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Memorizing Mnemonics por 94950239

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Notas del fanfic:

¡Hola! Después de tanto tiempo volví con este fic. Es muy bobo y lindo y no sé, lo tenía traducido en un 80%, cuando encontré un hueco libre en mi tiempo, lo terminé. Perdón si hay errores, solo tuve tiempo de releerlo y corregirlo una vez. Les aviso por aquí que estoy en un "semi-hiatus" (todavía no me acostumbro a la estresante vida de facultad).
Comenten, critiquen, rían y amen tanto al bobo!Kaisoo (o fluff) como lo amo yo. <3

 

http://happyvirusyeol.livejournal.com/ >Aquí están todos mis fics traducidos

Title: Memorizing Mnemonics
Autor: uberchrome
Link fanfic original (inglés): http://uberchrome.livejournal.com/4699.html
Genero: Fluff
Pareja: KaiSoo (Kai / Kyungsoo)
Largo: Oneshot

Resumen:

Hay tres cosas que Do Kyungsoo no puede soportar: Kim Jongin, los exámenes y Kim Jongin molestándolo durante los exámenes.

Hay tres cosas que le gustan a Do Kyungsoo: Las maratones de pororo, el dormido Jongin, y los 9s escritos en rojo sobre sus hojas de examen.

Hay tres cosas que Do Kyungsoo usa para estudiar: Resúmenes, resaltadores y mnemotécnica. (*)

Hay tres cosas que Do Kyungsoo aprendió una semana antes de los exámenes: Es propenso a ahogarse con fideos, Kim Jongin es un bastardo y él, está enamorado de dicho bastardo.

 

 

Hay tres cosas que Do Kyungsoo no puede soportar: Kim Jongin, los exámenes y Kim Jongin molestándolo durante los exámenes.

Ahora, antes de que lleguen a la conclusión de que cierto ojos de búho, de diecinueve años, es un friki; escuchen. De por si, a él no le gustaba estudiar. Solo, simplemente, admiraba su colección de nueves escritos en rojo sobre sus hojas de examen. Do Kyungsoo siempre esperaba ver esos bienvenidos dígitos.

Aparentemente; Kim Jongin, su compañero de cuarto, no compartía el mismo sentimiento. Con su record de clases salteadas y calificaciones descuartizadoras, Kyungsoo era dolorosamente consciente de que le chico con cabellos azabache, no se sentía tan atraído por los lindos nueves de la misma forma en que él lo estaba. No le importaba esto, no del todo. Piensa que todos deberían hacer su vida y después vivir felizmente para siempre, en una isla compuesta de besos dulces y malvaviscos.


Sin embargo y de nuevo, Kim Jongin no lo creía así.

Eso le irritaba más que cualquier otra cosa en el mundo en todo su conjunto.


—And it hurts, and it hurts so bad—. Temblaban en la habitación las voces melodiosas de Shinhwa, pero se detuvieron por completo cuando Kyungsoo golpeó la radio. Y como si decidiera que eso no fuese suficiente, sostuvo en sus brazos la caja de música ruidosa y la lanzó fuera, por la ventana.

—Así está mucho mejor— Una sonrisa agraciaba sus labios mientras hacía sonar sus hombros, antes de volver a sus deberes.

— ¿Acabas de lanzar eso por la ventana? ¡Esa era mi canción, Hedwig! — Jongin detuvo la sincronización en sus labios y abrió sus ojos. En esos oscuros orbes se encontraba una obvia mirada de de incredibilidad.

Entre apretados dientes, Kyungsoo exhaló. —Mi. Nombre. No. Es. Hedwig.

—Sin embargo tienes sus ojos.

— ¿Y? Eso no me convierte en Hedwig—. Razonó mientras evitaba mirar a su compañero porque..., hombre, el sudor y Jongin no son una saludable combinación.

—Lo hace—. El chico saltó en su cama y, reverentemente, rasgueaba una guitarra imaginaria. Kyungsoo a veces se preocupaba por él.

—No lo hace-ah, fuera de aquí. Esto es estúpido, tú, no tienes sentido—. Tomó al menor de su delgada muñeca y lo echó fuera del dormitorio. —Ve a ser estúpido a otro lado—, le ordenó cerrando fuerte la puerta en frente del desconcertado Jongin.

Apoyando su cabeza en el marco, Kyungsoo dio un vistazo a su mano izquierda (la que usó para tocar al chico) y calculó cuanto tiempo se podía tardar sin lavarla. Para siempre, sonaba como una buena idea.

Estas siendo ridículo, se regañó a sí mismo y trató de volver a lo que estaba (obviamente, sin hacer uso de su mano izquierda).








Al inicio, solo estaban Do Kyungsoo, su colección de nueves, las noches de películas los viernes, una gran cocina y un solo dormitorio, todo para él. Era feliz, libre del estrés y su corazón estaba completo, gracias al cielo.


Pero de pronto, cierto chico flaco y bronceado, de dieciocho años, decidió entrar en su Universidad y rentar un dormitorio; por supuesto, el de Do Kyungsoo era el único disponible para compartir. En contra de sus sentimientos personales aceptó y Jongin se mudó con él, causando que se preguntase si alguna vez en su vida pasada, había matado a un rey para merecer algo como esto.

Así que ahora estaban Do Kyungsoo, Kim Jongin, la disminución de calificaciones, los viernes de Pororó (los sábados también, de hecho, todos los días), una cocina media quemada y un dormitorio estrecho, decorado con los suéteres, las medias y remeras usadas de Jongin. Kyungsoo con su lavarropas, detergente y suavizantes no se quedaban atrás.

Damas y caballeros; Debería presentar a dos adolecentes.
Uno era indiferente y el otro estaba enamorado.







Al contrario del cliché “No sé cuando fue que me di cuenta que estaba enamorado” que se usa como una excusa, Kyungsoo ha sabido el exacto ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Que (carajos)? ¿Dónde? y el ¿Cómo? de sus sentimientos.

Todo pasó en una noche de miércoles (el 31 de Octubre, a las 9:32 pm para ser exactos). Era consciente de la hora porque el reloj se encontraba detrás del televisor grande, donde la figura del pingüino bailaba. Más temprano, Jongin había propuesto una maratón de Pororó junto a él, a cambio de haber limpiado el cuarto y el living. Pensando en que era un acuerdo justo y que no dañaría a nadie, aceptó y así fue como terminó, hecho un burrito entre las sabanas cálidas en el sillón.

—Quiero dormir ahora, me voy Jongin—. Se excusó cuando estaba a medio camino de levantarse. Pero así como él estaba por saludar a su compañero de cuarto (con quien, a regañadientes, desarrolló una debilidad), con un “buenas noches”, se encontró la cabeza del mismo descendiendo hasta su cuello con los ojos cerrados. Este tirano, en serio. En lugar de volver a su cama y comenzar roncar, suspirando, se dedicó a mirar al chico desplomado.

El menor roncaba suavemente pero eso no le importó. Su mandíbula ancha, ojos cálidos y expresión calma lo compensaron. Señor, no me dejes caer en la tentación. Rezó cuando sus labios se movieron involuntariamente cerca de los rosaditos del más chico.




Oh mi dios, estoy enamorado ¿verdad? Y como si fuera posible, sus ojos se hicieron más grandes. Desistió de dejar un Playful Kiss en el chico (realmente debería cortarla con todos los dramas Coreanos). Jongin lloriqueó y una leve gota de baba se deslizó por el lado de su boca. Nunca había visto algo tan tierno y sintió una fracción de su corazón partirse en más fracciones y abrirse para dar lugar a un frágil y altanero chico de dieciocho años. Allí, hay un espacio especial en su corazón para Kim Jongin.

Lo que él no sabía en aquel momento, es que no se trataba solo de una fracción. Así como las hojas cambian de color y las estaciones pasan junto con variados momentos y estados de ánimo, el corazón de Kyungsoo haría más espacio para Jongin y los fuertes sentimientos que le provocaba.







—Clase terminada. Solo vayan y, de verdad, estudien algo para los exámenes de la siguiente semana—. El Sr Bae agitó su mano desinteresadamente. Kyungsoo salió de la clase junto con los otros absorbentes estudiantes. Su mente ya estaba enjambrada de estudio y técnicas de memorización para hacerlo mejor esa vez. Estando tan metido en sus propios pensamientos, no se percató del brazo descansando en sus hombros, hasta que una fuerte voz gritaba en su oído, tierra a babysoo.

Park Chanyeol. El medio humano, medio perro y el más gritón de sus clases. También es uno de los confidentes de Kyungsoo y el amante de cierto hombre llamado Byun Baekhyun. Hasta ahora, es el espécimen más alto que alguna vez haya visto.

—Ah, hola, Chanyeol.

— ¿Qué cuentas? —, lo saludó con su tradicional y entusiasta tono de voz. —Oye, ¿Qué te está molestando?

—Exámenes—. El más bajito respondía mientras trataba de mantenerse derecho con las largas extensiones de su amigo sobre su espalda. No era fácil de encajar pero lo intentaba.

—Inténtalo con la mnemotécnica. Baekhyun, mi amor, me enseñó cómo y, verdaderamente, me ha ayudado mucho—. Y ahí estaba, la sonrisa de Cheshire por la que es tan conocido. Un par de estudiantes que caminaban cerca, mantenían su distancia. En nombre de su amigo, su sangre empezó a hervir, debido a su sensibilidad. Ciertamente, Chanyeol es una de las más buenas y modestas personas que jamás había conocido.


—Lo harás, ¿verdad? Eso sería fantástico-

— ¡Chanyeollipop! —, desde Marte, rezongó el sonido de la voz de Byun Baekhyun. Kyungsoo automáticamente se alejó un paso, porque sabía demasiado bien que era lo que pasaría si Baekhyun y Chanyeol estaban sin tocarse a una cierta distancia uno del otro. Eso era pecado.

Y como prueba de su punto, un gruñido de disgusto escapaba de sus labios cuando la pareja empezó a chuparse las caras una de la otra justo en frente suyo. No lo tomen a mal, le agradaba Chanyeol y sus extrañas maneras de ser. También le gustaba Baekhyun y sus meticulosos métodos. Pero no era exactamente apetitoso, ser el testigo de sus mejores amigos haciendo algo que debería hacerse con las luces apagadas.


—Tal vez en otro momento, cuando ya no estés tratando de aspirar la lengua de Baek.




De acuerdo con Wikipedia, la mnemotécnica es acerca de asociar palabras y términos con una ayuda visual o una frase reconocible y fácil para memorizar. Como ‘Rodolfo Narizotas Amo de Verdad a Azucena el Año que la Vio’ para los colores del arcoíris; rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta. La sonrisa en su rostro, mientras con sus dedos exploraban hacia abajo la pagina de Wikipedia, estaba cerca de ser idéntica a la maniaca sonrisa de Chanyeol, esa que ponía donde sea que su novio estaba cerca. Si podría sacar esto bien, de verdad sería demasiado útil para sus calificaciones.


—Hyung, tengo hambre. Vamos a comer afuera—. Jongin resopló desde el sofá, rompiendo su concentración.

—No ahora, Jongin. Estoy ocupado—. Respondió sin mirar fuera de la pantalla rectangular. Trataba de sonar como una madre amorosa con poco tiempo y demasiado para hacer.

— ¡Pero has estado pegado a esa pantalla tres horas y veintisiete minutos! —, exclamaba el más chico sacudiendo sus brazos como un niño, para después recuperar su orgullo acotando. —No es como si hubiera mantenido la cuenta o algo.

El murmuro incoherente provocó que Kyungsoo sonriera y se apartara del escritorio. Se puso a observar la desordenada habitación y suspiró. El sabía que debía seguir diciéndole que no y continuar con sus estudios, así Jongin podría limpiar la casa más tarde, pero no lo hizo. En el sofá, el chico estaba sacando sus labios hacia afuera suavemente (tiende a hacer eso cuando está molesto), y ambos sabían que Kyungsoo no se resiste cuando le hace eso.

—Esta bien, ¿A dónde quieres ir?







— ¿Qué piensas del Ramen que sirven aquí?

Kyungsoo, estando demasiado metido en las tan conocida teorías de las ciencias ambientales de Lemark, respondió en shock — ¡La teoría de la necesidad!

Jongin tuvo el impulso de querer golpear su propia cabeza contra la mesa, pero se detuvo a si mismo porque sería vergonzoso hacer eso en medio de un restaurante de Ramen. Estar con alguien como el más bajo era mucho más difícil de lo que parecía. — Relájate hyung y disfruta de tu comida. No vas a morir si no memorizas esas cosas.

— ¡Pero el examen es la semana que viene! — Sentenció.

—Y tú comida está en la mesa, así que aliméntate. —La voz del menor se volvió autoritaria mientras apuntaba al recipiente en frente de su compañero. Kyungsoo cumplió y comenzó a rellenar su garganta con comida.
—Se cuidadoso, te quemara la-
— ¡Caliente! ¡Caliente! ¡Ayuda! ¡Caliente!

—Lengua—. Terminaba de hablar y le daba las servilletas que estaban en la mesa al protestón. Entonces cayó en la cuenta, Kyungsoo se quemó la lengua, no derramó agua. Y el mayor tendría que estar desesperado porque no se dio cuenta de que es lo que el chico de pelos azabache le dio hasta que sintió el algodón en la sequedad en su lengua. Tímidamente, Jongin le brindó un vaso con agua. —Lo siento por eso, Hyung.

—Está bien—. Una vez que tomó lo suficiente y su lengua ya no se sentía como si la hubieran planchado, decidió complacer al menor. — ¿Sabes qué? Solo comamos.


Es un hábito de ellos; comer en silencio. Do Kyungsoo siempre ha tenido la creencia de que comer es un arte que cualquiera debería aprender a apreciar. Por esa obstinada costumbre, de alguna manera arrastró a Jongin por el buen camino y le enseñó que los sofás no fueron hechos para actuar como mesas y que uno nunca debería cenar en frente del televisor.
Jongin sonreía al recordar esos momentos dolorosos, de pellizcadas y guerras de almohadas solo para sacarlo del sofá o de la cama. De debajo de sus pestañas, le robó una mirada rápida al mayor, quien se encontraba alimentándose enérgicamente, como si fuera que le quitarían la cena en cualquier minuto.

—Eres lindo, Kyungsoo.

El calor se deslizó desde la base de su cuello hasta sus orejas y mejillas, pero a penas lo sintió porque su garganta de repente se cerró, causando que escupa una cadena de fideos. Las manos de Jongin le dieron el agua a Kyungsoo gentilmente. Tomó el vaso con sus temblorosos dedos y bebió todo de una. Jongin me dijo lindo. Jongin me dijo lindo. Jongin me dijo--

—Te sigues atragantando. Me retracto de lo que dije; no eres del todo lindo—. El chico de piel bronceada se recostó sobre su silla confortablemente, acompañado de un brillo de comicidad en sus ojos. Pero el mayor seguramente no lo notaba, por esa mirada que le estaba dando a Jongin, que le provocó querer dejarse caer en sus tobillos y hacer caras tontas solo para que Kyungsoo sonriera de nuevo. Se veía tan dolido que las manos de Jongin casi se mueven para tomar el rostro ajeno. Casi.

—Soy lindo—. Rió temblorosamente el bajito y evitó el contacto entre sus ojos. A Jongin le cayó un baldazo de agua fría. La última vez que Kyungsoo rió así, fue cuando falló en algo el mes pasado. El ríe así cuando esta herido. Quería pedirle disculpas pero ya era demasiado tarde porque el contrario se encargó de cambiarle de tema.

Se preguntaba cuándo iba a logar que su mensaje llegase sin que se malentienda.










La primera frase mnemotécnica que Kyungsoo aprendió, apareció cuando estaba preparando el almuerzo en la cocina. Un tendal con estampado de flores, estaba atado alrededor de su cintura y se sentía a gusto sabiendo que estaba rodeado de ollas, sartenes y varias recetas. Tarareando Hurt de Shinhwa en voz baja mientras trataba de obtener el sabor perfecto para la salsa de espagueti, recordó las evidencias de la evolución: los registros fósiles, desarrollo embriológico, datación radiactiva, Bioquímica y genética.

Solo entonces, Jongin salió de la ducha. Su cabello mojado, su cuerpo húmedo y todo sobre él gritándole tentación. Kyungsoo desvió la vista tragando su saliva. A la vez, todo fue “Fuck Everything DownRight Bloody and Gore”. (A la mierda todo completamente con sangre y gore).

Probablemente no tenía ningún sentido pero, lentamente, se dio cuenta que algunas cosas que se van a la mierda, terminan muertas y fosilizadas. Todo lo humano o forma remota de mamífero comienza como embriones, luego se desarrollan. La persona correcta no siempre será aquel con el que estas saliendo y ver a tus donantes originales de la genética (tus padres), haciendo el “acto”, es bastante Gore (Fuerte; aterrador).

— ¿Jongin? — Observó al mencionado de nuevo, quien ahora estaba secando su cabello con una toalla. —Gracias.
— ¿Por qué?

Kyungsoo no dijo nada y mientras revolvía la salsa naranja, pensaba que porque fuck everything down right bloody and gore.






Solo quedaban cinco días más, antes del primer día de exámenes y Jongin no ha hecho nada más que dejar de caminar para ver a Kyungsoo donde sea que lo encontraba alrededor del campus. De todas formas, eso es lo que hacía independientemente de su tiempo y condiciones. Había estado observando a Kyungsoo desde que empezaron a vivir juntos en el mismo dormitorio y hasta ahora, el menor sabía cosas, que seguramente el chico ni sepa por sí mismo. Y tal vez no lo admitía completamente, pero no puede negarse el hecho de que Do Kyungsoo y sus ojos grandes lo intrigaron y encariñaron.

— ¡Luhan-hyung! ¿Quién es ese? —Apareció Sehun, a quien Jongin no le sentía agrado (piensa que es demasiado mimado y malicioso), así que permitió al joven de diecisiete años ser mientras continuaba observando a Kyungsoo que estaba sentado afuera; debajo de un gran árbol, leyendo sus notas. Particularmente ese día, él se veía bien.

—Ese es Kyungsoo. Es un año mayor que nosotros. —Respondió el chico de cabellos de miel en un coreano acentuado.

Las orejas de Jongin reaccionaron ante la mención del nombre de su compañero y se acercó, discretamente, claro. Era sospechoso que haya otro chico preguntando sobre Kyungsoo.
—Oh, se ve tierno—. Elogió Sehun y en la boca del estomago de Jongin zumbaba un extraño sentimiento. Se revolvía en sus entrañas y provocaba que sus nudillos se aprieten de manera involuntaria.

Por supuesto que Kyungsoo es lindo. En realidad más que eso. Lo pensó, pero no lo dejó salir. Él apreciaba esa lindura que poseía el chico, pero tener a otros mirándolo cariñosamente y tomando interés por él, hacía que se pusiera rojo. ¿Tal vez debería empezar por bloquear al mayor de la vista de los demás? Eso funcionaría.

— ¿Está soltero? —Sehun cavaba profundo su propia tumba. Jongin consideró la idea de ir y comprar una máscara negra para que Kyungsoo la usara (eso claro, después de enterrar vivo a Sehun).

—Supongo. Nunca lo he visto con alguien más que sus amigos y Jongin. Tal vez deberías ir y preguntárselo a él—. Sugirió Luhan y el chico de piel bronceada se encontraba más que preparado para cometer un homicidio.
Pero entonces Sehun saltó en frente de él y estaba con las mejillas rosas, los ojos y el cabello tan brillantes que casi le causa a Jongin entrecerrar sus parpados. Esa sonrisa es cegadora y eso le enfermaba hasta los límites. No podía soportar a este chico pegajoso, pero recordó una de las reglas de oro de Tao (una de las que se mantenía diciendo hasta que Jongin la memorizara); conoce a tu enemigo.

Así que, forzó una sonrisa y le habló entre sus apretados dientes — ¿Cómo puedo ayudarte?
—Me preguntaba si me podrías presentar a Kyungsoo.

Se sorprendió a sí mismo después de escuchar las palabras que se deslizaron de sus propios labios —Seguro, sería un placer.







No era como si fuera a darle a Kyungsoo tan fácilmente.


Puede que Jongin no sea un genio pero es lo suficientemente inteligente para saber qué hacer con Oh Sehun y su enfurecido enamoramiento que, para su decepción, parecía crecer cada día más. A veces se daría suaves golpes mentales en su espalda por no haber destruido la vida de Sehun aún. Donde sea que, este chico de cabellos color caramelo, veía a Kyungsoo comenzaba todo como, ¿no es adorable? Oh dios, ¿puedo casarme ya con él? O ¿Kyungsoo, por qué eres tan perfecto?


Todos los días, Jongin tenía que recordarse a sí mismo que estaba haciendo esto para alejarlo lo más posible de Kyungsoo. Lo intentaba y solo dios sabe lo mucho que lo ha intentado. La primer tentativa fue de proporcionar cosas no tan buenas acerca de Kyungsoo (pueden ser negativas, pero Jongin aún las encuentra adorables), con la esperanza de que Sehun se hiciera hacia atrás con eso.

Desafortunadamente, el plan falló, provocando que el menor se emocionara peor con el bajito, llamando a sus imperfecciones tiernas y únicas.

Cuando el Plan A falló, procedió al Plan B que involucraba el difamar al mismo Sehun.


—Tengo un compañero que se hurga la nariz en público—, Jongin había chismorreado una noche.

— ¿Enserio? Eso no es muy bueno—. Kyungsoo agitó su cabeza y continuó rebuscando a través del escritorio cubierto de papeles y post-it.

— ¡Lo sé! Su nombre es Sehun, él tiene un ceceo—. Había algo en la voz de Jongin, pero no se percató esa vez.

—Eso es muy malo; espero que la gente no lo moleste por eso—. Suspiró y miró a Jongin de una manera que provocaba al último, que mirase hacía su regazo avergonzado. Donde sea que Sehun le estaba dando la espalda, su voz sería siempre la más fuerte cuando se trataba de imitar la manera en que el menor decía dieth, clathses, texthos. Con el mayor mirándolo tristemente, no se siente tan culpable acerca de su actitud juvenil. No del todo.

Notando que Kyungsoo estaba demasiado ocupado como para prestar atención al plan B, empezó a formular su plan C.








Kyungsoo estaba dando su mejor esfuerzo para crecer en un mar de notas, términos, definiciones y mnemotécnica. Para él, la semana de exámenes siempre fue la parte más difícil de cada semestre. Hay veces, como cuando resaltaba una oración en un libro, que se preguntaría en un primer lugar, por qué se estaba esforzando tanto. Su curso principal era la medicina y no era realmente una necesidad estudiar sobre las diferentes capas de la tierra.


Después de todo, no se necesita aprender donde se coloca el horizonte O cuando estas liderando una cirugía de corazón o algo. No es vital, pero aun así lo intentaba, solo porque podía y, por qué no aspirar a la cima cuando se tiene la oportunidad, ¿verdad?

A pesar de que este hombre pueda estar ocupado con trabajos de escuela, no era del tipo que bloquea todo su entorno. Solo porque su nariz está metida entre páginas de un grueso libro no significa que el no pueda percatarse de cómo, últimamente, Jongin ha estado un poco más nervioso cerca suyo. A Kyungsoo no le gustaba. Hacía que se sintiera inquieto.


¿Mencionó que encontraba molesto por cómo es que Jongin seguía murmurando Sehun, Sehun, Sehun?


Kyungsoo se estaba afligiendo por esto mientras metía los dulces favoritos de Jongin en su carro. Es viernes y los Viernes existen para hacer mandados, el menor generalmente lo acompañaría (siempre sería el más ansioso por esto), pero cuando le había preguntado más temprano, Jongin lo rechazó diciendo que había algunas cosas en las que tiene que trabajar. Parecía tan concentrado en una sola hoja de papel que Kyungsoo ni se molestó en preguntarle por qué esa hoja seguía en blanco y solo salió silenciosamente del dormitorio.

Una fuerza golpeó contra su carrito y cuando Kyungsoo observó; deseó que no lo hubiera hecho. Es un chico con un carrito lleno de cosas. Su lengua se veía como si no pudiera volver a su lugar. Y había una cursi sonrisa que le decía que este chico es el Sehun del que Jongin siempre estaba hablando. Las personas como él son notables.
— ¡Hola! Tú debes ser… Kyungsoo, ¿verdad? —El individuo llamado Sehun era un poco, muy burbujeante para su gusto.
Asintió, inseguro sobre qué hacer con Sehun. —Soy yo, ¿Jongin te contó sobre mí?
— ¡Lo hizo! Siento como si ya te conociera personalmente—. Rió el más alto y Kyungsoo lo hizo también, solo por cortesía. —De todas formas, mi nombre es Sehun.

Comenzó a caminar despacio, esperando (no realmente) que Sehun lo siguiera. Así pasó. —Ah, entonces tú eres ese sobre el que Jongin no deja de hablar.

— ¿Qué te dijo acerca de mi?
—Que eres agradable y realmente divertido, además de ser un buen amigo—. Mintió. No creía que sería apropiado mencionar eso de que se hurga la nariz.

—En verdad no—, se sonrojó el chico y trató de ser modesto. Más para la decepción de Kyungsoo, el más chico seguía hablando sobre nuevos temas mientras movían sus carros hacia delante, haciendo pausas para conseguir algunos artículos de aquí o de allá. Sehun en realidad no era del agrado de Kyungsoo; es demasiado ruidoso, demasiado optimista, demasiado todo para Kyungsoo. Si no fuera el amigo de Jongin, se hubiera hecho alguna escusa ridícula, solo para escaparse de allí inmediatamente.
A decir verdad y normalmente, no era así. Podía que sea educado y respetuoso, pero de alguna manera, no era capaz de forzarse a sí mismo para mostrar alguna forma de simpatía hacia una persona que a Jongin podría gustarle. Llámenlo amargado, celoso, o incluso posesivo; no importa. A Jongin le podría gustar Sehun, así que a Kyungsoo podría no gustarle Sehun.



Incluso cuando llegó a casa tres horas después, la mirada de Jongin seguía enfocada en el vacío pedazo de papel. Probablemente no había notado a Kyungsoo si no le hubiera mencionado. —Me topé con Sehun hoy. Literalmente.

Como si hubiese dicho la palabra mágica para romper el hechizo que hacía que Jongin estuviera ciego, su cabeza se levantó y ahí llegaba la avalancha de pregunta tras pregunta. — ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Te dijo algo? ¿Te hizo algo? Dime que no. ¿Qué es lo qué te dijo? ¿Por cuánto tiempo estuvieron juntos? ¿Estuviste fuera del alcance de su mano? Dime que no lo tocaste.

Kyungsoo desearía que sus mejillas no estuvieran tan rojas como las sentía. Estaba horrorizado, pensando en lo que Jongin sentía fuertemente por esta persona, Sehun. “Escupió” todas sus respuestas, sorprendiéndose a sí mismo y a Jongin. —No te preocupes. No lo toque. Él era el que alargaba la conversación y no creo que tengas que preocuparte por tu novio. Parece quererte mucho.
Con la rabia lo suficientemente caliente como para quemar el dormitorio, Kyungsoo se fue hacia su habitación. Dejando atrás a un sorprendido Jongin que miraba su espalda como si se estuviera prendiendo fuego.




—Así que, la única similitud entre la teoría de Lamarck y Darwin es la teoría de los caracteres adquiridos y la variedad, ¿es correcto o está mal? —Baekhyun observaba por encima de los hombros de Chanyeol para mirar las anotaciones de su novio.

—Solo estoy seguro de Lamarck. No estoy seguro de la de Darwin. Me preguntaba si lo copié mal. Seguramente lo hice—. Chanyeol se encogió de hombros y Baekhyun se acurrucaba contra el brazo de Chanyeol de manera cariñosa. Kyungsoo imitó ruidos ahogados en frente de ellos.

—Me estan haciendo enfermar—. Gimió golpeando su cabeza sobre de su cuaderno.

— ¿Pasó algo?

Chanyeol se acercó. —Sin ofender, pero te ves arruinado.
—Es Jongin—, confesó. —Esta ese chico que puede gustarle.

—Este es un serio síntoma de una esposa celosa—. Chanyeol imitó la voz de un hombre viejo y Baekhyun reía, solo como siempre lo hacía. —La única cura sería follarse a Jongin tan pronto como sea posible.
—Córtenla ustedes dos. Solo estoy preocupado, eso es todo.

— ¿Preocupado de que alguien tenga a Jongin primero?
— Tiene un buen trasero—. Agregó Baekhyun.

—No sé qué hacer. ¿Qué si Sehun lo consigue primero? —Gruñó Kyungsoo y agitó su cabeza.
Ni el mismo podía creer lo que estaba diciendo. —No debería estar molesto, ¿verdad? Debería concentrarme solo en estudiar.

Fue en ese momento, cuando Baekhyun descansó su cabeza sobre los hombros de Chanyeol, que Kyungsoo escuchó la cosa más inteligente que alguna vez oyó decir al mayor. — ¿Entonces? Tener las notas perfectas no se compara con tener a alguien con quien estar. Puedes ser el mejor pero cuál es el punto si la persona con la que quieres compartir tu alegría, ¿no está allí?

Ninguno habló después de eso. Baekhyun y Chanyeol siguieron con sus estudios y Kyungsoo, se mantenía mirando hacia la ventana. Afuera, el viento seguía dando con las ramas, moviendo sus hojas como si hubiera encontrado algo sagrado. Todo era más vibrante bajo la calidez que cubría la luz del sol. Inspirado por las palabras de Chanyeol y la verdad detrás de ellas, Do Kyungsoo tomó una decisión que podría o podría que no, determine su estado civil.





Su plan era seducir a Jongin. Aquella era una de esas cosas que son más fáciles de decir que de hacer.
El nunca tuvo un cuerpo-para-morirse, pero no le importaba mientras entraba a su cuarto después de correr afuera durante más de dos horas. El sudor hacía que la camisa de algodón de color gris claro que llevaba puesta se aferrara a su piel reluciente. Horas de estar bajo el sol de alguna manera enrojecieron partes de su dermis y estaba respirando dificultosamente.
Jongin es consciente de todo eso cuando levantó la vista de su libro.

— ¡¿Estás estudiando?! —Kyungsoo era incapaz de enmascarar la mirada de sorpresa de su cara.
Jongin podría haberse ofendido, pero no realmente. — ¡¿Estás haciendo ejercicio?!

—Solo necesitaba un pequeño descanso antes de volver a estudiar. Mañana es el primer día, ¿no? —Caminó y se dejó caer al lado de Jongin, en el sofá.

Jongin asintió e hizo su mejor esfuerzo para no comer con la mirada al más bajo por cómo se veía en ese momento. Tragaba saliva cuando sintió una agitación caliente, que no debía sentir, hacia su compañero de cuarto. Kyungsoo sentado a su lado, no hacía las cosas más fáciles tampoco. — ¿Necesitas ayuda?

—N-no, estoy bien. Gracias—. Jongin no debería haber tartamudeado pero lo hizo, y logró que Kyungsoo sonriera levemente.

—Tienes un pedazo de papel en tu cabello—. La mano del contrario se acercó para sacarlo del cabello de Jongin. Cuando sus dedos acariciaron sus hebras, tembló. Podía sentir al mayor respirar cerca de su oído y eso llenaba su mente con pensamientos que serían considerados para mayores de edad. Quería besar fuera las luces del día de Kyungsoo más que nunca.




Esa noche, no durmió. Debería haberlo besado cuando tuve la oportunidad.

Esa noche, Kyungsoo cayó dormido con una sonrisa en su rostro. Por lo menos estoy un paso más cerca.





Suspiros aliviados, conversaciones bajas con respecto a las respuestas, paginas volteadas, raspados de sillas y pasos ansiosos haciendo eco dentro de la sala de clase. Esta era una escena que podría ser encontrada en cualquier lugar en el mundo. Más a menudo que nunca, los primeros minutos justo después del examen son, probablemente, los momentos más enfermantes de nervios que uno podría vivir.

Estuve mal en el múltiple choice, en la pregunta cincuenta.

Escribí la respuesta correcta pero la remplacé porque no estaba muy seguro.

El Sr. Bang es bastante exigente cuando se trata de composiciones. Espero que esté un poco bien esta vez.

Seriamente pienso que podría suspender esta.



Aquellas líneas eran arrastradas después de que los estudiantes se retiraban. Kyungsoo se apoyó cómodamente en su silla, agradeciendo a Dios por Chanyeol y la mnemotécnica. Estaba bastante seguro con sus respuestas, tanto como para ciencia ambiental, como para el examen de inglés. Con la ayuda de la mnemotécnica y las asociaciones; prácticamente memorizó todos los términos y hechos más necesarios. Como upbraid en inglés le permitía acordarse de trenzas y otros cuantos peinados, como Mohawks y cómo se les regañó a los adolescentes con mohawk. Upbraid debería ser reprendido o descartado.

—Estoy que muero de hambre. Vamos a buscar algo bueno para comer—. Ofreció Chanyeol, acompañado del leal Baekhyun. Su mochila ya colgaba de sus hombros.

—Vamos a buscar algo divertido para celebrar, aunque sea solo el primer día. Las recompensas nunca pueden hacer daño.

Kyungsoo estaba a punto de responder cuando una voz familiar y dolorosa lo llamó por su nombre.






— ¿Dónde está Sehun? —Jongin nunca pensó que estaría preguntando eso, pero con la ausencia del tipo pegajoso después de los exámenes, no pudo evitarlo y ponerse curioso. Era algo inusual para Sehun el no estar fastidiándolo.

—Ah, se fue—. Respondió Luhan, metiendo una lapicera en su mochila. —Va a confesarse hoy a ese tal Kyungsoo. Seguía murmurando acerca de que era muy tarde o que te estaba llevando mucho tiempo. Dijo que lo haría a su manera.

Aquella respuesta causó que Jongin desapareciera de la clase tan rápido como pudo. Luhan miró al lugar vacío que el menor dejó, asombrado de cómo el amor puede mover a Jongin para hacer algo como eso. En los diez meses que lo conoció, siempre ha sido un poco secretivo, de una manera en la que se mantenía a sí mismo como él mismo.

Y no se necesitaba un genio para darse cuenta de que la manera en que actúa Jongin sobre Kyungsoo es dudosa. Luhan sabe cómo se siente el bronceado; es un observador clásico. Él solo eligió no reaccionar cuando Jongin se acercó a Sehun para llevarse al chico con pelos de ratón lejos de Kyungsoo.

Y ahora el universo decidió que es el momento perfecto para que estas almas encuentren descanso una de las otras. Arregló sus cosas y salió del aula, completamente alegre de que ha sido testigo de una historia de amor que se desarrolló desordenadamente. Cruzó los dedos, deseándole a Jongin buena suerte y recordándose a sí mismo de comprar una caja de pañuelos para Sehun.




De verdad me gustas, la repentina confesión de Sehun dibujo un enorme signo de interrogación en la mente de Kyungsoo.

Después de preguntarle educadamente si podía tener un poco de tiempo privado con él, Sehun lo llevó hacia la parte más tranquila de los jardines del campus, con las manos detrás de su espalda y temblorosas. Las manitos de Kyungsoo estan dentro de sus bolsillos, y sus cejas estan hacia arriba, cuestionándose algo que necesita una respuesta inmediata.

—Creo que eres muy agradable y adorable y, realmente, ciertamente, asombroso. Probablemente no te conozco tan bien. Pero si me das la oportunidad entonces me gustarías mejor que como lo hago ahora. Lo siento si estoy diciendo esto de golpe, solo me siento muy nervioso porque yo, tu sabes, diciendo estas cosas. Oh dios, esto es realmente vergonzoso—. Kyungsoo piensa que las palabras de Sehun pueden rivalizar la velocidad de la luz. ¿Es un rapero de medio tiempo?

—Entonces, ¿Qué piensas? —. Después de tres minutos de inquietud y algunas miradas, finalmente le preguntó al chico congelado en frente suyo. No respondió. Kyungsoo se encontraba perplejo, sorprendido, con un toque de vértigo, porque esta era su primera vez escuchando algo como eso.

—Yo creo que si no dice nada, le comprare un anillo de diamantes. Porque tú sabes, creo que lo amo—. Es Jongin y esta agitado, como si hubiera corrido hasta Plutón ida y vuelta. Caminó hacia Kyungsoo quien deseó que Jongin parara, porque podría escuchar lo fuerte que su corazón latía.

También había una tribu de mariposas ansiosas golpeando contra las paredes de su estomago, que está amenazando con quemarse si Jongin hace más que sonreírle.

— ¿Qué carajos es esto? —Sehun dijo sarcásticamente y por primera vez, Kyungsoo concuerda con algo que Sehun había dicho.

—Mira, la razón de porque me acerque a ti es porque no quería que llegaras a ningún lado cerca de Kyungsoo—. Explicó el chico de pelos azabache y Sehun comenzaba a escuchar el sonido de un rompecabezas rompiéndose en su mente. La razón de por qué Jongin está tratando siempre de pintar a Kyungsoo en una forma negativa para él, por qué su tono de voz se vuelve suave cuando le habla a Kyungsoo, por qué está siempre ansioso por ir a casa justo después de clases, todo contribuía a la escena enfrente de él.

—Ah—, fue todo lo que pudo decir. Y se sentía como si le hubieran lanzado un balde lleno de acido, pero a Sehun no le importaba.

—Eres realmente agradable, Sehun—. Kyungsoo balbuceó. —Pero yo como que, más o menos, de verdad me gusta Jongin también, a pesar de que no sea igual de agradable.

—No me importa. Siempre y cuando Jongin te cuide, está bien—. Sehun se alejó del lugar, sonriendo una triste sonrisa. Pensó que la atmósfera se estaba volviendo algo tensa y el se encontraba emocionalmente inestable. ¿Alguna vez se te ha caído un martillo en el pie? El corazón de Sehun dolía como eso, excepto que es un millón de veces peor. Necesitaba hablar con Luhan acerca de esto.



— ¿Piensas que estará bien?

— Lo hará. Ahora, preocúpate de mí.

— Si, debería preocuparme acerca de dónde vas a sacar el dinero para comprarme un anillo de diamante—. Bromeó, codeando el lado del alto. Jongin sonrió y luego se detuvo. Miró a Kyungsoo y entrecerró los ojos.

—Tienes algo en tus labios.

Los dedos de Kyungsoo subieron para frotarlos. No podía lucir como un desastre enfrente del menor. —Espera, lo tengo—. Susurró Jongin, tomando la muñeca del bajito con sus manos y atrapando sus labios con los propios.

Kyungsoo siempre había imaginado como sería si él y Jongin alguna vez se besaban. Pensó que sentiría humo mágico detrás de sus extremidades; algo como lo que tuvo que sentir Cenicienta mientras bailaba toda la noche con el príncipe Eric, o como la Bestia se sentía cuando fue liberado del hechizo malvado. No era para nada como en las películas. No fuegos artificiales, nada de shocks eléctricos, e incluso las mariposas murieron.

Así como Jongin prometió un para siempre usando sus suaves labios, todo lo que Kyungsoo fue capaz de sentir fue confort. Era tan natural como respirar y se preguntaba cómo es que se lo había perdido. Es casi como si los labios de Jongin existieran para estar ahí. Y para Do Kyungsoo, este sentimiento podía aniquilar a cualquier cuento de hadas alguna vez escrito.







I’m eternally lost. Lost and all alone, and it’s your love that leads me home.*

Los parlantes estaban puestos en un volumen bajo y a Jongin le agradaba de esa manera. También le gustaba como la luz de las nuevas y compradas cortinas se encontraba contra la luz del sol en la mañana. El aire fresco recorriendo desde la ventana no era tan malo tampoco. Hacía ese momento perfecto. Era una de esas memorias que serían siempre recordadas, incluso cuando su cabello se vuelva de un salado-y-feo grisáceo.
Kyungsoo se encontraba medio denudo y su espalda al descubierto. Jongin se permitió a sí mismo el caer en la tentación de envolver la piel del bajito. Sus dedos largos y finos trazaron una serie de letras contra la carne que protegía la columna de Kyungsoo.

— ¿SMPS? ¿Es eso lo que estas escribiendo? ¿Es un término en mnemotécnica o? —murmuró Kyungsoo, todavía sin atreverse a mirarlo. Era la mañana después de su primera sección de hacer el amor y sus mejillas y orejas, estan rojas como el sombrero de Santa.

Siente la presión de los dedos de Jongin dejar su espalda, solo para que sean remplazados por los labios. El menor trazó SMPS una y otra vez usando sus cerezos, como si eso tatuara las letras permanentemente en la piel blanca de Kyungsoo. —Supongo que es la abreviación de ¿Serías Mío Para Siempre? SMPS es más fácil, ¿no lo crees?

—Creo que Serías mío para siempre es más fácil de memorizar.

—Entonces, ¿lo serás?
Kyungsoo se dio la vuelta para mirar al menor directo a los ojos. Es un embrollo de mejillas escarlata y labios temblorosos acompañados de una pastosa lengua, pero de alguna manera se manejaba para hacer que el corazón de Jongin se moviera de maneras que jamás había pensado lo haría. —Lo seré.




Hay tres cosas que Jongin no puede soportar: Perderse episodios de sus shows favoritos, cuando Kyungsoo cocina su comida menos favorita apropósito y los exámenes.

Hay tres cosas que le gustan a Jongin: Los ojos de Kyungsoo, las noches de Pororo y la boca de Kyungsoo en él.

Hay tres cosas que Kim Jongin usa para estudiar: Mnemotécnica (gracias a Dios para Park Chanyeol), marcadores, y cuadernos manchados con café.

Hay tres cosas que Kim Jongin aprendió un mes después de los exámenes:Kyungsoo es propenso a interrumpirlo cuando se está bañando, memorizar mnemotécnica nos es tan fácil como Kyungsoo hace que parezca, y que Kyungsoo es el único con el que no le importa pasar su tiempo para siempre.


End

(*) Una regla mnemotécnica es una oración corta y fácil de recordar que ayuda de manera artificiosa a relacionar palabras, con el objetivo de memorizar conceptos con más facilidad.
(*) Eternally Lost – J Lewis https://www.youtube.com/watch?v=dy4kbylm_zk (la versión original de “Angel”)


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