Las horas transcurrían tranquilas, la festividad podía verse en las calles mientras preparaban todo para despedir en esa noche el año viejo y recibir el nuevo; para el moreno aquello causaba algo de nostalgia, no creía que el tiempo pudiera irse así de rápido. Sin embargo podía decir que a pesar de todo lo vivido, aquel año había sido el mejor que tuvo desde hace mucho
-kuro ¿iras al festival de esta noche?...- preguntó el rubio apareciendo de golpe como ya era costumbre; sin embargo aquella pregunta causo algo de molestia en el más alto
-¿Cómo que si iré? ¿Ya lo olvidaste? Fuiste tú el que me pidió que hoy despidiéramos el año viejo juntos; además las festividades no son lo mío…- concluyo, el rubio por su parte solo sonrió
-ya lo sé, era solo para ver si te acordabas…- dijo mientras tomaba asiento- es increíble sabes; por primera vez en años papá decidió no seguir aquella tradición, era de esperar estando ya juntos como una nueva familia, pero yo tenía mis dudas
-tu padre es un ser odioso e hipócrita, no me extraña que se portara tan amable cuando llego y que además hiciera caso a la loca petición de souma
-sí, actuó como si nada de lo que paso hoy hubiese pasado en realidad, pero a eso ya estoy acostumbrado; además, con ellos a fuera, nuestra fiesta privada de año nuevo será mucho más interesante…- hablaba el ojiazul alegre, mientras miles de cosas se le venían a la mente del mayor ¿fiesta privada? ¿Interesante? Sin querer el calor inundo su rostro, sin duda mal interpreto esas palabras- ¿en que estas pensando?- preguntó el ojiazul al ver la escena
-en nada…- dijo desviando la mirada
-mentiroso…- respondió el más bajo desviándola también, mientras el pequeño outan se acercaba a él moviendo la cola y souma entraba por la puerta
-listo, ya lleve a outan de paseo ¿y adivinen qué? La vecina me dijo que el perro había crecido mucho ¿Qué les parece?...- ante aquellas palabras ambos jóvenes miraron fijamente al perro, era verdad, antes el animal podía ser cargado fácilmente, sin embargo ahora y con suerte podía caber en sus piernas ¿Cuándo fue que creció tanto?
-ahora que lo mencionas, también está muy gordo…- dijo el rubio sonriendo
-yo no lo noto…- concluyo el mayor viéndolo no muy convencido, para él estaba igual que siempre
-que malos padres son, no toman interés a sus responsabilidades ¿hasta ahora se dieron cuenta de que outan creció?... –hablo esta vez souma abrasando al perro y causando ciertas confusiones en los jóvenes ¿padres?- ben outan, no hagas caso cuando te ignoren estos idiotas
-oye, en primera ni tú te diste cuenta ¿no dices que la vecina te lo dijo?...- respondió el moreno a las palabras de la chica
-ah, pero yo solo soy la tía, tu eres el papá y fye es la mamá…- concluyo alegre la morena causando cierto disturbio en la mente del mayor ¿papá? ¿Mamá?
-¿¡de qué diablos estás hablando!?...- preguntaba el moreno sin entender que ocurría, el rubio solo sonrió por la indirecta, mientras algo llamo su atención y la de los otros dos; era su celular que recibía una llamada, cuando vio el remitente supo que se trataba de ashura ¿debía contestar?— ¿porque no contestas?— hablo el mayor al percatarse de las dudas del mas bajo
-eso iba a hacer…- dijo para finalmente contestar el aparato, mientras un sentimiento extraño se presentaba tanto en el moreno, como en la morena que los acompañaba en ese momento, la cual solo bajo la mirada— ¿hola?
-fye, no sabes cuanta alegría me da escucharte. Dime ¿estás bien? No he podido comunicarme contigo y estaba preocupado…- la voz del ojimiel sonaba en verdad preocupaba, aumentando en el ojiazul el sentimiento de culpa que sentía ¿Qué debía contestar? ¿Me di cuenta que amo a alguien más y por eso no pude contestarte ni llamarte? ¿Soy alguien que te mintió y no cumplió ninguna de las promesas que te hiso, aun cuando apenas llevas alrededor de un año lejos? Sin duda ninguna era opción- ¿fye estás ahí?
-lo siento, es solo que la escuela me lleno de trabajo…- respondió al fin
-ya veo, por favor no te esfuerces tanto; ahora llame para desearte el feliz año nuevo y recordarte que no estás solo, en verdad que quisiera que el tiempo volara más rápido, para volvernos a ver
-yo también…- ante eso el corazón del moreno dio un vuelco, en verdad ¿Cuándo dejaría de mirar a ese hombre como un obstáculo? Era verdad que el rubio ya le dijo que a quien quería era a él, sin embargo cuando ashura era nombrado, no podía evitar sentir inseguridad— también deseó verte de nuevo- continuo el menor
-¿de veras? Cuanto me alegra saberlo; al menos el primer año ya se fue, ahora el tiempo que falta es más corto; hay tanto que quiero contarte…- la voz del ojimiel sonaba tranquila, para el rubio seguía siendo agradable y tranquilizante escucharle, confiaba en ashura y sabía que el mayor comprendería su situación
Continuaron con su plática, parecía que nunca terminarían de hablar; por un momento el moreno llego a impacientarse y las dudas volvieron a él ¿y si el rubio se equivocó y sigue amando a ashura? En verdad el tiempo pasaba y ya pronto llegaría el año nuevo
Por su parte souma salió de la habitación hace ya un momento; habían quedado ya que iría al festival, el padre de fye iría también, al igual que la madre de souma; sin embargo ni él ni el rubio irían, pues ya habían quedado en pasar el año nuevo juntos; pero al paso que iban, el rubio terminaría pasando el año nuevo hablando con ashura… que molesto era eso
-ashura hay algo que me inquieta ¿estás en el hospital? Puedo escuchar el sonido de ese aparato que dice bip bip…- continuaba hablando el menor
-jajaja claro que no, y bueno el bip bip bip es el microondas, estoy haciendo mi cena de año nuevo…- respondió el otro entre risas; sin embargo para el rubio no parecía muy convincente
-no parce un microondas
-ya, deja de alucinar; mira qué hora es, me apena pero tengo que colgar quede con unos amigos; nos hablamos luego fye, te amo…- se despidió al fin, lo último el moreno había logrado escucharlo con total claridad y era el que más se impacientaba por saber la respuesta del rubio
-yo también…- fue la respuesta que dio; aquello derrumbo y molesto al azabache ¿¡Cómo que el también!? Y con lo último el ojiazul colgó; pudo sentir el aura obscura que en esos momentos se apoderaba en la habitación, cuando volteo a ver en dirección al moreno supo que provenía de él – esto… ¿kuro?
-¿¡Qué fue eso de “yo también”!?...- preguntó molesto el mayor, imitando la voz del más bajo
-¡yo no sueno así! Además, dije yo también, porque es” yo también”, o sea que yo también me amo mucho y compartimos el mismo sentimiento de amor hacía a mi (?)…- se defendía el menor no muy convencido de convencer al moreno
-sí, claro…- dijo el mayor con clara señal de no creer ¿Qué clase de respuesta era esa?
-ya, bueno, no he aclarado las cosas con ashura aun, y debo hacerlo en persona, no por teléfono; por eso te pedí que esperaras hasta que lo arregle todo con él; tú ya sabes que eres tú a quien quiero; así que por favor no dudes…- concluyo el menor hablando tranquilamente, prueba de que lo que decía era en serio; aquello no quitaba todas las dudas del moreno, pero sin embargo era tranquilizarte oírlo
-creo que podre estar seguro una vez que ya lo hayas hecho…- respondió por su lado el moreno, el menor solo suspiro— ya habrá tiempo de demostrarte que es así- dijo para luego levantarse de su lugar- ¿y souma?
-todos ya se fueron
-sí que el tiempo vuela…- dijo al momento de ver su reloj, marcaba las 11:50— ¡cielos, en diez minutos se despide este año y no hemos preparado nada!— bueno ya no hay tiempo ¿subimos al tejado?...- preguntaba alegre el menor señalando en dirección al techo
-supongo que sí…- respondió por su parte el moreno y ambos se dirigieron a dicho lugar
-sabes, leí que se deben pedir doce deseos comiendo doce uvas en el momento de la cuenta regresiva; al parecer es la tradición de algunos países...- decía el rubio ya estando sentado al lado del moreno en el tejado, mientras se podían escuchar y ver ya explotar los juegos artificiales
-¿doce deseos? Seria genial si se cumplieran todos…- respondió por su lado el mayor- lástima que no tenemos uvas
-yo las traje…- hablo alegre el más bajo— lo leí en internet, también se dice que es para la buena fortuna y que las cosas vayan bien en el año que viene; las doce uvas representan los doce meses del año- concluyo sonriente mientras le entregaba la cantidad exacta de uvas
-¿y crees que sea verdad? Que puedan cumplirse doce deseos
-bueno, eso no lo sé; sin embargo creo que nada se pierde intentando, podrías pedir solo un deseó, lo que más quieras y repetirlo mientras comas las uvas, tal vez así si se cumpla…- dijo sonriendo
-…- por su parte el moreno guardo un momento de silencio; pedir un deseo ¿Qué era lo que el más deseaba? Creía que ese deseo ya se había cumplido, quizá su único deseo era que aquellos momentos así con el rubio duraran para siempre; estar siempre con él, ese era el deseó que quería, aunque claro, no se lo diría
-¿ya pensaste en que pedir? Porque ya no hay tiempo, la cuenta regresiva empieza en un minuto
-tengo claro lo que quiero ¿y tú?
-yo lo tengo claro desde que me puse a investigar; aunque tengo más de doce deseos…- concluyo alegre el menor, sacando una gota en el más alto; mientras el solo deseaba una cosa, el otro tenía más de doce – que chico más ambicioso- pensó ¿Cuáles serian los deseos del más bajo? En verdad si él pudiera cumplirlos, sin duda lo aria— bien ya es hora, como son doce uvas comenzamos por el segundo 12, 11, 10, 9, 8…
A cada segundo ambos iban comiendo una uva, mientras pedían el deseó; para el moreno era un poco complicado hacer aquello, pues no estaba a acostumbrado a hacer ese tipo de cosas; sin embargo por alguna extraña razón, en verdad esperaba que su deseó pueda ser cumplido, en cierto sentido, se sentía tonto; pero veía que el rubio había preparado aquello para ellos dos, quizá el si tenía esperanzas mayores en esa tradición, así que decidió seguir el juego
-feliz año nuevo kuro…- hablo el menor al terminar la cuenta regresiva dedicándole una sonrisa; para el moreno era un poco nostálgico que el tiempo pudiera irse así de rápido, un año más había muerto y veían el inicio de uno nuevo
-feliz año nuevo… yuui…- respondió el ojirojo, en verdad el rubio aun no se acostumbraba a ser llamado por su verdadero nombre; sin embargo le gustaba que el mayor lo llamara así
-¿y qué deseo pediste?...- preguntó el más bajo animadamente
-si dices tú deseó este no se cumple…- respondió el moreno, cruzándose de brazos y sacando una enorme sonrisa en el ojiazul
-¿tú crees en los deseos?...- decía el más bajo algo incrédulo, y causando algo de confusión en el mayor ¿no era él el primer creyente?
-¿¡Cómo que sí creo!? ¿¡No fuiste tú el que planeo esto de las uvas!?...- preguntó lo más calmadamente que pudo
-bueno, sí, pero lo hice por diversión; yo no creo que una uva pueda cumplirme un deseo, pero si tu lo crees está bien…- concluyo el menor sonriendo, y dejando en debate al más alto ¿lo mataba o no?— de todos modos, depende de nosotros cumplir nuestros deseos, con la magia o sin ella- continuaba el menor— Al menos déjame decirte el mayor deseo que pedí
-está bien; pero yo no te diré el mío…- respondió serio el mayor, sin embargo en verdad deseaba que escuchar cual era el mayor deseó del ojiazul
-de acuerdo kurotan…- hablaba sonriente- mi mayor deseo es que el tiempo que permanezcamos juntos sea mucho, si es posible eterno
-…- el moreno se sorprendió un poco ante eso, de algún modo supo que era eso lo que quería escuchar, y lo hacía feliz que el mayor deseo del rubio sea el mismo que el suyo propio
-bueno, eso y un pl 4…- volvió a hablar con mayor felicidad ¿un pl4? ¿Qué demonios era eso? Se preguntaba el mayor- ¿crees que se pueden cumplir esos deseos?
-el pl 4 ni idea, pero puedo asegurarte que el permanecer juntos dalo por hecho, no permitiré que te aparten de mi; ni siquiera ese tal ashura…- respondió serio el mayor, prueba de lo que decía era en serio; aquello alegraba tanto al ojiazul
-por mi lado digo lo mismo…- hablaba el menor tranquilamente, seguro de que el también hablaba en serio- ¿y qué quieres hacer el primer día del año?- preguntó cambiando el tema
-…- el moreno se quedo un poco pensativo ¿Qué quería hacer? Tal vez pasar el día juntos ¿Cómo decírselo?— no lo sé, puedes elegir tu
-ya sé, vamos de paseo, donde tuvimos nuestra primer cita, pero esta vez será oficial, tengamos una cita…- ofreció el menor mirando en dirección al moreno, que brincaba de felicidad interna, sin embargo no cambiaba la expresión que tenia por fuera
-de acuerdo; pero será una cita con todas las de la ley…- respondió el mayor, causando un leve sonrojo en el más bajo ¿todas las de la ley? ¿en qué pensaba exactamente el mayor?