Una inocente pregunta a los 10 años
Era una tranquila mañana y un pequeño niño de 10 años se colaba con mucho silencio por la habitación de sus padres, al estar frente a la cama sin pensarlo mucho salto directo a ellos
papá vamos ¡despierta!! - gritaba alegremente el menor – tu igual papi despierta – esto causo que uno de ellos abriera sus ojos color miel
Espera izumi-chan ¿no crees que es algo temprano para despertarse?- preguntaba un azabache mientras se sentaba en la cama
¡No papá!, recuerda que hoy vamos a ir a jugar con tsu-chan
Si lo recuerdo – suspiro y miro el reloj que estaba en el mueble junto a la cama – pero aún es temprano y tu papi no he despertado –le dijo señalando a la persona que estaba a su lado
Entonces encárgate de despertarlo – contesto inocentemente el niño mientras se bajaba de la cama y caminaba a la puerta, lo que causo risa al mayor – los espero afuera
El azabache al escuchar que la puerta cerrarse se acerco al rostro del castaño que estaba aun durmiendo y lo beso, al principio no tuvo respuesta alguna por lo que bajo su mano hasta sus piernas y las empezó a acariciar
Ritsu si no despiertas ahora mismo te voy a ser mío – le susurro al oído como algunas veces lo hacía en las mañanas
El castaño al abrir los ojos y ver la escena en la que estaba, rápidamente de separo del mayor con un poco vergüenza, ya que aun con los años que llevaban de casados no se acostumbraba a despertar cada mañana de la misma forma
Basta masamune, no ves que izumi te podría escuchar – le dijo algo apenado y parándose de la cama
Déjame decirte algo, si izumi escuchara ten por seguro que seria a ti y tus gemidos – hizo una pausa al ver la expresión del menor – además fue él quien me dijo que te despertara
Eehhhh – se sorprendió el castaño por lo que estaba escuchando
Ahora vallamos a desayunar – decía el azabache saliendo de la habitación seguido por onodera
Buenos días papá – saludo el pequeño al ver primero salir al mayor
Buenos días izumi-chan – se acerco y le dio un pequeño beso en la cabeza
Al fin despertaste papi – saludo al ver al castaño que se acerca a la cocina – vamos apresúrense que ya es tarde – hablaba animadamente el niño
¿Qué pasa hijo? ¿Por qué estas tan apurado? – pregunto ritsu mientras sacaba del refri un caja de leche
Porque hoy voy a jugar con tsu-chan y eso me pone muy feliz, pero – hizo una pausa y su rostro se entristeció un poco – aki-chan no va a ir ya está enfermo
takano al ver así a su hijo se acerco a él y le revolvió sus castaños cabellos – izumi tu sabes que hiroki no lo deja ir no porque no quiera, si no porque no quiere que akira se enferme más, además si estuviéramos en su situación nosotros igual haríamos lo mismo, ya que primero es la salud - el pequeño oji-verde solo asintió con la cabeza a lo dicho por su padre
cuando este mejor si quieres lo vamos a visitar – esta vez fue onodera el que hablo poniendo en la mesa tres tazas para cereal – anda come, aun no tenemos todo listo y no quieres que tsubaki-chan te este esperando ¿cierto?
El resto de la mañana termino en completo silencio ya ninguno dijo casi nada solo pequeños detalles que debían terminar para su día en familia más compañías, cuando el reloj de la pared marco las 11.30 am salieron del apartamento en donde vivían, por ser primavera vestían de una manera fresca, al entrar al elevador onodera presiono el botón que los llevaba al estacionamiento
Subieron al auto negro y se aseguraron de ponerse los cinturones de seguridad, el trayecto no fue ni muy largo ni muy corto, al llegar a lo que parecía un parque takano se estaciono cerca de la entrada
el primero en bajar fue izumi quien fue corriendo a un gran árbol de sakuras que estaba en pleno florecimiento con pétalos rosas
Takano y onodera lo siguieron de cerca – al parecer somos los primeros en llegar – expreso onodera mientras sacaba una manta del canasto que había llevado y lo ponía en el césped
En ese momento vieron como un deportivo rojo pegaba en la puerta del parque y del bajaba un hombre de cabellera castaña seguido de un pequeño peli-plata
Izumi-chan – gritaba el pequeño corriendo en dirección del castaño - lo siento se nos hizo algo tarde es que mi papá no queria despertarse – trataba de explicar una vez que estuvo frete al otro niño
Hola ritsu – saludo el castaño que venía detrás del niño – hola takano-san – esta vez saludo al azabache
Hola misaki – saludaron ambos adultos - ¿y usami-san?- pregunto onodera al castaño
Ahora viene solo fue a estacionar el carro – contestaba sentándose en la manta
Papi ¿me puedes dar la pelota que traje?- pregunto el pequeño peli-plata al acercarse al castaño
Por supuesto tsu-chan – misaki saco una pelota roja del canasto que llevaba y se la dio a su hijo
Gracias –dijo antes de correr de nuevo a hacia izumi
Los dos niños corrían y juagaban con la pelota del menor, mientras los mayores conversaban animadamente acerca de sus trabajos y algunas cosas que les había pasado en la semana
luego de un rato misaki checo el reloj que tenía en su muñeca y al ver la hora se levanto del suelo
Tsubaki, izumi, vengan a comer algo – el oji-verde llamo a los menores, los dos niños al escucharlo corrieron directo a sus padres y se sentaron en la manta, onodera saco un par de sándwiches que había traído para la ocasión dándoselo a los niños y también le dio a los demás
De un momento a otro el pequeño castaño y el peli-plata dejaron de comer llamando la atención de sus padres – ¿que pasa? Izumi tsubaki-chan – pregunto onodera al ver a los niños que ya no comían
Es que queremos que etto.. -después de pensarlo un poco los dos dijeron al mismo tiempo – queremos saber ¿cómo fue su boda?
Los mayores se sorprendieron por la pregunta tan repentina de sus hijos, causando que los dos castaños mayores se sonrojaran, mientras que a takano y akihiko se les dibujaba una gran sonrisa de satisfacción al recordarlo
En serio ¿quieren saberlo? – pregunto akihiko viendo a los niños
Espera akihiko no les cuentes eso – le reprocho misaki al peli-plata
Pero misaki ellos quieren saber ¿cierto niños? – los cuales ante la pregunta del mayor solo asintieron con la cabeza
Entonces empecemos con el relato- esta vez fue el azabache quien hablo