Karkat era un niño de 7 años en aquel entonces, siempre estaba en un columpio en el patio de la escuela, meciéndose solo ligeramente escuchando los murmullos de los demás niños que lo juzgaban y se reían de él “Cállense… solo cállense por favor!” Pensaba Karkat que intentaba contener las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos cuando de repente sintió que lo empujaban levemente en el columpio. Cuando Karkat volteo vio que era un niño de cabellos oscuros, con enormes gafas y unos hermosos ojos azules.
- ¿Por qué estas tan solo?.
- Yo… ¿¡Quién demonios eres!?.- Pregunto Karkat enojado
- Soy John Egbert! ¿Cómo te llamas tu?.- Respondió con una gran sonrisa aquel niño.
- ¿¡Que te importa!? ¿¡Por qué mierdas quisieras saber!?.- Gritaba Karkat llamando la atención de casi todos los demás niños que iban ya de camino a casa.
- ¡Vamos dímelo!.- Insistía John sin perder la calma.
- ¡Soy Karkat maldición! Ahora cállate de una maldita vez!
- Entonces Karkat, ¿Por qué me tienes miedo?.
- ¿¡Pero qué mierdas dices!? No te tengo miedo! Solo quiero que te largues.- Aunque Karkat había dicho que no, la verdad era que tenía miedo, los demás chicos solo se acercaban a él para molestarlo o burlarse de el
- No tengas miedo… No te hare nada, solo quiero que seamos amigos.- Dijo John mostrando una enorme sonrisa.
- ¿A-amigos?...- Los ojos de Karkat se abrieron con sorpresa como si hubiera escuchado la mejor cosa del mundo
- Así es, ¡Seamos amigos para siempre!.- John unió sus manos con las de Karkat
- S-Sí
- Ha! Mira eso, ya tienes a otro chico patético a tu lado!.- Se burlo uno de los niños que se encontraba cerca seguido de las burlas de los demás. Karkat bajo la mirada al piso, no tenía ganas de gritar ni de defenderse.
- Es mejor que no seas mi amigo, te molestaran si te ven conmigo… Así que por favor vete.- Dijo Karkat en un susurro apenas audible para John.
- No me importa! Porque tú y yo seremos mejores amigos!.
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- Mejores… amigos…- Decía en voz baja Karkat quien ya había cumplido los 16 años y se encontraba en segundo de preparatoria.
- ¿Qué dijiste?.- Pregunto un chico sentado a su lado en una banca de aquel pintoresco parque, llevaba puesto el mismo uniforme que Karkat pero a diferencia de él, este chico lo tenía puesto adecuadamente. A pesar de ser chico tenía una figura muy delgada al igual que Karkat. De pelo negro y con gafas de una lente roja y otra azul.
- Nada que te importe Sollux.- Se limito a responder Karkat.
- ¿Estabas pensando en John cierto? ¡Carajo hombre! ¿Cuándo dirás que te gusta y que quieres follar con él?.- Dijo Sollux poniendo un cigarro en su boca y ofreciéndole a Karkat acercándole la cajetilla
- No tengo ganas de fumar.- Karkat aparto la cajetilla con la mano.
- Pero ya enserio KK, tarde o temprano tendrás que decirle. Ya sé! Esto es lo que harás: iras a su casa, entraras a su cuarto, le dirás que lo amas y que quieres follarlo tan duro que no se podrá sentar en años!. – Dijo Sollux con aires de grandeza.
- Tal vez deba decirle lo que siento de una vez.
- Bueno tampoco es como si me importara. Pero debes hacer algo ya o puede que alguien se te adelante.- Sollux encendió el cigarro.- ¿Qué harás si el ya tiene a una nena?
- ¿No es obvio? Seguiré siendo su… amigo…- Esa palabra le pesaba se sobremanera, Karkat se puso de pie.
- Oh vamos KK no pensaras en ir en este momento o sí?.
Karkat ignoro lo último que dijo Sollux y se alejo de aquella banca para ir a la casa de John. Estaba decidido a decirle a John lo que sentía.