Seúl, Corea del Sur. Año 2010.
—¿Channie? —Baekhyun habló, llevándose a la boca un pedazo de patata frita mientras se acostaba perezosamente sobre el confortable sofá de Chanyeol.
—¿Hm? —Chanyeol preguntó de la misma forma que Baekhyun.
—Hemos reunido lo suficiente para ir a Japón. —Baekhyun suspiró fuertemente —Reunimos lo suficiente hace como dos años. ¿Por qué no vamos ya?
—Porque mi sorpresa aún no está lista para ti. —Chanyeol respondió, respondiendo cálidamente y envolviendo al más grande en un sofocante abrazo.
Realmente, ellos ya habían alcanzado el dinero para el avión a Japón, pero Chanyeol quería que su gran esperada sorpresa saliese lo mejor posible y que, de igual forma, se guardara en la memoria de Baekhyun por el resto de su vida. Por lo tanto, aquella sorpresa, necesitaba bastante dinero, ya que se trataba de satisfacer varios lujos necesarios.
En primera, ellos irían (según los planes de Chanyeol) a experimentar su primera vez en Japón y su primera vez en tener relaciones. Chanyeol, mientras fabricaba su plan, pensó que ya bien estando en un país extranjero sería bueno experimentar nuevas sensaciones. Además, ellos ya llevaban un poco más de dos años juntos, por lo que no había dudado demasiado en hacer un plan para “desflorar” a su pequeño Baekhyun.
—Pero podrás sentir el viento de Japón dentro de muy poco. Sólo espera un poco más. —Chanyeol besó sutilmente la frente de Baekhyun y sonrió frente a sus pensamientos provocados.
Baekhyun lo miró de reojo discretamente, pensando en qué estaría planeando su pequeño grandulón aka Champolas.
—¿Qué sorpresa? ¿Me das una pista? ¿Sí? —Baekhyun se levantó del sofá, acorralando a Chanyeol por sobre sus preguntas y sus brazos.
—No sería sorpresa si te digo. —Chanyeol alzó su ceja izquierda sutilmente y con desagrado —A no ser… ¿Quieres que te adelante tu sorpresa? Estás en una posición bastante buena. —Chanyeol bajó instintivamente la cadera de Baekhyun, provocando que éste se sentase sobre su regazo bruscamente.
—¿Q-Q-Qué quieres decir? —Baekhyun se ruborizó, intentando escapar de las manos pervertidas de su novio.
—Olvídalo. —Chanyeol rió nerviosamente y apartó a Baekhyun de su regazo sutilmente, induciendo al contrario para que se sentase correctamente sobre el sofá.
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Dos semanas después.
Chanyeol corrió por toda la habitación, totalmente emocionado al sentir la piel de papel del dinero en sus manos. Por fin, después de dos años, había logrado unir todo el dinero necesario para ir a Japón como siempre había querido. Sólo él y Baekhyun. Nadie más. Eso era lo que más necesitaba.
El chico no dudó ni un segundo en llamar instantáneamente a Baekhyun, quien le había molestado desde hacía más de dos semanas para saber la gran sorpresa que iba a suceder en poco menos de dos días.
—¡Bacon! —Chanyeol gritó, totalmente entusiasmado.
—¡Chanyeol! —Baekhyun contestó de igual forma, riendo levemente.
—¡Bacon! ¡Prepara tu equipaje ahora mismo!
—¿Eh?
—¡Que te digo que prepares tu equipaje ahora! Justo ahora tengo dos boletos hacia Japón que salen en menos de setenta y dos horas. —Chanyeol sonrió, abrazándose a sí mismo.
—¡WAT! Espera… ¿es en serio? ¡Qué genial! ¿Voy a tu casa o vienes tú a la mía? —Preguntó Baekhyun, tratando de no saltar y gritar hasta que acabase la conversación.
—Voy yo contigo cuando estés listo, ¿vale? —Chanyeol iba a colgar, pero una duda existencial lo detuvo —Oye, ¿por qué no has venido a vivir conmigo todavía?
—¡Sigo viviendo con mis padres, idiota!
—¿Al menos les has dicho que te irás a Japón dentro de dos días por una semana con tu pervertido novio? —Chanyeol sonrió, tratando de no reír e imaginando la cara sonrosada de Baekhyun.
—¡Te amo! Ven a mi casa en quince minutos, ¿vale? Yo tengo que llamar a alguien. —Baekhyun colgó y Chanyeol sonrió, sosteniendo el teléfono en su pesada mano.
—¡Hola, amiga! —Exclamó Baekhyun por vía telefónica con cierto tono de niña insoportable y superficial.
—¿”Amiga”? —Kyungsoo rió, frunciendo el ceño. — ¿Qué pasó, ‘amiga’? —Pero aun así, siguió la pequeña treta de Baekhyun.
—¿Sí te conté? ¡Me voy a Japón con Channie! —Baekhyun no pudo contenerse a sacar un pequeño gritito.
—Te odio. —Kyungsoo replicó, bromeando. —Jongin apenas me lleva a su recámara.
—Sexópatas.
—¿Y qué harán allá? Sexo, ¿o no?
—Nah, no creo. Solo iremos a visitar. No soy tan puta como tú.
—¡Deja de tratarme como una chica! —Kyungsoo rió, irritado.
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Chanyeol había tomado “prestado” (con todo el antónimo de la palabra) el auto de su padre debido a que el suyo JUSTAMENTE ESE DÍA había decidido averiarse. Sin embargo, agarró las llaves del Audi del señor Park cuando había ido a visitar a sus padres por unos segundos y se dirigió a casa de Baekhyun, listo para irse.
Cuando se encontraba en frente de la casa de su novio, se le vino una imagen típica de películas americanas dramáticamente cursis cuando el novio llega con su novia, toca la bocina y se recarga en el capó, tratando de ser “sexy”. Chanyeol sonrió, queriendo intentarlo, así que lo hizo: tocó la bocina y rápidamente salió del auto, recargándose sobre el capó del Audi con los brazos cruzados, esperando por la cara bonita de su novio.
Y, por fin, Baekhyun asomó su cabeza por encima de la ventana de su recámara.
Sin embargo, no era la expresión que Chanyeol se imaginaba.
—¡Oye, tú! —Baekhyun —¡Tardaré un poco más de media hora! ¿No te importa quedar afuera un rato?
—¡¿Por qué?! ¡Fuiste tú el que me dijo que viniese en quince minutos, joder!
—¡¿Ése quién es?! —Se escuchó la voz de alguien mayor, por lo que Chanyeol pudo deducir que se trataba del padre de Baekhyun.
—Nadie. Un ebrio. —Baekhyun cerró la ventana, creyendo que Chanyeol no lo había escuchado.
—¡Te escuché, puta!
Inmediatamente, Baekhyun volvió a subir la ventana para que esta vez, su dedo medio se encontrara con la vista de Chanyeol. El menor sonrió, sentándose nuevamente dentro del auto, preparándose para tomar una siesta ya que sabía que mientras Baekhyun “se preparaba” iría a demorar un poco más de una hora.
—¿Quién era ése, Byun Baekhyun? —Dijo su padre, imponiendo autoridad en su rostro. —¡¿Y por qué hay maletas sobre tu cama?! —El señor Byun frunció el ceño, pero inmediatamente después, sonrió encantado de lo que, según él, iría a hacer su hijo después —¿Te vas? —Sus ojos se hacían cada vez más pequeños al sonreír.
—¿Qué? ¡No! Me voy con mi novio a Japón, papá. —La sonrisa del señor Byun desapareció.
—¡¿Cuándo nos dijiste?! Lamento decirte, señorito Byun, que no vas a ninguna parte. A menos que… Me lleves. ¡Nunca he ido a Japón!
—No, padre. —Baekhyun sonrió —Hemos cumplido un poco más de dos años juntos… Sería un viaje de procreación.
—¡Reproducción! —Gritó su hermano Baekbeom, asomándose por la puerta de su hermano menor, carcajeándose.
—Exacto. ¿Me dejas ir? —Baekhyun sonrió, tratando de convencerlo.
—Dile a tu madre. Y si te dice que sí, te toca hacer el aseo de la casa completa por tres meses completos más baño. ¿Entendido? —Baekhyun sonrió, asintiendo.
No mucho tiempo después, Baekhyun tocó con sus delicados nudillos la ventana del copiloto, viendo cómo Chanyeol se había quedado totalmente dormido.
—¿He tardado bastante? —Baekhyun preguntó, sentándose en el asiento y dejando sus maletas en los asientos traseros.
—Vaya. Tardaste menos que la vez pasada. —Chanyeol depositó un suave beso en la mejilla de Baekhyun, tomando su propia muñeca para poder ver la hora. —¿Listo? —Baekhyun sonrió, asintiendo.
El transcurso de la casa de Baekhyun al aeropuerto fue algo pesado debido al embotellamiento, pero también algo cortejante, ya que siempre que quedaban atascados en el tráfico o frente a un semáforo, Chanyeol aprovechaba para acercarse sutilmente a Baekhyun para susurrarle cosas no tan románticas ni tan tiernas como Baekhyun estaría acostumbrado a escuchar.
—¿Tienes idea de lo que haremos al primer momento estando en Japón? —Baekhyun preguntó, tocando su estómago —Tengo hambre.
—Realmente primero tenemos que ir al supermercado. Me falta una cosa para comprar. ¿Quieres acompañarme o te quedas en el hotel?
—¡Me quedo! No pienso pasar más de tres minutos sin comer. —Baekhyun suspiró —¿Qué te falta comprar?
—Cosas para jugar por la noche. —Chanyeol sonrió provocativamente. Sin embargo, Baekhyun no le dio ese significado al mensaje de su novio.
—¿Juegos de mesa? ¡Compra Monopolio, pero el de Bob Esponja! Ése no lo he jugado antes. —Baekhyun sonrió.
Instantáneamente después de que Baekhyun había hablado, Chanyeol rió a carcajadas, burlándose de su inocente novio, por lo que sólo tocó su cabeza suavemente, pasando el sedoso cabello de Baekhyun por sus dedos y asintiendo como si se tratase de un niño pequeño ilusionado por un caramelo.
Si Baekhyun supiera…
—¡Wow! Chanyeol, ¿justo ahora tienes que ir al supermercado? ¿Por qué no paseamos un poco primero? —Baekhyun habló, admirando la gran vista de la capital de Japón, Tokio, y sonriendo ampliamente.
—Tengo que ir a buscar eso. Te llevo al hotel y voy rápido al supermercado. Después de que tenga ese producto, pasearemos un poco. —Chanyeol sonrió desde sus adentros, aprovechándose de su pequeño novio que era totalmente ignorante frente a sus perversos planes.
Baekhyun asintió, haciendo un lindo y agraciado puchero.
Después de que Chanyeol había dejado a su pequeño Baekhyun en el hotel, se dirigió al supermercado más cerca que le marcaba el GPS de su celular, no sin antes haber sido interrumpido un millón de veces por Baekhyun al tratar de que su novio se quedase con él en la piscina y a comer.
—Bien. Ahora que estamos aquí… Veamos… ¡¿Por qué no compré eso allá?!
Chanyeol pasó por todos los estantes de la farmacia del lugar, tratando de encontrar el nombre del producto en algún recipiente. Sin embargo, la lectura se le hacía un trillón de veces más difícil al ver que se trataba de un idioma totalmente diferente y confuso para él. Sin vacilar más, se detuvo frente a la chica que atendía la farmacia del supermercado bastante nervioso y tímido, tratando de que ésta entendiese lo que estaría a punto de decir y que no lo viese como un tremendo pervertido.
—Hm. ¿Gel lubricante? —Preguntó Chanyeol, mas la chica lo vio confundida —KY Jelly… —Dijo él, sonrojándose cada vez más y cabizbajo.
Según la expresión de la chica, él pudo inferir que ésa vez sí había comprendido. Sin embargo, ella pronunció varias palabras en japonés bastante rápido, confundiéndole bastante.
—Gracias. —Dijo él en japonés básico y fingiendo haber entendido, yendo hacia otro lado de la farmacia, buscando por su propia cuenta el tubo de KY. —¡Oh! ¿Qué es eso? —Chanyeol sonrió, viendo una botella de plástico cubierta de un color verdoso —Está en japonés… —Chanyeol frunció el ceño —Pero en los ingredientes dice “KY”. Hm, lo llevaré. —Dijo él, dirigiéndose inmediatamente a caja. No podría esperar hasta la noche…
Justo cuando el producto especial de Chanyeol pasó por la caja registradora, el sistema marcó a su producto en la factura con letras tintadas en un perfecto japonés.
“WASABI” se leía perfectamente en grandes caracteres.