-¿Si sabes quien es? –preguntó curioso.
-Si, es compañero mío –respondió encogiéndose de hombros –¿por qué?
-Quisiera hablar con él ¿lo puedes llamar?
-Creo… pero es raro no se si quiera venir…
Kyungsoo caminó tranquilo hasta llegar a Minseok quien estaba dormido sobre su asiento, sacudió su hombro con cuidado y el pequeño chico lo miró con el ceño fruncido para luego de algunas frases mirar a Jongdae, sonrojarse, negar y volver a hundir su cabeza entre sus brazos.
-Dice que no, te dije era raro. Déjalo así –sonrió fingidamente el ojón.
-¡Chen! –gritó el moreno saltándole al mayor –¿qué haces aquí? –preguntó arrugando la nariz.
-Quería hablar con alguien –comentó sonriente.
-¿Con quien?
-Con él –respondió tranquilo señalando los últimos asientos.
-¡Sehun te está buscando! ¡vámonos! –exclamó feliz.
Y Chen fue arrastrado lejos de los chicos de nivel superior.
[…]
Pasaba ya, la cuarta semana en la que Jongdae acosaba a Minseok, insistiéndole en que debían ser amigos o si quiera que le dijera su nombre. Pero el mayor era muy, muy terco y se negaba con palabras frías a cualquier relación con el escandaloso chico.
Jongdae recurriría a su ultimo plan.
-¿Ves ese chico que está ahí? –Minseok se tensó pero trató de verse tranquilo –no hablo del de escultural cuerpo, ni el de bellos ojos… y mucho menos el de personalidad explosiva –miró al mayor que se volvía pálido ante cada palabra que decía –hablo del que…
-¿Cómo es que…? –la voz de Minseok sonó quebrada, como si en cualquier momento rompiese en llanto. Negando toma su mochila y revisó el interior de uno de sus libros abriendo los ojos preocupado al notar que la carta no estaba.
-La encontré hace unas semanas –murmuró cerca suyo.
-Te odio –dijo sin más y se levanta.
-¿Eh? ¿a dónde vas? –lo miró preocupado.
Minseok no respondió y salió del salón ante la sorpresa de todos, Chen lo sigue de cerca observando detenidamente como sus hombros estaban tensos, sus manos en puño y su cabeza agachada, el menor sintió la preocupación correr por su cuerpo, caminó más rápido y apunto de sujetarlo de los hombros cuando Sehun salta frente a él dándole un golpe en el brazo.
-Hyung –sonríe –¿por qué estás tan raro? –lo mira divertido.
-Tengo que…
-¡Venga Chen! –rió un moreno acercándoseles –vamos a la cafetería –lo jalaron de los brazos y el mayor se dejó llevar.
Mientras tanto, Minseok está en su ‘fortaleza’: la biblioteca.
-¿Qué haces aquí? –le murmuran por detrás.
-Leer ¿no? –responde secándose con disimulo las lagrimas que tuvo que frenar a causa de la llegada del castaño.
-¿No vas a ir clases? –continuaron.
Él negó –odio historia… sin ir a clases me puede ir bien… –suspira volteándose a mirarlo con una fingida sonrisa.
-¿Estabas llorando? –lo mira curioso.
-¿Eh? –se sonroja –no… es que me voy a enfermar… he estado estornudando mucho y eso –le restó importancia tratando de sonar enfermo con la nariz congestionada.
-Mmh Okey –le creyó tranquilamente –¿qué ibas a leer? –murmura acercándosele.
-Algo corto, Luhan… solo lo que dura historia –sonrió mientras ‘buscaba’ algún libro.
[…]
Chen se dirigía al baño, luego de poder librarse de su Kai y Sehun que solo pasaban molestándolo por tratar de hacerse amigo del chico de las grandes mejillas.
-Oye…
El menor se giró sorprendiéndose de mirar al Minseok detrás de él con las manos en la espalda, rojo a más no poder, con el ceño fruncido.
-Perdón por… quitarte la carta, por dejármela… –se puso repentinamente nervioso.
-¿Me la podrías devolver? –dijo muy bajito –la… carta…
-Está en mi mochila –respondió –vamos –dijo devolviéndose hacia su salón.
Minseok lo siguío a dos pasos de distancia, con la cabeza agachada. Chen sonrió al notar sus mejillas rojas, los labios fruncidos y la mirada clavada en el piso.
-Dame un momento –murmuró caminado hacia el salón, el profesor no estaba así que no tuvo inconveniente alguno al entrar.
-¡Chen! –gritaron sus amigos –¿por qué estas tan misterioso?
-No es nada… espera un momento tengo que arreglar un asunto –sonríe buscando la carta del mayor. Sacándola y caminando de nuevo a la puerta donde Minseok lo esperaba nervioso.
-¿Es una carta de amor? –preguntó Kai quitándosela de las manos.
-¡No! –exclamó nervioso –dámela –Jongin se la dio a Sehun.
-Veamos… –dijo el menor –¿ves a ese chico que está ahí?
Chen mira a Minseok quien está pálido, con lagrimas en los ojos, apunto de llorar.
-No hablo del de cuerpo escultural… ni el de bellos ojos –leyó el menor –esto está divertido, Hyung.
-¡No! –grita aterrado y sin saber como logró quitarle el papel al menor quien bufó y sonrió divertido por el rostro de Jongdae.
Chen salió corriendo del salón, tomando la mano del mayor quien casi iba arrastrado por él, al fondo solo se escuchaban las risas de Sehun y Jongin. El menor corre sujetando fuertemente la mano del mayor. Pasillos después se detuvieron.
-Perdón… –susurró triste Chen, soltando la mano de Minseok.
El bajito tomó la carta y la rompió con desespero para luego tirarlo en un basurero cercano. Jongdae quedó con la boca abierta ante lo crispados que estaban los puños de Minseok.
-Tendré que tener más cuidado la próxima vez… –murmuró entre dientes –o mejor no volver a hacer esa estupidez nunca más…
-¿Por qué haces eso?
-Porque es una idiotez buscar esas formas de desahogarme…–lo miró serio –no me vuelvas a hablar, por favor…
-Solo quiero ser tu amigo –respondió sonriente.
-No creo, todo esto ha de ser una broma.
-Claro que no…
-No me interesa –bufó –además ni siquiera sabes mi nombre
-Pero…
-Jongdae –llamó como si recordase algo –te daré una cosa –murmuró hurgando entre sus cosas.
-¿Qué es?
El mayor sacó un sobre y con manos temblorosas se lo extendió –léelo cuando yo ya me vaya ¿si? –susurró apenado.
-¿Qué es? –repite curioso.
-Solo léelo cuando estés en tu casa –dijo alejándose del castaño quien se quedó en su lugar, confundido.
Chen bajó la mirada hacia el sobre, ¿ahora porque el chico de las grandes mejillas le daba cartas? ¿qué decía para que se la diese tan de repente? este tenía una fecha de hace una semana…
[…]
-¿Todo está bien? –cuestionó el menor al ver las notorias ojeras del chino y lo despeinado que estaba.
-S-si –Luhan sonrió falsamente –to-todo está perfecto.
-Se que no nos conocemos del todo pero puedes confiar en mí –posó su mano derecha en el hombro del mayor –Luhan Hyung puedes confiar en mí, aunque solo hayamos cruzado algunas palabras.
Luhan dejó su vista fija en el fondo de su casillero, suspiró al tiempo de que su rostro se empapada nuevamente de lagrimas.
-Es Minseok –dijo tratando de quitarse las lagrimas.
-¿Tu novio? –Luhan se encogió más de hombros –¿acaso… terminaron? –preguntó temeroso y a la vez feliz.
-Eso fue desde hace casi tres meses, Sehun ah –dijo difícilmente a causa de las lagrimas –además él y yo… seguimos siendo amigos… o, o éramos. Ya no sé.
-¿Entonces… qué te hizo? –su ceño se frunció enojado.
-Él… él…
-¡Oye! –Jongdae llegó junto a los otros haciendo su típico escandalo –¿dónde está el chico de las grandes mejillas, él que tiene su casillero junto al mío? –preguntó sosteniendo entre sus manos la carta que Minseok le había entregado el viernes.
Sus mejillas estaban rojas por la emoción que le invadía en ese momento, deseaba poder ver a Minseok, conversar con él y enamorarse como él se había enamorado de Jongdae. De verdad que esa carta le hizo sentir unas inmensas ganas de darse una oportunidad con el que “lo amaba en secreto”.
Recordando la primer carta que había encontrado del mayor la cual solo le había impulsado a conocerse y subirle los ánimos y no había conseguido ni romper ese caparazón de enojo y frustración por parte del pelirrojo. Nunca pensó que Minseok ocultase toda su timidez con el odio y frialdad.
Ahora solo quería tener una oportunidad con mayor. Conocerlo de verdad…
Lamentablemente, Luhan se quebró, literalmente se derrumbó aunque hubiese caído al suelo fuertemente si Sehun no lo hubiese envuelto en sus brazos y hecho que se acurrucara contra su pecho al momento que se deslizaba con lentitud hasta sentarse en el piso; Luhan lloró, como un niño pequeño tratando de hacerse una bolita junto al menor. Todos los que pasaban por ahí lo miraron con desaprobación y curiosidad.
-¿Qu-qué pasa? –se agachó junto al chino.
-Mi-Minseok –tartamudeó contra la blanca camisa de Sehun –él está en coma…