El trastorno era presente en todos ellos, exceptuando el doctor quien no se sorprendía del embarazo del muchacho. Su mente estaba más preocupada en cómo salvar al esposo de un futuro rey.
Mikoto no podría estar más feliz, al fin tendría a su primer nieto. Pero tal parecía que el destino quería hacerla sufrir quitándole ese privilegio, no había otra cosa que deseara más que aquello. Convertirse en una buena abuela.
-Bueno-suspiro el doctor-creo que desconocían el embarazo, intuía a que a estas alturas a eran conscientes de la gestación del joven, pero en este momento eso es lo de menos, lo importante es asegurar la vida de Deidara.
Era evidente que el doctor solo quería sanar la situación con palabras “alentadoras”, sin embargo el pelinegro ya estaba hasta el copete de la incompetencia de su médico. Y escucharlo decir aquello fue la gota que derramo el vaso.
-¿Cómo que es lo de menos? ¿Se da cuenta de lo que me está diciendo?-Itachi estaba tratando de salir de su estado de shock.
-Estoy consciente de lo que esto significa para usted pero yo no puedo hacer nada más, podría salvar a Deidara y dejar que su bebe muriera y que ustedes lo intentaran después, o podría alargar el sufrimiento de Deidara y salvar al bebe, pero sabría que Deidara moriría tan pronto diera a luz.
-Usted es un doctor-dijo con Itachi con ironía-me salvara a mi esposo y a mi hijo, además-trato de calmarse, exaltarse no iba a mejorar la situación-Menciono a un brujo curandero o algo a si-estaba perdiendo la paciencia-¿Dónde lo encuentro?
-Yo podría contactar con el señor, y hare que parte inmediatamente aquí mismo, para mañana ya estará el aquí-tomo su bolso médico y se aproximó a la salida-mientras tanto cuiden de Deidara, ya debería estar estable por el momento, si ocurre algo no duden en traerme.
El medico salió de la habitación dejando a Itachi y su madre solos en un profundo silencio, ambos con el mismo pensamiento.
-Madre, no quiero que muera-se aproximó a su madre y la abrazo, se tumbó en su hombro y permitió derramar unas lágrimas-Y menos si sé que voy a ser padre.
-Hijo-Mikoto solo acariciaba su cabeza en señal de compresión-pasara lo que tenga que pasar, pero créeme que haremos hasta lo imposible para que Deidara y el pequeño se salven.
-Gracias madre-no pronuncio nada más.
La mañana llego y con ello nuevos gritos de dolor del joven Deidara, como se había hecho costumbre hacía ya unas semanas, la incertidumbre no tardó en responder a las órdenes dadas por los patriarcas de la familia.
Sin embargo, esa mañana si fue distinta como otras, pues se hizo presente una entidad no conocida para la mayoría de los aldeanos, mucho menos para los reyes.
-Mi nombre es Orochimaru-respondio el hombre de la capucha negra y ojos con una mirada profunda-el rey me ha llamado.
Los guardias de la entrada solo le dejaron pasar, a pesar de su aspecto maquiavélico suponían que las palabras del hombre eran ciertas, pues en su mano portaba un pergamino con el sello de la familia Uchiha.
Este hombre no era malo pero tampoco era bueno, simplemente hacia lo que él consideraba lo mejor y en ocasiones lo que le convenía a su persona, para su beneficio personal. Haber recibido aquella petición de los reyes era de extrañarse, pero esta era una buena oportunidad para mezclarse con alta sociedad, no iba a desaprovechar ni un solo momento de persuadir a la nobleza con sus propios proyectos.
Entro a la habitación donde reposaba un bello ángel rubio, a pesar de su aspecto desgarrador sabía que era indudablemente hermoso.
Fue fácil distinguir a Itachi, el hombre que no soltaba la mano del rubio. La reina Mikoto ahí estaba tratando de dar apoyo moral a su hijo. No estaba Fugaku, pero seguro no tardaría en hacer acto de presencia.
-El médico de familia me ha informado de la condición de este joven, seré sinceros-empezó a sacar cosas de su maletín-no será sencillo.
Claro que no iba a ser sencillo, iba a ser mucho más que sencillo, quizás demasiado fácil curar a aquel rubio, solo había pisado una yerba venenosa de la cual el reino no tenía muchos conocimientos. Pero el sí.
-Estoy dispuesto a darle lo que desee a cambio de que mi esposo sea salvado-Itachi hablo con firmeza, no se permitiría perder a su amado.
Orochimaru simplemente sonrió.
-Vale, permítanme ver al joven a solas, necesito revisarle.
-¿Y por qué a solas?-los celos del moreno salían a flote.
-Cariño, deja que el señor haga su trabajo-Mikoto calmo a su hijo y a regañe dientes le saco de la habitación, dejando al rubio y a Orochimaru en silencio.
-Bien-de un maletín saco una jeringa, un cilindro pequeño donde contenía la solución médica que curaría al joven-Con esto bajara la fiebre y todos los síntomas que te hayan provocado esa yerba venenosa-inyecto a Deidara para después volver a sacar otro cilindro este un poco más grande-y con este te mantendré en un coma temporal hasta que los Uchihas cedan a unas cuantas peticiones-inyecto la nueva solución-Eres hermoso, pero eso no implica que seas de mis gustos-le acaricio el cabello un poco-Nunca he visto la “luna del doncel”-volteo a Deidara para observar el dichoso lunar-Que….rareza tenemos aquí.
Ese no era la luna del doncel, el nunca había visto una físicamente, pero sabía perfectamente cómo eran, y eso no podía serlo. Era una simple tinta utilizada en batallas para marcar caminos en casos de que se extraviaran, algo mucho más eficiente.
-No eres un doncel-tomo de su maletín alcohol, agua caliente y unas yerbas, las mezclo lo suficiente para generar lo que él llamaba “el agua que limpia” –Pero tampoco puedo afirmar que seas un varón-tomo un trapo limpio y empezó a limpiar la luna-como lo sospeche-noto la suciedad del trapo y la blancura que se quedó en el cuello de Deidara-Eres un varón-un movimiento en el vientre del rubio capto su atención-Aunque…hay cosas que ciertamente no se de ti, lo mejor será estudiarte y saber que eres. Tienes un bebe pero no eres un doncel.
Siete meses después.
Deidara Povs
Después de no sé cuánto tiempo, abrí mis ojos, mire a mi alrededor. Creo que morimos o morí yo solamente, pero a mi lado tomando mi mano esta Itachi. Se le ve un poco más maduro, empieza a salirle una ligera barba, no entiendo este sentimiento que nace en mí. Después de todo, el me obligo a hacer cosas que no quería, cosas que al final terminaron gustándome…
¡Oh! Sasuke… ¿Y de quien toma la mano?... ¡Naruto está aquí! Y a su lado mama…. Papa…. El señor y la señora Uchiha parecen calmados, me pregunto cuanto tiempo habrá trascurrido desde que me desmaye… solo recuerdo muchos dolores, no podía respirar creí que moriría…
Sonreí levemente, debía recordar que aún estaba en mi fase de doncel.
End Povs
-¿Deidara cariño?-Itachi se acercaba a él y le daba un beso en la frente-fueron los meses más angustiantes de mi vida…-lloro-mande a podar aquellas zonas donde creciera esa yerba, y también ordene que se hiciera una vacuna para que otros no pasaran lo que yo tuve que pasar…fue horrible estar sin ti.
-Itachi-le acaricio la mejilla-ya estoy mejor, seguro que todo ha sido espantoso para ambos pero me alegra verte a ti y a mi familia.
-¡Hijo!-Kushina aparto a Itachi y le abrazo-creí que jamás volvería a escuchar tu voz…mi pequeño-le acaricio el cabello.
-Hermano-Naruto se le acerco-me alegra tenerte de vuelta, si no como podría darte las gracias por ser el mejor hermano-solo la familia de Deidara entendió ese mensaje-Te has perdido de muchas cosas, Itachi fue subido a rey, eres un príncipe por así decirlo, además yo ya he madurado un poco más desde que esto sucedió, Sasuke y yo-se sonrojo-nos casamos, estamos en la espera de nuestro primer hijo, ¿Genial no? A si Deikara tendrá con quien jugar.
-¿Deikara?-pregunto el rubio sin entender-Naruto nuestro hermano ya murió-rio nervioso, temía que su hermano arruinase el plan-¿Qué no te han dicho?
-Yo no hablo de nuestro hermano Deidara-le guiño el ojo.
-Cierto, ha sido un bebe precioso, gracias a él es que hoy estas despierto. Los doctores dicen que el parto te saco del coma-dijo Mikoto contenta-estoy segura que serás un buen padre.
-¿Qué?-Deidara cada vez entendía menos.
-No atosiguen a Deidara, seguro que ni si quiera sabia de todo esto cuando cayó en coma-hablo Sasuke dando ánimos al rubio.
-¿Qué es lo que no se?-el tema estaba exasperando al rubio, Kushina solo podía estar nerviosa, debía detener todo esto si no quería que la bomba explotara.
-Mis señores-se presentaba las sirvientes que traían empujando una cuna de ruedas-Él bebe ha sido cambiado como lo ordenaron-dicho esto se retiraron dejando la cuna a un lado de Itachi y Deidara.
-¿Quién es?-pregunto Deidara temiéndose que dijeran alguna barbaridad.
-¿Ya oíste pequeño? Tu mami es un doncel muy malo-decía Itachi mientras cargaba al bebe-es nuestro hijo Deidara, estabas embarazado antes de caer en coma temporal, por suerte el brujo Orochimaru logro salvarte, tardo bastante tiempo pero al final logro hacerlo. No acepto paga, el simplemente desapareció.
Deidara estaba a punto de darle un paro cardiaco, pero en lugar de eso, se empezó a reír.
-Muy graciosos, muy bonito él bebe-ni si quiera lo miro, solo hablo por hablar-pero yo no soy su padre, yo no soy un…
-¡Deidara! Es un ataque de donceles…sueles ocurrirle a menudo-hablo Kushina-soy su madre necesito hablar con el…a solas-enfatizo-solo dejen al pequeño aquí-ante la mirada extraña de todos, sobre todo la de Itachi, aceptaron y salieron, después de todo solo la madre de Deidara le conocía lo bastante bien.
-Mama…. De quién es ese bebe, mío no es y lo sabes-Deidara estaba perdiendo la paciencia-¿Acaso me fingieron un embarazo?
Deidara sintió las manos cálidas de su madre acariciar sus mejillas, lo que le indico que su madre estaba frágil en aquel momento.
-Cuando me case con tu padre…él no fue el mejor de su generación, fue el segundo mejor, superado por Fugaku Uchiha, tu suegro. Minato ni si quiera me quería a mí, pero bueno, esa es otra historia. Con el tiempo nos enamoramos y nos casamos.
-Esa historia ya me la se madre-dijo Deidara enojado-Quiero saber qué demonios hace ese bebe aquí.
-Para un hombre, de la categoría de tu padre, el mayor honor que podía recibir por parte de su esposa era un hijo. Un hijo varón-bajo la mirada-Mikoto siempre tuvo la dicha de engendrar hijos varones….yo por otro lado… tuve una preciosa hija, la llame Ino, ella es tu hermana mayor.
-¿Qué?-se le nublaron los ojos y empezó a quebrársele la voz-Yo soy el mayor…el primogénito…
-No Deidara, toda tu vida viviste engañado con respecto a eso. Y yo engañe a tu padre para salvarte.
-¿Salvarme? ¿De qué?-su voz se notaba desesperada-¿Dónde está Ino?
Kushina solo suspiro.
-Tu padre estaba borracho ese día, yo siempre lo tache de un asesino a partir de esa vez, pero es que el dolor fue tan fuerte… descuide a tu hermana por un momento…. Minato no se fijó que al tirar su herramienta ninja esta quedaría incrustada en el cuerpo de nuestra bebe.
-¿¡Que?!
-Venia borracho y enojado por las constantes burlas de no haber tenido un varón como se esperaba de él. Sus amigos le hicieron la vida imposible y el me la hizo a mí, pronto la ira invadió su corazón. Durante meses pensé que el realmente mato a nuestra hija a propósito…. Pero ni si quiera él era tan duro como para hacerlo… pero eran cosas que yo no comprendía.
-¿Y qué sucedió?
-Me embarace de nuevo y te tuve a ti. Me recordabas a ella, era igual de precioso, cabellos largos para ser un bebe, ojos de diamante y una mirada encantadora. No era una niña eso me alivio.
-Pero….-Deidara ya se imaginaba lo que le diría.
-Pero tampoco eras un varón, al ver tu luna en el cuello temí tanto que la historia volviese a repetirse por lo que borre esa luna con miles y miles de soluciones hasta que finalmente se borró. Pero de alguna manera siempre se trataba de marcar esa luna.
-No soy un varón, soy un jodido doncel me engañaste a mí y a mi padre-Deidara estaba cabreado-y debo suponer que los abusos sexuales de Itachi dieron fruto y di a luz a este bebe.
-Yo solo quería protegerte, si no sabías que eras doncel nunca tendrías afección por los varones, quería salvarte del destino que tu hermana sufrió-miro al bebe que descansaba tranquilamente en la cuna-Y si, es tu hijo se llama Deikara por que no tuvimos otra opción que seguir la mentira que iniciaste.
-¿Qué inicie?-su tono era irónico-mama, ¡tú fuiste la que inicio todo!
-No Deidara-le miro seriamente, para que advirtiera que se callara-Nunca debiste suplantar a tu hermano, debiste dejar las cosas como estaban, total tu hermano solo estaba haciendo un berrinche.
-¿Un berrinche? Mama, iban a obligar a Naruto a casarse con Itachi. Ese estúpido depravado sexual, no tienes idea de lo que tuve que pasar.
-¿Y no te gusto estar con él?-observo el sonrojo de Deidara-Soy tu madre y a mi pocas cosas me puedes ocultar, entre ellas que eres un doncel y tienes ciertas sensibilidades-Por mucho daño que Itachi te haya hecho en el momento íntimo, sé que te termino gustando.
Deidara solo se limitó a bajar la mirada al piso, no podía negar que dentro de todo aquello que vivió con Itachi se removió un sentimiento dentro de él. Pero la sola idea de aceptar ser un doncel y dejar su vida de varón le atormentaba.
-¿Y que se supone que haga?-estaba al borde del llanto-Hoy he despertado de un coma que no recuerdo, ahora me encuentro que he tenido un hijo del hombre que tanto odio, lo que me indica que viví engañado estos años creyendo que era varón cuando solo era eso, un doncel.
-Está bien Deidara-su madre se levantó del asiento donde reposaba-¿Quieres ser un varón? Lo serás, anda-se acercó a la puerta-ve y dile a Itachi que todo fue una mentira, es el nuevo rey ahora, cuando se entere su furia se desatara como ninguna, primero me obligaran a ir a la horca por mi mentira y tu padre por cómplice. Tu a prisión si tienes suerte o serás condenado a pasar tu vida con otros hombres cuando Itachi te menosprecie. ¿Naruto? El tendrá que dejar al bebe que espera de Sasuke para darle uno a Itachi. ¿Es realmente eso lo que quieres? ¿Lo quieres?-le miro retadoramente.
Deidara solo le miro con furia en sus ojos.
-No madre.
-El destino del doncel y de la mujer es igual Deidara, siempre tenemos que lavar los platos sucios que todos los varones dejan, si tu padre jamás hubiera cometido la estupidez de hace años, probablemente ahorita estarías alegremente casado con Itachi o alguien más. Pero no estarías pasando por esto.
-Ya entendí madre, voy a hacer el acto más grande que como varón puedo hacer. Voy a vivir con Itachi Uchiha y sus caprichos. Voy a ser el doncel más hermoso-trato de levantarse ante la atenta mirada de su madre-En cuanto a el-tomo al bebe en brazos, y en ese momento un sentimiento le embriago, una corriente eléctrica-Yo me ocupare de su educación, no quiero que nadie interfiera.
-Si así lo deseas-Kushina se marchó de la habitación. Al menos su hijo había entendido.
Deidara se quedó solo con él bebe en la habitación, no tenía idea de cómo cuidar a un chiquillo, apenas y sabia cuidarse el. ¿Cómo se supone que sabría?
-Eres tan pequeño-recargo su frente con la del bebe y empezó a llorar-he sentido algo al tomarte en brazos y sé que tú también… pero no sé qué se supone que deba sentir-acostó al bebe en la cama y el también se recostó a su lado-eres producto de una violación…pero creo que no te odio. No tienes la culpa, madre tiene razón, jamás debí haberme puesto esta mascara de doncel….-miro al pequeño que se removía muy poco-No puedo ponerme la máscara de un doncel… soy uno….lo que debo quitarme es…la máscara del varón.
Deidara se quedó dormido con él bebe a su lado. Al poco rato los pasos inundaron la habitación, Itachi se aparecía después de haber dejado a su suegra y su esposo hablar.
La tranquilidad de su pequeña familia lo inundo. Todo esto era muy extraño para él, en tan poco tiempo Deidara significo alguien importante en su vida. Hablar del amor era complicado porque aunque ambos lo negasen, se amaban. De maneras muy diferentes y poco convincentes. Pero se amaban.
-Nunca me ha dicho que me quiere-revolvió los cabellos de Deidara-Pero si el supiera lo que he tenido que hacer por el…ablandaría su corazón-le beso la frente-Tengo una nueva misión-se acercó a su hijo-debo enamorar a tu papi-sonrió-Te lo juro que me va a amar.
Un doncel y un varón ya tenían un plan. Pero alguien en las sombras tenía otro que incluía el destierro de un rey.