-Itachi-Deidara trataba de quitarse al hombre que tenía encima de él, empezaba a repartirle besos por su blanco cuello, sus manos empezaban a tocarle descaradamente bajando de arriba hacia abajo-Por favor, detente.
-Shh-Itachi le puso un dedo en sus labios-Por favor pequeño, no hagas esto más difícil-siguió con lo suyo, sin prestar atención a las suplicas del doncel.
-“¿Qué hago? No quiero que me tome, pero si me niego sospechara… no quiero… no quiero que me viole”-El rubio dio un brinco al sentir algo rozar sus piernas, y al bajar la mirada comprobó que era la erección de su esposo quien provocaba aquella fricción.
Sin duda se sintió asqueado, para el aquello era un acto que jamás se había imaginado iba a cometer, sentirse besado por otro hombre era perder su virilidad, se estaba entregando a otro varón y él no podía hacer nada porque de lo contrario levantaría sospechas.
Amaba a su hermano más que nada en el mundo y sabía que este acto era otro de los sacrificios que estaba dispuesto a cometer por él, pero…
-¡No!-El rubio alejo a Itachi de un golpe, le rompió el labio inferior en el acto, pero no podía permitirse perder su dignidad-No quiero.
Pero Itachi no estaba dispuesto a tenerle paciencia a un doncel que apenas y toleraba, tenía unas formas de ser distinto, cualquiera ya se hubiera entregado a él, pero este chiquillo revoltoso insistía en negársele, aquel golpe le había dejado en claro que el rubio no quería tener ningún contacto sexual con él.
-Para ser un doncel-se limpió con su camisa la sangre que brotaba de sus labios-pegas bastante bien-aventó la camisa hacia el suelo, ahora solo quedaba en boxers, los pantalones ya habían desaparecido hacia un momento-Pero me parece que se te olvida un pequeño detalle-se acercó al rubio que estaba demasiado asustado para poder responder-¡Soy tu dueño!-la voz con la que proclamo aquello fue distinta, fue con odio.
Deidara ya no sabía cómo se sentía en esos momentos, su virilidad había ido a parar a otro lado y ahora daba paso hacia un doncel nervioso y asustado, el salvar a su hermano le estaba costando muy caro.
-No soy un perro, soy tu esposo, me tienes que tratar bien…
-¿Y que no te estoy tratando bien?-Itachi estaba enojado, no media su rudeza.
-Pero yo no quiero hacer esto, tengo miedo Itachi.
-Me vale lo que una persona como tú pueda pensar, eres un doncel, solo me puedes servir para satisfacerme y darme un hijo, no quiero tus opiniones ni nada, así que cállate de una vez y disfruta por las buenas o por las malas.
-¡No!-Deidara se levantó como pudo de la cama, pero las sabanas se le enredaron en sus pies y cayó al suelo.
El Uchiha aprovecho y se montó sobre él, levanto su kimono blanco y acaricio sus finas piernas, eran simplemente hermosas. Deidara estaba indefenso, el cuerpo de aquel hombre era más pesado que el suyo, así que solo hizo lo primero que le llego a su mente.
Le escupió.
Si, le escupió en el rostro. Quizás si hubiera pataleado, si le hubiera golpeado nuevamente la reacción hubiera sido distinta, pero para Itachi escupirle fue lo peor que pudo haber hecho, era demostrar el desprecio total que le tenía hacia él.
-Maldita zorra, lamentaras haber hecho eso.
Tomo al rubio de sus caderas con una mano y con la otra le sujeto sus brazos, sus piernas habían inmovilizado al rubio.
-¿Crees que me quería casar contigo?-Itachi con la mano que tenía en su cadera empezaba a bajar la ropa interior del rubio-No me gustas para nada, pero de todos eras la mejor opción-bajo lo suficientemente su ropa interior, hasta más debajo de las rodillas, le costaba mantener quieto al rubio-Pero veo que me equivoque, no tienes educación de doncel, pareces un rebelde-rio de manera siniestra, ahora él era el que se bajaba su ropa interior, para dar a relucir una potente erección que proclamaba su atención.
-Por favor no…-Deidara empezaba a soltar lágrimas, pero sus movimientos habían bajado de intensidad, sabía que no podía reclamar nada, ese varón iba a hacerlo suyo a como diese lugar.
-Pero yo arreglare ese problema que tienes con el respeto, de hare sumiso ante mí-El Uchiha se recostó sobre la espalda del rubio, beso su cuello y le mordió, era una mordida profunda, seguramente le dejaría con secuelas-Te voy a hacer que me desees Mi amor-Dicho esto lamio el lóbulo de la oreja del rubio. Por alguna extraña razón verlo llorar y suplicar era algo que le excitaba. Tomo su miembro y lo dirigió a la entrada de su esposo, sin preparación, ni nada. Era lo que merecía por ser tan imprudente.
-Por favor Itachi, seré bueno pero… ¡NO!-Grito fuertemente al sentir en su trasero la intromisión de repente del miembro de su marido, aquel grito fue lo suficiente para ser oído en toda la casa. Itachi no quería que se enteraran de que él había usado la rudeza con el rubio para poder someterlo a sí que coloco una mano en la boca de este y pudo sentir las lágrimas del doncel recorrer su mano, sin duda estaba excitado.
Empezó a embestir rápidamente al rubio, tenía una estreches exquisita, era un entrada completamente virgen, sentía un líquido que hacia la penetración más fácil, pudo intuir que sería la sangre de Deidara, pero no le tomo importancia, estaba disfrutando este momento, ¿Qué más podía pedir? Un rubio llorando siendo sometido, su entrada virginal estaba repleta de sangre y sumamente estrecha y para rematar el rubio había dejado de quejarse.
Y es que Deidara estaba sumido en sus pensamientos, llorando en lo más profundo de su ser, ya no podía ni quejarse, aunque no negaba que las penetraciones le dolían tanto físicamente como mentalmente, se estaba perdiendo a sí mismo.
-“Pero todo sea por ti, pequeño hermano”-Pensó esto y volvió a la realidad, donde tenía a un hombre encima de él, penetrándole como sádico, disfrutando de hacerle llorar, su cuerpo reaccionaba hacia las embestidas que le propinaba el Uchiha, empezaba a sentir punzadas de dolor intenso en su trasero. Pero ya, ya nada importaba…
-¡Oh! Deidara, estas tan estrecho-Itachi estaba sumido en el más íntimo placer, había dejado de apresar al rubio con sus manos, ya no era necesario.
-Oh-gimió el rubio, las embestidas le dolían-me duele…
-Me da gusto que te duela-al finalizar sus palabras se vino dentro de él, a Deidara no le importo, después de todo ¿Qué le podía pasar a un varón como él?
El Uchiha retiro su miembro de la entrada de Deidara, y este último pensó que el dolor ya había terminado, ahora solo quería dormir y olvidarse de todo aquello.
Itachi le cargo y lo llevo hasta la cama, al menos tuvo la sutileza de acomodarle en la cama, le quito sus ropas para que ambos quedasen desnudos, cuando acabo se encimo arriba de él.
-Menos mal que la noche es joven y nosotros también-Beso al rubio con rudeza, sin algún gesto de compasión, no había amor, solo odio y lujuria mezclados.
Deidara solo pudo llorar y cerrar sus ojos, esperaba que su esposo se cansara lo más pronto posible.
XxX
La mañana se hacía presente en la casa de los Namikaze, Kushina y Naruto desayunaban en silencio, solo ellos dos. Minato había desayunado más temprano de lo habitual y se había encerrado a leer la correspondencia en su despacho.
-¿Mama?.... ¿Cuándo veremos a Deidara?-Naruto seguía teniendo dudas con respecto a muchos temas, pero ahorita su mayor prioridad era su hermano, quería obtener noticias lo más pronto posible.
-No lo sé hijo, tenemos que esperar a que llegue una carta de él y ver qué es lo que les dijo a los Uchihas, para no echarlo de cabeza, tu hermano es muy listo estoy seguro que ya se le ocurrió un plan, mientras tanto no hables con nadie ni le comentes esto a nadie, ahorita debes de ser discreto.
-Si madre….-Naruto bajo la mirada a su plato y empezó a removerla, había otra duda que tenía que hacerle a su madre-Sé que no es el momento…pero… ¿Tú crees que Sasuke y yo podamos casarnos?
Kushina miro a su hijo, era sorprendente como aquel azabache tenía a su pequeño hijo, lo tenía enamorado, aun después de todo lo que había pasado Naruto seguía fiel y enamorado hacia Sasuke. Y aunque Deidara se había humillado a sí mismo, Naruto le agradecía pues solo de esa forma él podría unirse a Sasuke en matrimonio.
-Estoy seguro los Uchihas no se opondrán…pero no apresures al tiempo, además… siendo sinceros, no conoces a ese muchacho…
-Ustedes iban a casarme con un completo desconocido, ¿Cuál es el problema en que quiera casarme con Sasuke?
-Quiero que tengas lo que tu hermano y yo no tuvimos: opción. Me case porque mi padre me obligo y tu hermano se ha ido haya para protegerte a ti, jamás podrá conocer a alguien más. Jamás tuve una cita con tu padre, simplemente llegue a casa y me dijeron que me casaría. Mi noche de bodas fue espantosa, la luz de mi vida son Deidara y tú, quería que ustedes tuvieran la libertad de elegir su destino, pero al interferir en el tuyo Deidara se sacrificó y se condenó a una vida que lo consumirá por el resto de estos años. Pero tu Naruto, aun tienes oportunidad, no estoy negando que te cases con Uchiha Sasuke, pero el día en que lo hagas, hazlo por amor…por verdadero amor, no por obligación como yo o como signo de heroísmo como lo hizo tu hermano. Cuando te entregues, entrégate por amor y nada más que por amor.
-Mama…no tenía idea…-Naruto la abrazo, las palabras de su madre eran reconfortantes, siempre se había sido identificado con ella-Quiero mucho a Sasuke, te prometo que le conoceré antes de tomar la decisión de casarme con él.
Y mientras tanto Minato estaba detrás de una pared, escuchando toda aquella conversación, no tenía idea del daño que había causado en todos esos años a su familia. Si hubiera sido un mejor esposo Kushina le habría tenido más afecto y amor, porque al final era eso. Le pesaba ver que al llegar solo recibía un gesto de bienvenida y la mirada de una mujer tímida. Nunca le recibió con un beso ni un abrazo, jamás le susurraba palabras de amor. Pero en el fondo, él era el culpable de todo. Sus hijos vivían bajo la sombra de él, Naruto siempre intentando ser perfecto para llamar su atención, pero al ser un doncel, jamás le brindo el cariño y el tiempo que su hijo requería.
Deidara, otro ser que estaba sufriendo por su culpa, si nunca hubiera cometido aquel crimen años atrás, Kushina jamás habría escondido la verdadera naturaleza de su hijo. Se lamentaba de todo lo que había provocado, y ahora mismo, pagaba las consecuencias de sus actos.
La familia Uchiha desayunaba como todas las mañanas en silencio, solo estaban reunidos los cuatro miembros de aquella familia y aunque era común la tranquilidad en la mesa Mikoto no pudo evitar sentirse incómoda, por lo que rompió el silencio.
-Hijo-tomo un pañuelo y limpio las sobras de su boca para poder dirigirse a Itachi con formalidad-¿No bajara Deidara a desayunar?
-No se siente bien-
-Y cómo quieres que se sienta bien…-susurro Sasuke por lo bajo, apenas y se entendió lo que había querido decir.
-¿Disculpa?-Itachi alzo levemente la voz al tiempo que aventaba su servilleta a la mesa-¿Tienes algo que decir al respecto?
-Si-dijo seguro Sasuke-Me parece que Deidara no quiere bajar por que está lo suficientemente adolorido de todo su cuerpo.
-Es un doncel muy escandaloso-rio Itachi retomando sus cubiertos-Anoche no ha paro de llorar.
-Me parece una actitud muy normal de cualquier doncel.
-¿Qué? ¿Ahora le defiendes?-el tono de voz de Itachi había sido sarcástico-Es un doncel Sasuke, no un ángel de cristal.
-Es una persona, no un animal-Sasuke se retiró de la mesa-Me voy, viajare hacia donde vive Naruto, pediré su mano como es debido.
-¡Maravillosas noticias!-exclamo Mikoto de lo más feliz-Pero…-susurro alegre-Tengo entendido que los padres de el vendrán a visitar a Deidara, espera a que el venga.
-Madre-Sasuke se acercó a ella y le dio un beso en la frente-El que quiera azul celeste….
-Que le cueste-sentencio finalmente Fugaku-Si nuestro hijo desea partir, déjalo. Además un Uchiha debe de hacerse cargo de ese tipo de asuntos.
-Gracias padre, me despediré de Deidara antes de partir-dicho esto Sasuke salió sin ni siquiera inmutarse de la mirada de odio que le dirigía Itachi.
Mientras tanto en el baño de la habitación de los recién casados, Deidara tomaba un baño. Pero estaba tirado en el piso de la regadera. El agua caía sobre el tratando de llevarse aquellos horribles recuerdos que hacía apenas unas horas le causaban un dolor físico y mental.
Flash Back
-Chupa-ordeno Itachi hacia el rubio, poniéndole su miembro enfrente.
-No Itachi, por favor no quiero-Deidara sollozaba, sus cabellos eran tomados por el Uchiha.
-No me importa un carajo lo que pienses-dicho esto le obligo a que le hiciese sexo oral, la boquita del rubio era muy pequeña y el miembro de Itachi era grande para que entrara toda la dimensión de este.
-No-Deidara hablaba entre diente mientras intentaba sacar el miembro de su esposo, sentía como ese pedazo de carne le palpitaba en la boca, las manos de Itachi habían comenzado a moverse de atrás hacia adelante, buscando que entrara por completo su miembro en la boca del menor.
-Oh…Deidara…mójalo…chúpalo todo-Deidara solo pudo llorar y cerrar sus ojos, aquel sacrificio le estaba costando mucho, habían pisoteado su dignidad.
De pronto sintió algo invadirle la boca, traspasar su garganta y un poco de aquello salió por la comisura de sus labios: era semen. Itachi se había venido en la boca del menor. Deidara escupió todo con asco, jamás en su vida se imaginó que el probaría eso.
-Oh-Itachi respiraba agitadamente, soltó los cabellos del rubio y se pasó sus manos por su miembro, tocándolo-es increíble como aun después de venirme lograr provocar que me endurezca de nuevo…-le miro y Deidara había bajado su cabeza, estaba avergonzado consigo mismo.
-¿Puedo dormir ya?
-No, ven, siéntate aquí-le indico su regazo y el rubio al alzar su mirada comprobó que efectivamente, ya tenía otra erección.
End Flash Back
Deidara había empezado a llorar en el baño, tomo una esponja y todos los jabones que había disponibles, se gastó todos en pasarlos por su cuerpo. Se sentía sucio. Enjuago su boca muchas veces, pero todavía sentía la horrible sensación de ser penetrado por la boca.
-Te odio-sollozaba-te odio-tomo un jabón y se lo paso por sus genitales-me odio-
Si, se odiaba a sí mismo. Por qué en el transcurso de aquella violación, su cuerpo reacciono a unas embestidas de su esposo, era un dolor inmenso no lo negaba. Pero hubo un momento en que ese dolor se esfumo y sintió una oleada de placer intensa. Aun cuando se negaba a sentirlas, parecía que Itachi sabía perfectamente que lo deseaba.
Sus pensamientos profundos le llevaron a no percatar la presencia de su cuñado.
-Deidara-Sasuke hacia acto de presencia, observo los botes de shampoo y jabón tirados en el piso, vio al rubio en la esquina de la bañera, con chupetones por todo su cuerpo y uno que otro moretón. Deidara intento hablar pero no pudo, estaba muy avergonzado.
-Sal por favor-fue lo único que dijo y se sintió realmente tonto de no haber podido hacer algo más.
Sasuke en cambio se acercó a él, cerro el grifo del agua para que no se siguiera gastando, tomo una esponja y con delicadeza paso esta por todo el cuerpo de Deidara. Tallo sus hombros, axilas, brazos… y fue ahí cuando se dio cuenta que Deidara tenía una complexión bastante bien, es decir, estaba bien proporcionado para ser un simple doncel. Aunque sus músculos no eran muy grandes, estaban duros, raro de un doncel. Supuso que solamente era muy atlético.
-No debes de gastar ni agua, ni productos como estos. Son caros y mucha gente carece de ellos-enjuago su cabello para quitar todo el rastro que de shampoo quedara, no hizo falta ponerse más. Deidara se había puesto demasiado-voltéate-
Voltéate
Deidara sintió un escalofrió ante esta palabra, su cuerpo empezó a temblar, sentía que Itachi estaba con él y que en cualquier momento le haría daño.
-No quiero, por favor-Deidara le miro con un gesto de miedo, no conocía a Sasuke y temía que fuera como Itachi.
-Tranquilo, no te voy a lastimar, solo quiero limpiarte-Sasuke sonó sincero, pero Deidara no pudo evitar sentir miedo-Tranquilo…-Sasuke le paso la esponja primero por la espalda, tallándola para que el rubio se relajara y dejara se estar tenso. Poco a poco lo logro conseguir y su mano iba bajando más. Pronto llego a su trasero donde lo limpio, un poco de sangre brotaba por su entrada. Con delicadeza siguió limpiándole sin protesta del rubio hasta que quedo sin rastros de suciedad-listo-.
-Gracias…-susurro Deidara avergonzado, se sentía realmente idiota al no poder ni si quiera bañarse el mismo.
Sintió algo en su cabeza y unas manos revolverse en ella. Sasuke había empezado a secar sus rubios cabellos, tratando de no ser brusco.
-Tienes un cabello precioso, un poco descuidado quizás, pero si te lo cuidas de ahora en adelante puede llegue a ser realmente hermoso-una vez acabado de secarle sus cabellos, tomo otra toalla y se la paso por el cuerpo-tiemblas de frio-rio-yo también hacia eso cuando era pequeño
Deidara embozo una leve sonrisa, se notaba que Naruto había escogido bien y es cuando se daba cuenta que el sacrificio que estaba haciendo era lo correcto.
-Bien-lo tomo entre sus brazos, Deidara iba a replicar-no digas nada-Sasuke se anticipó a la acción del rubio-sé que no puedes caminar y no sería de caballeros dejarte aquí botado, quizás mi hermano sea una bestia, pero yo no.
Ambos se fueron en risas hacia la habitación, algún comentario había hecho Sasuke que Deidara no pudo evitar reírse.
-Vaya, vaya ¿Sera que también puedo enterarme del chiste?-Itachi hacia acto de presencia en la habitación.
Deidara solo pudo temblar de miedo.