Corría mientras lo perseguía ese apuesto caballero, voltea a ver y sigue tras él, no puede contenerse de la risa así que para mientras ríe, el santo que lo alcanza lo toma de la cintura apretándolo hacia él mientras aun esta exhausto de la gran carrera, ¡vaya que eres bien difícil! Dita lo voltea a ver, ¿Quién dice que ya me has atrapado? Le da un beso fugaz en la mejilla mientras se va caminando muy lentamente, Shura hace un par de pucheros al saber que esa era la señal de perseguirlo de nuevo, así que comienza a caminar rápido para alcanzarlo, pero Dita con su rostro travieso al verlo acercarse se aleja más rápidamente mientras va riendo, logra entrar al mercado topándose con un señor de edad algo avanzada que sostiene un canasto lleno de frutas, Dita se detiene toma una banana mientras besa la mejilla del señor, este se sonroja mientras lo ve alejarse y tras él un frustrado Shura, el pececito pela cuidadosamente la fruta, se detiene un par de pasos de capricornio mientras mete toda la banana a su boca, mordiéndola, disfrutando los mordiscos que le da, Shura se queda paralizado al verlo, pero luego Dita se aburre y lo lanza por un lado yéndose de nuevo topándose en un callejón sin salida pero esto no lo detiene, sonríe de oreja a oreja mientras el capricorniano logra alcanzarlo, lo toma de las manos para besárselas pero Dita no se lo permite ya que lo besa brevemente, Shura cierra los ojos para disfrutar ese toque divino al abrirlos, ¡vaya sorpresa! Ya no está, mira para todos lados pero no está por ningún lado.
Esta algo cansado así que toma el camino de regreso a su templo, que apropósito esta súper lejos, suspira mientras camina, pasa por el mercado nuevamente, no es tan divertido regresar solo se dice una y otra vez, nuevamente logra observar a aquel anciano de las frutas que al verlo le sonríe y le señala a su izquierda, al voltear a ver, allí esta Dita de espaldas, Shura muy seguro y con su sonrisa maliciosa se acerca con sigilo mientras lo toma de la cintura, el pececito se asusta pero al verlo sonríe…
- ¡lo lograste Shura! Me has atrapado
- ¡vaya que deseaba hacerlo! Por un momento pensé en regresarme solo (susurra esto a su oído haciendo que el pececito se sonroje)
- ¿Entonces qué hacemos? ¿Nos regresamos?
- Claro que si… vamos…
Dita suelta el agarre de la cabra para salir corriendo, corre como desesperado saliendo del pueblo adentrándose pueblo, ya no puede visualizar a Shura, sigue corriendo hasta llegar a las afueras de aquel pueblo que esta alrededor del santuario, se adentra a un paraje que contiene unos árboles, donde corre un pequeño riachuelo, allí para, jadea por la carrera que el solo está recorriendo, no percibe la presencia de Shura así que se acerca al agua.
- ¿Pensabas en escapar pececito?
- No mi amor…(da la vuelta para tenerlo cerca mientras sus manos acarician su rostro) solo quería saber si aun te acordabas de este lugar, por eso es que me escape del mercado
- Y como no me voy a recordar, este es nuestro lugar, nuestro refugio (mientras lo toma de la cintura pegándolo hacia el besándolo)
Dita sabe que Shura no solo es la persona más linda que él ha conocido en el mundo, sino también es el amor de su vida, gracias a él se ha dado cuenta de que significa el amor, con el puede ser el mismo, es como si fuese su refugio, poderse expresar a su antojo, no aburrirse mas era lo que más amaba, cansado de tanta gente aburrida y sabe lo todo se encuentra con el resto de su pieza de su rompecabezas, al pensarlo sonríe para besarlo, pero luego suelta el beso de golpe para preguntar
- ¿me quieres Shura? (mientras hace un puchero)
- Mmmm… (coloca sus dedos en su barbilla para pensar) mmm…
- No lo entiendo (se separa de él) ¿porque lo piensas tanto?
Shura lo ve allí tan tierno y solo se le ocurre abrazarlo fuertemente aunque el pez se rehusé, no lo pienso le susurra, solo trato de ordenar mis palabras para describir esto que me haces sentir, no es querer amor, es amar…
- TE AMO DITA… (lo grita lo mas alto que puede, mientras el pececito solo se sonroja de pies a cabeza y de sus ojos brotan lagrimas) nooo… ¿Por qué lloras? ¿ahora que hice? (mientras lo sigue abrazando)
- Lloro de emoción es todo… me haces olvidarme de todo y de todos al estar a tu lado (mientras se limpia las lagrimas) gracias
- Gracias a ti, por estar aquí, a mi lado, aunque me enojes cada vez que me haces correr, así te amo…
- Eres un tonto, eso no me lo tenias que decir (suelta un risilla traviesa)
- Esta vez no te me escaparas
Vuelven acercarse para besarse lentamente, Shura se siente seguro de lo quiere y lo que tiene, no tiene prisa de nada, solo puede sentir esos labios delicados en los suyos, cierra los ojos para disfrutarlo más, sin pensarlo sus manos recorren el cuerpo entero del pececito y este haciendo sonidos que a sus oídos son exquisitos símbolo de adicción cada vez que lo hace, Dita toma el miembro de Shura sobre el pantalón y allí mismo lo acaricia, baja la bragueta mientras su mano traviesa entra para darle mayor placer, capricornio abre los ojos de golpe pero la boca de Dita sigue en sus labios, bésame Shura, no pares de hacerlo, sin pensarlo trata de besarlo nuevamente pero ya es tarde, Dita ya bajo hacia su entrepierna.
Shura no puede creer que su miembro completo este fuera de su pantalón pero lo que si le parece es que Dita lo vaya a tomar con su boca; el pez toma el miembro con ambas manos mientras acaricia el glande dándole pequeños pellizcos para que este se excite lográndolo hacer, luego sin más lo mete todo a su boca, el caballero de capricornio no puede más, esta tan excitado que no puede parar de gemir y es que Dita logra tenerlo a sus pies, ¿mas mi amor? o ¿ya no quieres? dice Dita con el miembro en su boca, Shura se sonríe ¿Por qué hablas con la boca llena Dita? , no me digas que hacer, dice esto mientras sigue con lo suyo haciendo que Shura ladee su cabeza con tantas sensaciones a la vez.
Así se están un buen momento hasta que el español no puede mas – no puedo mas aléjate – eso no pasara, ¡vamos mi amor¡ así que Shura ya no se retiene mas y se deja venir a lo que Dita trata de tragarlo pero no puede, su boca se rebalsa limpiándose mientras se ríe junto a Shura… el pececito se levanta para besarlo, y mientras intercambian fluidos Dita se va quitando la ropa, al separarse este sale corriendo hacia ese pequeño rio, a lo que Shura solo mueve la cabeza como signo de negación - ni lo pienses Dita, no iré allí – pero parece que al pez no le importa si va o no, se está divirtiendo solo, Shura no lo piensa más se quita la ropa mientras sale corriendo tras él, metiéndose a ese riachuelo tomando a su amado pez para besarse con más pasión y lujuria, para tenerse el uno al otro, sentirse, tocarse y es que nunca era igual, ellos no sufrían de monotonía.
Pasan toda la tarde jugueteando en ese riachuelo, al final del día, ambos están recostados sin ropa sobre ese paraje, sin decirse nada, miran como se obscurece el cielo – tengo frio Shura – ven acá- lo abraza mientras aspira el aroma de su cabello, pasan minutos allí recostados, hasta que el frio los vence, se visten para regresar al santuario. Caminan, hablan de cualquier cosa que se les ocurra, siempre tienen algo de qué hablar y es que jamás se aburren el uno del otro. Llegan a casa de Shura que es la más próxima.
- ¿nos quedamos aquí verdad Dita? (el pez le sonríe)
- Yo no me quedare aquí mi cabrita (le da un beso fugaz mientras sale huyendo de aquel templo)
Shura resopla el mechón sobre su frente, creo que me toca dormir en la última casa se repite una y otra vez mientras sale tras su pez, alcanzándolo en casa de acuario, lo toma de la mano para halarlo hacia él, Dita se le acerca – lo lograste nuevamente – así es, regresemos a mi templo – Dita le sonríe no lo creo mi amor, suelta el agarre y sigue con lo mismo hasta llegar al templo de piscis, entra Shura ya cansado de tanto correr, lo busca por todo el templo, se cruza de brazos por un momento hasta que piensa en la habitación, sale corriendo hacia el lugar, abre la puerta y allí esta acostado durmiendo, Shura no lo piensa mas, se deja caer junto a él sobre la cama, cierra los ojos y queda automáticamente dormido.
Estar contigo ha sido un dar un viaje largo sin retorno a la monotonía y a la soledad. Es natural amarte… DULCE VIAJE para nosotros.