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El inicio de la Luna: Promesas. por Alice_alii

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Notas del capitulo:

HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

Despues de siglos por no aparecer por este fic vuelveo a aparecer con este mega capitulo de solo 5 hojas de word QwQ soy un desastre lo se.

Ojala les guste, espero y ya por fin poder ponerme al corriente con mis actualizaciones 

Si quieren enterarse de las acualizaciones y otras cosas mas, tengo pagina y un grupo en face 

Alice Alii -- pagina

Alice Alii autora en amor yaoi -- grupo

Alma gonzalez -- es el personal uwu

Espero y vernos pronto bye bye~ 

Fundirnos en uno solo, su lengua traviesa exploraba cada parte mí. Entre besos jadeaba de placer, mi respiración tan agitada y el sudor resbalando por cada extremidad. Un abrazo que hacía de nuestras tetillas rozar dando un estímulo exquisito. Pronuncio un nombre, mis labios se mueven al compás de cada caricia. Deseo gritar, escuchar mis gemidos pero una barrera invisible lo impide todo. No evito gemir, mostraba todo mi éxtasis en un solo suspiro de placer. Los rayos del sol tan lejos de alcanzarlos, ¿Por qué tenemos miedo a ser tocados? Es confuso y a la vez deleitante. Temblando por los mordiscos a mi pecho, no soy una mujer pero sería capaz de describir cómo se siente ser dominado.

 Dominación, una palabra que tanto suena en mi cabeza, yo tan perdido en tus cabellos dorados como sol me nublan la vista para encontrar respuesta. Es la danza tan frenética que no parece dar indicios de acabar. ¿Quién eres? ¿Quién eres tú que me haces sentir amado?

 Grito más alto mientras que mi espalda se arqueaba por completo con tanto placer no podía pensar, por más esfuerzo que hacía era imposible dejar pasar por alto al chico rubio. No pensaba en otra cosa que no fuera placer; introdujo de una sola vez su pene erecto, quería movimientos más rápidos, más placenteros. Me dolía pero a la vez me gustaba, no pensé que aquella intromisión fuera tan dolorosa.

Un beso tierno y se acomoda entre mis piernas, jugueteando con mi entrada hasta que le diera permiso y ante una exclamación llena de deseo empezó a introducirlo lentamente, mi cuerpo temblaba y las lágrimas caían rápidamente por mi rostro. Los besos borraban la evidencia del dolor.

– … mételo, todo.

- ¿Aguantaras?

- estaré bien porque eres tú el que lo hará.

 

Desperté de mi sueño, erótico en todo el sentido de la palabra. Mi corazón y respiración agitados por la explosión de sentimientos sexuales. Giro mi cabeza de un lado a otro buscando calmarme. Sin embargo, percibo cierta molestia entre mis piernas, quito la sabana que me cubría incluso me acaloraba; al retirarla me percaté de que tenía una fuerte erección, ¡mi pene estaba duro, joder!  ¿Cómo puedo soñar pornografía  cuando ni siquiera he visto? Bueno, fue una revista desnudista ¡pero no es tanto como para tener sueños eróticos! Y menos con un tío que ni conozco. No digo que no me atraen los hombres es solo que es algo vergonzoso que tu primer sueño húmedo sea con un hombres y tú seas el uke. ¡Esto es extraño!

 

Cada sueño que tengo son cada vez más realista. Las caricias que él me da  el son… un momento el chico de mis sueños, ¿no es acaso el mismo chico que me ha salvado? ¿Son los mismos? ¡No puede ser, no, no, no, no, no, eso es imposible! Mis mejillas se pusieron rojas, el chico de mis sueños  y el chico que me salvaron son los mismos, solo que  el de mis sueños es cien por cierto rubio y tienen una venda en media cara, en cambio, mi salvador está mal teñido y muestra su rostro al descubierto.

- ¡no puede ser posible! –exclame en medio de mi cuarto pero inmediatamente me calle la boca. Miro cauteloso a mi cama. La niña solo se movió unos escasos momentos, es que si soy tonto.

- ¡sucedió algo! -me gire a ver a la puerta, era mama quien trataba por abrir ¡mierda! ¿Qué hago? Rápidamente me levante y lance las cobijas que utilice para dormir en el suelo. Tape lo suficiente a Nina, incluso di unas palmaditas para verificar que dormía.  Corrí desesperado a mi puerta, mama ya comenzaba a amenazarme con tirar la puerta a patadas.

- hola, ¿cómo amaneciste hoy? –trate de sonar gentil al abrir.

- ¿Qué sucedió? - se veía preocupada a pesar de tener ese tono molesto.

- Yo, es que…

- ¿Que sucedió como para que gritaras de esa manera? – volvió a repetirme la pregunta ante mi nerviosismo. ¡Vamos, inventa algo o quieres decirle que hay una niña casi muerta en tu cama!

- yo, yo ¡olvide mi tarea! – sí, eso es algo creíble, me preocupo mucho por mis estudios, eso es mucho mejor que decirle lo otro.

- ¡Pensé que te atacaban o algo peor, no me asustes de esa manera!

- Lo siento, mama.

- No hay problema, solo no vuelvas a hacer eso.

- Claro – se fue, gracias a dios que no tengo una madre tan chismosa, menos mal que confía mucho en mí y creen en todo lo que digo. Eso se escuchó tan manipulador, lo lamento mama pero no puedo contarte. Cerré la puerta no quiero que se entere de Nina, por lo pronto debo ocultarla en mi cuarto hasta que se recupere, ni siquiera tuve el valor de llevarla a un hospital, tengo miedo de que se aprovechen de ella. Esas heridas, la gravedad con la que fue lastimada y recuperándose tan rápido, la torturarían millones de veces para saber qué clase de alienígena era con el que se trataba. Suspire cansado, me tumbe en la cama, en algún lugar que no callera encima de ella. Mi cabeza dolía y yo no sabía nada de lo que ocurrirá a mí alrededor.

Mi despertador sonó, me gire a pagarlo  pero me topé con una rosa color escarlata. Impresionado por el obsequio me siento dudoso a la orilla de mi cama. Lo que mis ojos veían no lo podía creer, tome de ella para admirar de cerca su belleza rojiza, es tan hermosa y con un olor agradable

- ¡Taka, me voy al trabajo! - grito mi madre quien rápidamente pasa por mi puerta, lo sé porque escucho sus tacones después venia el portazo.

- Adiós mama. –musite sin quitar vista de la rosa - ¿Quién me la mando? Dudo que  mama ya que tenía la puerta cerrada, ¿será de Nina? Ella esta tan herida que ni puede moverse ¿Entonces quién?

 

 - Por favor, cuídala.

- ¿qué? – levanto el rostro sorprendido ¿acaso había escuchado bien?

- es una buena niña. – me da la espalda, parece retomar su rumbo.

 

- No él no puede ser, estoy loco, ¿cómo pudo haber sido el? -  lance la rosa dejándola en el suelo donde los rayos del sol le pegaron. Me levante y fui a mi baño a darme una ducha para iniciar con mi rutina monótona.

 

***

 

Miraba desde el árbol como mi pequeño acariciaba de los pétalos de la rosa que le regale, rosa que sembré y cuide de ella hasta su belleza máxima.

- amo, ¿cree que es lo correcto? Debería acercársele y contarle, hable con palabras no con gestos amables.

- le dolerá si le cuento todo.

- pero usted está sufriendo.

- prefiero sufrir yo, a que lo haga el, me sentiría mal si algo le pasase. Él es todo para mí.

- que nadie lo escuche, amo, se pueden aprovechar y atacarnos.

- lo sé, reconozco mi lugar.

Takanori lanzo la rosa al piso y mi corazón se estremeció ante la acción tan doliente. Duele en solo pensar que el ya ni recuerda, soy un recuerdo borrado de su mente. Los momentos que pasamos son del ayer, del pasado donde alguna vez fuimos feliz… mentira, nunca logre hacerte feliz, solo te torture. Por eso le pedí a la luna encontrarte y hacerte feliz, porque te lo prometí, porque hicimos la promesa de vernos de nuevo sin sufrir, sin llorar y sin mentir, aunque ya rompí la promesa. Tengo que mentir para no provocarte dolor, son tan difíciles las decisiones que debo tomar para tenerte de nuevo a mi lado.

 

***

 

Hora de ir a clases, mama regreso del trabajo, su hora libre, de descanso y lo aprovecha para hacerme el desayuno, es que ella nunca se da un respiro para ella. No como, no tengo apetito, ¡nunca tengo apetito! Antes comía hasta reventar y ahora a muy duras penas consigo terminar un plato. Mama me regaña dándome un sermón tamaño misa de una iglesia y esta escena se me hace tan familiar, como si ya hubiera vivido este momento.

 

Me despido de mama en la puerta y cuando veo que ya desapareció al dar la vuelta en la esquina, yo regreso a tomar mi mochila. Salgo de casa y el sol me pega en toda la cara, me retracto de salir pero es tarde. Corro a cubrirme bajo la sombra de un árbol, como un ninja me escabullo entre la sombra y así me voy en todo el transcurso al colegio  parecía un idiota haciendo eso pero es mi piel, mi salud y mi vida, no la de ellos y yo puedo morir si me toca ese hermoso sol.

 

Llegue sano y salvo a la escuela, paso por los pasillos tranquilos perdiéndome en toda esa multitud asfixiante, por alguna razón parezco amargo, la gente siempre me lo dice, no lo comprendo yo me veo normal, no es que odie a la gente simplemente busco bien con quien relacionarme. Al llegar a mi destino, mi salón, saludo a mis amigos para luego comenzar una grata conversación que a pesar de tener una plática tan alegre con ellos mis pensamientos se pierden buscando respuestas a lo sucedido de anoche.

 

- no digas nada, no hasta que yo regrese, solo conmigo tendrás las respuestas que quieres.

 

Diablos, debí haberle preguntando su número para al menos así “tenerle cerca” y hablar sobre lo que ocurrió pero soy tan cabezotas que no lo hice ¡y así quieres enterarte Takanori! ¡Estúpido, estúpido!

 

***

 

- Amo, ¿está seguro de todo esto?

- Es la única manera para estar cerca de Takanori, no puedo seguir ocultándome.

- pero es arriesgado, lo podrían atacar y todo el clan estaría en peligro. Una pelea enfrente de ellos nos llevaría a nuestra extinción, ya conoce a los humanos tan curiosos ante lo nuevo en su “mundo”.

- Ya lo sé, pero casi nadie conoce la cara del nuevo rey. Tendré cuidado además, te tengo a ti, cuídame la espalda, Irian.

- siempre lo hago amo, pero por favor no pierda la compostura y menos haga ver mal su posición. Un rey nunca debe rebajarse de nivel, usted debe darse a respetar y dar elegancia ante cada paso y gesto suyo.

- ya lo sé, tome el papel de rey muy pequeño. Tengo que mantener en alto el papel de mi padre por mí y por mi pueblo. Ese desgraciado tiene que pagar por lo que le hiso a mi padre, por deshonrar nuestro apellido.

 

***

 

El timbre de entrada sonó, tome asiento y espere a que entrara el profesor. El maestro de cálculo entro saludando como costumbre y nosotros con los más gratos ánimos le saludamos:

- ¡Buenos dias, profesor!

- Chicos antes de empezar hay un nuevo estudiante ingresado desde Alemania. Pase por favor. -entro un chico alto y delgado, sus cabellos estaban un poco desordenados y era mal teñido… ¡es el oh por dios es él, es el, es el, es el, no mamen es el!

Notas finales:

bien, que les parecio?

que tanto se acuerdan de lo que escribi antes xD

y diganme recuerdan algunas cosas, porque yo no xD tuve que pedir ayuda para recordar al dragon de reita xD y ni siquiera me acuerdo si asi lo llamaba irian, amo o señor? diablos debo volver a leer mi propio fic xD


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