EL DUEÑO DE MI FELICIDAD
Era un dia precioso, como el, no soy muy afecto a salir de paseo, jamás lo he sido, soy algo amargado, tal como mis conocidos dicen, algo serio, frio, pero a él no le importa, pues para él, soy lo único que necesita para ser feliz, para sentirse completo y seguro. Lo ha sido asi siempre, bueno, al menos desde que me conoció…al igual que el para mí.
Era feliz, yo era feliz, entonces el aparece para arruinarlo todo, llamándome por mi nombre de pila como si nada hubiera pasado, como si aún estuviéramos en el colegio, como si continuáramos siendo amigos. Y por él, solo por el he accedido a encontrarnos nuevamente, todo con tal de alejarlo de mi más preciado ser querido.
-Me sorprendió al verte hoy en el zoológico, sobre todo porque siempre fuiste renuente a salir con nosotros a-
-¿Para que querías verme?-
-Vaya, que directo, pero bueno, asi eres tú, asi que iré al grano- dice el condenado con una media sonrisa que deseo borrar de un golpe-Ese chico, sabes quién es- quiero ignorarlo pero él ya ha leído mi respuesta –Claro que lo sabes, lo que no entiendo es como es que terminaste con el-
-Solo para eso me citaste aquí- deseo largarme pronto, deseo que se desaparezca pero sé que no será asi, lo sé.
-Vaya, tal parece lo que decía mi hermanita no era tan errado después de todo y te van más los chicos que las chicas- rio sardónicamente el muy infeliz –Hey, pero a mí no me importa amigo-
-¡Tú no eres mi amigo!- ya no más.
-Que amargado pero bueno, quizás estas asi porque temes que tu amorcito descubra quien eres en realidad- tuche, pues desde que lo encontré ese es mi más grande temor y lo sabe.
-El no recuerda nada-
-Que conveniente, claro, él era tan solo un niño cuando nosotros invadimos su casa. Lo recuerdas, cuando aún éramos aurores-
Claro que lo recordaba, como olvidarlo, mi peor periodo tras la guerra, con tanto odio acumulado, con tanta ira explotando por cualquier cosa, con tanto poder para hacer y deshacer a mi gusto.
-Diablos, aún recuerdo su cara cuando llegamos con la redada a su casa, lo recuerdas-ríes desgraciado, ríes aun después de todo lo sucedido y con esto aun no entiendo como pude ser tu amigo por tanto tiempo.
-¿Que mierda quieres Ron?-
-Acaso no lo adivinas- Claro que sí, apenas te vi supe en seguida de que se trataba esto.
-Dinero-
-Sí, bueno, no me ha ido tan bien luego de mi retiro forzado de las fuerzas y bueno, algunos galeones no me vendrían nada mal-
Retiro forzado le llamas a tu expulsión más que justificada pero claro, para ti no debio ser nada fácil luego de que me retire, sobre todo al darte cuenta que ya no contabas con el apoyo de quienes te alababan y que en realidad solo te seguían por estar a mi lado.
-Ahora vivo en el mundo muggle-
-Eso ya lo sé, pero también sé que aun debes mantener tus bóvedas en Gringotts-
-No volveré al mundo mágico-
-Merlín, hasta cuando seguirás con el drama del mártir, en serio es agotador-
No, agotador es tener que escucharte, el tener que soportarte, el tener que estar tan cerca tuyo cuando solo me produces repugnancia
-Mas cuando esta misma tarde te he visto tan acaramelado con ese chico, justo con ese chico-
Maldito.
-Recuerdas cuando casi se desmorona frente a nosotros alegando inocencia, como unos segundos antes tú mismo me viste plantar las pruebas en su contra y aun asi le golpeaste ordenándole que cerrara la boca, lo recuerdas-
No te rías, no lo hagas o no respondo de mí.
-Claro que lo recuerdas y ahí, ahí mismo fue cuando vimos al pequeño heredero llorando a moco tendido junto a su madre que suplicaba que no lastimáramos a su esposo-
Claro que lo recuerdo, la injusticia, el abuso, la discriminación, todo aquello por lo que jure luchar siendo ignorado por completo en aquella familia alguna vez importante en el mundo mágico y que para aquel entonces lo había perdido todo a causa de esta misma.
-Recuerdas como unas semanas después nos enteremos que el había muerto en Azkaban-
Si, lo recordaba y aun me pesa, porque esa no había sido mi intención.
-Y luego la esposa, esa bruja que al parecer estaba tan enamorada de un mortifago que no le importo dejar a su único hijo solo en un mundo que los odiaba-
Como olvidarlo, si fue entonces cuando descubrí en el monstruo en que me había convertido.
-Dios, que desperdicio, suicidarse y de una forma tan…muggle. Según dicen los chicos el niño estaba agarrado de sus piernas cuando los encontraron, tal parece el pobre idiota creía que asi la salvaría pero la bruja apenas se deshizo de la silla bajo sus pies se rompió el cuello con la soga-
-¿Cuánto quieres?-
-Con unos mil galeones creo que será suficiente por ahora-
Sonríes desgraciado, sabes que me tienes en tus manos, pero no me importa, porque por deshacerme de ti soy capaz de cualquier cosa.
–El chico, tu chico, debe haberla pasado muy mal luego, ya sabes, con eso de perder a su madre de ser enviado al único orfanato recientemente creado en nuestro mundo para los huérfanos de la guerra. Antes no era asi amigo, antes los familiares se hacían cargo pero claro, con la guerra casi no quedaron familiares y los pocos no deseaban hacerse cargo de bocas que no podían alimentar o de lacras de la sociedad que solo traerían desgracias a su buen nombre-
Todos eran despreciables, todos nos convertimos en eso por lo que tanto dijimos luchar, al final, el gano, y ni siquiera no dimos cuenta que quienes terminaron destruyendo más familias fuimos nosotros.
-Me imagino como debio ser para el ver como otros niños eran adoptados, mientras el, un hermoso niño de porcelana era dejado de lado, aunque no dudo que esa no fue la peor parte. Sabías que “El Profeta” saco el año pasado un reportaje de los abusos cometidos ahí, claro que no lo sabes, ya no vives en nuestro mundo-
No quiero saberlo, porque ya lo sé, he visto las marcas en su cuerpo, su hermosa piel nívea marcada por surcos rojos de finas líneas alrededor de este, por eso no quiero escucharlo, no de ti.
-Bueno, tal parece los encargados del lugar abusaron de los mocosos, dándoles desde engrudo para comer hasta obligándoles a tragárselos otra vez si es que lo vomitaban, mientras que alentaban a los otros niños a que los fastidiaran. Acentuando el odio desde pequeños, ese fue el subtítulo de Lavander, ella fue la que escribió el segundo artículo- ríes imbécil, como si fuera algo divertido, pero claro, para ti el saber que ellos sufrieron es tu mayor satisfacción –Por lo que se, descubrió que algunos de ellos fueron maldecidos por pura diversión, otros golpeados como deporte y hasta otros hasta el dia de hoy no se tiene la menor idea de que fue lo que sucedió con ellos-
-Te enviare el dinero en cuanto pueda-
-Te imaginas como debe haber sido su vida, la de ese chico, te imaginas que alguien le cuente por qué perdió a su familia, te lo imaginas-
Me lo imagino y muero de terror.
-Sí, tu felicidad esta en mis manos…amigo-
No, mi felicidad no está en tus manos, ni en la del mundo mágico, ni mucho menos en las mías, mi felicidad está en sus manos y para que eso continúe asi, tú debes desaparecer.
-Llegas tarde-
-Lo siento, traje el postre-
-He preparado la cena-
-Gracias amor, nada aun-
-No…nada…- me respondes cabes bajo.
Sé que soy una basura, lo sé, sé que si supieras quien soy en realidad me odiarías y lo más probable es que intentarías asesinarme otra vez, igual que la primera vez.
“Tú, ¿tú eres Harry Potter, verdad?” preguntaste nervioso.
“¿Quién lo pregunta?” respondí a sabiendas de quien eras con tan solo verte.
“Soy el hijo de los Malfoy”
“Y a mí que” dije viendo tu dolor reflejado en aquel par de estrellas que llevas por ojos, sin importarme en lo más mínimo tu sufrimiento.
“Maldito… ¡Por tu culpa mis padres están muertos, por tu culpa mi vida ha sido una mierda!”
“No que ambos se suicidaron como los cobardes que eran” dije sin pensar para verte abalanzándote hacia mí con una navaja.
“¡Muere desgraciado, muere!” gritaste con una furia iracunda que disipe en tan solo dos movimientos en los cuales te arranque la daga y con el otro te lance sobre las escalinatas a solo centímetros nuestro para escuchar el golpe seco de tu cuerpo al tocar el pavimento sin tocar ni uno solo de sus escalones.
“Hey, estas muerto” dije quitado de pena para ver cómo te removías en el suelo con dificultad y darme cuenta que algo andaba mal por la forma en que me mirabas.
“¿Qué…que paso…yo…?”
Luego de eso… perdiste el conocimiento y no sé si fue la culpa o simplemente el hecho de constatar que no volvieras a meterte en mi camino que te traje conmigo para darme cuenta un par de horas más tarde que tanto tu como yo, ya no sabíamos quién demonios éramos.
-Pero no me importa, porque te tengo a ti- dices abrazándome cariñosamente, aferrándote a mí al igual que ese dia cuando no parabas de llorar por no recordar ni tu nombre.
-Algún dia lo recordaras todo y me dejaras-
-No, yo jamás te dejare James, yo siempre estaré a tu lado, siempre-
Te amo tanto que deseo creer en ello fervientemente, te amo tanto que ya no me importa cuántos inconvenientes aparezcan en nuestro camino, ni cuantos disque amigos del pasado tenga que eliminar con sus propias varitas y simular un suicidio para ello, lo único que me importa es estar a tu lado, para hora y para siempre, aun si eso signifique que jamás recuperes tus recuerdos, aun si para eso debo conseguir una pócima para encargarme que jamás recuerdes quien soy realmente, aun si eso significa que no recuerdes a tus padres o que tú eres el ultimo descendiente de una familia de magos, aun si por el resto de tu vida ignoras que tú eres Scorpius Malfoy y que te acuestas con el verdugo de tu familia.
-Huele delicioso, porque no vamos a comer Paul-
-Sí, será lo mejor porque te suenan las tripas amor-
No sé como te ganaste mi corazón, mi mucho menos como te apoderaste de él, solo sé que me lo arrebataste y desde que es tuyo, ya no lo quiero de vuelta, porque a tu lado, por fin se lo que es amar y por fin se lo que es la felicidad.
Fin