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La pastelería [XiuHan] por XiuMinLover

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Notas del fanfic:

Espero que sea de su agrado.

Notas del capitulo:

Bueno aqui les dejo el primer capitulo , ojala y lo disfruten:3

LuHan lleva ya un rato dentro de la pastelería cuando MinSeok llega. Son casi las ocho de la mañana, pero tienen que preparar toda la tanda de pasteles que venderán esa mañana, así que han quedado un par de horas antes de la apertura para prepararlos juntos y tardar menos. 

El coreano cierra la reja al entrar y después echa la llave de la puerta. Atraviesa el salón principal y se cuela por la derecha del mostrador de pasteles, desabrochándose el chaquetón de camino. Al otro lado, escondido detrás de los hornos y el frigorífico industrial, Luhan está terminando de
limpiar los utensilios que van a tener que utilizar para preparar toda la tanda de la mañana. Le saluda, y el chino le devuelve una sonrisa radiante a pesar de haber dormido solo tres horas tras haber salido de fiesta la noche anterior.

Mineok se quita la bufanda y la chaqueta , dejándolos colgados en la percha, junto a los correspondientes del rubio, que está terminando de preparar los boles y varillas sobre la enorme
mesa de trabajo.

 

– Si que has llegado pronto. Hemos quedado dentro de cinco minutos...

– Ya, pero me he despertado antes de tiempo y he venido a prepararlo todo, así tardamos menos.

– Dame cinco minutos...- MinSeok se acerca a la cafetera que aun humea, supone que porque Luhan ya se habrá tomado su café, y se sirve uno para él, caliente, que con el frío que hace en la calle casi se le congela la punta de la nariz cuando iba de camino.

El tiempo que tarda en tomarse el café, LuHan lo aprovecha en encender los hornos para precalentarlos y preparar las bandejas donde tendrán que dejar todas las cosas. MinSeok deja que su mente se abstraiga a algún punto lejano, mientras el café calienta su estómago.

En la percha descansa la chaqueta de LuHan, junto a su bufanda y su gorro. El rubio lleva aun así un jersey grueso y encima colocado el mandil para no mancharse la ropa. MinSeok piensa cada vez que le ve que toda la ropa que tiene que ponerse para no tener frío tiene que pesar aproximadamente lo mismo que él, de lo delgado que está. Tiene la impresión de que se
congelaría si estuviese 10 minutos en la calle sin su chaquetón, y de repente tiene ganas de abrazarle y darle calor.

El moreno suspira y sacude la cabeza, siguiendo con la vista los movimientos de LuHan, que comienza a preparar los ingredientes que van a utilizar, a la vez que él le da el último trago al café.
Deja la taza junto a la de LuHan, en el fregadero, y coge de la pared su propio mandil, colocándoselo. Hace crujir un poco su espalda y sus hombros, antes de ponerse manos a la obra.
LuHan se encarga hábilmente de empezar a agregar los ingredientes, sin tener siquiera que medirlos, porque ya se sabe las cantidades de memoria. MinSeok va mezclándolos con la varilla, mirando como a poco la masa va formándose dentro del bol. Cuando es lo suficientemente
consistente, LuHan la saca del bol y la extiende encima de la encimera previamente limpia, para poder trabajarla con mayor libertad.

MinSeok está aun pensando en las ganas que tiene de volver a su cama calentita, a perderse entre las sábanas y dormir hasta mediodía. A llenar el bol más grande que tenga en casa de palomitas y ver una película, tapado bajo el calorcito de una manta, con el frío que hace fuera.
Apenas está amaneciendo y las calles están desiertas, no se ha cruzado con nadie de camino, y a lo largo de la avenida en la que está la pastelería solo hay un par de luces más encendidas, que se corresponden con edificios, no con comercios.

LuHan sin embargo tiene ganas de estar precisamente ahí, al lado de MinSeok, preparando la masa de lo que tendrán que vender a lo largo del día, porque lo importante no es que casi no haya Descansado, o la ducha que ha tenido que darse para casi arrancarse el aroma de otro de la piel. Ni siquiera el haber compartido cama con otro la noche anterior es importante. Ni el frío, los casi 10 grados bajo cero que hay en la calle, congelando las aceras y obligando a la gente a caminar con cuidado para no resbalarse. Lo realmente importante, en ese preciso instante, es quien está a su lado.

El coreano mira curioso la masa que está trasteando Luhan y al verla poco consistente mete la mano en el paquete de harina y espolvorea una poca en la tabla, para que la vaya cogiendo. Espera un poco a que los dedos de LuHan vayan absorbiéndola y echa un poco más, y sin previo aviso,
suelta un poco contra la mejilla de LuHan. El rubio se colapsa durante un par de segundos y le mira de reojo, pero de repente se echa a reír. Suelta la masa y con la mano libre, después de restregarla contra la harina que queda en la encimera, la estampa contra la cara de MinSeok, manchándole
desde la barbilla hasta la punta del flequillo.

El moreno emite un quejido, debajo de la mano manchada de masa a medio preparar y un poco a ciegas coge otro poco de harina y la lanza contra el pecho del rubio, riéndose. A partir de ahí comienza una guerra de harina que les hace perder más de diez minutos, pero que sin embargo les arranca sonrisas a cada segundo. Además, las pintas que tienen completamente embadurnados de harina y masa de cabeza a los pies son la mar de curiosas.

 

– Eres idiota.- Luhan acusa a su compañero, con una sonrisa tan grande que casi se desborda de su cara.

– Tú más, que me sigues...- Minseok por su parte suelta una carcajada, con la mayor parte del pelo blanca.

– Ahora a ver cómo arreglamos esto...

 

Minseok se intenta quitar la mayor cantidad posible de harina dándose unos golpes en la ropa para que se despegue. Se quita el mandil y lo sacude contra el borde de la encimera, levantando una humareda blanca que les hace toser a ambos. Lo deja a un lado y entra al baño que tienen
cerca del almacén. LuHan le sigue de cerca, y casi le da un mordisco en la nuca cuando el coreano frena de repente y se saca el jersey de un tirón, lanzando algo más de harina al aire. El rubio respira hondo y agradece que lleve otra camiseta debajo.

Realmente la idea de MinSeok es intentar despegar la mayor parte de la harina de su jersey para volver a ponérselo antes de que se le congele la sangre en las venas con el frío que hace. Detrás de él, cree visualizar a LuHan imitándole, y aparenta toda la normalidad posible. Lo 'suyo' con LuHan es un secreto a voces del que parece que el rubio es el único que aun no se ha enterado. Ya ha tenido que verse atrapado en más de una emboscada por culpa de Tao, pero sin embargo LuHan parece no darse cuenta de lo que ocurre, o disimula lo suficientemente bien.

Está tan sumido en sus pensamientos, que el contacto con la piel de su compañero le provoca un escalofrío. Gira sobre los talones y LuHan se refugia contra su pecho, para sorpresa del coreano.

 

– ¿Qué pasa?

– Hazme un favor, sacude mi jersey y yo me quedo aquí, que estoy helado...

 

MinSeok intenta evadir de su mente la idea de tener al chico apretado contra él.

 

– Oye, Minseok...

– ¿Hmm...? -El coreano intenta parecer despistado.

– Anoche me acosté con un chico.

– … Ah.- Minseok traga saliva, nervioso.- ¿Y?

– Quería que lo supieras.

– ¿Por qué?

– Porque no te convengo.

 

*Desde cuando la conversación ha derivado a algo tan... ¿íntimo?*

 

– ¿A qué te refieres?

– Sé que te gusto, y tú me gustas, pero no... no podemos estar juntos. Porque yo no soy bueno para ti.

– ¿Qué? Espera, espera... ¿Sabes que me gustas y yo te gusto...?

– Tengo ojos en la cara. Y me he dado cuenta de que me gustas porque a pesar de que me he acostado con otros chicos, mientras lo hacía, solo he estado pensando en que quería que fueses tú.

Notas finales:

¿Lo deje en una parte muy tensa verdad? xD

Bueno espero que les haya gustado , nos leemos pronto:3


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