Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

soledad de luna por limon18

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

solamente puede soportar una sola noche y nada mas. 

Notas del capitulo:

eso si es puro amor... 

La soledad de su alma se completa con la fría noche del lugar, una noche tan obscura llena de lluvia y viento, pareciera que pronto va a nevar, no es el clima que le gusta menos en estos momentos. Tanto tiempo juntos, todos los años estando a su lado y ahora solo quedan migajas de lo que alguna vez sucedió, miraba el álbum de fotos mientras pasaba una a una de las hojas, recordando así cada momento, mientras mira hacia atrás y lo observa terminando de empacar sus cosas, parece que no tiene ningún remordimiento en irse, vuelve a ver las fotografías, mientras acaricia una en especial.

-          ¿Recuerdas en día que nos conocimos? (dice mientras su compañero lo observa y sigue empacando) imagine que no dirías nada. Aun no encuentro la razón exacta del porque te dejo ir sin ningún reclamo, solo se, que te llevas la mitad de mi ser (termina de hablar sonriendo, mientras cierra el álbum de fotos levantándose al mismo tiempo)

Termina de tomar sus cosas y comienza a caminar para salir de una buena vez, mientas observa de reojo a Aioros, no dice nada simplemente camina sin parar.

El arquero lo ve alejarse y salir de su departamento, suspira profundamente, no queda ya mas nada, solo verlo irse, eso lo mata, pero debe de ser fuerte, debe demostrarse a el mismo que este no es el fin del mundo, mas sin embargo es casi el fin de su mundo. Su corazón pedía a gritos que lo detuviera de cualquier forma, pero su mente estaba dispuesta a dejarlo ir. Era una decisión muy difícil pero acertada.

Enciende la chimenea para hacer sentir un poco de calor, no el que quisiera pero por lo menos este lo tendría bien. Se sienta justo frente a esta mientras sigue con las fotografías, mientras las mira recuerda el momento exacto en donde se las han tomado. Se recuesta sobre esa hermosa alfombra que cubre el suelo mientras su vista se fija en el techo. Será fuerte y no llorara, será fuerte y lo olvidara, aunque haya pasado junto en los mejores  años y momentos de su vida.  

Shura pide un taxi, mientras coloca sus cosas en la cajuela, mira por última vez lo que fue su hogar. En sus mejillas ruedan algunas lágrimas que seca rápidamente con la manga de su camisa, entra al taxi mientras este comienza a caminar, el frio de la noche cala su piel, sintiendo un escalofrió raro, ya ha terminado todo, no hay vuelta atrás, en qué momento fue en que lo de ellos ya no funcionaba, aun no lo tenía claro, no sabía del porque lo estaba haciendo.

En su departamento bebe un trago de su mejor whisky, lo mejor será que no vuelva se susurra, mientras bebe un trago mas, te olvidare y tu lo harás también, esto ya no podía ser. Entra a su habitación mientras observa cómo hacen falta algunas cosas, se deja caer sobre la cama, suspira profundamente sin parar de sonreír… esa sonrisa falsa que disimula que nada esta pasando.

Se levanta por la mañana muy temprano, metiéndose a la ducha mientras sigue pensando en el suceso de anoche, deja que su cuerpo se relaje, dejando caer toda esa agua caliente por todo su cuerpo, mientras el vapor nubla los vidrios que cubren el lugar. Sin darse cuenta casi ha pasado una hora, sale casi corriendo mientras se viste rápidamente, sabe que no desayunara pues no hay quien se lo haga.

 El día pasa volando, como editor de libros pasa su día leyendo una y otra cosa, sale de aquel edificio caminando, sus manos en las bolsas de su pantalón, cruzando la calle ve a un mendigo pidiendo dinero, le deja un par de monedas mientras regresa a su departamento. En sus recuerdos vive Shura, su mente a estado ocupada en el, en descubrir del porque está pasando esto, la lluvia comienza a caer de golpe, ve a las personas correr para trata de no mojarse, mientras él sigue caminando lentamente, se detiene un momento, mientras trata de ver el cielo.

No soporta más, da media vuelta mientras sale corriendo sin importarle nada, no puede tolerar ese golpe en su pecho, mientras sus piernas corren sin parar, la lluvia entorpece su paso, se detiene un momento para tomar aire. Pero esto no le quita el impulso y sigue corriendo, la lluvia comienza a cesar en ese sector de la ciudad, mira para todos lados mientras sigue corriendo, entra a un edificio y para no perder más el tiempo entra por las escaleras que sube sin parar, casi exhausto toca una de las puertas del lugar, pero al parecer no hay nadie en aquel lugar, se recuesta sobre la puerta mientras su mirada se fija en techo del lugar, sus manos pasan por la madera, mientras se da cuenta que está allí nuevamente. Escucha un ruido dentro de aquel lugar por lo que decide tocar fuertemente.

La puerta se abre y lo ve, allí parado, con la mano sobre aquella madera que los separa, su cabello negro como aquella noche, se abalanza sobre él, sin mediar palabra lo toma del cuello y lo besa, retroceden algunos pasos. El arquero no quiere dejarlo ir, lo ama demasiado, Shura lo abraza fuertemente.

-          ¡regresaste!... ¿estás aquí? (mientras toma su rostro entre sus manos)

-          ¡Así es! Este es mi mundo también, entre tus brazos me siento bien, está bien si no quieres vivir en aquel lugar, está bien si no quieres que trabaje de más… y si quieres ayudamos a todos los mendigos que se crucen en el camino pero no me dejes… (lo vuelve a besar)

-          ¡entra! No te quedes allí… pasa, esta también es tu casa, lo olvidas.

Aioros le sonríe mientras pasa adelante a su antiguo departamento, observa todo con detalle, mientras suspira, escucha música al fondo del lugar, es como magia, se detiene para tomar de la mano al hispano. ¿Bailamos?, el pelinegro le sonríe, lo toma y lo pega a su cuerpo mientras sus movimientos agraciados y con clase hacen que invadan el lugar, la música es muy romántica y mientras bailan Shura le susurra al oído – recuerdo el día que nos conocimos- fue en este edificio, yo entraba y tu salías. Aioros detiene el paso, lo ve con un poco de duda. Mientras coloca sus labios sobre los del pelinegro. Es cierto, fue en este lugar que yo encontré la felicidad.

-          Llamabas toda mi atención, me seducías con tu mirada, invadías mi mente, contaba el tiempo para verte regresar y coincidir contigo. Se escucha algo bobo ¿no? (mientras se sienta sobre el sofá y toma a Shura de la cintura y lo sienta sobre sus piernas)

-          Puedo ver que te diste cuenta de lo que hacía para captar tu atención (mientras uno de sus brazos enredan el cuello del moreno)

-          No me vuelvas a dejar…

-          Deberías de ir a vestirte, estas empapado, y mojas todo a tu paso.

-          ¿aun esta la piscina verdad?

-          Por supuesto, pero está lloviendo… ni lo pienses Aioros.

El arquero se levanta mientras lo toma de la mano, salen de allí para dirigirse a la piscina de la planta baja, al llegar, lo toma fuertemente mientras corre dando un salto halándolo al mismo tiempo cayendo a la piscina mientras la lluvia sigue su curso.

Shura está furioso, tiene toda la ropa puesta y ahora está en la piscina y encima de todo está lloviendo. Mientras nada para salir es interceptado por el arquero.

-          ¿Estás loco? Moriremos de neumonía

Pero al arquero le da risa lo que escucha, mientras lo besa muy despacio, Shura se deja llevar, siente las manos poderosas del arquero arrancando cada prenda para volverlo más ligero y mientras se besan, van bajando al fondo de la piscina, mientras las piernas del español enredan la cintura del arquero, no les falta el aire tampoco pueden sentir frío. Ese momento es idóneo, simplemente es mágico, esa clase de besos es lo que hace que sucedan destellos en su relación, mientras sus cuerpos se acoplan al lugar, salen a la superficie para tomar un poco de aire.

El pelinegro toma su rostro mientras le sonríe, eres perfecto para mi Aioros.

La noche invade aquel lugar mientras la lluvia cesa nuevamente, ya en su departamento, se visten y se secan. Pero Aioros se acerca a Shura sobre la cama para volverlo a besar mientras lo recuesta, sus manos lo acarician y con cada caricia el español le sonríe entre sus besos.

-          ¿Por qué es la risita?

-          Porque estoy volviendo a vivirte… y eso me hace feliz…

Aioros lo toma de la mano, la besa y lo sigue besando. Mira una luz extraña sobre ellos que al tratar de ver nota que por la ventana se cuela la luna entre tanta obscuridad, el arquero sonríe, nunca antes había visto la luna tan vistosa, como la noche en donde el final se vuelve comienzo.

Esa noche fría no volverá a pasar, simplemente sus destinos ya están confabulados y la luna esta de su lado. 

Notas finales:

espero les guste 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).