Mi nombre es Lee Byung Hun, pero me dicen L.Joe. Durante veinte años he vivido en América, pero decidí volver a mi país natal para especializarme en artes, amo bailar, busco también de encontrar trabajo como profesor de dicha materia en Seúl.
*Sonido de mensaje*
-Pero si es otra vez está persona. –Dije mirando mi celular con una leve sonrisa.
Hace un tiempo que me mando mensajes con una tal “Suji”, me parece muy tierna y distraída. Me envió un mensaje a mí por error, y me explico que no entendía nada sobre tecnología, así que desinteresadamente me he encargado de enseñarle muchas cosas a través de mensajes. No soy un experto en las tecnologías, pero no me llevo mal con ellas tampoco.
“¿Ya has llegado a tu destino?”
Le conté que hoy llegaba a Corea del Sur, si lo pienso bien, le he contado demasiadas cosas y ni siquiera la conozco, pero de alguna forma siento que puedo expresarme abiertamente con ella.
“Sí, estoy aquí, en el aeropuerto de Seúl, creo que me había olvidado de decirte a donde iba.”
Le di a send, y me dirige en busca de un taxi en la salida del aeropuerto; iría a la casa de mi abuela. Ella continua viviendo en donde siempre, en una vieja casona en un barrio residencial, solo he estado una sola vez allí antes, espero recordar algo del lugar.
*Sonido de mensaje*
-Aquí tiene… -Le pagaba al chofer del taxi cuando nuevamente mi celular sonó, seguramente era ella.
Abrí el mensaje y me sorprendí de lo que decía, un extraño temblor atravesó mi cuerpo. ¡Joder! Debía tranquilizarme, no es muy importante el dato. Oh… ¿Lo será?
“Que coincidencia. Yo vivo en Corea del Sur, en Seúl, para ser más exactos. Supongo que los dos generalizamos de donde éramos cuando lo preguntamos.”
Tenía razón, los generalizamos. Yo solo le dije que era de América, y ella tan solo dijo ser de Asia, y que quería contactar una amiga de mi país. Muchos datos personales no hemos intercambiado, solo he estado enseñándole a usar sus aparatos tecnológicos, y ella se la ha pasado hablándome de lo mucho que le gusta cantar.
“Tienes razón… ”
Baje del taxi, mi abuela salió para recibirme, un joven que yo no conocía me ayudo con el equipaje. Subimos por las escaleras de la casa a mi cuarto, utilizaría alguna de las habitaciones del segundo piso, ninguna estaba ocupada, ya que mi abuela duerme en una de abajo porque la cansa mucho subir las escaleras, la pobre ya tiene sus buenos años.
-¿Cuál escogerás? –Me preguntó el joven desconocido.
-¿Tu quien eres? –Pregunté extrañado, ladeo una sonrisa por mi expresión.
-Tu primo, idiota. –Me respondió altanero.
-¿Mi primo? ¿Desde cuándo tengo uno? –Me molestaba que ya me tratara como si nos conociéramos de toda la vida.
-Desde siempre, soy mayor a ti por dos años. Solo que yo siempre he vivido en Corea. –Se acerco a un cuarto y puso mis valijas dentro. –Este cuarto estará bien, ¿no?
-Si, como sea. Yo no sabía nada de ti, me molesta que no me digan las cosas. –Entre a la habitación y me senté en la cama.
-Nuestros padres no se llevan bien. –Se sentó junto a mí luego de decir aquello. –Soy Bang Min Soo, pero me dicen CAP, porque me gustan mucho las gorras.
-A mí también me gustan, aunque tampoco las uso todo el tiempo, pero tengo varias que te pueden gustar, no tengo drama de prestártelas. –Sonreí un poco para que se notara que quería entablar una amistad.
-Genial… L.Joe –Me sonrió.
-Oh! Ya sabias mi nombre… -Comenté un tanto molesto, repito, odio no saber las cosas.
-Yo fui a tu presentación de baile en Estados Unidos. Mi curso y otro fuimos de viaje de estudio a ese país, y la abuela me comento donde te presentarías para verte, tampoco sabía quién eras a este ese momento. –Se levantó de la cama una vez terminó de contarme.
-Ya veo… gracias por ir a verme entonces. –Me levanté también para salir del lugar, aún no acomodaría mi ropa.
-No hay de que, bailas muy bien. Además no fui solo, fui con un amigo que también le llama la atención el baile, pero más le gustar cantar, se la pasa todo el día haciéndolo.
-Eso es genial, luego podría conocerlo.
Nos retiramos ambos de la habitación, bajamos al comedor donde mi abuela, bueno, nuestra abuela servía un delicioso flan casero para los dos. Típico de abuelitas, creo que eso es lo que más extrañaba de ella.
Después de hablar un rato sobre lo que haría ahora que estaba en Corea, y comer tan delicioso postre, me retiré nuevamente a mi habitación, me puse acomodar mi ropa y cosas varias. También ya prepararía los papeles para la universidad de arte a la que asistiría, allí mismo había interesantes cursos de ritmos varios, por eso había decidido ir allí.
Una semana paso desde que llegue al país oriental, mi país natal. Ya tenía todo preparado para asistir a mi primer día de clases, fue una gran coincidencia que mi primo fuera a la misma universidad, pero me hizo feliz, al menos no estaría solo.
Llegamos a la universidad rápidamente, al llegar miraba todo maravillado, era un lugar muy grande y estaba bastante cuidado, ya me agrada mucho estar allí. El único problema, es que ya alguien no me caía bien.
Vi a los lejos a un joven de cabellos rubios, ropa exuberante, como si de un idol se tratase, estaba rodeado por chicas a diestra y siniestra. El reía a todas ellas, como si fuera muy interesante lo que hablaban las jóvenes, pero a mí no me engañaba, ni siquiera las estaba oyendo, porque yo hacía exactamente lo mismo con las chicas que me rodeaban en la secundaria.
-Su nombre es Lee Chan Hee, pero le dicen Chunji. –Me informó mi primo. –El chico por el que todas las chicas mueren, pero además es uno de los pocos chicos que estudia canto en esta universidad.
-Entiendo. –Respondí cortante, no me interesaba saber nada sobre personas así.
Tomé el papel de mis horarios en mano en buscas de mi primera clase, levanté un poco mi mirada como buscando que mágicamente alguien apareciera a indicarme donde estaba mi curso, pero como era de saberse, nadie había en frente de mi; pero si había algo raro, el chico idol estaba mirándome, le sostuve la mirada y él me regalo una sonrisa. ¡¿Qué hizo, que?! Le mire molestamente sorprendido, si es que se puede decir así, sino, no me importa.
-Molesto… -Susurré para mis adentros.
Olvidando al chico idol extraño, me embarque en la aventura de encontrar mi curso, cosa que los primeros diez minutos iba en fracaso total, hasta que nuevamente mi primo apareció y me dirigió al curso, lo pudo hacer desde un principio, pero no, tenía que verme sufrir antes.
-¡Que te vaya bien! -Gritó yendo nuevamente a su clase.
-Espero te rompas la cara contra algo… -Me despedí de él antes de entrar al salón, la verdad no nos había costado nada hacernos buenos amigos.
Entré y me sentí en el medio, todos los de allí me recibieron muy bien, primer día y ya todos me hablaban, me preguntaban cómo había sido la vida en el país que venía. Llego la hora del almuerzo, y nuevamente me junte con mi primo en el comedor de la universidad.
-¡Hey, pelito fucsia! –Gritó mi primo atragantado con la comida.
Ni un día había dejado de molestarme por mi cabellos fucsia, me lo había teñido antes de venir a Corea, me lo hice así porque un amigo me recomendó que lo hiciera, y a mí no me pareció que me quedara mal, solo es… diferente.
-¡Ya! Deja a mi cabello en paz. –Le dijé con molestia.
-Como querías remolacha. –Continúo devorando su comida.
-¿Remolacha? -¿Dónde había visto este chico una remolacha fucsia? Suspire derrotado y comencé a comer.
*Sonido de mensaje*
-Oh! Hace tiempo que no hablamos. –Le hablé al teléfono como si le interesara o me escuchara, mi primo me miró algo raro y volvió a su almuerzo.
“¡Hola! ¿Cómo te la estas pasando? ¿Vas a una universidad? ¿Te gusta? Cuéntame…”
-No ha cambiado. –Sonreí comenzado a responder su sin fin de preguntas.
-¿Quién es? –Cuestiono mi primo al verme tan concentrado escribiendo.
-Una amiga por mensaje, Suji. –Le di al send, y levante mi vista hacia mi mayor.
-Oh… ¿Te gusta? –Me preguntó de golpe, me puse un tanto nervioso.
-No lo sé, es tierna y distraída, y no sabe nada de tecnología, supongo que si… -solté sin darme cuenta, recién me enteraba que me gustaba. -¿Crees que debería pedirle que nos conozcamos?
-Supongo… si te parece… -Me respondió con comida en la boca, a veces mi primo era comparable a un cerdo comiendo.
Después de nuestra corta conversación terminamos de comer y cada uno volvió a sus últimas clases, una vez que terminaron nos fuimos juntos a casa. No atendía a lo que me contaba mientras caminábamos, me estaba enviado mensajes con Suji, me había estado enviado mensajes con ella toda la última clase, todavía no me había animado a pedirle… ¿una cita?
“La semana pasada fui a la isla de Jeju, es realmente hermoso el lugar, lástima que me termine perdiendo, porque no entendía el GPS, pero creo que a la vez termine conociendo más del lugar, de lo que tenía previsto.”
-No sabe usar un GPS… -Me repetí con cierta indignación, pero a la vez un tanto alegre, ella eran tan tonta, eso la hacía hermosa.
“Bueno, si quieres puedo enseñarte a usar el GPS personalmente…”
Le di al send con duda, esperaba que no se lo tomara a mal, realmente deseaba que dijera que si, realmente espero que sea como me la imagino o bueno eso no importa… realmente deseo que…
-¡Ya! Cuidado con la… -Escuché gritar a mi primo antes de chocarme contra la puerta, maldita puerta, ¿porque se tenía que cruzar en mi camino?
-Duele… -Dije tomándome la cabeza, me encontraba tendido en el piso, me había chocado tan violentamente contra la puerta que termine cayendo sentado en el suelo.
-Como no va dolerte… Eres un idiota enamorado… -Me decía mientras me levantaba con cuidado.
Entramos a la casa riéndonos, CAP le conto a la abuela lo que había pasado, a pedido mío obvio lo de Suji, pero creo que igual ella se dio cuenta. Nadie se golpea contra la puerta, sino es por haber estado volando en algún lado.
A la mañana siguiente, nuevamente tomé el desayuno con mi primo y mi abuela, nos vestimos rápido y nos fuimos directo a la universidad, sentía más como si estuviera yendo a la secundaria, los dos nos comportábamos como niños en el camino, no dejábamos de hablar, gritar, pegarnos, entre otras cosas.
Lo único que arruino el día fue encontrarme en los pasillos con el idol, lo miré de reojo sin mucha importancia, definitivamente no me caía bien, para nada. Él me miro y trato de sonreírme nuevamente, yo automáticamente le clave una mirada fría y de pocos amigos, el agacho su cabeza y se fue rápidamente. ¿Qué mierda le pasa a esté idol?
No le di importancia y continúe mi camino, pero algo en el suelo donde estuvo parado el idol me llamo la atención, al parecer era un celular, lo tome entre mis manos, estaba por abrirlo para saber de quién es para devolverlo, pero de pronto alguien me lo arrebato de las manos. Levante mi vista y me encontré con el idol, ni siquiera me miró y se fue corriendo con el celular que recogí… ni siquiera me dio las gracias, es el peor idol de universidad que he cocido.
Trate de continuar el resto de las clases olvidando tan desagradable momento, me hervía la sangre de solo pensar en ese idiota, pudo haber sido más cortes. ¿Qué se creé? Tks… lo detesto, espero no tener que encontrarme tan seguido con él.
*Sonido de mensaje*
Sonó mi teléfono apenas salí de clases, que extraño, es como si ella supiera a qué hora terminan mi clases, bueno, es normal, capaz tenga horarios parecidos, solo es eso. Abrí el celular y me fije el mensaje, tardo un día en contestar, un nuevo record de tardanza para una respuesta importante.
“Perdona que no contestara antes, me da algo de pena que no encontremos, tal vez yo no sea lo que tu esperas y no quieras volver hablar conmigo.”
¿Qué tan diferente puede ser ella a lo que pienso? Además solo me interesa su personalidad, le gustan las artes como a mí, y es inteligente mientras no se trate de tecnología. Definitivamente eso es suficiente para soportar cualquier cosa en su apariencia, si voy siendo superficial por la vida no encontraré nada bueno.
“No hay problema, cuando estés lista nos veremos, pero tienes que saber que no me interesa en absoluto la apariencia. Tuve malas experiencias fijándome en eso, no quiero volver a cometer el mismo error.”
Send, y me dispuse a ir en busca de mi primo para contarle todo lo sucedido, pero a mitad del pasillo me choque muy fuerte con alguien que termine encima de esa persona. Abrí los ojos luego del impacto y para mi maldita suerte se trataba del idol. Me disponía a levantarme sin mucha importancia de disculparme, cuando me percate del mensaje en el celular de él que lo sostenía en la mano derecha.
Grande fue mi sorpresa al leer el mismo mensaje que yo había enviado, podría tratar de convencerme a mí mismo que justo una persona de su círculo social repitió mis misma palabras, pero en el remitente decía: “L.Joe <3”… mátenme.
Me levanté lo más rápido que pude, aún me encontraba en shock mirando su celular en su mano, él se encontraba muy nervioso, se notaba que estaba por llorar, quería decirme algo, pero solo mordía sus labios por los nervios. ¿Qué está pasando aquí?
Salió corriendo hacia los jardines de la universidad, por impulso le comencé a seguir, corría y corría, no parecía que tuviera intenciones de detenerse, pero en parte me hacia bien, sentía que toda mis frustración de no entender nada, se iba en esa carrera sin mucho sentido en la que estaba metido.
Llegamos a una parte del jardín de la universidad que se encontraba alejada de todos, la verdad yo no conocía ninguna parte de los jardines, pero esa parecía muy abandonada a comparación de todas las que habíamos pasado corriendo, nunca me imagine que fueran tan amplios los jardines del lugar… ni una gota de oxigeno me quedaba en los pulmones.
-Yo… lo siento. –Dijo de pronto el idol, por un momento me había olvidado porque había estado corriendo. –No fue mi intención mentirte… -Se encontraba sentado en el piso con su rostro oculto entre sus piernas muy agitado como yo.
-Explícame… ¿Tu eres Suji? –Lo sé, pregunté algo demasiado obvio, pero necesitaba que me lo confirme para caer en el chiste, si es que se le puede decir así, no le encuentro nada de gracioso por ahora.
-Así es… mi nombre, bueno como me dicen es Chunji. Yo fui con tu primo a los Estados Unidos y lo acompañe a verte bailar, cuando te vi danzando en el escenario quede maravillado, y realmente una gran admiración hacia a ti nació en mi, que luego al hablar por mensaje contigo se convirtió en amor. –Sus mejillas estaban sumamente enrojecidas, y no era por lo que estuvimos corriendo.
-¿Quién te dio mi número? –Por favor, que no fuera quien me imaginaba.
-Tú mejor amigo, Niel; fue mi amable en hacerlo. –Me respondió inocentemente.
-Ese idiota, siempre anda haciendo de las suyas. –Sin darme cuenta estaba alzando mi puño y Chunji se asustó. ¿Ya lo llamo por el nombre? Que va, no me interesa. –No tengas miedo, solo estoy pensando en mi amigo y como le cortare el cuello.
-¿Y no estás enojado conmigo? –Me cuestiono mirando apenas a los ojos, realmente no lo sabía, me quede un rato un silenció, él me seguía mirando con sus ojos algo vidriosos.
Me puse en cuclillas, me incline hacia él y junte nuestros labios en un delicado beso. Él me miro muy sorprendido una vez que me aleje de él, largue una pequeña risa por su expresión, se veía muy tierno.
-¿Por qué? –Me preguntó sumamente confundido.
-Te lo dije antes idol analógico, no me importa nada de lo exterior, ya pase mala experiencias por ello, solo me interesa lo que está aquí. –Señalé su corazón y él me empezó a llorar. – ¿Y ahora qué te ocurre?
-Nada… estoy feliz, realmente pensé que había perdido toda oportunidad contigo. –Se lanzó a mis brazos de pronto.
-Bueno, yo creo que eso hubiera sido mejor a lo que te espera ahora. –Le dije al oído, él se separo de mí nuevamente confundido. –Ahora eres mi novio, tomare responsabilidad de tus sentimientos, y cuando tu no tomes responsabilidad de los míos, te ira muy mal, tanto que desearas no haberme conocido.
-Yo… -Se puso algo nervioso.
-Solo estoy jugando, más de que me partas el corazón y me largue a llorar abrazado a la almohada, no pasará. –Me reí, pero él me abrazo muy fuerte.
-¡Eso es peor! –chilló. –Pero… que hermoso, dices que ahora soy tu novio.
-Yo no me vengo con vueltas, espero no te molestes. –Luego de que dije aquello, él tomó mi rostro y volvió a juntar nuestros labios, pero ahora en un beso prolongado y un tanto más pasional.
Nos quedamos en ese lugar abrazados un buen tiempo, compartiendo uno que otro beso, cada vez subían más la intensidad, creo que íbamos a necesitar una habitación pronto. La verdad no creí que estaría con un chico, menos con un idol, mucho menos con idol analógico. Pero las vueltas de las vidas siempre te sorprenden, y poco me importan mientras me hagan feliz, la apariencia o el sexo es lo de menos cuando se trata de lo más hermoso del mundo… el amor.
FIN