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El inicio de la Luna: Promesas. por Alice_alii

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Notas del capitulo:

HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

Despues de mucho tiempo, vuelvo a regresar, se los prometi hace mas de un año, ojala les guste, agradezco a todas por esperar, bien, sin mas que decir (estoy emocionada) disfruten de la lectura ^^

Por cierto, unas aclaraciones:

-la lectura del lado derecho en cursiva son recuerdos o flashback.

-lectura del lado izquierdo en cursiva son pensamientos

Ojala se entienda sino dejenme un review para ponerles/ explicarles.

Imagen del cap:

https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1450573315198392&set=a.1450564021865988.1073741838.100007372113810&type=1&theater

-Prométeme que me buscaras….

-te buscare, lo prometo…

-no te olvidare…

-ni yo a ti mi taka…

-fui tan feliz contigo….te amo…

-adiós, taka….

Poco a poco los cuerpos fueron desapareciendo, aquellas lucecitas rojas y moradas se unían en uno solo y bailaban con el viento, quien lentamente se las llevaba a cada luciérnaga, a cada pedazo de amor,  sentimiento que se les esfumaba de las manos a aquellos dos amantes destrozados…

 

 

 

Desperté de golpee, mi respiración estaba demasiada agitada como para calmarla en un segundo. Hoy de nuevo volví a tener ese sueño. Mismo lugar, los mismos acontecimientos y al final solo sé que quienes se demuestran amor eterno antes de partir, soy yo y el hombre misterioso de cabellos dorados como el sol…

 

 

 

“El inicio de la luna: Promesas.”

 

 

 

 Mi nombre es Takanori Matsumoto, mi vida a estado lejos de la presencia de mis dos padres. Mamá murió cuando nací “-no resistió el parto-“es lo que me dijeron. ¿Y mi padre? A él, yo no le importe, ni siquiera se dignó a darme su apellido. La única “familia” y digo familia, porque la verdadera abandono a mi madre cuando se enteraron de que me tendría. Esa persona que el apoyo fue la vecina, una mujer muy joven que solo a sus 20 años estuvo ahí todo el tiempo en vela para mi madre hasta que ocurrió mi nacimiento. Ella tan responsable me cuido sin dudarlo. Me ha dado todo en esta vida: educación, valores y el más importante, amor. Le quiero tanto, me ha enseñado tantas cosas que ni acabaría de enlistarlas.

Actualmente tengo 18 años, hace unas dos semanas  que los cumplí y desde entonces “casos extraños” comenzaron a sucederme. Cosas inexplicables ocurren a mí alrededor haciéndome sentir un loco. Un ejemplo suave que me ha pasado fue el sueño que hace momentos tuve. No conozco a la persona pero es tan atractiva, solo es mi imaginación sin embargo no niego tener curiosidad por saber quién es. Además de ese acontecimiento ya no tengo permitido salir, no es porque me haya portado mal sino que mi piel se ha hecho más delicada de lo normal. El medico dijo que mi piel es tan frágil que con solo un rose de rayos del sol podría crearme cáncer. Ya no salgo para nada en el transcurso del día, incluso para mi seguridad y para no aburrirme me cambiaron de escuela, ahora asisto a un colegio nocturno.

 “Esperanza Luna”, un nombre muy peculiar para una escuela. Solo tiene de un turno, que es de 1 a 8 pm. Siempre tengo que ir al pendiente de que los rayos solares no me toquen, “me voy por la sombrita” como bien dicen. Me han recomendado que mejor lleve una sombrilla pero me da flojera cargar y en las salidas me voy con toda la confianza pero como mencione antes, desde mis dieciocho años siento que me vigilan, que alguien desde los arbustos me observa, deben ser suposiciones mías aunque con cada día que pasa me siento más amenazado. 

 

__*__

 

Miro detenidamente a la ventana, la maestra comenzó  aburrirme, no era yo una persona a la que le importaba un cacahuate sus estudios, no, solo  quería distraerme un poco. No pasó mucho cuando de pronto visualice a una chica. La oscuridad de la noche me impedía ver su rostro pero alcanza a ver que vestía con un kimono corto color blanco. Figura delgada con faja celeste resaltando su cintura, colgando ahí mismo una katana. Un cosplay, fue lo primero en pensar. Regrese mi vista al frente, al cabo unos minutos después voltee a la ventana, me alarme al no encontrarla sin embargo me causa cierta molestia, no debería importarme pero me siento extraño.

De nuevo, a los pocos segundos, una nueva figura humana aparece sobre la copa de aquel árbol. Veo que camina muy confiado por aquella rama tan débil, parece no pesar pues la rama no mostraba indicios de romperse o siquiera moverse,  un paso más faltaba para ver su rostro, me niego a girar mi rostro para no perder vista de ese raro humano.

- ¡Takanori!  -me gritan. Doy de un salto, giro a ver y es la maestra que está enfrente de mí.

- ma-mande.-contesto nervioso, menuda suerte que tengo.

- se puede saber qué es tan importante haya afuera como para no ponerme atención.

- lo siento.- musito, nunca antes me habían gritado, bueno, llamado la atención. La maestra me da una última mirada fea y prosigue con su clase. Disimuladamente miro de reojo a la ventana, mas aquella persona ya no se encontraba ¿Quién era?

 

__*__

 

La jornada de clases termino sin más distracciones. Me quede unos minutos a conversar con la profesora que hace momentos me llamo la atención. Hablamos sobre mi distracción, que yo era un excelente alumno, etcétera, etcétera. Me despedí cortésmente con la mujer, para así tomar rumo a casa. Los pasillos daban miedo, son tan oscuros y tenebrosos que te provocan escalofríos, pareciera como si en cualquier momento fueran a sangrar las paredes. Camino encorvado por los pasillos desolados tratando de ignorar la atmosfera escalofriante. A lo lejos escucho pasos, tal vez de la profesora. Estos van en aumento provocándome voltear, mi corazón esta agitado, acababa de sentir un tremendo miedo. Al no ver nada prosigo con mi camino, el guardia se despide de mí y yo le respondo de la misma manera amablemente.

El camino a casa es largo mas no me incomoda al contrario me sirve de distracción. Miro mis pies mientras camino, pronto un charco de agua me hace ver el reflejo de la luna ocasionando que me detenga de golpe. Levanto la vista y miro a la hermosa luna resplandeciente como siempre, es tan bella.

- luna llena.-musito melancólico, conmovido, siempre me pongo así al admirarla.

Escucho de nuevo los pasos, a mi lado hay un parque, debe ser algún hombre o parejita de enamorados. Continuo con mi rumbo sin embargo cuando mi vista ve al frente me topo a lo lejos a una chica, mujer que con anterioridad me había encontrado. Vestía de la misma manera pero ahora pude observar su rostro. Cabellos plateados extremadamente largos y lacios como hasta las rodillas, piel blanca y esos ojos rojos, ¿un cosplay? Enserio, es un muy buen cosplay y esos colmillos, woooo es muy buena haciendo esto. Aquella niña, porque si, se trataba de una niña, ella tan calmada libera de su katana y empieza a correr hacia mí…

Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda ¡¿Qué hice yo?! Y pá cagarla, no me muevo, pero si seré cabron. Estoy asustado, estoy asustado, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda… ¡¿QUE DEMONIOS ES ESO?!

Una bola celeste apareció haciendo detener a la chica, lo único lógico que mi hermosa cabeza puede crear en un momento asi, es que son unos muy buenos efectos especiales para esa película. Que hermosos efectos pero ¿podrían conseguirse a otro conejito de indias?

- ¡hey! ¡Hollywoodenses! ¡Váyanse a chingar a otro lado!

- ¡Mi nombre no es hollywoodenses! ¡Es Nina! ¡Y tú, eres hime-sama! –me apunta con su katana.

- ¡Haa! ¿Princesa? ¿Qué cojones? ¡Sé que parezco vieja pero tampoco es para tanto! ¡No me jodan!

-¡hime-sama usted es egoísta!- me dice Nina entristecida. Da de un paso pero de nuevo otra esfera celeste le hace retroceder. Aquella cosa o ser que lo lanzaba, no se mostraba pero sabía que se escondía entre los árboles del parque.

- ¡escucha niña! No soy un muñeco y muchos menos una princesa.

- ¿hime-sama que le sucede?

- ¡terca! ¡Entiendo yo no soy…!

- ¡NO MIENTA! –la chica desapareció y de manera sorprendente ella se encontraba detrás de mí con media cuchilla amenazando mi hermoso y sensual cuello. Nina, ejercía demasiada presión en la katana, juraría que con tan solo hacer un leve movimiento como tragar saliva me cortaría.- hime-sama.- su rostro psicópata me hace temblar de miedo. Esos ojos rojos solo los he visto en mis sueños…

 

 

Miraba horrorizado aquella escena que tenía enfrente a solo 3 metros lejos de mí. Un vampiro de estatura y cuerpo enorme tenía sobre sus brazos el cuerpo de aquella mujer, el mordía el cuello con desquicio, veía como la sangre caía al suelo y como el vestido se teñía de carmesí, en la mirada se veía un vacío profundo y sin ningún brillo, era como si aparte de succionar la sangre se llevase también el alma.

El cuerpo hacia pequeños espasmos, después dejo de moverse, el vampiro la soltó de sus brazos fuertes y la dejo caer, haciendo que esta azotase en el frio suelo, logro ver gracias a la luz de la luna como su mandíbula se encontraba llena de sangre, lamio sus labios y acto después limpio con su lengua sus grandes colmillos manchados de la esencia rojiza. Aquellos ojos idénticos al color del líquido espeso tan vital para nosotros me miraban, esperando a lo que hiciera...

 

 

- déjese de juegos hime-sama y por favor llénenos de su ser.- mis mejillas se coloraron ¡¿QUERIA QUE LE DIERA QUE?!

- ¿Q-qué es eso de “ser”? –interrogo nervioso.

- Esto.- lame de forma lenta mi cuello. Tiemblo por el simple toque. De nuevo me sonrojo, esas cosas indecorosas me avergüenzan. Estas niñas de ahora.

- de-déjame.- jadeo ¡Dios! ¡¿Dime que no me estoy excitando?! ¡Soy un pedófilo!

- ¡no te muevas! –me sujeta con más fuerza. A pesar de ser solo una niña me ganaba. ¡Coño, soy un debilucho!- escuche hime-sama, solo queremos una gota de su elixir. Solo una probada, Nita, acércate…

- ¿Qué? –me exalte. Otra chica frente a mí. Su rostro, bueno en general todo se parece a la de atrás. La única diferencia entre ellas, es su cabello y vestimenta. Cabellos y vestido negro, mientras la faja rojiza. Contrario a la otra. Es como si una fuera la luz y la otra oscuridad.

- ¿Qué esperas, Nita?

- lo siento, ya voy.- igual, libera su katana. Acaricia mi brazo por encima de la ropa y en un acto rápido me hace un corte leve en el brazo.

- ¡ah! –me queje. La sangre resbalaba lentamente hasta topar con el suelo.

- hime-sama su olor es diferente.- me dice la chica pelinegra.

- es porque apenas va despertando pero he de opinar que sabe bien, Nita, prueba.

- si...- me mira entristecida, parecía estar débil. Tambaleo en su recorrido a llegar a mí, se incoó y se sostuvo de mi cadera. – Nee-san.- levanta su cabeza. Siento un calor entre mi cuello, debió ser la chica de atrás que se asomó.

- ¿Qué sucede, hermanita?- así que si eran hermanas ¡No, un aplauso a Takanori! ¿Como si su gran parecido no dijera nada? Dejando de lado mi sarcasmo, por la forma de hablarse casi en mimos, debían amarse demasiado.

- morir ¿duele?

- ¿Qué? No digas estupideces.- tiemblo.- somos inmortales.- me asusto.

 -pero ¿dolerá morir? –la niña llamada Nita comienza a llorar, aprieta mi cadera enterrándome sus uñas ahora yo quiero llorar.

- ¿Qué estás diciendo? Mejor come para ya irnos antes de que “El” venga.

- nee-san yo…- trago saliva.

- Nita ¿Qué te ocurre? ¡No me asustes!

- ¡nee-san! –llora con más fuerza ¡Carajo, que la otra no lo ve! ¡Nita sangraba del estómago!

- ¡Nita! –creo que por fin se dio cuenta. Me aventó contra el pavimento. Me queje adolorido de mis rodillas. Nina, abrazaba a su hermanita. Me enternecí con la escena aunque a la vez me daba pena y lastima. Un brillo aparece en un lado de su cabeza de las dos hermanas, una rosa se forma. Para Nita una roja y para Nina una azul.

- nee-san, tengo miedo.- solloza en el pecho de la peli plateada.

 - tranquila, no sucederá nada.- muerde sus labios tratando de no llorar.

- te amo, nee.-san.- Un beso entre ellas, un acto que me tomo por sorpresa. Las gemelas se quedaron unos segundos así hasta que la pelinegra comenzó a desvanecerse. Aquel cuerpo se convirtió en cenizas y solo la rosa se quedó. Delicadamente fue cayendo la flor hasta llegar a las manos de Nina, con suma tristeza cogió la rosa carmesí y la acerco a su pecho. Lástima me dio verla, creo que la entendía en cierta forma. Sola, sin nadie.

- hermanita.- musita entre lágrimas y sollozos. Pasaron unos minutos hasta que se tranquilizó y borro las evidencias de dolor en su rostro. Se levantó con la rosas en manos, dejando escapar una que otra lagrima. Y por último, coloco la rosa junto a la de ella, espere que saliera corriendo del lugar mas un grito me tomo por sorpresa. - ¡SAL ESTUPIDO! –Grito furiosa.- ¡DIJE QUE SALGAS! – me asuste un poco por los gritos, hace unos momentos estaba devastada y ahora cabreada. ¿A quién coños hablaba? -¡ESTUPIDO REY SAL! ¡AUNQUE DE REY NO TIENES NADA HIJO DE PUTA! – ¿Con esa boquita comes niña?- ¡CALLATE  HIME-SAMA! –me grita.

- ¿eh? – ¿cómo supo lo que pensé? Se escucha una risita después de mi “regaño”.

- nunca entiendes, ¿verdad? –dice una voz escondida.

-¡CALLATE Y SAL COBARDE! –gira en su propio entorno Nina.

- Dime que no me odias por matar a tu hermanita.- así que fue el, ¿pero cómo? Nina, tomo su katana del suelo y comenzó a hacer cortes al aire.

-¡JODETE!

-¿quieres ir con ella?

-¡DA LA PUTA CARA!....  ¡REITA!

 

 

…………………………….pero llámame reíta.

Además de leer tu mente puedo entrar en ella e interactuar contigo.

 

 

- ¡argg! –mi cabeza dolió de repente. ¿Qué había sido eso? Mierda, duele.

- ¡JODER APARECE! –mire a la chica, seguía haciendo cortes al aire pero pronto ella se detiene y sonríe con malicia.- Ahí estas.- susurra junto con una risita que se convirtió en una carcajada tenebrosa.- ¡hahahahah! ¡Pensé que nunca aparecerías! –la misma cara psicópata. Ladea su cabeza, viendo al parque. Una sombra, un bulto negro se acerca a paso lento.

 

 

Aquella sombra, aquel ser de ojos rojos como la sangre

Tiro el cuerpo de mí……….

 

 

Sus pisadas por las hojas secas retumban en mis oídos. Poco a poco un hombre con cabellos rubios y mechones negros se visualiza. Sus ojos muy detallados, alargados, color miel. Mirada fría, el ceño fruncido, parecía molesto. Piel media bronceada y ese cuerpo bien formado acompañado de una vestimenta en su totalidad negra. Mayas negras daban forma a esas piernas. Camisa de manga recogida hasta los codos y  botones media abierta o hasta más dejando observar esos pectorales que con esfuerzo debió sacar del gimnasio. Mierda, estoy babeando. Y por último una especie de “soga” sujetaba algún tipo de abrigo en su cintura, tenía semejanza a sasuke, del anime naruto ¡Coño, lo sabía! ¡Son cosplays! Todo esto es una puta película mamona donde yo quedo como la doncella en peligro ¡que se jodan! Aquí yo estorbo. Me realzo, acomodando de mi mochila, debe ser tarde ya, asi que ¡Con permisito dijo monchito!

- ¿A DONDE VAS PEDAZO DE MIERDA? – me gritan, volteo y me apunto.- ¿A QUIEN MAS?- me contesta de mal humor. ¡Joder! ¿Qué hice para merecer esto?

- Déjalo en paz, tu pelea es contra mí.- me defiende, hay que lindo, gracias.- no contra ese debilucho.-……… ¡QUE TE FOLLEN! Levanto el dedo de en medio como prueba de mi desagrado por ese comentario.

-si es eso lo que quieres.- un chasquido de dedos y un círculo de color morado se forma debajo de ella. Este se agranda y ambos se alejan con un gran salto dando territorio a lo que se avecinaba. Una especie de payaso parece, con sus ojos más que abiertos negros y esa sonrisa anormal, esa cara me recuerda a las mascara que usan en obras de teatro, esas blancas con hoyos negros y su cuerpo cubierto por una túnica color morado. Esa cosa sale desde el ¿sello? Creo que es algún tipo de sello ya que contenía escrituras alrededor muy extrañas para mí, además de un dibujo en el centro.- ¡titiritero, ve por el! –me apunta.

- ¿eh? – en un abrir y cerrar de ojos esa cosa gigantesca color lila está detrás de mí, con sus manos alzadas cargándome entre hilos. Hilos me envuelven por doquier, parezco de un títere, tiene sentido su nombre. Cuelgo en el aire, me tambaleo con cualquier brisita que pasaba, me da miedo caer y partirme la madre. La cosa esa a de medir unos 10 metros así que ya sabrán cuanto alto me encuentro y que tan dolorosa seria la caida.

- ¡juguemos! –grita Nina.

Los dos corren para enfrentarse entre sí; el solo blandir de su espada genera la salpicadura de chispas, pelean katana contra katana, uno que otro golpe o patada pero ¡dios, como pelean! Es sorprendente, deben tener hilos para poder quedar entre el aire y así volar, tienen un gran presupuesto y esta cosa que me detiene, nada mal, pero coño me aprietan esos hilos. Un gritillo me saca de mis pensamientos lógicos, el grito fue agudo, busco a Nina con la vista y al visualizarla esta se muestra con un enorme corte en el brazo. Giro la cabeza por el espanto de la piel abierta y de reojo vuelvo a ver si estaba en lo cierto. Tan profundo fue el corte que podía mirar esos músculos, la sangre viva, ¡diablos, nunca creí ver esto! Nina chasquea, coloca su mano en la zona, ¡hay que valor! Se toca como si nada pero de pronto un aura color morada le rodea la mano, rápidamente la herida, se cierra. Ok… ¿COMO HISO ESO?

Al “unirse” la piel de nuevo, ella de su mano crea un especie de torbellino, Nina con un simple ademan provoca que el torbellino se agrande y agresivamente se acerca al chico.  Reíta, creo que así lo llamo Nina, levanta del brazo y crea una barrera de hielo. Ambos ataques crean de una explosión que posiblemente levantaría a todo el vecindario, no obstante, no sucedió. Reita se aleja de un poco, se agacha y toca con su mano el suelo, inmediatamente un circulo color naranjado bajo del. Sus labios se muevo mas no escucho nada. Detrás un ave en llamas sale disparada al cielo negro. Un grito de águila me aturde los oídos. Nina audazmente esquiva el posible mordisco que le daría el ave y ataca a Reíta quien termina herido del pecho pero al igual que ella, se regenero rápidamente, solo un manchón de sangre impregnado en sus ropas. Por estar embobado viéndolos, no me percaté de que el ave se acercaba, parece ser que tenía otro propósito la mascota y tumbo al títere ese. La caída no será nada bonita.

-¡AHHHHHH! –grito. Dando de patadas y manotazos aunque de nada me serviría. El chico entre su ardua tarea se las arregla para correr en dirección mía. Da de un gran salto y me carga al estilo princesa.

-¡COÑO, NO HUYAS REITA! –Nina furiosa le sigue, no me deja en el suelo debidamente y solo me tira al suelo cayendo de sentón detrás de unos arbustos. No pasa ni un minuto cuando vuelven a pelear mientras yo me sobo mi culo adolorido. Estaba tan entretenido sobando que ni cuenta me di de que golpearon al chico y este término a mi lado. Le miro esperando a lo que hiciera, pensaba huir, si estoy cerca de el seguro saldría herido y eso no quería.

-¡DONDE COÑOS TE HAS METIDO! – Miro de reojo detrás de los arbustos. Un pequeño suspiro me hiso volver a verle. El, se acerca silencioso, mirándome con esos ojos penetrantes color miel. Trago saliva nervioso, ¿Qué planeaba? Su rostro tan cerca del mío, desvió mi cara por la vergüenza, notándose un pequeño sonrojo por mi parte. Cierro mis ojos esperando a lo que sucediera. Algo húmedo sobre mi mejilla, volteo rápidamente, su lengua entre sus labios, me sonrojo más y giro la cabeza de nuevo, eso era tan vergonzoso. Me toma del mentón obligándome a verle.

- yo te protegeré.- me dice frente a frente, mirándome de nuevo con esos ojos entristecidos, aunque tuviera pinta de malo, no sentía temor, sino… ¿cariño? Percibo calidez ¿Cómo puedo sentir eso? Y más con una persona desconocida. Su mirar es tibio, me llenaban de ternura. Sus ojos no mostraban aquella frialdad de hace momentos. Su aliento cálido cerca de mis labios me hace temblar. Mis mejillas arden y mi corazón se agita. Sus labios entre abiertos me daban una vista perfecta de sus colmillos. Inconscientemente dirigí mi dedo índice a su boca, no se negó sin embargo el los cerro suavemente, aprisionando mi dedo en su cavidad bucal. Accidentalmente en un intento de sacarlo, rozaron por sus colmillos cortándome levemente, son tan filosos, los abre y veo como parte de su colmillo se muestra manchado de mi sangre, lo saco rozando también de su labio, manchándolo de nuevo. Levanto la vista para disculparme pero al ver sus ojos me alejo rápidamente, tapo mi boca, temblando de miedo retrocedo por lo que vi, esos ojos tan rojos como el carmesí de mi sangre me hace perder la cordura.

-lo siento.- musitas entristecido. Te retiras volviendo con la chica. 

 

 

Tomo mi barbilla y me voltio para ver su rostro pálido.

 Sus ojos eran cafés y penetrantes como de toda la gente normal pero si observabas bien tenían un brillo.

 “Y eso que están muertos”

Ahora entendía como las mujeres son blancos fáciles…

 Me beso ¿Pero qué mierda?

Estaba sorprendido esta era mi primer beso y fue por un vampiro.

 Y lo peor de todo es que metió su lengua dentro de mi boca.

 

 

Di de golpees en mi cabeza. Joder, volvía a dolerme.

-“Recuerda”

Una voz femenina resonó dentro de mi cabeza. En mi mente surgía creándome un poco de miedo.

-“No me ignores”

 

 

“No me ignores, yo soy una parte de ti, aquí estoy para servirte mi princesa”

 

 

Volví a golpear mi cabeza. ¿De quién era esa voz? Coño, creía a verla escuchado antes. Y lo de hace momentos, ¿Qué era? ¿Un recuerdo? No, fue en un sueño, esa voz también ha estado en mis sueños pero ¿Por qué ahora? ¿Qué sucede? ¿Qué me sucede?

-¡AHHHHHHHH! – doy de un salto por el susto. Escucho ruidos extraños incluso como si alguien le faltase el aire. Me asomo entre los arbusto. Nina estaba siendo cargada con una sola mano del rubio. No era cualquier cargada. Él había metido su mano en su estómago hasta atravesarla, me paralice al ver la escena ¿Cómo fue que paso? Todo se ve tan real, la sangre que brota de ese cuerpo pequeño, en verdad, proviene de ahí. La chica le escupe sangre al rostro ocasionando que Reita frunciera el ceño y la aventara al pavimento con rudeza. Me quede paralizado, le había matado como si nada. Su mano manchada en ese rojizo color me aterroriza y esos ojos del mismo color me aterran aún más. Nita tiembla demasiado, tapa su herida con sus manos esperando a que la sangre detuviera. Se retuerce en el suelo y luego levanta la vista, mirándome con esos ojos negros. ¿No eran rojos? ¿Qué paso?

- hime-sama…- musita entrecortadamente. Sus fuerzas se acaban y me duele verla. No lo pienso mucho y corro a su auxilio sin embargo el me detiene, poniendo de su mano manchada en mi estómago.

-¡suéltame! ¡¿No ves que está herida?!

- no tiene caso.

- ¿no tiene caso? ¿Qué te pasa, idiota? ¡Eres un asesino!, ¡eso es lo que eres!

- no lo soy.-él se ve tan tranquilo.

-¿y cómo me explicas esa sangre en tu mano? ¿Eh?

- de todas maneras no le ayudes.

- ¿que no le ayude? ¡Eres un insensible bastardo, te odio! –me mira sorprendido, una mezcla de susto, temor y tristeza visualizo en esos ojos, aprovecho esa oportunidad distractora para ir con ella.  Corro a su auxilio colocándome de rodillas para estar cerca de ella. Le tomo de la cabeza acariciando cuidadosamente su mejilla.- ¿estás bien?

- hime-sama sabía que no nos abandonaría.- me sonríe y se recuesta en mis piernas.

- toda estará bien.- sigo acariciando su cabeza, de nuevo unos pasos. Volteo, era el con intenciones de irse a esconder en el bosque. Agita su arma esparciendo la sangre en el césped para después guarda de su katana, esta vez en su espalda.- ¿a dónde vas? - no me responde, mas no le doy importancia regresando mi vista a la pequeña niñ .- estarás bien, Nina…- no comprende toda esta situación; ojos rojos, poderes sobre naturales, asesinatos y el único ser vivo que observo la masacre de inicio a fin fui yo, solo yo. Yo tan llenos de dudas y el único que puede darme las respuestas se está retirando.-  ¿Quiénes son ellas? – exclamo esperando respuesta. Para mi suerte se detiene, mas no voltea a verme, solo gira su cabeza hacia la izquierda dejándome ver su mejilla teñida en carmesí.

- hay cosas que no debes saber.- me dice calmado.

- ¿Por qué?

- porque no lo creerías.

- ¡lo acabo de ver!  ¿No es suficiente?

- No, no lo es por ahora.- regresa su vista al frente. Da de un paso y se vuelve a detener, le miro atónito a lo que fuera a pasar o hacer. De repente, sin razón alguna azota con el suelo. Quedo boca arriba, le miro curioso ¿Qué había pasado? Más un charco de sangre le comienza a rodear, un deje de miedo me envuelve, me asusto al ver muerto a aquel hombre que hace minutos arrebato una vida. Le grito pero no me responde, incluso intento levantarme pero al tener a Nina regrese a mi postura, no quería dañarle más de lo que ya estaba.

- lo siento principito, pero ellos son míos.- un hombre de traje beige, cabellos castaños claros y mirada dulce aparece dentro del parque. Me mira y sonríe amablemente. Acuesto a Nina bien, su pecho aún se mueve y aunque débilmente se escucha, puede oír su respiración. Me enderezo, intentando retroceder pero en un abrir y cerrar de ojos de nuevo alguien está detrás de mí, me abraza con una mano y la otra tapándome la boca. No podía hablar, quería gritar y salir corriendo. Forcejeo mas no puedo escapar de él. Mis gritos ahogados se les hacen divertidos, pues ríe al verme tan asustado. Siento su respiración tan cerca de mi oreja, me sonrojo por la cercanía, cierro mis ojos volteando al lado contrario donde el no pudiera restregarme su cara.

 - Nunca se rinden ¿verdad? –esa voz, ¿no me digas? Miro al frente, donde supuestamente yace su cadáver al no verlo, obviamente tiemblo del miedo ¿Cómo es posible todos estos sucesos? El tan tranquilo se levanto firmemente, se toca el pecho ensangrentado, así que de ahí provenía su sangre. Reíta da la vuelta y sonríe calmado.- no me hagas esto difícil.- le sigue sonriendo. Ladea su cabeza y esta truena, di de un respingo por el sonido.

- ¿cómo puedes? ¡Debiste morir, la flecha que te lance tenía veneno, no deberías poder levantarte! - grita colérico sin soltarme.

- por favor, ¿no sabes quién soy?

- ¡hijo de puta!

- es fácil librarte de tu “táctica sorpresa” aunque ya no es tan sorpresa ¿sabes? - sigue con esa sonrisa pintada.

-¡coño!

- hahahhahaha pero que imbécil, ahora desaparece a tu criatura que crearas revuelo en el vecindario.- Apunta atrás. El payaso ese seguía ahí, inmóvil como esperando a una orden.

-¡pero no es mío! Es de mi linda Nina.- dice con ternura a la niña casi muerta.

- por favor, Nina ya está muy cansada como para que esa cosa siga en pie. No te hagas el tonto y desaparécela. ¿Sabes? eso te delato. Mate a las dos, bueno literalmente mate a una.- frunce el ceño, no parece gustarle dejar vida a una.- pero ya está débil, no hay razón para que siga aquí el títere. Aunque también él podía huir porque ella ya murió pero tampoco lo hiso, las cadenas en sus muñecas persisten, tú lo controlas, tu eres su verdadero amo.

- pues ni para que mentir, es mío. ¡Vampiro de mierda! Si me disculpas tengo hambre.- jala de mi ropa ferozmente pero eso no me asusto hasta que veo sus colmillos amenazando mi cuello. Forcejeo pero para el yo no soy nada más que un muñeco de trapo, inútil y sin movimiento alguno.

- ni se te ocurra.- amenaza el rubio mal teñido.

- oblígame.- frunce el ceño Reíta por el comentario atrevido. Saca de su katana y corre en nuestra dirección, amenazando con cortarnos a ambos.

- estúpido aldeano ¡suéltalo!-coge mi mano rápidamente y me jala. Azoto en el suelo, de nuevo ¡El piso me ama! Los dos pelean un poco retirados de mí. A gatas me acerco a Nina, esperando a que no la lastimen.

- ¿cómo me llamaste?

- ¡lo que oíste aldeano!

- ¡te odio, reíta!

- igualmente.- sonríe con malicia.

-No todo el tiempo estarás para él, reíta.- lanza un especie de corriente eléctrica. Él lo esquiva y avienta una esfera dorada.- un día se alejara y estarás solo…- los dos pelean increíblemente bien pero al final solo el, reíta, encajo su katana en el estómago del tipo que intento morderme.-  No podrás protegerlo para siempre.- le dice terminando así su conversación. El chico rubio seguía manteniéndose muy calmado, ¿Cómo lo hacía? Retira el arma y la guarda aun manchada dentro de su funda en la espalda. El castaño se desploma de rodillas, cubrió su herida, su pecho subía y bajaba buscando desesperadamente una segunda oportunidad de vida.- no puedes…- me mira, me mira sonriente el hombre.- hehe… ¡heheeheh! –comenzó a reír.

-¿estás bien? – interrogo al rubio procurando ignorar al hombre raro. Me quiso hacer daño y yo pregunto si está bien, ¿quién demonios soy?, ¿un pan de dios? ¡Esa herida en su estómago se debe sanar!

-no lo hagas.- dice reíta exhausto, dando un suspiro por la terquedad del hombre quien se arrastras  a paso lento, la herida debía dolerle demasiado pero persistentemente continuaba con su camino.- no insistas, ve a casa y recupérate.- le ignora el castaño. - bien tú lo pediste. – Reita da pasos rápidos para llegar al hombre que se arrastraba en mi búsqueda. Se acerca y por la espalda le apuñala, clavando la katana en su nuca, esta atravesó todo su cuello, incluso casi me toca la nariz. Se queja en suspiros y de pronto su cuerpo se ilumina de rojo, un  aura rojiza que cuando el viento sopla, su cuerpo se convierte en millones de luces rojas, como millones de luciérnagas dispersándose en el espacio.

 

 

 Sus labios se movían, parecía pedir perdón, lo más extraño es que  tenía un aura azul marino, lo cual me sorprendió, pero lo que más me sorprendió fue que su cuerpo se dispersara como pequeños brillos como si fueran millones de luciérnagas azules alejándose de él y empezaran a jugar con la brisa del viento hasta desaparecer por completo .

 

 

 Las veo marcharse tranquilamente, sin prisa alguna para desaparecer de este mundo pero un grito rompió la paz del momento. Me tapo los oídos y la niña despierta de golpe, se coloca en cuatro. Golpea con su palma el suelo, otra vez el sello morado aparece. El viento se vuelve agresivo, giro a todos lados para ver qué pasa, el monstruo no deja de gritar aguadamente, este mismo parece ser jalado hacia el sello. El viento lo envuelve y lo obliga a regresar.

-¡no te iras, eres mío! –la criatura  a duras cuestas termino dentro del sello, no hubo daños o una explosión, solo desapareció como si nada.- eres mío.- Musito Nina, después tosió escupiendo sangre, no tardo mucho cuando se desmaya cayendo de golpe al suelo, preocupando por su salud corro en su auxilio esperando poder hacer algo para ayudarla.

 – Tranquilo, solo está recuperando energías.

- eso es bueno.

- Por favor, cuídala.

- ¿qué? – levanto el rostro sorprendido ¿acaso había escuchado bien?

- es una buena niña. – me da la espalda, parece retomar su rumbo.

- ¡espera! –le hago detener.

- ¿sí?

- no te vayas.- susurro avergonzado.

- ¿porque? ¿No me odiabas?

- bueno, eso, fue… solo no te vayas.- el suspira. No me dice nada, sin embargo se acerca. Se agacho quedando de cuclillas y llevo su mano a mi rostro, acaricia mi mejilla haciéndome sonrojar de nuevo ¿Por qué me toca tanto? ¿Qué tiene mi cara que lo provoque tocarme?

- tranquilo. Nadie de aquí sabe lo que paso.

- ¿disculpa?

- no digas nada, no hasta que yo regrese, solo conmigo tendrás las respuestas que quieres. Hay un campo de fuerza rodeándonos, nada de lo que paso se vio o se escuchó. Cualquier daño volverá a la normalidad cuando salgamos, ¿entendido?

- si.- asiento obedientemente ¿desde cuándo le hago caso a un desconocido?

- bien, me retiro. Cuídate.

- ¿no necesitas ayuda?

-  no, estaré bien.

-estas gravemente herido, eso no es estar bien, por favor, déjame ayudarte, de alguna manera debo agradecerte lo que hiciste por mí.

- no hay que agradecer.

- pero por mi culpa estas herido, soy culpable.

- no tuviste culpa de nada yo fui el que decidió salvarte, ahora y para siempre.- me sonríe.- nos vemos.- se gira haciendo  de un ademan para despedirse.

-¿nos volveros a ver?- por alguna extra razón no quiero que se vaya.

-regresare… Tal vez. - Entre la oscuridad él se marchó, su aroma sigue en el aire y la forma de sus ojos siguen grabados en mi mente. Una llamada en mi celular me despertó de mi trance, cogí el teléfono, era mama.

- si… Lo siento… Ya voy de regreso… Adiós…- preocupada como siempre, sonrió al recordarla.  Bien, tengo que regresar, ella dijo que ya se tenía que ir al trabajo y que me dejaría las llaves en una maseta. Reviso a Nina, su herida parece regenerarse rápidamente aunque todavía veo un enorme hoyo en su cuerpo.  Cargo a la niña en mi espalda, dormía profundamente, era como una muñeca de porcelana con esa piel blanca, parecida a la nieve…

 

 

Tuvieron una hija, ella tenía la piel blanca como la nieve, mejillas rosadas, ojos azules y cabello rubio, en otras palabras muy bella, o bueno eso dicen los humanos ya que ningún vampiro llego a verla en el momento del nacimiento.

 

 

Niego con la cabeza, de nuevo ese tipo de sueños despiertos.

 

__*__

 

Regrese a casa, mama ya había ido a su trabajo como me informo por el celular. Odiaba que trabajara en ese bar de mierda, donde existía la posibilidad de que algo le pasase con tanto matón pecho peludo.

Subí a mi recamara aun con Nina en mi espalda, al llegar la recosté en la cama, era lo mejor. Me tumbe al suelo, recargando mi espalda en la pared, donde arriba de mi estaba la ventana que alumbraba mi habitación. La luna como siempre me abraza sutilmente. La admiro como la otra vez, pero apenas la vi “dentro de ella” una figura se asoma, una silueta negra, me arrodillo para ver mejor. Estaba en cuclillas, entonces se levanta del poste, porque si estaba parado encima de un poste de luz, no necesitaba  pensar mucho sabía de quién se trataba. Sonreí bobamente por su acción tan infantil ¿protegerme? ¿Protegerme de qué? No haya nada peligroso que me pase. Dijo que me protegería sin embargo no pensé que llegaría a este grado. Me voltee, acomodándome en mi posición del principio no debía tener preocupaciones, solamente era él. Aun así mi mente se llena entre tantas preguntas queriendo saber la verdad de todos estos acontecimientos: ¿Qué era? ¿Quién era? ¿Quiénes eran? ¿Para qué me querían? ¿Por qué me llamaban princesa? Y a él ¿príncipe o rey? Ni siquiera recuerdo bien los sucesos ¿Por qué? ¿Por qué, cuando le vi, me sentí tan aliviado? ¿Como si le conociera? Y ese intento de beso… ¿Por qué me iba a besar? ¡De todas mis dudas creo que esta se gana el primer lugar! ¡No, hay otra peor! ¿Porque yo esperaba a recibirlo? ¡Arggg! Mi cabeza dolerá con tantas preguntas

- ¿Quién eres? –abrazo mis piernas tratando de acomodar mis ideas, quiero a mama, pero no puedo contarle nada, tal vez a Nina, cuando despierte espero y ella pueda responderme todas estas dudas que me rodean.

Quiero un abrazo, un apapacho de mama, ¿porque tienes que ir todas las noches a trabajar y no en el día? Ella dice que tiene cosas importantes que hacer ¿pero qué clase de cosas te pueden tener ocupada todo el día? Ah, por cierto, nunca les dije el nombre de mi madre, ella se llama: Sora, Sora-chan de cariño.

Notas finales:

Que les parecio?

Les gusto? 

quieren otro capitulo?

meresco reviews? por favor diganme que si, me alegraria mucho si me dejan reviews iwi 

bien ojala les haya gustado, aqui dejo mi face por si tienen dudas, conocerme o "noticias" sobre actualizaciones.

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