La mañana se hacía presente una vez más dando el inicio a un nuevo día ¿Qué era lo que había ocurrido la tarde de ayer?
El rubio se había despertado hace ya algunos minutos, no parecía estar deprimido, lo veía igual a siempre, con aquella sonrisa en el rostro, eso lo hacía feliz pero de algún modo no estaba tranquilo ¿Qué le había ocurrido? Nadie lloraba ni se ponía así por nada ¿verdad?
-no se te ara tarde kurorin…- escucho de pronto la voz del menor, estaba tan distraído en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando este salió del baño
-no me llames así…- respondió en el tono de siempre, quería que todo fuera como hace dos días atrás, el ya sabía lo que sentía por el de ojos azules ¿pero en verdad el menor podía llegar a quererlo de la misma manera? Quizá yendo poco a poco
-¿entonces como? ¿kurotan?...- con aquellas últimas palabras el menor lo había sacado de su transe completamente, poniéndolo en modo “acecino” lo mataría, estaba seguro, si lograba alcanzarlo claro
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Las horas transcurrían estando ya en el instituto, sin embargo las preocupaciones habían vuelto ¿Qué era exactamente lo que había ocurrido ayer? No podía concentrarse en lo que explicaba el maestro, pero tampoco era como que eso le importara, miraba por la ventana el cielo se mostraba despejado, quizá ese día no llovería –lluvia- se le hiso gracioso recordarla, la lluvia fue lo que los puso más cerca uno del otro, aunque también influyeron sus impulsos ¿Qué deparaba el futuro para ellos a partir de ahora? Preguntarse eso se le hiso tonto, primero debía descubrir que era lo que preocupaba y atormentaba al rubio ¿Por qué estaba en ese estado el día de ayer? ¿A dónde había ido con su padre? Esa situación no le daba un buen presentimiento
La hora de clase había terminado, caminaba rumbo a su hogar, no vio al rubio en la entrada y supuso que este quizá estaba ya camino a casa; sentía sueño, no había logrado dormir bien la noche anterior ¿Qué le había ocurrido? ¿Por qué lloraba? Le preocupaban tanto esas preguntas; el rubio no le quiso decir nada, solo se limito a llorar en silencio, podía saber, que fuera lo que fuera que le haya pasado, lastimaba profundamente al menor; decidió dejar de pensar en eso, sea lo que sea, lo descubriría, estaba seguro de eso
Enamorado de otro chico ¿Qué problemas le traería eso? Bueno, el no tendría muchos, a cualquiera que se atreviera a reprocharle algo le partiría la cara; se avergonzó de sí mismo por pensar en él y el rubio cómo una pareja ya realizada, primero debía atravesar el mayor obstáculo: ashura, ese hombre; se enfureció solo de recordarlo.
Seguía su curso, cuando de pronto vio al ojiazul ¿Qué asía? Estaba sujetando algo ¿Qué era? Decido acercarse lo más pronto que pudo
-¿Qué haces?...- saludo con aquella pregunta en cuanto llego, sorprendiendo un poco al más bajo
-nada, encontré este cachorro abandonado, mira…- contesto felizmente mientras alzaba al cachorro y lo ponía frente a los ojos del moreno, el cual vio directo en los ojos del animal; presentía que eso les traería problemas
-¿y qué piensas hacer con él?...- preguntó no muy contento ¿en qué problema quería meterse? Sabía que la mujer de su papá odiaba a los animales, no lo podría conservar
-lo adoptare claro….- sonrió al momento de abrazar al pequeño animal, mientras la preocupación del moreno aumento ¿y ahora cómo lo ayudaría?
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Entraron a su hogar, se les hiso fácil porque no había nadie en él; rápidamente subieron las escaleras para dirigirse a su dormitorio
-¿y ahora qué?...- hablo el moreno sentándose en la cama cruzado de brazos, sabía que no podrían mantener al animal oculto mucho tiempo; al principio sería algo fácil ¿pero cuando creciera?
-solo debo esperar unos días, dentro de poco papá volverá a ser el mismo de antes y me dejara conservarlo….- aquellas palabras preocuparon al moreno a la vez que lo sorprendían ¿volvería a ser el de antes? ¿Qué significaba eso?
-¿qué ocurrió ayer?...- preguntó de pronto sorprendiendo al rubio, el cual volteo a verlo, pero casi de inmediato regreso su mirada al animal
-¿qué nombre deberíamos ponerle?...- que lo ignorara lo molesto un poco, pero pensó que quizá no debía insistir en ese momento, sea lo que sea que haya ocurrido, lo descubrirá, incluso si el menor no cooperaba
-no lo sé, elige tu…- el rubio lo miro sonriente cuando lo escucho hablar, entonces se quedo pensativo unos momentos, para luego responder
-¿qué te parece kurotan?…- al concluir volvió a sonreírle, haciendo salir una vena en la frente del moreno
-¿¡y porque kurotan!? ¡Ponle otro nombre!...- la voz del moreno se oía algo molesta, pero eso solo causo gracia en el más bajo
-¿porque te molesta que se llame kurotan?...- aquella pregunta puso un poco de reflexión en el moreno
-pues porque así es mí….- no podía decirlo ¿Qué hacer? En verdad que el menor sabía cómo alterarlo
-tú me dijiste que no te llamas kurotan, tu nombre es kurogane, así que deja que el cachorro se quede con el nombre de kurotan…- concluyo mientras sonreía, el mayor solo lo miraba, eso era verdad, pero de algún modo no le gustaba que el cachorro se llamara kurotan, kurotan, kurotan, se repitió a sí mismo, había algo de raro en ese nombre- si no te gusta, también podría ponerle ashurin- con las últimas palabras del menor el mayor se asusto un poco, entonces imagino al rubio abrazando cariñosamente al animal y recordando a aquel tipo, veía la cara de ashura en el perro (claro cómo el imaginaba que seria) eso lo enfureció, definitivamente, el nombre indicado no era ashurin
-¡por supuesto que no! Ku… kurotan está bien…- se sonrojo un poco al pronunciar aquellas palabras, el rubio no entendió bien, pero le hiso feliz que el moreno aceptara el nombre
-bien, entonces kurotan será…- el ojirojo no podía hacer más que bajar los hombros ante aquella decisión, pero era mejor así, a que lo llame ashurin ¿acaso el rubio no podía pensar en otro nombre? Suspiro al hacerse esa pregunta- kuro ¿podrías bañar a kurotan?- hablo nuevamente feliz el ojiazul, aunque la idea de bañar al perro no se le hiso gustosa al mayor
-¿¡y porque yo!?...- se quejo mientras el rubio ponía al cachorro en sus brazos
-porque es una tarea más sencilla que ayudarme a preparar el almuerzo…- le sonrió al terminar de hablar, luego se dirigió a la salida, dejando solo al moreno con el cachorro; el mayor levanto al perro mirándolo nuevamente, bañar a ese cachorro si seria sencillo considerando lo pequeño que era
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¡Se equivoco! no era una tarea sencilla, el animal se movía mucho y le era casi imposible controlarlo, ya tenía toda la parte delantera del pantalón mojada y su camisa, su adorada camisa estaba llena de pelos, además de pequeñas rascaduras en los brazos, apresuro el paso en su ardua misión, definitivamente no permitiría que esa cría le gane
Al fin termino, lo traía envuelto en una toalla, el baño había sufrido las consecuencias de su dura batalla, pero se sentía orgulloso de haber ganado; claro que las pequeñas heridas de sus brazos dolían un poco, debía admitirlo, el animalito dio lo mejor de sí, era de esperar teniendo un nombre como kurotan, se avergonzó de sí mismo al recordar ese nombre. Aun con el cachorro en brazos se sentó en la cilla de su escritorio ¿en qué problema lo había metido ahora el rubio?
-tu amo es muy problemático…- comenzaba a hablar el moreno al animal, el cual comenzaba a temblar levemente en sus rodillas- ¿Por qué fue él? Habiendo tantas personas en el mundo ¿Por qué termine enamorándome de él? Es un chico que siempre anda escondiendo lo que en verdad siente, siempre ocultándose detrás de una sonrisa, siendo amable con todos, pero sin permitir que nadie se le acerque mucho, puedo decir que por eso su único “amigo” era ashura ¿Qué es lo que oculta? ¿Cómo es en realidad?
-…- el pequeño animal solo lo miraba tiernamente, mientras seguía temblando
-mírame ahora, hablando de mis sentimientos con un perro ¿en qué clase de persona me he convertido? Tú no puedes entender verdad...- al terminar de hablar suspiro pesadamente, luego dirigió su vista en dirección a la mesa de noche del rubio, entonces recordó la caja que el rubio siempre miraba y guardaba, quizá sus respuestas estaban en esa caja
Se levanto y casi instintivamente, puso al cachorro en el asiento y se dirigió a la mesa de noche del ojiazul, abrió las puertas de abajo y saco la pequeña caja de madera, se disponía abrirla, pero sintió como esta era arrebatada drásticamente de sus manos; cuando volteo a ver, supo que quien se la quito, era el rubio
-no vuelvas a tocar esta caja nunca más…- el moreno se sorprendió por lo frio de su voz ¿Qué tenía la caja para que se pusiera así? El chico que ahora mismo tenía en frente… no se parecía a fye- el almuerzo ya esta ¿en donde esta kurotan?- hablo nuevamente el menor volviendo a ser el de antes, mientras guardaba la caja en su lugar, pero eso solo logro aumentar las preocupaciones en la mente del mayor ¿Qué había ocurrido hace justamente unos segundos atrás?- kurotan, aquí estas- veía que el chico abrazaba al animalito, mientras comenzaba a secarlo envolviéndolo más ¿Qué le ocurría? Sabía que aun no sabía nada de él y era el momento de que eso cambie
-tenemos que hablar…- hablo por fin, en un tono serio, sorprendiendo así al más bajo que rápidamente se empezó a inquietar
-¿de qué quieres hablar?...- respondió tratando de guardar la calma
-de todo, tu padre, tú, lo que guardas en esa caja y lo que ocurrió ayer…- esas palabras lo asustaron y sabía que de eso era precisamente de lo único que no quería hablar
-¿y porque quieres hablar de eso?...- seguía con la intranquilidad en la voz, en verdad hablar de eso no sería una experiencia agradable para ninguno
-porque quiero y ya…- seguía con su actitud seria, sabía que esta situación ponía intranquilo al más bajo, pero esa intranquilidad era justamente lo que aumentaba su necesidad de saber; el ojiazul solo bajo la mirada, buscaba una salida para salir de esa situación- está bien, si no quieres decirlo, se lo preguntare a tu papá- aquellas palabras asustaron más al menor
-no se lo preguntes, yo… responderé a todas tus preguntas, pero no ahora y no hoy; iremos a un lugar este fin de semana, ahí podremos hablar tranquilamente…- aquello tranquilizó un poco al mayor, no le gustaba ver sufrir al más bajo, pero esto era necesario para poder saber la manera en que lo podía ayudar
-¿en verdad es algo tan grave, cómo para no hacerlo ahora y aquí?...-el menor lo miro con algo de preocupación, luego bajo la mirada y asintió con la cabeza- está bien
-pero a cambio tendrás que prometerme algo…- hablo el menor levantando nuevamente la mirada, el moreno solo lo miro confundido ¿prometer algo?
-¿y qué quieres que prometa?…- en verdad esa era una petición un tanto rara, pero lo haría, si eso le permitiría estar más cerca de conocer la verdad del ojiazul
-te lo diré el sábado…- concluyo sonriente, aquella sonrisa tranquilizaba al mayor, quería creer que en verdad se estaba preocupando por nada, pero le era muy difícil
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El almuerzo había terminado y ambos ahora estaban en su habitación; tenían un gran conflicto aun ¿cómo esconderían al perro?
-¿tú sabes que a la mujer esa no le gustan los animales?...- preguntó el moreno mientras sostenía al cachorro
-¿de verdad? ¿A qué clase de persona no le gustarían? Si es el caso, definitivamente esa mujer es un ogro…- el moreno solo sonrió de lado al escucharlo hablar, eso era verdad; pronto escucharon la puerta principal abrirse, seguramente los mayores ya habían llegado
-¡kurogane! ¡fye! ¡souma!...- llamaban estos desde abajo
-¿y ahora donde metemos al cachorro?...- el rubio se mostro algo preocupado, mientras veía al moreno, este por su parte agarro al cachorro y lo llevo al baño
-listo, solo debemos rezar para que no llore…- hablo en un tono algo despreocupado, el rubio lo miro y sonrió
-eres muy listo kuro…- dijo mientras aplaudía, pero casi de inmediato escucharon cosas caer dentro del baño, por lo que rápidamente se dispusieron a entrar, el moreno por delante por estar más cerca
Lo que sus ojos le mostraron era aun kuro sacando delicadamente al cachorro de la tina, al parecer las cosas que habían caído, eran los instrumentos de limpieza y el cachorro al entrar en la tina, le sorprendía que el moreno pudiera llegar a ser tan gentil, observaba silenciosamente como este se cercioraba de que el animal no esté lastimado, esa escena se le hiso tierna, en verdad kurogane no era la persona fría que siempre aparentaba ser
-¿no se hiso nada?...- preguntó luego de un momento, mientras se acercaba donde el mayor
-al parecer no ¿Cómo logro subir hasta ahí?...- le sorprendía ya que el cachorro era pequeño y la tina era alta como para que el animalito lo lograra por su cuenta
-debió darse un modo…- le sonrió al momento de sujetar al animal, ambos se miraron por unos momentos, esa situación era extraña para el más alto, parecían una pareja de recién casados cuidando de su primer hijo, se avergonzó por aquel pensamiento, pero sin embargo ese sentimiento le era muy agradable; el momento fue interrumpido por la entrada del padre del rubio al lugar
-¿Qué pasa aquí?...- el mayor vio extrañado en dirección a ambos jóvenes y poso su vista fijamente en el animal, ambos solo se miraron con algo de preocupación ¿y ahora que harían?