Luego de hablar sobre sus mayores miedos y aclarar su pasado, Minseok y Jongdae descansan uno junto a otro en el sofá; el mayor se mantiene con su rostro bien oculto entre el cuello del otro y este acaricia su espalda mientras tararea una canción que el otro no conoce. Ambos se sienten cansados pero satisfechos por estar así como si todo fuese perfecto; ellos lo merecen, merecen sentirse felices, merecen poder disfrutar simplemente de la compañía del otro.
Pero entonces su paz se perturba gracias a los golpes en la puerta de su entrada por parte de Luhan, Minseok gruñe abrazándose con más fuerza a Jongdae.
-¡Jongdae! –grita histérico el chino –¡Jongdae, Minseok desapareció! –llora.
-Es Luhan –exclama el menor –está muy preocupado por ti.
-¡Cierto! –exclama sentándose con rapidez.
Ambos se levantan y se dirigen rápido a la puerta; Minseok es el que abre y el chino se lanza a abrazarlo mientras amargas lagrimas corren por su rostro.
-¡Idiota! Casi entro en un colapso nervioso por tu culpa –le recrimina desesperado.
-Perdón.
-Luhan, sé que debí llamarte pero…
-Jongdae –llaman detrás de Sehun y es que Joonmyun ha llegado junto a los novios –yo solo quería saber como había terminado todo –sonríe preocupado.
-Joonmyun –susurra preocupado.
-¿Doctor Kim? –Minseok se ve confundido –¿a qué vino?
-Estaba preocupado por Jongdae –es honesto –pero todo está en perfecto estado.
El ambiente es tenso al momento que el teléfono de Sehun suena y él se aleja para contestar.
-Creo que me tengo que ir –murmura el pelinegro.
-¡Joonmyun!
-Disculpen pero me tengo que ir –Sehun comenta mientras corre directo al ascensor.
-¿Sehun, qué pasa? –pregunta Luhan rápido pero la puerta se cierra con rapidez y el chino no recibe respuesta.
-Luhan que… –el medico no termina la pregunta.
-No es nada, Joonmyun –dice no muy convencido mas en su mente golpea lo que Sehun le dijo antes de llegar donde Jongdae.
-Joonmyun ¿podemos hablar? –ruega en voz débil Jongdae mientras se acerca al mayor de todos.
El pelinegro levanta su mano en señal de que se detenga –no me tienes que dar explicaciones de nada… soy feliz porque están juntos –comenta dando un paso hacia atrás para comenzar a andar por el pasillo, dirigiéndose a las escaleras –hasta luego Minseok, Luhan –hace una corta reverencia y se retira.
Los tres miran como Joonmyun desaparece de su vista. Jongdae siente culpa en su pecho, Minseok confusión total y Luhan una mezcla de emociones entre la preocupación por Jongin y enojo por lo que pasa con Joonmyun.
-Habla con él –dice el chino dándole un pequeño empujón al menor.
-Ya vuelvo –se apresura para salir del edificio.
Jongdae ve a Joonmyun caminar tranquilo ignorando su presencia como si fuese un completo desconocido; el menor sólo lo sigue mientras andan por la acera e, inseguro, se decide a hablar:
-Joonmyun –llama –déjame darte una explicación –lo detiene jalando su americana.
-No somos nada, Jongdae, sólo amigos y- –el menor lo interrumpe algo alterado.
-¡Es que no quiero lastimarte! –exclama preocupado –tú has sido muy bueno conmigo pero yo...
-Pero tú amas a Minseok, Jongdae yo ya lo sabía, lo supe siempre y aunque me duela no poder estar contigo yo mismo me lo busqué –sonríe tratando de no sentirse más patético –aún así soy feliz porque ya sonríes, tus ojos tienen un brillo muy lindo –su diestra corre a acariciar la melilla del otro –eres feliz por estar con Minseok y yo fui el que quiso sufrir por enamorarse de un niño con el corazón ocupado por alguien más.
Jongdae baja la mirada apenado; incómodo por esa dulce confesión que le ha acelerado los latidos y le ha provocado un sutil temblor en su cuerpo.
-Tengo que ir al hospital, Jongdae –comenta revolviendo los cabellos del otro –cuídate y saluda a los otros de mi parte –sonríe dirigiéndose a su auto.
Jongdae deja escapar un suspiro mientras rasca su cabeza bastante apenado, lo que menos deseó fue herir a Joonmyun quien fue uno de los que más le ayudo mientras sufrió por Minseok y su estado… pero lo hizo, hirió al hombre más bueno del mundo.
-¡Jongdae! –escucha que lo llaman.
El castaño se voltea sólo para contemplar como Minseok y Luhan lo esperan desde la entrada del edificio, suspira de nuevo tratando de olvidar esa culpabilidad y se encamina junto a los mayores.
-¿Qué pasó? –pregunta el chino.
-No lo sé, puede que lo haya tomado bien o le afectó mucho pero lo sabe disimular.
-¿Qué es lo que tiene el Doctor Kim? –pregunta Minseok.
-Aun no quiero hablar de eso –susurra Jongdae.
-Entiendo –susurra el mayor.
-Minseok, nos tenemos que ir… los oficiales dijeron que podrían ir a mi departamento por tu declaración –dice Luhan interrumpiendo a la tímida y tierna pareja –así que te espero en la entrada, Boazi –sonríe avanzando.
-¿Crees que puedes irte, Minseok? –pregunta preocupado por lo frágil que se ha vuelto el mayor.
-Sí, es… una noche tranquila y Luhan me puede mantener más calmado.
-Claro… –sonríe mirando los regordetes labios del mayor –entonces hasta luego –sonríe nervioso.
Minseok toma con cuidado la camisa de Jongdae y jala de él para juntar sus labios, el menor sonríe aun más y pasa sus cortos brazos por la espalda del otro para atraerlo más y subir más su intensidad e involucrar con poco pudor sus lenguas. El más bajo enreda sus brazos en el cuello ajeno soltando un sutil gemido; sus labios se rozan con fuerza y sus lenguas juguetean con un ritmo singular, finalmente, ambos se separan con un pequeño jadeo por la falta de aire y lo acalorado de sus cuerpos.
-Hasta luego –responde el mayor caminando decididamente hacia la salida pero titubea y retrocede un paso llamando al Luhan quien se asoma sujetando su mano y jalándolo con sutileza.
Jongdae se preocupa por ese miedo latente en Minseok, por su miedo a los exteriores y el nerviosismo que tiene constantemente, tal vez Minseok necesitará ayuda a nivel psicológico para superar esos traumas. Sería lo mejor.
Con ánimos bajo y una nube de penumbra sobre su cabeza, Jongdae se dirigió hacia su departamento.
[…]
Al día siguiente Luhan es el primero en despertarse de una noche intranquila sin Sehun a su lado quien luego de irse del departamento de Chen no contestó ninguna de sus llamadas. Está preocupado ¿si a Jongin le pasó algo malo? ¿por eso Sehun se fue?
Luhan deja escapar un suspiro cansado, siente una extraña sensación en su pecho y es en ese instante donde la puerta es tocada con fuerza y con miedo se levanta a abrir.
Al llegar a la puerta abre sólo para toparse con un alto oficial mirarlo con el ceño arrugado, completamente serio.
-¿Qué se le ofrece? –pregunta preocupado.
-Se nos informó que aquí está viviendo Kim Minseok –dice el hombre.
-Sí, está viviendo aquí –el chino se preocupa ante la presencia del oficial, sabe que uno vendría mas siente un muy mal presentimiento.
-Necesito hablar con él –informa.
-¿Para qué? –Luhan se niega a moverse de la puerta.
-Llame a Kim Minseok –el hombre alza la voz.
-No hasta que me diga para qué lo busca.
-¿Luhan, qué pasa? –Minseok aparece recién despertándose.
-¿Es usted Kim Minseok? –pregunta el oficial.
-Sí ¿qué pasa?
-Kim Minseok, usted ha sido llamado a declarar puesto que el perpetrador de su caso fue arrestado además de que ahora se le investigará por otro caso de abuso…
-¿Te-tengo que declarar? –pregunta asustado.
-Primero necesitamos que usted lo identifique y-
-No, no, no –se altera retrocediendo –yo no lo quiero ver, no puedo…
Minseok siente miedo, no lo quiere ver, no quiere mirar los ojos de ese hombre el cual sólo abusó de él por años, no quiere. No, no quiere ni tiene el valor para hacerlo…
Minseok siente que el miedo vuelve a él…