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Una noche de alcohol por sunako_1

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Notas del fanfic:

los personajes del  anime y manga "Hoozuki no Reitetsu" no me pertenecen, son propiedad de Natsumi Eguchi-sama

Notas del capitulo:

:3 no me aguanté las ganas e hice un ff entre mi amado Hoozuki-sama (gritos de fan) y mi lindo Hakutaku (se derrite) <3

espero les guste

-¿Por qué siempre me tengo que encontrar contigo?- suspiraba la bestia sagrada china después de ver al demonio japonés que estaba bebiendo junto al gran Enma en el restaurante donde entraron –Quería beber tranquilo antes de ir a buscar alguna chica-

-Tú eres el que siempre llega donde yo estoy- el japonés lo miró con su molestia habitual -¿Me estas siguiendo?-

-¡¿Quién querría seguirte?!- el chino tomó asiento en la mesa del frente dándole la espalda y su ayudante se sentó a su lado –Solo vengo aquí para ver a O-Koh-chan-

-Eso es un alago Hakutaku-sama- se les acercó a la demonio peliverde –Pero hoy me iré temprano porque tengo un asunto importante que atender-

-Aaaaahh… Que mala suerte- suspiró decepcionado el chino –Si O-Koh-chan no está, no tiene sentido estar aquí-

-Entonces vete- dijo secamente el japonés y el chino se dio vuelta para mirarlo enojado.

-Ya, ya, tranquilos- habló nervioso el gran Enma –Mejor vamos a beber los cuatro juntos-

-Es verdad Hakutaku-san…- habló su ayudante -… vamos a su mesa y bebamos juntos-

 El chino chasqueó la lengua -¿Por qué tendría que beber con este idiota?-

El japonés sonrió levemente –Es cierto, los que no pueden soportarlo, solo deben beber cosas suaves-

El chino se sentó frente al japonés -¿Crees que no puedo beber lo mismo que tú?-

El japonés lo miró directamente –No lo creo, lo sé-

El chino tomó el vaso que le acercó su ayudante mientras se sentaba a su lado –Sírveme y veremos quién aguanta más- el japonés le sirvió el alcohol y comenzó una competencia de bebidas entre ellos.

En algún momento de la noche, se les unieron el gran Enma y el ex héroe japonés. Pasaron las horas y los tres estaban totalmente borrachos –Valla, valla- entraba la demonio peliverde al restaurante y se acercó a la mesa donde solo estaba despierto el japonés -Hoozuki-sama es el único despierto-

El japonés bebió el último sorbo de su vaso y suspiró –Ellos no aguantan una simple competencia- miró a los tres y volvió a suspirar –Y ahora ¿Qué hago con ellos?-

-Mis empleados pueden llevarlos a sus casas- ofreció amablemente el demonio peliverde -¡Ah! Pero solo quedan cinco porque los demás ya se fueron ¿Qué hago? Necesitamos cuatro para llevar a Enma-sama y uno solo no puede llevar a Momotaro-sama y Hakutaku-sama-

El japonés miró el tranquilo rostro dormido del chino y suspiró por tercera vez –Bien. Que los cuatro lleven a Enma-sama a su casa y el otro puede llevar a Momotaro-san al cielo- se levantó y fue hasta donde estaba el chino –Yo me llevaré a Hakutaku-

-¿Eh? ¿Seguro?- preguntó sorprendida la demonio peliverde –“Hoozuki-sama tiene mucha fuerza. Podría llevar fácilmente a Enma-sama”-

-Sí- el japonés le puso los zapatos y se puso los suyos, después lo subió a su espalda –Que tenga un buen día- hizo una pequeña reverencia y se acercó a la entrada -¡Ah! Se me olvidaba- volteó un poco el rostro para mirar  a la demonio peliverde –Mándele la cuenta a Enma-sama- volvió a mirar al frente y salió del restaurante.

Iba caminando por los solitarios parajes del infierno del infierno mortal. Como era de madrugada, los y las demonios castigadores estaban descansando al igual que las almas que sufrían a diario. El único ruido que escuchaba era la acompasada respiración en su nuca. De pronto, el chino se movió y abrió lentamente los ojos -¿Eh? ¿Dónde estoy?- aun estaba somnoliento y ebrio.

-¡Oooh! ¿Ya despertaste?- pregunto el japonés –Entonces ya te puedo tirar en cualquier lugar-

-¡Siempre eres tan cruel!- el chino pasó sus manos por debajo de los brazos del japonés, que lo sostenía de las piernas, y las puso en su pecho mientras volvía a cerrar los ojos y se acurrucaba en aquella tibia espalda –No me dejes tirado-

El japonés siguió caminado en silencio. Decidió llevarlo a su habitación ya que quedaba mucho más cerca que la casa del chino en el cielo, así que siguió la ruta hasta el lugar. Cuando llegaron, entró y después de cerrar la puerta y prender la luz, se acercó a su cama y lo tiró bruscamente –Ya llegamos-

-¡Eso duele!- el chino se sentó y se sobó la espalda -¡Podrías bajarme con mas delicadeza!-

El japonés se quitó los zapatos y los acomodó junto a los demás -¿Delicadeza? Solo soy delicado con las mujeres-

-Mmmm…- el chino también se quitó los zapatos –Ahora entiendo la razón de que siempre estés enojado- el japonés lo miró -¿Hace cuanto que no tienes sexo?-

El japonés se le acercó y le quitó los zapatos que tenía en la mano –Eso no te importa. A diferencia de ti, que te acuestas con cualquier cosa que se mueva, yo no puedo estar con alguien a menos que me guste-

El chino se tiró hacia atrás mientras el japonés ponía los zapatos junto a los suyos –Yo no me acuesto con cualquiera. Solo escojo a las mejores mujeres- sonrió -¿Es imperdonable ser tan popular?-

El japonés lo miró enojado –Solo está mi cama, así que duerme en el piso-

-¡No quiero!- habló dulcemente –Me dolerá la espalda-

-No me importa-

-¡Ah! ¡Ya se!- el chino se sentó –Durmamos juntos- sonrió y el japonés lo miró aun mas furioso –Vamos ¿Nunca dormiste junto a un amigo en la misma cama?-

-Tú no eres mi amigo- el chino seguía sonriendo y el japonés suspiró resignado –Esta bien, solo por hoy- el japonés apagó la luz –Pero quítate la ropa o me darás calor y no podré dormir-

-Ok- el chino se quitó la ropa quedando solo en ropa interior y se metió bajo las cobijas. El japonés también quedó solo en ropa interior y se acostó a su lado. Ambos se daban la espalda y se alejaban lo más posible del otro, pero como la cama era solo de una plaza, igual se tocaban. El japonés, que estaba en la orilla, se molestó y se dio la vuelta para abrazarlo y apegarlo a su cuerpo para que quedaran en medio -¡¿Qué crees que haces?!-

-Si al final nos tocamos igual, prefiero estar cómodo- el japonés deslizó sus manos por el torso desnudo del chino que tembló al contacto y tiró la cabeza hacia atrás, poniendo su cuello frente a la nariz del japonés –Hueles dulce-

Gracias a la oscuridad en la habitación, el japonés no pudo ver el sonrojo del chino que se extendió asta sus orejas –Cállate ¡Deja de tocarme!- el japonés seguía explorando su piel suavemente y el chino se asustó un poco al sentir algo duro contra su trasero -¿Por qué te excita tocarme?-

-¿Y por qué te excita ser tocado por mi?- el japonés le apretó la entrepierna por encima de la ropa interior y el chino gimió torpemente –Tu también estas duro-

-Ma… maldito…- el japonés metió la mano bajo la tela y envolvió el erguido miembro del chino -… de… deja… de tocarme…-

El japonés le lamió la nuca y comenzó a masturbarlo lentamente -¿Qué importa? Solo será una vez y no nos acordaremos de nada porque estamos ebrios-

-Tu… mmgh… tu no estás… ebrio…- el chino le agarró la muñeca para intentar detenerlo, pero su cuerpo se estremecía con cada subida y bajada de aquella gran mano.

-Si lo estoy- le mordió la nuca y pudo escuchar gemir al chino mientras arqueaba la espalda. Después le lamió la herida que dejaron sus colmillos.

-Me… mentiroso…- su corazón se aceleró y se le hacía difícil el respirar -… ¿De… verdad… aahh… quieres hacerlo?...-

Dejó de masturbarlo y pasó la mano hacia atrás para tocar su trasero –El sexo anal es igual con hombres o mujeres-

-¡Eso es porque tu quieres meterlo!- el chino se sentó -¡Yo nunca lo he hecho con un hombre!-

El japonés se sentó y prendió la lámpara con forma de flor de pez dorado que había adquirido recientemente y estaba a un lado de la cabecera de su cama –Yo tampoco lo he hecho con un hombre- se miraron directamente a los ojos.

La penetrante mirada del japonés lo ponía nervioso –Bi… bien- el chino pestaño –Pero después de dormir, olvidaremos todo-

-De acuerdo- el chino se puso de espaldas a la cama y el japonés de puso sobre él. Comenzó a lamerlo desde el cuello y fue lentamente descendiendo dando pequeños besos. El chino evitaba emitir sonidos, pero cuando el japonés llegó a su erección y lamió la punta, un sonoro gemido salió de su boca, la cual tapó con su mano.

El japonés quitó la ropa interior del chino y observó aquella entrada entre sus nalgas -¡¿Qué miras tanto?!- el chino se ruborizó un mas y se intentó cubrir con las manos, pero el japonés lo tomó de los muslos y le levantó un poco el trasero -¡Deja de mirar!- el chino se tapó la cara con la almohada.

-“La única diferencia entre un hombre y una mujer para el sexo anal, es que la mujer se lubrica naturalmente y con eso puedo lubricar atrás”- acercó su boca a la entrada –“Y que no tengo gel ni crema, tendré que usar saliva”- pasó la lengua húmeda con abundante saliva por la entrada.

-¡No… no hagas eso!...- el chino quitó la almohada de su rostro y puso las manos en la cabeza del japonés -… ¡Hoozuki!... pa… para…- metió su lengua un par de veces y a ella le siguieron dos de sus dedos -… ¡Aaaaahh!...- los movía rítmicamente y frotaba las paredes -… ¡Aaaah!... ¡No!…-

El japonés se irguió un poco para ponerse entre las piernas del chino. Quitó los dedos y sacó su erección para introducirse lentamente mientras le volvía a afirmar los muslos. Miraba el rostro sonrojado del chino que mantenía los ojos cerrados y clavaba las uñas en las sabanas –Ya entró todo- cuando sintió su pelvis chocar contra el trasero del chino, cerró los ojos –Esto se siente delicioso-

El chino arqueó la espalda y el japonés se comenzó a mover –Du… duele… aaahh… mas… lento…- el japonés lo penetró bruscamente -…¡Aaaahh!... ma… maldito…- el chino entreabrió sus afilados ojos y vio el rostro levemente ruborizado del japonés. Su cabello estaba un poco desordenado y pequeñas gotas de sudor resbalaban por su frente –“Es extraño, pero se ve lindo”- sonrió por un momento y levantó las manos para tocar sus mejillas –“Me pregunto ¿Cuántas personas han visto esta expresión en su rostro?”- el japonés abrió los ojos y se encontró de lleno con los llorosos ojos del chino.

Por un instante, ambos se ahogaron en la mirada del otro y juntaron sus labios en un profundo beso. El japonés soltó sus muslos y lo abrazó mientras aceleraba las embestidas. El chino también lo abrazó y cruzó los pies por la espalda baja del japonés. Ambos gemían en la boca del otro mientras sus lenguas jugaban entre sí.

Solo bastó un corto tiempo para que ambos terminaran. Después del orgasmo, se miraron jadeantes –Dijiste… que solo lo hacías… con la persona que te gusta…- el japonés lo volvió a besar y después de un rato de solo besarse, el japonés se acostó a su lado, arregló las cobijas para taparse y lo abrazó para dormir.

 

___

 

-¿Por qué me sigues?- preguntaba molesto el chino mientras caminaba por el sendero lleno de arboles de duraznos -¿No tienes nada mejor que hacer?-

-Es mi día libre, así que puedo ir donde quiera- contestaba el japonés caminaba a su lado.

Llegaron hasta la casa del chino, donde también vende sus medicinas. Abrió la puerta y miró al japonés –Hoy no abriremos y no te invitaré a pasar-

-No quiero pasar. Solo me quedaba de paso- el chino bufó molesto y se dio vuelta para entrar, pero el japonés se puso detrás de él y recargó la mano en el umbral –La próxima vez que te emborraches, puede volver  quedarte en mi cuarto- habló suavemente en su oído.

El chino quitó la mano del japonés –Gracias, pero prefiero el cuarto de alguna hermosa chica- entró y cerró la puerta sin voltear. Cuando escuchó los pasos del japonés alejarse, se deslizó por la puerta hasta quedar en el suelo -¡Bastardo!- su rostro estaba ruborizado –Le dije que olvidara lo que pasó-

 

___

 

El japonés volvía por el sendero lleno de arboles de duraznos y recordaba la última frase que dijo el chino antes de callarlo con un beso –“Dijiste… que solo lo hacías… con la persona que te gusta…”- se acarició los labios con la yema de los dedos y sonrió –Yo… yo solo lo hago con la persona que me gusta- bajó su mano y siguió su camino de vuelta al infierno japonés.

 

Fin.

Notas finales:

espero les haya gustado

agradesco sus comentarios

cuidense muchoooooooooooooooooooooooooooooooooooo


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