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My Sweet Phantom por PinkManiac

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Notas del fanfic:

 

Ojojojojo~ 

Holaa!~ He vuelto! -nadie le hace caso- 

Bueno, bueno. Se siente bien volver a estar por aquí :3

Mi segundo Fic, esta ves es Kaisoo *^*

Y nada, espero que les guste, denle mucho amor y ¡Disfruten! 

Notas del capitulo:

 

 

 

Yo Yo Yo~Man

 

 

 

Disfruten~

 

 

Jongin iba caminando por las frías calles de Seúl. En las principales había mucha gente, en las alternas poca.

Todo le parecía demasiado irreal. El cielo, los autos, las tiendas, el ruido, las voces extrañas a él, la variedad de vestuarios moviéndose, los rostros. Podía jurar, que se sentía como en un sueño. Veía sus pies descalzos contrastar contra los zapatos de la multitud, y su bata de hospital resaltaba entre todas las ropas ajenas. Pero nadie parecía notar la diferencia que hacía.

 

De pronto alzó la vista y una bicicleta venia hacia él. Se encogió y cubrió su rostro con sus antebrazos, esperando que el hombre frenara y no se estrellé contra él. Pero nada pasó. Ni se estrelló ni se detuvo. Simplemente siguió su camino, y Jongin concluyó que el conductor lo habría esquivado. Así que volvió a caminar tranquilo.

Aunque, quizá no tan tranquilo. Toda la situación lo tenía confundido, como por qué usaba una bata de hospital. ¿Había estado en el hospital? Porque el no recordaba haber estado en uno. O como por qué no sentía frio si era invierno, había restos de nieve por las calles y la gente llevaba abrigos puestos. Y así, hundiéndose en sus pensamientos, perdiéndose al tratar de resolver sus incógnitas, no notó que, a pesar de estar ahí, las personas no notaban su existencia, y hasta lo traspasaban.

 

Volvió en sí y se encontró en medio de una gran avenida. Un auto tocaba el claxon, al parecer a él. Sin embargo, a su alrededor los autos seguían pasando, al igual que las personas. Todo seguía su curso normal. Seguía oyendo el insistente claxon del carro negro delante suyo, y detrás de este una fila de autos que lo seguía, esperando que avanzara.

–Sehun, ¿a quién le tocas el claxon? ¿Por qué no avanzas?

Sehun se giró y miró a Luhan confundido.

–¿No vez que hay un hombre ahí, que no se mueve?

–Sehun, no hay nadie.

Sehun, consternado, vio como el chico de bata terminaba de cruzar la calle, siendo ignorado y atravesado por los demás automóviles.

 

.-

 

Al principio el hecho de ser un alma vagando le pareció muy ilógico, y hasta se preocupó de donde estaría su cuerpo, bueno en un hospital o clínica es lo más seguro, pero de ser así había muchas en todo Seúl (o incluso en el país). ¿Y si estaba muerto? La simple idea lo aterraba, se limitaba a no pensar en eso. Pero, poco a poco le empezó a parecer interesante el divertirse un poco ya que era invisible.

 

 

Tras divertirse un buen rato caminaba entre la multitud, por una de esas calles comerciales en las que abunda la gente que está buscando prendas para probarse, algo para llenar su estómago, algún objeto necesitado, o simplemente está pasando por ahí. Buscaba con la mirada a la próxima víctima de sus travesuras. Y la encontró, pero no era una víctima. Jongin no sabía que era. Solo sabía que no podía dejar de verlo. Atravesó las puertas de vidrio, adentrándose a la tienda en la que estaba aquel que llamó su atención.

Lo vio medir el cuerpo del que parecía ser el modelo, luego anotar todo en una libreta y continuar haciendo un boceto. Ayudaba a algunas trabajadoras del local y continuaba con lo suyo. El joven estaba muy concentrado en su trabajo y parecía gustarle mucho, pues sonreía cada vez que se detenía a ver cómo le estaba quedando el dibujo de su nueva creación, sonreía y tarareaba canciones mientras veía entre las distintas telas cual sería mejor. Y a Jongin le estaba empezando a gustar ver esa sonrisa adornar el rostro del chico.

 

 

–Kyungsoo, –y tanto el nombrado como Jongin alzaron su mirada del boceto, viendo a un joven alto, de faceta seria y un cuerpo bien delineado, bajar del segundo piso. –¿ya terminaste con las medid-?

Sehun paró en seco cuando vio al chico de bata parado al lado de Kyungsoo.

–¿Pasa algo Sehun? –preguntó Kyungsoo extrañado, girándose hacia donde veía el menor. Pero fue confuso, porque sintió a alguien moverse a su lado, quizá una sombra, un aura, algo borroso, pero no había nada.

Sehun frunció el ceño y trato de no prestarle importancia, pero era imposible, él muchacho seguía ahí. –Te preguntaba si terminaste con las medidas de Luhan.

–Ah, sí… Ya pueden irse.

Luhan dio un saltito, cargó su mochila al hombro y tomó el brazo de Sehun, jalándolo un poco para hacerlo reaccionar, pues este seguía viendo a Jongin.

 

 

La pareja salió de la tienda dirigiéndose y subiendo al auto del menor.

–Sehun, ¿te pasa algo? Has estado raro desde la mañana… –Luhan expresó su preocupación a la vez que posaba su mano en la mejilla de su novio.

Sehun depositó un casto beso sobre los labios del rubio y sonrió para tranquilizarlo.

–No. No te preocupes, debió ser el café que me preparaste por la mañana. A la próxima que sea descafeinado… –se quejó.

Los dos rieron y con el leve golpe que le dio su pareja en el hombro, empezó a conducir camino a casa.

 

 

 

No quería sentirse un acosador, pero quería conocer más al chico bajito llamado Kyungsoo.

Iba siguiendo esa cabellera negra con peinado de honguito entre todas las demás. Jongin temía perderlo de vista, esa distancia de un metro no le bastaba, pero temía acercarse. Se sintió algo triste cuando Kyungsoo no pudo verlo a su lado, pero estaba seguro de que habría una manera. Al igual que ese tal Sehun lo pudo ver.

 

Kyungsoo sentía que era seguido. Sentía que su espacio vital era invadido. Sentía una mirada profunda clavada en su cabeza. Volteaba disimuladamente pero solo veía a personas no sospechosas andar libremente. Aun así podía jurar que sentía a alguien detrás de él. Volvía a tener esa visión borrosa que tuvo por la mañana. Parecía neblina, o vapor quizá. Algo se disipaba entre los cuerpos, semejante a una sombra. Lo sentía muy cerca. Y justo cuando estaba a punto de darse la vuelta, porque se dio cuenta que se había quedado parado en medio de la vereda, lo vio. Y un escalofrío recorrió toda su espalda antes de empezar a correr desesperadamente.

.-

Veía el vapor salir por su boca. Miraba a todos lados, dando por hecho que estaba solo. La calle tenía ese aspecto tenue, que la caracterizaba todas las noches, por la leve luz que ofrecía el alumbrado público. Esperó a que su respiración se normalizara e ingresó al complejo departamental.

–¡Buenas Noches, Kyungsoo! –le saludó animadamente Yixing, el recepcionista de turno. –¿Qué tal el trabajo?

–Bien… –respondió el chico bajito, mirando hacia la puerta del complejo, y, al notar la mirada interrogadora de Yixing, le sonrió y subió al ascensor.

 

 

Jongin llegó a un complejo departamental ubicado en una calle aparentemente atemorizante, probablemente de día se vería más bonita, por lo ordenada y limpia que era, pero de noche no daba esa imagen.

Ingresó al edificio y vio al recepcionista hablar por teléfono. Pasó y, como una persona normal, tomó el ascensor. Ingresó y vio como el muchacho, de aspecto somnoliento, abría los ojos como platos viendo en su dirección. Le sonrío a pesar de que sabía que ese joven no lo podría ver, y las puertas se cerraron.

 

Paseó por el lugar como le vino en gana, buscando al chico bajito. Lo encontró en una de las habitaciones del sexto piso, cocinando con un mandil de Pororo puesto. Se veía tan adorable que Jongin sintió que podía vomitar arcoíris. Sin embargo, le gusto más el olor que desprendía el cabello oscuro del bajito, levemente húmedo, producto de una buena ducha. Lo acarició con sus dedos, haciendo que Kyungsoo pase su mano por esa misma zona.

 

Kyungsoo terminó de cocinar y se sentó a ver la televisión con su plato de comida en las manos. Al terminar dejo todo en el fregadero y fue al baño a cepillarse los dientes y lavarse la cara para irse a dormir. Jongin lo iba siguiendo por todo el apartamento, concentrado en las cosas que hacia el joven. Y esperó a que este se quede dormido para acomodarse a su lado. Porque aun si Kyungsoo no lo vio durante ese tiempo, podía sentirlo. Y eso hacía feliz a Jongin.

 

.-.-

 

Kyungsoo sentía la brisa fría en su rostro, eso lo despertó, y se dio cuenta que no había cerrado la ventana. Sintió un poco de pereza pararse a cerrarla, porque estar envuelto en las sabanas se sentía acogedor, cómodo, y, lo que más extraño le pareció: cálido. A pesar de ser invierno se sentía cálido.

Entonces, mientras disfrutaba de esa calidez con los ojos cerrados, algo, que se removió detrás de él, hizo que los abriera. Tragó saliva y lentamente giró su cabeza, terminando de ver la escena por el rabillo del ojo.

 

Y ahí estaba él, inmóvil, mientras en su mente se debatía, desesperadamente, que hacer. Pero, ¿Qué hacer si encuentras a un completo desconocido, con bata de hospital, dormir plácidamente al otro lado de tu cama?

 

 

 

 

 

Notas finales:

 

Ay! 

Espero que les haya gustado el primer capitulo~ 

 

Gracias por leer~ 


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