III. Nuevos Amigos.
Al día siguiente salimos después de desayunar. Según mi hermano iríamos a visitar a unos amigos de él, y le presentaría a su amigo especial. Tomamos un autobús algo feo y nos sentamos hasta atrás pues no iba gente muy bonita en ese lugar. Después de 20 minutos de sentir escalofríos de un señor que me miraba como si fuera un perro, nos bajamos en un parque bonito lleno de árboles y senderos para caminar. Allí se reuniría mi hermano con sus amigos. Sentía la fresca brisa y escuchaba el sonido de los arboles mientras caminábamos alegremente, escondiéndonos del sol y recordando las victorias del día anterior.
Esperamos en una banca, cobijados por la sombra mientras nuestros pies recibían el sol del as 11 de la mañana. Trataba de encontrar algún medio para distraerme… habíamos estados sentados ahí, y mi hermano se le veía algo angustiado mirando para una lado y para otro. De repente dijo que ya volvía… que no me moviera de ahí, y salió corriendo en una dirección.
Jugaba con los pies mientras esperaba, los movía para arriba para abajo tratando de encontrar algún tipo de ritmo.
-Oye ¿Te molesta si me siento? ¿También espero a alguien? –Yo no lo mire pues estaba entretenido en mis piernas, además no puedo hablar con extraños. Solo asentí sin dejar de tambalear los pies – Gracias. Es que llegue muy tarde y no sé si mi amigo sabe que debemos ir a otro lugar.
-¿Amigo? –repetí suavemente.
-Sí. Se supone que teníamos una reunión con unos amigos hoy, pero me llamaron diciendo que se haría en la casa de alguien –se escuchaba preocupado –… pero no sé si a la persona que espero le avisaron que sería en otro lugar, así que estoy preocupado.
-¿Preocupado?-
-Claro, es que somos muy buenos amigos… y pues… tenemos algo que nos une –lo mire, su cara brillaba por lo que acababa de decir. De verdad le tenía afecto a ese amigo –Somos como hermanos de otra madre jaja. ¿Entiendes? Jaja
-Sí, pero no es gracioso –dije seriamente – y ¿Porque no gritas? Debería estar por aquí.
-No puedo. No le gusta que lo llame por su nombre, ni que grite, ni que me alegre de verle… es alguien muy serio –sonrió ligeramente – pero me gusta que sea así. Imagínate que hace unos días no paraba de gritarme por el teléfono, pues le molesta mucho que lo llame a su casa jaja… que infantil -¿Le grito por el teléfono? Igual que mi hermano… valla coincidencia -¿No crees?
-Para nada –respondí- el nada más te dijo que no le gusta y punto –refunfuñe. Estaba diciendo que alguien como mi hermano era infantil… tonto pelirrojo –No es infantil. Tú si lo eres por llamarlo así. Además ¿Por qué lo llamas? –resople.
- Ohhh pues… puede que tengas razón, pero… -lo mire fijamente. Se había quedado sin palabras, pero miraba hacia al frente cálidamente -… siento como si quisiera hablar con él siempre… es como… no puedo creer que esté hablando de esto con un niño como tú jaja –se rio.
- ¿Cómo yo? –dije confundido.
-Mira lo pequeño que eres, apenas me conoces y me dices infantil jaja… eres el primero que me dice eso… -me miro alegremente -… además mi dijiste tonto. Esa no es manera de tratar a los nuevos amigos –
-No somos amigos, ni siquiera te conozco –lo mire desafiante –Lo siento… no debo hablar con extraños… y más cuando son tan raros –
-Eres igual a el: Como hablas, la forma en que miras a las personas, la misma apariencia, hasta los ojos… -No puedo creerlo -…solo que una versión miniatura y tierna –Este niño me está confundiendo con mi hermano. ¿Sera este el amigo de mi hermano? ¿A quién mi hermano aprecia tanto?… Oye ¿Qué estas…? – ¡Suéltame!- alce la voz
-No hasta que me digas tu nombre –
-¡Me lastimas! ¡Suéltame tonto! –decía mientras trataba de zafare. Me estaba pellizcando en la espalda bruscamente, tanto que parecía que quisiera arrancarme la piel –Me llamo Takeru, pero suéltame ya… me duele -
-Lo siento. Es que eres tan Pelión como tu hermano, es como si ustedes tuvieran algo contra mi – sonrió haciendo una reverencia. Se estaba disculpando por… ese pellizco dejara me dejara un morado. No podía reaccionar, pues la palabra hermano me había dejado mudo.
- ¿Hermano? ¿Conoces a mi hermano? –pregunte confuso.
-Claro que conozco a Yamato, somos amigos desde hace tiempo… sin mí no hubiera pasado a la secundaria jaja… –mmm lo miro con los ojos entrecerrados. Este pelirrojo está insultando a mi hermano -… y también te conozco a ti, Ta-ke-ru –dijo sonriente.
- MMM y ¿Cómo me conoces?- pregunte mientras lo miraba desconfiadamente.
-EEMM pero no me mires así –nervioso –Te reconocí aquí sentado por una foto que tiene Yamato escondida debajo de su almohada, además eres igual a el cuando era pequeño… y de pequeño lo conocí –sonrió mientras se sentaba en la banca.
-OOhhh –me senté junto a el –lo conoces bien ¿Cierto? –el asintió – Él dijo que vendríamos a conocer a un amigo muy importante y que me agradaría. Perdona por tratarte así –me disculpe -…creí que eras un extraño con pelo raro –
-¿Raro? Jaja – balbuceo entre dientes.
- Pero todos los amigos de mi hermano son amigos míos –sonreí abiertamente – Soy takeru ¿Cómo te llamas tú? –pregunte con una mirada brillante.
-Mucho gusto Takeru, soy Koushiro –Y nos dimos un fuerte apretón de manos.
Después de eso mi hermano llego y nos seguimos a Koushiro hacia un edificio de apartamentos gigante. Allí vivía otro amigo de mi hermano y pasaríamos un rato agradable.
El resto de la tarde fue muy divertida. Ese niño que vivía allí me cayó muy bien, era castaño y era muy gracioso, siempre me hacía reír mucho jaja Además me trataba como si me conociera de toda la vida. Taichi era divertido y entretenía a las personas… solo que era algo tonto y ruidoso para algunas cosas. No paraba de decir que yo era como un Mini-Yamato, pero que yo era más divertido que mi hermano a mi edad, además de más lindo.
¿Por qué dirá esas cosas? Sera que quiere caerme bien o es otra cosa… jajaja en todo caso, es muy gracioso. Los demás que estaban allí se reían tanto como yo, pero hacían el mismo tipo de comentarios comparándome a mí con mi hermano, además aplaudían y se alegraban de todo lo que les contaba sobre mí. Una niña con un sobrero gigante no paraba de tocarme y apretarme las mejillas diciendo que era demasiado tierno jaja. Otra solo me miraba escondida detrás del muro de la cocina, era tan joven como yo o incluso más pequeña. Se veía linda escondida así ¿Por qué no saldrá? ¿Sera tímida?... la saludo moviendo mi mano, esperando que me respondiera y ella solo salió corriendo dejándome con cara… ya saben…
Lo que me pareció muy raro, fue que mi hermano siempre estaba con el pelirrojo Koushiro. Siempre se reían juntos, se enojaban con Taichi juntos…. AAHHH Taichi era el nombre de quien vivía ahí. Pero después me alegre mucho por mi hermano, que tuviera un mejor amigo tan especial y tan cercano me ponía feliz… además todo lo que me dijo en la banca… fue algo… que no dice cualquier persona, solo alguien que de verdad te aprecia te dice esas cosas tan lindas.
Fue cuando estábamos jugando cartas, cuando un chico muy alto no paraba de enfadarse cada vez que perdía me hizo notar que ya está atardeciendo. Ya llevábamos toda la tarde en ese lugar, pero estábamos tan agustos que ni mi hermano ni yo habíamos notado que ya era de tiempo de irnos.
-¡Ya basta! Ustedes son unos tramposos –grito de nuevo ese chico alto. Tenía pelo azul y gafas - ¿Por qué siempre ganan todos, menos yo? Están contra mi ¿CIERTO? –Lo miraba algo preocupado ¿Por qué tiene que gritar así? Su forma de señalar a los demás que jugábamos me parecía muy grosera pero…
-Sshh Joe no grites tan fuerte –dijo Taichi.
-No ves que está haciendo mucho escandalo –prosiguió la del sombrero algo enfadada… - Y no se atreva a gritarle a una dama como yo superior-sonrió entre risas.
-No hacemos trampa, tú no sabes jugar jaja –una pelirroja de ojos castaños sacaba la lengua, burlándose de el – Si hasta MiniYama ha ganado –me señalo ¿Soy MiniYama? –Te falta estrategia, amigo jaja –
-Soy Takeru –dije confundido.
-Lo sabemos, pero esto no se ve todos los días –dijo Taichi susurrándome rápidamente –Hace tiempo que no molestamos al superior jaja disfrútalo –mire la escena de las dos mujeres cruzando gritos con ese chico alto, y aunque los acababa de conocer… si me parecía gracioso ver como se peleaban –Además… no es que quiera preocuparte, pero así no se fijaran en lo que pasa en el balcón jiji -¿El balcón? Pero… mi hermano está en el balcón. Miro la cara de Taichi preocupado, pero el, esta tan tranquilo y sereno como toda la tarde
- ¿Qué pasa con mi hermano? –pregunte con cara de angustia.
-Ahorita me ayudaras con la cena ¿De acuerdo? –y sin yo responderle nada, me despeino el cabello y se apartó de mi lado –Oigan locas muchachas dejen de alborotar el lugar, no ven que el pobre Takeru está preocupado –
Yo no hacía sino mirar hacia el balcón, pero no divisaba nada más que el atardecer pues el mueble tapaba cualquier otra cosa… ni veía a mi hermano ni a Koushiro. De repente todos los demás jugadores me miraban, las mujeres se veían algo raras.
-Takeru ¿Estas bien?-
-Perdona, es que yo no… no soy tan gritona siempre, solo es por…-
-No tienes nada de qué preocuparte… -
-…aquí todos somos buenos amigos y no nos pondremos a pelear por esta tontería…-
-Además solo es un juego –dijo el alto peli azul-solo lo disfrutábamos a nuestro modo jaja-
-Muy cierto superior –dijo la pelirroja –hace rato no teníamos una discusión así, las echaba de menos –todos los presentes se rieron con muchas ganas, incluso yo sonreí… todos esos gritos de antes, quedaron en el…
-Por cierto, donde están Yamato y Koushiro –hablo la que tenía ese sombrero gigante – hace rato no los veo –
-Tienes razón –afirmo Joe, así se llamaba.
-Mmmm no se- dijo pensativo Taichi –pero antes de eso… yo gane –
-QQQQUUUUEEEEEE -retumbo en el salón las voces de las otras tres personas. Hasta yo me fui para atrás del susto que me pegaron –PERO SI ERAS EL QUE MAS MAL IBA… -Sino fuera por la forma tan terrorífica en que lo decían, hablaban muy gracioso así… al mismo tiempo.
- No se enojen muchachos, solo fue suerte –pusieron una mirada sombría y de verdad… parecía que iban a golpear a Taichi –Además tuve un ángel guardián que me regalo tan honorifica victoria –
-¿Honorifica? Mmmm –
-Me huele a rata tramposa –
-¿Así que un ángel? Ganaste por el comodín de Takeru ¿Cierto?-refunfuño la pelirroja. MMmm no me acuerdo de su nombre.
-EEH… mmm… por… ¿Por qué dices eso Sora? –pregunto Taichi algo nervioso mientras se rascaba la cabeza. Mire las cartas que todavía estaban en mis manos, y si era verdad… el comodín que tenía no estaba, mientras me había susurrado se lo había llevado.
-Porque Takeru tenía un comodín, por eso se me hizo extraño que te le acercaras tanto mientras nosotros estábamos distraídos- dijo mientras se sobaba las manos de forma ruda.
-Pero… no creerás… que yo… cierto, yo no sería… Solo quería preguntarle una cosa –Taichi estaba temblando, mientras trataba de estar lo más alejado de… Sora, que caminaba hacia el muy enojada –además… quería sentir su esencia… si eso… - mmm ¿Mi esencia? ¿Qué es eso?
Mientras trataba de pensar que era mi esencia, y porque todos se enojaron tanto con Taichi por decir eso. Los otros tres correteaban a Taichi por todo el lugar tratando de… bueno, yo diría que lo querían matar pues sus miradas eran que daban miedo. Incluso le tiraban las cosas que encontraban para que se tropezara, mientras le gritaban “Pervertido” y “Acosador”.
-Takeru que pasa aquí –Mi hermano había apareció, estaba muy colorado, sudoroso y sonriente. Lo último me sorprendió jaja. Parecía que la tenía fiebre o que había tomado mucho sol, además estaba todo… despeinado.
-Nada solo que Taichi… -
-Yamaaaaa sálvame de estos locos –
PPPPPPUUUUMMMMMMMM
Ese tonto se chocó contra nosotros y los tres caímos al suelo fuertemente. Escuche risas mientras trataba de levantarme, pero el cuerpo de Taichi me lo impedía. Su cabezota estaba sobre mi pecho, mientras que sus manos estaban desparramadas: una sobre mi pelo y la otra sobre mis piernas. No es que quiera decir esto… pero me empecé a sentir un poco nervioso al ver que su mano rozaba mi cuerpo, tanto así que creí que me estaba tocando de gusto aunque pareciera que estuviera confundido por el golpazo que nos acabábamos de dar.
-Taichi te importaría sacar tu cuerpo de mi cara –escuche decir a mi hermano desde debajo de su estómago, aun a la risa de las mujeres, las cuales no paraban de decirle que era un tonto.
- Callate Yama, no vez que estoy disfrutando de mi posición –me miro raramente con los ojos entrecerrados y me dio un pellizco en el muslo –Además… ¿No tienes aliento para quitarme? O ¿Estas muy cansado de tanto ejercicio? Jaja dile a Kou que te ayude… ¿Dónde está? –después de decir eso me volvió a mirar con una sonrisa gigante… parecida al del gato de Alicia en el país de las maravillas… pero era como si tuviera otra cosa en mente. Al levantarse sentí como su mano se empuño contra mí… ya saben ahí abajo y me puso mi rojo que hubiera hecho eso. –Míralos, son igualitos jaja –
Mi hermano y yo estábamos igual de sonrojados, colorados y apenados en ese mismo momento. Yo porque ese niño me había tocado mucho y tenía algo muy raro ahí abajo. Y mi hermano… demás que porque le habían dicho debilucho, no lo sé. La mejor parte fue que después de decir eso, las chicas agarraron a Taichi por los hombros y lo sentaron junto a ellas. Sin decirle mentiras, tenían una cara de fantasmas… era aterradora mirarlas, pero era mucho más divertido ver la cara de Taichi sufriendo al lado de esas dos.
-Sabes Sora. Ya sé que hará este señorito para pagar lo que hizo hoy –dijo sonriendo ampliamente, aunque me daba miedo pues era como… si fuera alguien malo sonriendo.
-Creo que la pasara bien jaja –dijo Sora riéndose.
Después de eso, la mama de Taichi nos sirvió la cena. No paraban las risas tenebrosas de esas dos niñas, yo no hacía sino sonreírles, no quería estar como Taichi… amarrado en su propia sala. No paso mucho tiempo para que fuéramos de salida, era tiempo de regresar a casa pues ya era bastante tarde. Me despedí de todos, agradeciendo todo lo que había disfrutado, hasta…
-Si vendrán ¿Cierto? –pregunto tímidamente el pelirrojo.
-Tratare de convencer a mi papa de que nos deje, por mí no hay problema pero Takeru…-
-¿Yo que…? ¿Problema de que hermano?-pregunte confundido.
-Mira Takeru –me hablo Sora con una sonrisa –Mañana habrá una fiesta en este lugar, y es por el cumpleaños de la hermana de ese… -señalo a Taichi –así que todos vendremos hasta aquí de nuevo, pero ella quiere que nos quedemos a amanecer hasta el otro día, ya sabes como una fiesta de pijamas.
-¿Entonces quieren que yo venga?-me señale a mí mismo –pero si no la conozco –
-Aunque no lo creas, a ella le encantaría que vinieras. No ves que desde que llegaste hoy no para de salir a comprar cosas para mañana, además si no lo has notado… -se acercó a mi oído-te observa por atrás jaja –dijo susurrando para después reírse pícaramente- No voltees, pero mañana tendrás tiempo de preguntárselo-todavía susurraba.
-Entonces mañana vendremos a dormir aquí hermano –afirme con entusiasmo.
-Pero ¿Y papa? ¿Qué dirá? –tartamudeo.
-El me dejara, además ese día en la tarde me tendré que ir. Sera bonito pasar tiempo con mis nuevos amigos y contigo en la fiesta –le conteste animadamente y el solo sonrió. –Créeme, mañana pasara algo interesante aquí –le dije teniendo un presentimiento.
Ante la sonrisa de todos y la apretada de cachetes de Mimi… pues la del sombrero gigante. Nos dirigimos a la puerta, pero antes de salir alguien me agarro de las manos.
-Gracias por aceptar venir a mi fiesta –la niña que había visto antes escondida me miraba con los ojos color café claro y una sonrisa nerviosa. Hizo una reverencia… bueno conté tres, y volvió a esconderse detrás de la pared rápidamente. Yo me despedí con la mano y cerré la puerta detrás de mí.