-¿Cómo está? –pregunta Jongdae al llegar al departamento de Luhan.
-Se niega a salir de su habitación –responde Luhan –dice que no quiere ir a testificar, que le aterra ir… el policía que vino tuvo que irse luego de que se alterara tanto por la noticia.
-¿Trataste de hablar con él? –pregunta caminando con cuidado por la sala.
-Lo hice pero no quiere salir, me pidió que lo dejase sólo… habla con él, pídele que vaya a testificar, Jongdae –ruega preocupado.
El menor asiente acercándose a la habitación de Minseok quien duerme boca arriba, Jongdae sonríe, el mayor es hermoso, entonces cierra la puerta y camina con lentitud a la cama notando que Minseok no está tan tranquilo porque se ve asustado, sus labios entreabiertos tiemblan entre sus respiraciones y sus manos aprietan las mantas mientras balbucea débiles plegarias de compasión.
-Has que termine –susurra débil con su respiración agitada.
Jongdae se acerca con cuidado y se sienta en la cama –Minseok, despierta, no pasa nada –dice cariñoso.
Minseok se agita, tiembla asustado, incapaz de escuchar la voz del menor…
-¡Déjenme salir! –grita golpeando la puerta –¡por favor!
-¿Seguro qué quieres salir? –gruñe el hombre abriendo la puerta de golpe para sujetar el cabello de Minseok.
-¡Ya no diré nad- –el hombre lo calla de una fuerte bofetada y con rapidez sujeta sus muñecas por sobre su cabeza con una sola de las suyas –¡no! ¡no lo hagas! –llora.
-No llores, bebé –le dice con su sonrisa torcida –que te gustará, mucho.
-¡Tía! –llora –¡tía ayúdame! –ruega pero es ignorado como siempre y su tío sujeta con fuerza sus cabellos para golpear su rostro contra el piso –¡aléjate! –gruñe moviendo su brazo hasta impactar en el rostro del mayor.
Minseok suelta un quejido mientras se levanta con rapidez, directo a la puerta, dispuesto a huir para mantenerse a salvo…
Pero la puerta no abre, su alma cae al suelo junto a su cuerpo que es azotado con fuerza hasta el piso mientras el mayor se sienta sobre su cuerpo y aprieta su cuello con fuerza, hasta cortar su respiración, la parte posterior de su cabeza es golpeada nuevamente contra el piso y un calambre recorre desde su nuca a la punta de sus pies.
-No te pongas rudo –gruñe el hombre sonriendo, clavando sus uñas en la blanca piel.
Minseok siente como pierde las fuerzas para pelear con rapidez, no quiere desmayarse pero el aire es inexistente y sus brazos pesan mientras caen haciendo un sonido hueco a sus oídos.
Siente como esa áspera lengua recorre su mejilla, como todo se oscurece y como su uniforme es retirado con rudeza antes de perder por completo la conciencia…
Al despertar está boca abajo; con su cara contra el frío suelo y con su cuerpo adolorido…
Suelta un quejido débil, tembloroso, doloroso y entonces una mano aprieta su cadera con fuerza arrancándole otro gemido cruzado con un alarido agonizante.
-Eso, despierta –dicen con sarna en su oreja mientas las estocadas vuelven con fuerza y su espalda es aruñada sin piedad.
-Has que termine –susurra a nadie mientras se encoge sobre si, tratando de alejarse de su tío –ya no puedo más…
Al final el hombre suelta un ronco gruñido en su oreja y siente como su interior es llenado por esa repugnante escencia. Su tío se levanta no sin antes darle un manotazo en su muslo para luego salir de la habitación azotando la puerta. Minseok se arrastra por el piso hasta encerrarse en el baño de su habitación, el único lugar donde puede estar seguro…
Jongdae sujeta sus brazos con fuerza para tenerlo acostado en la cama, el menor lo empuja un poco más acomodando su cabeza en la almohada, Minseok suelta un quejido temblando con fuerza; tiene miedo, mucho miedo.
-¡Minseok! –exclama Jongdae sacudiéndolo.
El mayor despierta empapado de sudor y su cuerpo tiembla con fuerza. Esa pesadilla ha sido la peor de todas, cuando comenzaron él seguía pensando como un chiquillo inocente, pensando que todo se acabaría, que su tortura acabaría y él podría ser feliz…
Pero eso nunca pasó, su tío nunca lo dejó en paz y sus pesadillas se convirtieron en lo único que había al dormir; pesadillas donde ese hombre hacía lo que quería con él, donde era golpeado y maltratado hasta la inconciencia donde sentía que nunca saldría de su infierno…
-Do-dolía –gime con horror –él me estaba golpeando y…
-Minnie ya pasó –dice Jongdae suavizando el agarre en torno a los brazos ajeno –él ya no está más…
Minseok envuelve sus brazos en el cuello del menor mientras sollozos débiles se escapan de su garganta. Jongdae pasa sus fuertes brazos por la espalda del mayor apretándolo con cariño, tratando de que olvide ese miedo por su pesadilla.
-Te juro que yo no me he asustado tanto luego de una pesadilla –se disculpa el mayor tratando de evitar sus lagrimas –ya llevaba tiempo sin tenerlas… perdón –dice separándose rápido, secando sus lagrimas mientras se sienta.
-¿Por qué te disculpas? –pregunta cariñosamente acariciando sus mejillas.
-Ya no quiero ser una carga –responde afligido calmando su respiración de a poco –no quiero tener miedo siempre pero… disculpa, en serio –gruñe molesto.
-No pasa nada –dice Jongdae acariciando la cabeza de Minseok –nunca serás una carga –susurra dulce.
-Disculpa, en serio –repite cabizbajo, moviéndose hasta dejar su rostro contra el cuello del menor –discúlpame por ser tan miedoso –suspira cansado; abrazándolo con tranquilidad. El castaño acaricia sus cabellos, tranquilizándolo, dándole cariño y besando con suavidad su cabeza –¿qué haces aquí? –pregunta suave, separándose para mirarlo sonriente.
-Luhan me llamó –dice sujetando sus manos –me dijo sobre el asunto de tu tío –dice tratando de ser delicado.
El mayor aparta sus manos de Jongdae tensándose incomodo –no lo quiero ver ¿qué pasa si me hace algo?
-Pero vamos a estar con policías –le dice acariciando su mejilla –Luhan estará ahí, yo estaré ahí. Nada te pasará…
-Estoy consiente de eso –responde posando nuevamente su frente en el hombro ajeno –aun así tengo miedo, no importa lo que me digan, seguiré teniendo miedo…
-¿Qué pasa si ese tipo le hace daño a alguien más? –el menor acaricia su nuca con cuidado.
Minseok se tensa y lo mira preocupado, sus labios tiemblan nuevamente. No consideró eso, ya le hizo daño a alguien más ¿qué pasará si se calla? Puede que su tío termine haciéndole daño a más gente.
No quiere que nadie más pase por lo que él pasó, tiene miedo.
-Sé que debo ir –susurra abrazando al menor –pero tengo miedo… –repite apenado.
-Yo estaré ahí –le consuela –no me separé de ti… confía en mí, por favor.
El mayor suspira con pesadez –iremos… pero quedémonos así un rato más ¿sí? –ruega cerrando los ojos y Jongdae asiente mientras peina los suaves cabellos del mayor comenzándolo a arrullar.
[…]
Jongdae, Minseok y Luhan entran en la comandancia, el ambiente es tenso por tener que reconocer al hombre que abusó del mayor por años, Minseok tiene miedo, mucho pero la presencia de Jongdae y Luhan le llena un poco ese vacío en su estomago, le hace sentir mejor. El menor lleva sujeta la muñeca de Minseok, sólo por si acaso, por si siente miedo o sólo, está cerca para ayudarle. Luhan está preocupado porque no ha sabido nada de Sehun desde que se fue el día anterior y este no ha contestado a ninguna de sus llamadas.
Entonces unos suaves sollozos a lo lejos, un alto rubio y la suave voz de Kyungsoo son los que le alertan. Los tres se detienen al instante y notan al chico que llora junto ahí.
-Es… Jongin –murmura Chen, sintiendo como sus labios se resecan y el vacío del miedo se apodera de su estomago.
Está con su cabeza oculta entre sus manos, temblando sin parar, sollozando por lo bajo y con sus hombros cubiertos por el fuerte y gran brazo de su hermano mayor a la vez que Kyungsoo está de rodillas al frente suyo hablándole bajito, acariciando sus manos con firmeza.
El menor se dirige hacia ellos con cuidado con expresión consternada mientras la imagen de su amigo asustado ante todo le parte el corazón, entonces una mano sujeta su brazo jalándolo con cuidado.
-Disculpa –dice un alto pelinegro, amenazante y fuerte.
-¿Qué pasa? –gruñe molesto sacudiendo su brazo –necesito ver lo que pasa con Kai –dice preocupado.
-¿Los conoces? –pregunta.
-Es amigo nuestro –Sehun llaga junto a los otros dos –déjalo verlo.
-¿Qué sucedió? –pregunta Luhan al ver a su novio.
-No los molestes, Jongin necesita tranquilidad –dice el pelinegro.
-¿Y quién eres? –gruñe.
-Es el novio de Yifan –dice Sehun con voz baja mientras mira a Luhan y a Minseok–es psicólogo y dijo que lo mejor sería dejar a Kai con las dos personas en las que más confía porque está muy asustado aún…
-¿Él fue al otro al que mi tío…? –Minseok no termina la pregunta y sólo recibe un asentimiento por parte de Sehun quien mantiene su mirada baja.