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El reflejo de una vida, junto a ti. por Cintia24

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Ronald Bilius Weasley (1 de marzo de 1980), más conocido como Ron Weasley, es el mejor amigo del tan nombrado… Harry poter *el que vivió* y la hermosa Hermione Granger. 
 
Compartieron sus vidas desde el primer año en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Ellos pertenecieron a la casa de Gryffindor y, odiaron con la misma intensidad al joven Draco Malfoy desde el preciso momento en que lo conocieron en aquel compartimiento del tren… Harry agradeció, por años… el haber elegido a Ron por enzima de ese Patan, descerebrado…
 
Terminando séptimo año y todos sus dolores de cabeza. Se comprometió con Hermione para formar una familia junto a ella. Claro, siempre y, cuando encontrara un trabajo decente… 
 
Pasarían a la segunda fase de aquel convenio.
 
 Ya tenía un ofrecimiento de uno de los gemelos… por que el otro había caído en batalla.  El dolor aun estaba en su corazón, por la perdida de su hermano mayor… Aunque, sabia que nadie sufriría mas que George quien al mirar su reflejo; Siempre vería al fiel y, cariñoso Fred, frente a él.
 
Guardo las maletas usando su magia. 
 
Recogió; libros, discos, fotos… todo lo que le recordaba lo bueno de su infancia. No todo era malaria. Sabía que extrañaría muchas cosas: Ya no seria el guardián en su equipo de Quidditch. Ya no seria el tonto de Grynffindor…  (De lo que siempre estaría orgulloso) Ni seria el torpe Weasley. Su época de estudiante había culminado, para él y, para todos sus compañeros…
 
Ahora los esperaba la vida. Deberían madurar por su cuenta…
 
Su novia Hermione, entro como alma que lleva el diablo.-¡Mione!- Escondió detrás de él sus revistas de muchachas guapas en situaciones/posiciones un tanto… indecorosas. Revistas que el buen y, no tan santo... Neville Longbottom le había regalado.  Ni siquiera las había mirado y, sufriría las consecuencias de tenerlas en su poder. Mione le cortaría los testículos con su varita -¡¿Que haces?!- soltó entre sorprendido y, asustado.
 
-¿Has visto a Harry?- distraída de lo que su novio hacia y, sonando un tanto desesperada.
 
-Cálmate - Murmuro. Las revistas que tenia tras su espalda, cayeron al suelo y, las empujo con su pie izquierdo, bajo la cama. Tomando a su novia en un abrazo, para calmarla.- seguramente esta en la azotea.- Suspiro al ver la preocupación en los ojos de la castaña.- Te eh dicho que necesita tiempo.
 
-¡¿Cuanto?! Eh! ¡¿Cuánto más?!- le grito, eufórica.- No te parece demasiado…- Consulto consternada.
 
-Tienes que entenderle.- la desenvolvió de su abrazo para poder mirarla fijamente. -Tú más que nadie.- le reprocho su actitud. Sacudiéndola, delicadamente de los hombros.
 
- Pero…
 
-Shhh…- la callo poniendo un dedo sobre sus labios. -déjalo. - Reprendiendo a la joven caprichosa. -Vendra a nosotros… cuando, sienta que pueda hacerlo.
 
-Esta bien.- la muchacha dejo a un lado su tristeza y, preocupación para mirar a su lindo prometido. - ¡Valla!
 

-Umm… ¿qué?

 
-Es que…- sonrío apenada. - has madurado mucho, Ron.
 
-Siempre lo eh sido, nena- Soltó, engreído.
 
-Olvídalo. Ya lo arruinaste.
 
El muchacho río quedado, seguido por su novia. Le encantaba molestar a su amiga-novia-prometida… quien dice: Futura madre de sus hijos.
 
La noche llego y, él qué tenia mas vidas que un gato… a un no aparecía. El pelirrojo culpo a su novia de la preocupación que crecía en su pecho, como si lo hubiera contagiado de su enfermedad de mama pollito. Siempre tan protectora de los débiles de corazón. Harry lo era… por que tenía el corazón demasiado grande. Y todo le afectaba cien veces más que al resto.
 
Salio de su habitación. Su última noche ahí. Y no podía dormir por última vez en su cama… Potter se lo pagaría muy caro. 
 
Por los pasillos oscuros, camino buscándo a ciegas, sin saber a donde exactamente encontrarle. Humillado. Suplico. Sintiéndose, bastante tonto… de rodillas y, exhausto. Susurrandole a las escaleras: pidiéndoles que lo llevaran ante Harry. Estás se movieron con rapidez. Cambiando de dirección, apareciendo y desapareciendo puertas. Ahora si que estaba mareado. Pero, cuando estaba apunto de rendirse. Se topo con aquel cuarto… se metió y, siguió por el pasillo, dejándose llevar por su instinto. El mismo que siempre lo metía en líos. Se detuvo, al escuchar un sollozo ahogado. Contuvo la respiración y, miro a su amigo, observando un espejo… de lejos miro a una hermosa pareja sonriendo en él. Ahora lo entendía… seria la última vez que podría verles ahí. Sentirlos cerca. Ésos eran… los padres de Harry…  pensó, con tristeza. 
 
Se escondió detrás de un pilar al ver que Harry se movía. Nadie le diría nada por estar ahí. Nadie se atrevía a cruzar palabra con el silencioso sobreviviente de la última batalla de magia. Nadie se atrevería a cuestionar sus actos. Por eso mismo. Harry no se escondía tras una capa, ni tomaba pociones, ni se escabullía como una comadreja.

Simplemente; Lo vio limpiarse las evidentes lágrimas que aun luchaban por salir y abandonar el lugar… luego de tapar el espejo, con una clara mueca de dolor y despidiéndose en silencio de lo que nunca pudo tener… una familia
 
Ron asegurándose de estar solo. Camino lentamente acercándose al espejo. Al descubrirlo nuevamente, la imagen de los dos jóvenes enamorados aun permanecía en el, sintió el click de su corazón rompiéndose. ¿Por que la vida era tan cruel con él? Si, su amigo era tan dulce... Harry no se merece tanto dolor…, trago en seco. Cuando el espejo reflejo a un joven pelirrojo. Fred… pensó con nostalgia. Fred sonreía mientras parecía hacer malabares… Te estarás divirtiendo estés donde estés, grandísimo tonto. Sonrío con cariño a su hermano mayor… sus lagrimas no tardaron en aparecer. ¡Maldito espejo! Merecía quemarse en una hoguera por hacerlo sentir tan vulnerable. 
 
Apunto de taparlo. 
 
La imagen ante él cambio, y el manto que llevaba en las manos para cubrir el espejo, se le resbalo de las manos, cayendo al suelo. ¡Que demonios! Pensó… mientras miraba atento la imagen. Un joven castaño de ojos terriblemente verdes le sonreía… acaso, había perdido a otra persona sin saberlo. Miro a todos lados… Quizás, alguien había entrado y, estaba detrás de él. No. Esa imagen era para el… ¿Pero quien era…? observo el reflejo, atentamente. Se acerco tanto que casi parecía tocar a aquél hermoso muchacho. Impresionado, lo vio en sus ojos… -¡HARRY!- Se tapo la boca ante la impresión de escuchar su propio grito. Miro a todos lados. Por merlín. Que nadie lo encontrara, a el si se le armaría la rosca. Es Harry… pero parece mas adulto, mayor. Su preocupación creció aún mas… ¿Por qué, estaba en el espejo?  ¿Acaso le pasaría algo a su amigo? No. El no lo permitiría. Su línea de pensamiento se interrumpió. La imagen volvió a cambiar. Harry era abrazado por alguien… era difuso. No se notaba bien, quien era...

Miro como si estuviera armando un rompecabezas.

Mientras iba aclarándose. Noto los rasgos del muchacho que abrazaba a Harry, por la espalda. Apoyándo, con una enorme sonrisa en el cuello del moreno. Como una foto de dos enamorados. Eso era imposible. Harry no era gay. El tenia incontables admiradoras… y, había tenido por lo menos dos novias. Según recordaba. Ninguna de ellas le cayó en gracia. Su amigo no tenía buen gusto para las mujeres. Pero aquella sonrisa… era… era perfecta, esos ojos brillaban como los de un gatito travieso. Y aunque odiaba los gatos. En Harry se veía asombrosamente sexy. Siguió analizando a Harry olvidándose del hombre detrás de el. Harry se notaba delgado pero algo musculoso debajo de aquel tonto suéter .Típico de Harry. Esos hoyuelos se le veían adorables y, esas pestañas quitaban la respiración. Sin necesidad de moverse. Todo en el se veía sensual. Lo más interesante era ver a ese Harry adulto, sin lentes. Aunque apostaría todo el dinero de la familia. A que se vería aun más sexy con ellos puestos. Wooww… no pensé eso. No lo hice. Se recrimino, mentalmente. 
 
Al fin… al fin la imagen se posaba a la perfección delante de sus ojos. De un azul cielo, pasaron a gris nubloso… ¡No podía ser posible!. Esos rasgos eran de un Weasley. Mierda. Y, no era uno cualquiera… era el. Cálmate Ron. Solo son tú y tu amigo abrazados… sonriendo… solo eso. Nada más. Pura amistad ¿Harry había visto esto? No. no podía ser posible. Su corazón estaba derrapando en su pecho. Apunto de salírsele por la boca de tan rápido que latía. 
 
 
 
Intento recordar algo de aquel espejo. Leyó las letras que recorrían el borde. Inscrito en la parte superior está el siguiente texto: Oesed lenoz aro cut edon isara cut se onotse. Su traducción entes era bastante desastrosa pero con los años, afortunadamente había mejorado. Dando vuelta la inscripción y arreglando los espacios se lee: Esto no es tu cara... si no de tu corazón, el deseo.Harry le había contado algo sobre él. «El Espejo de Oesed es un espejo, el cual, de acuerdo con Albus Dumbledore, muestra los "más profundos y más desesperados deseos de nuestro corazón".» El nombre "Oesed" es "deseo" escrito de atrás hacia adelante, como se refleja en un espejo. «La persona más feliz en el mundo se miraría en el espejo y vería su reflejo exactamente de la forma en que él o ella es. » 
 
No quedaban en él, los vestigios de aquel pelirrojo encorbado y, flacucho. se veia alto y, bastante amoldado, con manos y pies grandes y con menos pecas cubriendo su rostro. No tenia la larga nariz que tanto le caracterizaba de pequeño y que medida que crecía parecía normalizarse. Sus ojos eran mas brillantes qué el azul del cielo en aquella imagen. Me veo, bastante apuesto. Pensó algo avergonzado. Era él, estaba seguro que era él. Cuando casi había logrado calmar su impresión. La imagen volvió a cambiar… pero  lo hizo tantas veces, qué lo turbo mucho mas qué despertarse luego de una noche de juerga. Todas y, cada una era imágenes de ellos dos, jugando, riendo, haciéndose cosquillas en esas imágenes 3D que lo estaban enloqueciendo. ¡¿Qué, era todo eso?! Parecían mas que felices… ¡Se veían felices! y, sin rastros de dolor en su mirada. Esa que veía cuando se miraba sobre el rió o reflejado en la mirada de su amigo. Esa… qué compartía en silencio. Culpándose de lo que ya no podían arreglar. De lo que no tenía solución, ni vuelta atrás…
 
Pero de todo. Lo qué desbasto, la mente del buen, Ron. Fue aquel beso… uno posesivo, cerca del labio. Con su par de bolillas azules y, desafiantes hacia el frente. Podía leer esos ojos. Sus ojos. El es mío, eso decían. Volvió a tragar… esto está mal. Muy mal. La imagen siguió moviéndose… el pelirrojo ya no tocaba la comisura del mas pequeño de estatura… Ahora. Prácticamente, sujetaba entre los suyos el labio inferior ajeno. Y, si ese espejo tuviera sonido exterior. Un gemido ahogado seguramente se escucharía del moreno. Y, no es que tuviera tan sobre estimada su forma de besar… pero… por la manera en que Harry parecía derretirse en sus brazos. Era bueno. Más que bueno. Un cosquilleo le recorrió desde la planta de los pies hasta la punta de sus rojos cabellos. Esto era intenso. Si su novia lo viera… Mione.
 
Un ruido se escucho. Tomo rápidamente la tela negra que cubría al espejo. Cuando la sujeto, vio un pequeño relicario en el suelo. Es de Harry, seguramente había vuelto por el. Lo recogió y, lanzó la cubierta rápidamente sobre el espejo. 
 
- ¿Que haces aquí? - Bastante molesto y, poco amistoso.
 
- Harry…- Bendito, cielo. Que no lo vea… lo que han visto estos ojos… por Merlín. ¡Que no lo vea!
 
 - ¿No habrás mirado el…?
 
- ¡No! -  soltó sobresaltado. - ¡Por los cielos! Que no lo eh hecho… recordé lo que me dijiste de el…- Bastante nervioso. -  no lo hice… 
 
Harry no le creyó del todo. Miro por enzima de sus lentes a Ron.-  Estas seguro que no viste nada. - Ron asistió. - nada de nada. -  volvió a preguntar, bastante inseguro. El pelirrojo resoplo, cuanto odiaba esa mirada. Era tan distinta a la que había visto segundos atrás… 
 
- No. - Soltó molesto ante la realidad. - No vi nada.- sonando más convincente.
 
- Bien, por que… te eh dicho lo peligroso qué es….
 
 -¿Tan así? - Revirando los ojos.Y se tenso, cuando el moreno dio unos pasos cerca de aquel artefacto. -  ¿Que muestra…? ¿El futuro?-  Intento sonar burlón. Y, lo consiguió por la media sonrisa de su amigo.
 
Harry negó. - No, no exactamente., Dumbledore… me dijo antes de morir… cuando, apenas éramos unos niño qué…-  ¿Que? Pensó desesperado el pelirrojo.
 
- Que… muchos hombres se habían consumido ante él, sin saber si lo que habían visto era real o siquiera posible. Solo quienes pueden mantener sus emociones bajo control, frente a él. Logran manejarlo. 
 
 
- OH… - Harry arqueo una ceja al ver la expresión de su amigo. Que ahora miraba al suelo, como si este fuera muy interesante.
 
Puede que no me agrade la idea de ser el amante de un hombre… pero ese hombre es…  Harry. ¿Y, si eso lo hiciera feliz…? Si, eso le devolviera el valor incalculable a esas dos perlas de jade… Tener qué olvidarse de una ordinaria-pero feliz vida con Mione… para tener un complicado y, raro futuro con un Harry lleno de vida…
 
- ¿Por que tan desilusionado? 
 
- ¡¿Que?! ¡No! ¡No! No estoy… yo…
 
Harry río luego de semanas de no hacerlo. Ron se sorprendió. Ya casi había olvidado el sonido de aquella risa. Aun así… se notaba un poco triste. Ron sonrío de lado, al menos había hecho algo bien. Había hecho sonreír a Harry, nuevamente. -  Ron… te has puesto muy rojo. ¿Que te avergüenza tanto?- Miro el espejo nuevamente. -  ¿Miraste algo en el… verdad? ¿Qué fue? ¿Hermione y tú teniendo varias crías…? ¿Tú algo gordito, fuera de forma? - Eso. Si, que lo había espantado. 
 
- Harry, qué no eh visto nada.-  se defendió.
 
- Ajá…. Y, supón… qué te creo…-  Harry destapo el espejo. Y, todo se volvió oscuro. Para; Ron… por que cerró los ojos asustado y, nervioso y, para Harry… por que la culpa había vuelto a él en cuestión de  segundos. - Fred… - Ron parpadeo confundido ante el llamado a Harry a su difunto hermano mayor…
 
Es la imagen de Fred… la misma que había visto primero. Harry bajo la mirada, totalmente destrozado. Ron observo, varias lágrimas cayendo al suelo. - Lo siento, Ron. -  ¿Qué, por que? El pelirrojo negó, observando con pena el dolor de su amigo.-  Fue mi culpa… 
 
- No. Harry…- Estupido espejo… - No. no lo fue…
 
Harry abrazó a Ron. Desconcertando al pelirrojo por la velocidad con la qué había quedado en sus brazos. Pasando la sorpresa. Lo apretó contra su cuerpo, intentando consolarlo. Cuando al parecer… Harry era el que quería consolar a Ron.-  Perdóname. Ron… perdóname… Si. Si, mi vida no fuera tan… Si tú… Si hubiera dejado a tu familia a un lado de todo eso…
 
- No.-  Entrelazo el cabello sedoso de su amigo entre sus dedos sosteniéndole con más fuerza. Sintiendo que podría desmayarse, suavemente le hablo al oído.- Fred una vez me dijo…. - Acariciándole la espalda - Con toda su payases… que varios destinos estaban marcado en cada uno… que dependiendo del qué uno tomara… este le llevaría al lugar al que debías pertenecer… Fred era feliz… murió feliz… siendo un payaso, disfrazado de héroe… siendo mas que un simple Weasley. Demostrando que valemos más de lo que dice una tonta serpiente.-  Ron no supo si escucho el gemido de un llanto ahogado o una risa quedada. Pero Harry se calmo en sus brazos… se soltaron. Ron limpio las lagrimas de su amigo con el dorso de su mano. - Tranquilo, Harry… nadie te culpa. - su vos sonaba demasiado segura en aquel  intimo susurro. - Nadie importante para ti… el resto no vale la pena. - Le sonrío de lado. -  lo sujeto del mentón y lo obligó a mirarle. -  Ahora. ¿Dónde está esa sonrisa qué tanto odia Malfoy? ¡Sonríe! Tonto hechicero que tengo, como amigo.-  Harry le devolvió la sonrisa que no llegaba de todo a sus ojos.-  Bien, me conformare con eso, por ahora…
 
Mientras ambos amigos desaparecían, dejando aquel espejo cubierto.
 
 El fantasma  de su ex-director se hizo, presente ante aquella reliquia. Con media sonrisa guiño el ojo al espejo.- ¿ Pretendiendo ordenar el destino de esos dos, Oesed?. - Bajo el manto la imagen de ambos muchachos en un apasionado beso y, derrochando felicidad, se dejo ver… - tu creadora tenia mucha razón… - Empezando a desaparecer y, soltando un leve y, contagiosa risa.- Afrodita sabe hacer buenos regalos… 
 
El viejo maestro se desintegro por completo; Dejando a esos dos, en manos del buen destino.
 
A la mañana siguiente. Ron, despertaría molesto con los rayos de sol qué le golpeaba los ojos, através de la ventana.

Se levanto sonriendo al nuevo día. Qué sueño extraño… pero lejos de ser pesadilla. Por que compuso su estado de humor… Era un sueño inocente. Donde Harry y, el sonreían, reían, correteándose mientras observaban las copas de los árboles. Y se burlaban uno del otro. Con el corazón tambaleándose dentro de él. Se acerco a la cucheta superior… Esperando ver a su joven amigo dormido, para molestarlo dándole un brusco y divertido despertar... 
 
Desorientado al no verle. Intento componerse pensando qué quizás… su fiel amigo, ya estaba en el gran comedor…
 
Los muros murmuraban a cada paso que daba… El niño que vivió, se fue… el niño que vivió, no volverá. El miedo le recorrió las venas. Y, su sentido común. Le dijo… que se preparara para lo peor… 
 
Al llegar al gran comedor… Encontró, a su novia siendo consolada por todos. Entre susurros y, gemidos soltaba. - Harry, Oh, Harry… - Mientras escondía su rostro. Apoyando su cabeza en la mesa de los Gryffindor, en su mesa.
 
Neville le llamo.-  ¡Ron! - Sus ojos eran claramente un signo de su mal presagio.
 
Mione elevo la vista hacía el, sus miradas se encontraron. Diciendo lo que sus labios aun no se animaban a aceptar. Desesperada se levanto de su asiento y, hecha un mar de llanto, corrió hasta su prometido. Ron no sintió lo mismo que la ultima vez que abrazo a su novia. Es mas… la desesperación le recorrió el cuerpo. - ¿Hermione, que pasa? ¿Dime que pasa? ¡Sucedió algo con Harry!- No pudo ocultar su semblante ni su voz… tampoco pudo evitar que su corazón se encogiera. -¡Por merlín, habla! - Le exigió en un desesperante grito de ayuda. Necesitaba saber lo que le había sucedido a Harry. El no verle, alli. solo acrecentaba sus dudas.
 
- ¡Se fue!¡Harry, se fue!- sin consuelo, grito. - ¡Se ah ido! Nos dejo… 
 
- No. -  Negó varias veces… Harry debía volver con el… a su hogar. Se quedaría con el. Eso estaba decidido… 
 
La castaña mostró entre sus dedos una carta. El sello de la familia Poter en él. - Es para ti…-  Entre llantos explico la castaña -  Harry la dejo, para ti… - observando el desconcierto de su novio.- Me dijo que no volverá….
 
- Mione. ¡¿Pero, que dices?! - Evitando el llanto frente a la muchacha. Conteniéndose, llenándose a la vez de pura frustración. Deseando correr a buscarle. Sabiendo que ya era tarde…- ¡No seas tonta! Harry, no hace esas cosas… él… él no nos dejaría. El no… el no puede hacerlo. - El espejo… él... esa imagen… su mente era igual a una sopa de letras. Desparramada y, sin sentido. Callo de rodillas al suelo. Mientras escondía su rostro en el vientre de Mione abrazado a su cintura. Sujetando tembloroso aquella carta que no se atrevía a leer… Mione en silencio lloro junto a el, acariciándo su cabello. Sin fuerzas, para darle otro tipo de consuelo.

Notas finales:

Esperare, sus comentarios.


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