Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Infinito por Any_9gbo

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Ésta historia tiene mucho tiempo que comenzó, y poco que finalizó. Lo más difícil fue encontrar un título adecuado. Para eso tuve a dos personas que me ayudaron bastante.

 

Muchas gracias Sho, por ser la primera en aprobarlo.

Muchas gracias Raeni, por ayudarme con el título.

Notas del capitulo:

Espero les guste, tanto como a mi. y de antemano muchas gracias por leer.

Disfruten.

 ~◊~◊~


Me observo frente al espejo y trato de ocultar las ojeras, soy un completo desastre, mi rostro está más delgado, las mejillas están pálidas y mi mirada vacía, observando a aquél cuerpo desnudo y frágil.


Hoy no parece ser un día diferente, lo noto al cruzar la puerta del trabajo, y sé que mi mente separa todo rápidamente y predice cual será el siguiente movimiento, lo primero que hago y he hecho los últimos dos meses es entrar y saludar a Akira o tal vez  Shima, ir directamente al baño y asegurarme de que no hay rastro de ojeras en mi rostro, salir y ponerme a leer algunos documentos sin sentido, fingir que no me doy cuenta cuando llegan los demás, ir detrás de mí batería y esperarlo a él, sin nombre, sin forma y escudarme en los sonidos a los que llamamos música, que hasta ahora se ha vuelto insoportable; pues mi cuerpo es algo que ya conoce, y mi subconsciente me recuerda que es verdad… La voz de Ruki parece transformarse y de repente deja de cantar, la guitarra de Shima suelta un sonido desagradable y las cuerdas del bajo de Akira se tensan; entonces todos se giran para verme, excepto uno, aquél personaje sin nombre. Sus miradas fijas en mi me indican que me he equivocado. “Ni eso puedes hacer bien Yutaka” me dice mi subconsciente, me disculpo ante mis compañeros, les indico que tomemos un descanso y me refugio nuevamente en unos documentos, esa gran muralla que me separan de ellos, de él y de mí mismo.


Tal vez Takanori lo ha notado, Shima también, hasta Akira, se han dado cuenta de la tensión que hay entre él y yo, pero no se atreven a preguntar algo, y de reojo volteo a verlo, a veces está fumando, otras acariciando las cuerdas de su guitarra, su mirada distante, y le descubro bebiendo café, y me invade la idea de que tal vez no ha comido nada, pues su cuerpo está más delgado, sus labios partidos y su cabello seco y sin brillo, por la falta de aseo quizá, pero que va, yo tampoco me he bañado últimamente y en ese instante mi cerebro parece bloquear mis pensamiento, y trato de no pesar, me desconecto nuevamente del mundo y sigo trabajando o fingir que lo hago. Reviso la hora y veo que ya es tarde, me despido de ellos y todo pasa tan rápido que cuando parezco reaccionar, ya no hay nadie en la sala, recojo todo y me apresuro para llegar a casa.


Estoy parado en la cocina y todo se ve nauseabundo, mi estómago se encoge y siento asco, tengo comida con pelitos blancos, jamón verde y leche como queso, todo huele muy mal pero no tengo ganas de limpiar, pongo los ojos en blanco y camino a mi cuarto. Vaya, también es un desastre. Toda la ropa está sucia y tirada en el suelo, la cama desarreglada, y las sábanas manchadas de mi semen, porque aún me estremezco al recordar cuando hacíamos el amor y la oscuridad está presente por las cortinas siempre cerradas, ni ganas me dan de darme una vuelta por el baño, increíbles dos meses en que no hice nada o es que dentro de mi casa pasó un torbellino, así como en mis sentimientos. Y aquí viene mi subconsciente; si, si Uke, tú tienes la culpa porque lo dejaste, y sinceramente no sé por qué, no lo sé, sigo buscando la respuesta. Me doy cuenta que no soy como antes, me perdí en sus ojos, en sus labios, ya no sé quién soy. Recuerdo a una pareja enamorada del amor. Pero un día uno de ellos decidió continuar por sí solo, por la falta de seguridad en sí mismo, aunque no lo quería reconocer y todos los días lo olvidaba. Y todas las noches lo recordaba.  


♦♦♦♦♦


Dormí muy bien, pero sigo conservando esas ojeras terribles en mis ojos. Ésta vez llego más temprano al trabajo, me siento detrás de mí batería y veo a todos llegar y comenzamos el trabajo diario, la composición, ensayo entre otras cosas. El tiempo pasa rápido, estamos preparándonos para salir cuando Ruki llama nuestra atención.


—Oigan, chicos, chicos. ¿Qué les parece ir hoy mi casa al terminar acá? —todos se giran a verlo interesados.


— ¿Qué tienes en mente? —pregunta Akira.


—Que nos relajemos un poco y bebamos cerveza hasta morir —dice Ruki animado y entonces, él se apresura a hablar.


—Yo no puedo, lo siento…. —me mira de reojo.


Y automáticamente, sin siquiera pensarlo, también me niego.


r10;Yo tampoco puedo chicos, hay mucho trabajo mañana… Pero si quieren pueden ir ustedes...r10;


—Uhh, que lástima… —se queja Shima.


—Pensándolo bien, si quiero ir —alzo la mirada y volteo a verlo y después de tanto tiempo, veo sus ojos negros, tristes y fríos y me congelo.


— ¿Y ahora por qué Aoi? —Ruki se cruza de brazos y alza una ceja, él desvía la mirada y ahora veo su perfil, que hermoso es…


—Dije que no podía, jamás dije que no quería —recoge sus cosas—. Yo ya he terminado, me retiro, Kai, hasta mañana —me voltea a ver por unos segundos y después se dirige a los demás—. Los espero afuera.


Sale del cuarto y, ¡Mierda! Ahora yo también quiero ir, mientras analizo la situación Akira y Shima alcanzan a Yuu afuera, creo que se despidieron de mí pero no contesté, suspiro más aliviado y Taka está mirándome, autoritario.


—Taka, yo…— yo también quiero ir, no estaría mal pasar tiempo con ustedes, con Yuu, revivir tiempos en los que éramos felices…— tengo mucho trabajo mañana, la verdad me he atrasado un poco, no te preocupes por mí, solo no beban mucho para que lleguen temprano mañana…


—Pierdes el tiempo —suelta de repente.


— ¿A qué te refieres? Me interesa que el trabajo quede listo antes de…


—No me refiero a eso, tú también querías venir porque al final, Yuu accedió, pero no sé qué te detenga, ni sé que pasó entre ustedes, y es algo incómodo. ¡Y es que mírate Yutaka! Que delgado estás, tratando de ocultar esas ojeras, seguro no haz dormido bien ¿verdad? Y qué decir de Yuu, yo diría que está peor que tú, Shima lo ha escuchado decir cosas extrañas, de repente se queda congelado… —me mira preocupado y suelta un suspiro, me sentí aún más terrible, fui tan egoísta al solo preocuparme por mí, no pensé que tal vez mis amigos también se sentían mal, imaginarme la cara de Shima, preocupado por Yuu… pero lo que acaba de destrozarme es la idea de que él está peor que yo.


— ¿Vamos ya, Taka? —ni siquiera me mira y al escuchar la afirmación de Ruki se va. Ruki se queda viéndome unos segundos y suspira, despidiéndose de mí.


Camino a casa, me siento un muerto, aunque aún no tenga idea de cómo se siente en realidad. Como si hoy hubieran echado encima de mí algún tipo de líquido viscoso. Cuando llego, me dirijo rápidamente al baño, por fin tomaré una ducha, dejarme llevar por esa sensación física  y que el agua borre de mi mente cualquier pensamiento humillante. El agua está tibia y el jabón huele delicioso, comienzo a relajarme pero también a pensar claramente. Pienso en él. Cierro los ojos y me veo parado a su lado, se ve hermoso y está sonriendo, yo también estoy sonriendo. Me toma de la mano y la estrecha, mi cuerpo se estremece al contacto con su piel, recuerdo lo cálida y suave que es. Se acerca y susurra algo a mi oído pero no logro escucharlo, me abraza fuerte, de repente siento algo cálido entre mis manos… Es sangre. Abro los ojos de golpe, ah… sólo es mi imaginación.


Después de ese exquisito y espantoso descanso en el agua, mientras me seco el cabello, pienso en una deliciosa cena para ignorar mi alucinación. Sonrío y me visto rápidamente, bajo a la cocina y me topo con un enorme desastre, mi abuela me daría unos azotes si encuentra mi cocina así, mi subconsciente despierta y dice: “¿Cómo pudiste dejar que esto pasara Yutaka?”, Y últimamente mi subconsciente se queja más de lo que ha hecho nunca, ¿Desde cuándo comenzó a llamarme Yutaka para regañarme? Muevo la cabeza para desaparecer ese pensamiento y con un suspiro de resignación, me dispongo a limpiar y tirar todo lo que ya no sirve. Unas enormes bolsas negras y mal olientes esperan por los señores que se llevan la basura. Regreso a mi cocina y vaya, no hay nada en el refrigerador, así que ahora  debo ir a comprar mi comida. Tomo las llaves de mi casa y camino tranquilo al “supermercado”. Ahí camino por los pasillos donde están las carnes y elijo un filete de res, me dirijo a la zona de las verduras y llevo las que necesito para mi ensalada, de camino a las cajas, me encuentro entre el pasillo de los vinos y licores y me detengo al ver una figura conocida, quedándome ahí, suspendido, aquella persona voltea y nuestras miradas se encuentran. Y por segunda vez, esos hermosos ojos negros se iluminan por un momento y yo, me marchito ante su mirada. No puedo más, así que me armo de valor y en un segundo, al menos para mí, me encuentro frente a él, ante su mirada curiosa.


—Hola Yuu, ¿dónde están los chicos? —los busco con la mirada porque no quiero toparme con los ojos de él.


—Simplemente no quise estar con ellos. —Dice con una voz bastante afligida. Pero yo ignoro su respuesta, fijándome en algo más.


— ¿Haz comido algo, Yuu? —le pregunto al observar lo delgado que está, asomando mi preocupación en mi voz.


—Creo que un poco de arroz.


— ¿Hace cuánto?


—No sé. Tres días tal vez. —alza los hombros despreocupado y eso me irrita.


—Yuu, tienes que comer algo, no puedes estar así, los chicos se preocupan por ti —yo también— por favor come.


—Sabes que ya no estamos juntos como para que controles mi vida ahora, Yutaka.


—Lo hago porque me importas Yuu.


—Para mí tampoco ha sido fácil.


—Pues no lo parece…


—Calla —cierra los ojos y aspira un poco de aire, entonces bajo la mirada y me apresuro a decir —: De cenar hay dos filetes de res asados con un poco de ensalada, ¿algún problema con eso, Yuu?


—Kai… —dice y me mira fijo.


—Sí, simplemente ven a casa por favor…


El camino fue en silencio, yo miraba de reojo a Yuu, como tratando de descifrar su nerviosismo y el mío, él miraba a su alrededor sin voltear a verme. Al estar frente a mi puerta me sentí torpe al dejar caer las llaves dos veces. Yuu miro mi desastre, mi vulnerabilidad a su ausencia.


—Kai, tu casa está…


—Cállate Yuu —le interrumpí irritado caminando hacia la cocina, no quería que supiera que estos dos meses me hundí en la depresión, porque al final, yo era el único que quedaba como idiota. En la comodidad de mi pequeña cocina, sonrío al pensar en la maravillosa persona que está esperando por mi comida, como en otras ocasiones. Tomo los dos filetes de res y los pongo en la sartén caliente, escucho a Yuu entrar a la cocina y su mirada se clava en mi nuca, poniéndome muy nervioso. Lo siento caminar sigilosamente hacía mí, despacio, manteniéndome a la expectativa. Entonces mantengo la respiración… Él toca mi mejilla con su aliento tibio y el calor se sube a mi rostro, me doy cuenta que está justo detrás de mí así que no puedo moverme y alcanzo a sentir el rose sensual de su cuerpo. Me derrito ante éste hombre. Apenas puedo girarme y me encuentro con sus profundos ojos, como la vía infinita del amor.


—Te amo, Yutaka —me dice con el corazón, con la mirada, con su calor.


Sus palabras me perforan y me definen, yo también lo amo, entonces me siento tan feliz. Y dejo de vivir la vida, y él y yo nos suspendimos en un beso… Y todo se convierte en una historia que debo contar. Dejé de verlo, dejó de verme. Porque incluso ahora, mi vida con y sin Yuu se siente como antes, y no sé si hemos perdido la realidad, o si dejamos de existir. Pero es sólo que yo dejé de existir para hacerlo infinito a él. Eso a lo que llaman amor es un enfermedad, así que Yuu tomó mi corazón enfermo de amor. A cambio, yo tomé el último respiro de su vida Y simplemente me mató. La realidad es que intento llenar y ocultar, mi propio espacio vacío.

Notas finales:

Aquellas insondables pupilas, como el cielo y el océano, se reflejaban en el infinito...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).