Era un lluvioso 24 de Noviembre, alrededor de las 23:35 de la noche, las calles estaban completamente oscuras, la mayoría de los faroles ya no funcionaban y solo alumbraba la noche una hermosa luna llena.
A un lado de la calle estaba un chico de cabello castaño y ojos verdes completamente empapado, el joven miraba fijamente a un gato negro, mas bien su gato negro, que estaba caminando por el barro ensuciando su pelaje, el joven quería atrapar a su felino que se había escapado en la mañana, lo estuvo buscando unas 6 horas y al fin lo había encontrado, pero si se lanzaba de repente el gato huiría otra vez. El felino comenzó a caminar hacía la calle y lentamente el joven castaño se le acercaba por detrás, pero un camión salió del tunel que se encontraba cerca, el gato estaba en peligro de ser despedazado por esas gigantes ruedas, el castaño no perdió tiempo y se lanzó para empujar a su mascota fuera del camino siendo golpeado el en su lugar. El cuerpo del castaño salio disparado en el aire y golpeo una pared, el conductor del camión freno de golpe al ver al joven volar y asustado bajo de su transporte y llamo a una ambulancia, se acerco al castaño y vio su cuerpo, este estaba completamente golpeado y sangre caía de su frente, el hombre estaba completamente asustado ¿Lo llevarían preso? Eso no importaba mucho ahora, la ambulancia llegaría pronto.
Mientras todo eso sucedía el joven se encontraba en un lugar completamente negro.
-"¿Dónde estoy?"- Pensó el castaño, se toco el cuerpo en busca de alguna herida, para su sorpresa no existía ninguna ¿No acababa se ser golpeado por un camión?
Se levanto y comenzó a observar todo lo que había a su alrededor... Oscuridad y más oscuridad.
-"¿Sera mejor que camine?"- se preguntó en su mente, luego de dudar un poco se decidió a moverse, quizá estaba muerto... Pero entonces al cielo no había llegado, dudaba mucho que fuera así.
Camino hasta ver un camino de faroles de luz azul, camino entre ellos y al final vio la calle en la que hace unos minutos había sido atropeyado, corrio hacía ella y vio que no había signos de que algo hubiera sucedido allí...
-Que extraño- dijo en voz alta, hablando consigo mismo.
Se giro para volver a el camino de faroles azules, pero grande fue su sorpresa al no encontrarlos allí y en su lugar ver a millones de cosas negras y rojas con apariencia demoniaca dirijirse a el. Después de salir de su paralisis salio cortiendo de esos extraños seres ¿Acaso había muerto y llegado al infierno? O ¿Qué eran esas cosas? Eran las únicas preguntas que cruzaban en su cabeza en el momento. Las criaturas eran rápidas y con facilidad lo rodearon ¿Se podía morir dos veces? Fijo su mirada en las criaturas que lo aprisionaban.
-¿Qué hago ahora?- Se preguntó el castaño.
Antes de poder idear algo las criaturas se lanzaron sobre el causando que el castaño cayera sobre si, las criaturas lo estaban ahogando y golpeando.
En algún momento pudo volver a respirar, aunque con pesades, y los golpes se dejaron de sentir, abrió de a poco los ojos y se encontro con otro par en color rojo... O eso creyo el por un momento ya que cambiaron a un hermoso violeta en un segundo.
-"¿Me habré imaginado el rojo?"- cuestionó mentalmente el joven que acababa de ser atacado.
-¿Cómo te llamas?- le preguntó el de ojos violetas, al observarlo bien se dio cuenta de que su cabello era plateado y vestía ropa negra.
-Misaki, Takahasi Misaki- respondió el castaño con timidez- ¿Y tu?
-Usami Akihiko- dijo el peliplateado.
-¿Dónde estoy y por qué? ¿Qué eran esas cosas?- Le preguntó el castaño a Usami.
-Este lugar no tiene nombre, pero si estas aquí probablemente estas muerto- Explico Usami.
-¿Muerto? Oh... Hace poco un camión me atropeyo- Hablo Misaki como si estuviera respondiendo a que es lo que hizo en la tarde.
-¿No te asusta el estar muerto?- Preguntó algo sorprendido Usami recibiendo una negación con la cabeza del castaño- Uh... Las cosas que te atacaron se llaman "Ylvas" No sé porque pero así les pusieron.
-¿Cómo fue que las mataste?-
-Con esto- dijo Usami mientras en su mano aparecia una espada roja, sus ojos también tomaron un color rojo, tan rojo como la sangre- Esto solo lo pueden hacer los resplandores, yo soy uno de ellos y represrnto el coraje, valentía y lealtad, hay otros 2 como yo- dijo Usami, luego apunto a Misaki- y el que yo haya aparecido frente a ti significa que eres mi zheeza... Aunque no sé como alguien como tu puede serlo- Susurro lo último.
-¿Zheeza? ¿Qué es eso?- Se preguntó Misaki, aunque su pregunta no pudo ser respondida, todo lo que estaba con el se distorciono, se estaba volviendo blanco.
El castaño despertó en una cama blanca... Todo a su alrededor lo era¿Un hospital?
-"¿No estaba muerto?"- ...
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