó con Yamamoto-san y cayó, el intentó ayudarle pero por torpe se cayó encima de ella, en eso llego Gokudera-san y los vio, entonces malinterpretó toda la situación y acabo en esto –dijo Enma señalando a esos dos peleando. Enma Kozato era un pelirrojo, su rostro estaba con algunas venditas ya que muchas veces solía ser torpe y caerse al igual que Sawada Tsunayoshi-
-Ah..así que fue eso –dijo y bostezó Mukuro-
La pareja seguía discutiendo hasta que llegó al salón, Hibari Kyoya
-Qué hacen herbívoros ruidosos, arreglen su situación y dejen de perturbar la paz de Namimori-con las tonfas en las manos-
-Pero tú quien te crees que eres –saltó Gokudera pero Yamamoto rápidamente le tapo la boca-
-Seguro Hibari no te preocupes –dijo con su típica sonrisa el pelinegro-
-Hmph.. y dónde está Sawada Tsunayoshi, no le veo y casi siempre está con ustedes
-Ah ¿Tsuna? Ni idea.. –dijo sujetando fuertemente al peliplata que se removía entre sus fuertes brazos-
-Anda no te desesperes Hibari Kyoya –dijo Mukuro acercándose al mencionado-
- Uhm.. no te me acerques tanto…
-Sí, eso mismo digo yo.. –se escuchó una voz desde la puerta del salón-
Hibari al reconocer esa voz, paso ignorando olímpicamente a Mukuro , para revolver el cabello castaño de su amante.
-Oya.. Tsunayoshi… llegaste
-Sí, aunque no parece agradarte que haya llegado –dijo mirándole, era sabido que esos dos tenían una rivalidad por el jefe del comité disciplinario-
-Por supuesto.. –forzando una sonrisa-
Ya cuandop había acabado el pleito entre una pareja, ya venían esos tres para inciar otra.
-Hey tú , no le hables así a Tsunayoshi – dijo Hibari-
-Ara? Él ha empezado…-respondio el peli-azul-
EL ambiente se ponía más tenso, mientras que Mukuro y Tsuna se miraban claramente declarándose la guerra, pero por suerte llegó Byakuran para agarrar a Mukuro por la espalda.
-Oh! Mukuro-kun tranquilo no empieces una pelea recíen empezamos la mañana
-Sueltame idiota. No te metas en mis asuntos
-Deberías hacerle caso a tu novio, herbívoro. Tsunayoshi anda ve a sentarte nos vemos más tarde –dijo y le dio un corto beso al castaño para luego irse, mientras que la clases suspiraba aliviada. Gracias a esos personajes, siempre habían peleas aunque debían admitirlo era lo interesante de ir a la escuela-
- Que no es mi novio! –soltandose del agarre de Byakuran-
-Que cruel Mukuro-kun –fingiendo tristeza, aunque en el fondo si que le dolía-
Al fin todos se sentaron, el profesor llegó y pudieron pasar clases normalmente. Llegó el receso y todos salieron a despejarse un rato. Byakuran caminaba tranquilo por la escuela, cuando se topó con su grupo de amigos, que visiblemente llegaba tarde. Zakuro, Bluebell, Kykyo y Daisy.
-Se puede saber dónde estaban?-preguntó Bykauran-
-El idiota de Daisy perdió su muñeco y nos obligó a buscarlo en su casa-dijo molesto Zakuro-
-Vaya… -dijo Byakuran mientras le caía una gotita por la cabeza al estilo anime- En fin llegaron es lo que cuenta, anda y como se han librado de Hibari…
-Juhmm ese anda más ocupado coqueteando con Tsunayoshi –dijo Bluebell- Byakuraan vamos a comer malvaviscos –colgándose del cuello del peliblanco-
-Vale, vamos entonces…
Todos se fueron a buscar los dichosos malvaviscos y fueron a la azotea para comer y descansar. Estuvieron así comiendo y riéndose por cómo Blubell y Byakuran se peleaban por los malvaviscos. Volvieron al salón las clases ocurrieron sin muchos incidentes y finalmente llegó la hora de salida. Mukuro salía con su grupo y Byakuran con el suyo.
-Mukuro-sama nos vemos… mañana –dijeron sus tres amigos para tomar caminos diferentes e ir hacia su casa, lo mismo pasó con Byakuran-
-Adiós chicos- les respondio el peliazulado y se encamino hacia su casa y su amado peliblanco le seguía ya que su casa se hallaba cerca de la de Mukuro-
-Gessso, deja de seguirme
-Vivimos cerca, tomo el mismo camino que tú. Así que no cuenta como seguirte –dijo poniéndose al lado del otro-
-Entonces guarda las distancias…
-No tienes que ser así…porque simplemente no aceptas salir conmigo y olvidas a kyoya él ya tiene a Tsunayoshi-kun
-Pierdes tu tiempo, aunque sea así, él me sigue gustando
-Anda ya ríndete y cae ante mis encantos –en un movimiento rápido se puso frente a frente con Mukuro ,tomándole de la cintura y acercando su rostro al del contrario-
-Gesso, a-alejate –dijo un poco sonrojado Mukuro, no iba a negarlo el Gesso era sumamente atractivo pero a él le gustaba Hibari..¿verdad?. Estaba confundido mientras que Byakuran se acercaba más a él-
-Juhm…quieres que me aleje cuando te tengo así de cerca…
-Basta..Byakuran…-dijo ya super sonrojado Mukuro-
Estaban a punto de besarse, Byakuran lo anhelaba Mukuro con su confusión y todo también quería, pero una voz de lejos les interrumpió.
-BYAKURAN!!!!! –gritaba un pequeño pelirrojo con lentes mientras corría hacia la pareja-
Inmediatamente, Byakuran soltó bruscamente a Mukuro y con una sonrisa enorme fue con el pelirrojo.
-Shou-chan, pero que adorable te ves has crecido –sonriendole-
-Byakuran… no digas eso.. –dijo el menor sonrojándose y bajando un poco la mirada-
-Que mono.. es Shou-chan –adoraba molestar a su amigo pelirrojo Irie Shouichi, su amigo de la infancia. Le tomo de las mejillas provocando que este se sonrojara más y para molestarlo más le dio un beso en la mejilla-
-By-byakuran no hagas eso. –dijo totalmente rojo-
Los dos estaban en lo suyo y Mukuro los miraba con enojo. Quién demonios era ese pelirrojo y porque se tomaba tantas confianzas con Byakuran. Espera.. estaba molesto? Bueno pues sí, ese mocoso les había interrumpido. MIERDA! Porque demonios le molestaba? Si a él le gustaba Hibari.. o bueno tal vez ya no le gustaba tanto. Con esos pensamientos se fue acercando a la parejita
-Uhmm Gesso ya nos vamos?
- Byakuran y ¿quién es éste? –murmuro algo enfadado el pelirrojo mirando de arriba abajo a Mukuro-
-Shou-chan, que son esos modales. Él es Rokudo Mukuro un amigo
-amigo? Si se la pasa diciendo que me ama todo el día y sólo soy un amigo. Maldito Byakuran- Como sea vamos Gesso –dijo intentando jalar al peliblanco-
-Oye.. no toques a Byakuran, quiero estar con él, vete tú solo –le saco la lengua-
-Hey mocoso quién piensas que eres para hablarme así-ya se estaba preparando para golpear al odioso cuando Byakuran le detuvo-
-Mukuro-kun por hoy vete tu solo
-Hmph.. me voy tampoco es como si me importara
Dicho esto se fue dejándoles solos y pronto Shouichi estalló en risas seguido por Byakuran.
-Anda así que ese es el chico que tanto amas
-Pues sí, por lo que vi estamos progresando se ha puesto celoso de ti Shou-chan –pellizcandole las mejillas-
-Que no hagas eso! Mira que si Spanner se entera me mata ya sabes lo celoso que se pone contigo
-Cierto, tu noviecito se enfada muy rápido. Nee….Shou-chan me ayudas a sacarle celos a Mukuro?
-Eso está hecho, eres mi amigo. –dijo con una sonrisa-
Fue así que comenzó el plan de poner celoso a Muk-chan . Al día siguiente Shouichi se inscribió a la escuela y justo al mismo salón que el de Byakuran. Al principio Mukuro no prestó demasiada atención pero mientras transcurría la semana no podía evitar sentirse molesto, el peliblanco se la pasaba de aquí para allá con su “amigo pelirrojo” , todo era Shou-chan. Ya no lo molestaba ni abrazaba, todo lo hacía con el otro. Tampoco le acompañaba a casa sino que se iba con Irie porque temía que algo malo le pasará. Carajo y ¿él qué? No que andaba proclamando que lo amaba mucho ahora su único interés era ese maldito mocoso.
-JODER! QUE NI ESTUVIERA TAN BUENO! –Gritó ya sumamente desesperado en plena clase de matemáticas-
-Joven Rokudo, si quiere gritar hágalo afuera
-Sí, sensei –resignado salió del aula, estaba molesto no furioso ya no aguantaba esa situación, debía admitirlo quería al malvavisco y se lo estaban arrebatando. Empezó a caminar hasta llegar a la azotea y quedarse ahí hasta que llegó el receso y la persona que menos quería ver estaba ahí, su rival pelirrojo-
-Mukuro Rokudo, quiero hablar contigo –dijo decidido el menor, aunque por dentro estaba que no se aguantaba la risa por lo que iba a hacer-
-Habla pequeña sabandija, ¿qué quieres? –exclamó fastidiado-
-Quiero decirte que Byakuran es mío, solo mío y quiero que te alejes de él.
-Oya? Por qué haría eso…Digo él es siempre que me persigue, deberías decírselo a él
-Pues ya no lo hace y no quiero que vuelva a hacerlo. De todos modos a ti no te gusta verdad? A mí sí y no dejaré que tú me lo quites
- Me estas amenazando?
-No, te estoy advirtiendo.-fingiendo seriedad-
-Pues, mira que no quiero hacerlo.
-Entonces si te gusta ¿verdad?
-Pues que más remedio. Sí estoy enamorado del malvavisco y no pienso perder contra ti –de inmediato acorraló al pelirrojo contra una pared- Aléjate de él
En ese momento llegó súper animado el motivo de la “pelea” de los dos chicos. Su expresión feliz cambió a una seria, claro totalmente fingida, y separo a Mukuro bruscamente de SHouichi y abrazó al pelirrojo.
-Shou-chan ¿estás bien? –acariciando su cabello-
-Byakuran, este sujeto quiere alejarme de ti –fingiendo llorar en el pecho del más alto-
-Joder, Gesso no le creas. Él empezó, te juro que no hice nada
-Suficiente Rokudo Mukuro no quiero que toques a Shou-chan –dijo para llevarse al pelirrojo-
Cuando ya estaban saliendo por la puerta, en un acto desesperado Mukuro jaló a Byakuran y empujó al pelirrojo afuera y cerró la puerta. Irie se secó las falsas lágrimas y sonrió –el resto te lo dejo a ti amigo mío, seguro que el plan ha funcionado- . Se fue de allí para encontrarse con su novio Spanner que acaba de transferirse de escuela para estar con él.
Volviendo con Byakuran y Mukuro…
-Rokudo Mukuro ¿qué intentas? ¿por qué haces esto?
-¿Por qué? Porque estoy enamorado de ti idiota malvavisco. Odio que estes cerca de ese idiota de Irie, ya no me prestas atención solo sabes estar con él. Antes me acompañabas hasta mi casa y ahora nada. Vivías acosándome, abrazándome. Y todo cambió cuando él llegó. Maldición los odio a ambos a ti y a él –sollozando y golpeando el pecho de Byakuran-
El adicto a los malvaviscos estaba en shock, su amado por fin le correspondía. Después de todo el plan sí funcionó, estaba sumamente feliz.
-Mukuro-kun no llores yo también te amo –tomó el rostro de Mukuro y lo besó tiernanmente-
-Pero..y qué pasa con Irie Shouchi
-AH! No pasa nada. Todo fue actuado, Shou-chan tiene un novio ya luego le conocerás –con una sonrisa-
- Qué acabas de decir, o sea que me preocupe por nada. Maldito imbécil –le da un golpe en la cabeza-
-Itai.. anda pero si gracias a eso ahora estás conmigo. Por fin serás mío.
-Hmph… no debiste llegar tan lejos –murmuró sonrojado-
-Bueno es tiempo de hacerte mío. He esperado bastante por esto-acercandose peligrosamente al heterocromático-
-Eh… Byakuran no te tomes tantas confianzas-apartandolo-
-No hay porque reprimirse –con una sonrisa-
Con un rápido movimiento tomó a Mukuro de la cintura pegándolo a su pecho y lo besó primero dulcemente pero posteriormente transformando el beso en uno más apasionado, metiendo su lengua en la boca del otro y jugando con la contraria. Poco a poco ambos comenzaban a excitarse tan solo con unos cuantos besos.
-By-byakuran..basta.. –respirando agitadamente-
-Vale, ya tendremos tiempo para llegar hasta el final, pero no dejes de besarme
-Seguro, malvavisco. Me encantan tus besos
Dicho aquello Byakuran levantó a Mukuro y este puso sus piernas alrededor de la cintura del peliblanco. Ambos se miraron y sonrieron para luego besarse apasionadamente, sin darse cuenta que todos sus amigos le espiaban por la puerta de la azotea, riéndose por la escena pero felices ya que al fin esos dos, con todas sus diferencias, estaban juntos.