-”No lo entiendo con lo que a ti te gustan las fiestas,¿como puedes estar con un hombre tan aburrido?”-me pregunta Saga.
Yo solo sonrió llevando mi copa a la boca, ¿aburrido?, que sabrán ellos, cuando estamos en nuestra intimidad y te lanzo una almohada veo como finges esa cara de enfado pero en pocos segundos me devuelves el almohadazo y antes de darnos cuenta empezamos una batalla de almohadas que hace que parezcamos dos niños pequeños en vez de dos hombres adultos, solo yo puedo oír tu risa cuando una me da de lleno, solo yo puedo ver como cuando crees que no estoy atento le lanzas algún cereal y si me da me preguntas entre risas donde están mis ocho sentidos de caballero, solo yo veo como juegas con el agua cuando vamos a la playa congelandola mientras me cuentas que así era el país donde entrenaste o cuando nos bañamos juntos y empiezas a enfriar el agua de la bañera para fastidiarme y sonríes de esa forma como lo haría un niño pequeño cuando es pillando en una travesura, como no sueltas el mando de la play por que sabes que yo también quiero jugar,¿aburrido? Pobres ilusos, no tengo ni 5 minutos se aburrimiento estando a tu lado.
Me pierdo en mis pensamientos y solo una nueva pregunta me saca de ellos.
-”Es cierto, tu eres de sangre caliente,necesitas un hombre que pueda darte cariño y pasión, no uno tan frío”-Me dice Aioria mientras se acerca insinuándose descaradamente.
Yo finjo no darme cuenta pero vuelvo a subir mi copa para poner algo de distancia, mientras vuelvo a perderme en mis pensamientos.
-”¿Frio?”-es cierto que jamas demuestra ninguna expresión o sentimiento en su rostro pero eso solo es una fachada que pone cuando hay alguien delante, estoy seguro que ninguno de los 10 caballeros sentados ahora en esta mesa puede imaginar como te gusta acariciarme el pelo mientras vemos alguna película, como no le gusta dormir justo después de hacer el amor porque prefiere seguir acariciándome o abrazarme mientras hablamos de lo que a pasado durante el día, ninguno de estos pobres idiotas puede imaginar que cuando estoy cansado me deja preparado el baño mientras hace mi cena favorita, como nota que algo me pasa en cuando entro por la puerta del templo sin que ningún otro lo haya notado ni estando horas conmigo.
-”Ademas es un antisocial, jamás viene a ninguna de nuestras reuniones”-esta vez es Afrodita quien habla.
¿antisocial?,¿que me importa a mi que no quiera venir a estas reuniones?, si cuando vuelvo a nuestro templo siempre me recibe con los brazos abiertos, ese templo que desde hace dos años compartimos.
¿Que me importa que no quiera acompañarme? Si cuando vuelvo aguanta durante horas mi charla sobre ellas, soltando de vez en cuando alguna sonrisa cuando le cuento alguna anécdota.
Alguien esta hablando pero no espero a oír su pregunta me levanto disculpándome para irme.
-”La próxima vez trae a Camus contigo”-me dice Saga con una sonrisa sarcástica.
-”Ya sabes que no vendrá,no le gustan las fiestas, es un aburrido tampoco le gusta estar rodeado de tanta gente ya sabéis lo antisocial que es”-les contesto dándome la vuelta sin poder reprimir mi sonrisa imaginando sus caras y la que pondrá Camus cuando le cuente todo.
Y no, no le convenceré para que me acompañe por que prefiero que sigan viviendo en la ignorancia mientras solo yo se la realidad, y es que estos pobres ilusos no han aprendido en la batalla de las doce casas con los caballeros de bronce que las apariencias siempre engañan y no todo es lo que parece.