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El amor en una silla por Por amor al Sasunaru y al Yaoi

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Notas del fanfic:

Este fanfic esta participando en el concurso realizado en la pagina de Facebook

Por amor al Sasunaru y al Yaoi

Notas del capitulo:

Los personajes aqui mensionados pertenecen a tu dueño y creador Masashi Kishimoto así como la historia le pertenece a su creadora pachi-sensei  

EL AMOR EN UNA SILLA

 

La vida es un juego de suerte el más mínimo error nos puede costar muy caro, así mismo un paso en falso puede dejarnos expuesto a sufrir cualquier accidente que nos dejara marcados para toda la vida.

 

Sasuke Uchiha un joven de 16 años muy guapo, popular y sobretodo millonario, había  descubierto que sin importar cuánto dinero y fama tengas siempre estarás expuesto a las malas jugadas de la vida.

 

─ ¡No! ¡Ya dije que no iré! —Retumbo entre las paredes de la mansión Uchiha el grito de menor de los herederos.

─ Sasuke el médico…

─ No Padre. —El joven mira a su padre muy serio– Se lo que dijo, las posibilidades que me recupere eran de un 30%, he decidido no ir. —Mira a su madre y su padre que estaban frente a él– No me quiero aferrarme a falsas esperanzas.

 

 

Las Familia Uchiha conocida como una de las familias más ricas del país hace tres meses atrás habían experimentado la misma preocupación y dolor como cualquier otra familia, el menor de sus hijos había sido atropellado saliendo de una fiesta y como consecuencias ahora estaba atado a vivir en una silla de ruedas y con una posible recuperación de un  30%, desde el momento que Sasuke había escuchado las cifra que era imposible recuperarse y atarse a falsas esperanzas no era su estilo, se había resignado a vivir en aquella silla sin importar la decisión de sus padres.

 

            ─ Sasuke hijo. —Mikoto se arrodilla a la altura de su hijo– No puedes rendirte sin antes luchar.

            ─ Madre lo siento, no quiero que luego me digan lo que ya se. —Los mira nuevamente– Que nunca volveré a caminar.

            ─ Entonces, ¿Qué planeas hacer? —Pregunta serio Fugaku ante la terquedad de su hijo.

            ─ Lo de siempre. —Sonríe de lado y de forma arrogante– Seguir con mi vida en la escuela, ser el mejor estudiante y cumplir mis deberes como el Presidente del Consejo Estudiantil de Konoha School. —Suspira mostrando un poco de tristeza en sus ojos– No voy a permitir que esta silla me limite, seguiré como siempre.

            ─ Hijo. —Susurraron asombrados ambos padres.

 

Tener un hijo inmovilizado en una silla de rueda no se lo deseaban a nadie, ya que el sentimiento de impotencia que reinaba en sus corazones era algo que las palabras no podían describir.

 

……………

 

Al otro lado de la ciudad un chico de cabellos rubios y ojos azules llegaba a su casa cansado tras ver jugado toda la tarde con sus compañeros, disfrutaba de la vida tranquila lejos de complicaciones él era así y eso nadie lo podía cambiar.

            ─ ¡Naruto! —Una mujer pelirroja grito a penas el joven ingreso– Naruto Namikaze Uzumaki. —Lo miro con su cabello ardiendo como fuego.

            ─ Ma…Mamita. —Sonrío nervioso.

 

Naruto Namikaze un joven rebelde de 16 años, era hijo de la importante  familia Namikaze-Uzumaki, su madre Kushina siempre había luchado con él para que sea un chico responsable pero él siempre quiso ser libre como el viento y  no vivir atado a lo que rige la sociedad, por eso estudio la secundaria en una escuela pública junto a sus amigos reales y no comprados por el dinero.

 

─ Nada de mamita, ¿Dónde estabas? —Pregunta muy seria.

─ Jugando por última vez con mis amigos. —Respondió con algo de enojo– Aun no entiendo porque debo ir aquella preparatoria.

─ Naruto ya hablamos de ello, estas creciendo y es hora que….

─ Me relacione con los de mi clase, por favor mamá los de “clase” —Hace comillas con sus dedos– No más que hijitos de papi sin cerebro. —Se gira.

─ Naruto. —Susurra preocupada por su hijo– Hijo…

─ Está bien, mañana iré a Konoha School como ustedes lo desean.

 

 

Minato y Kushina pensando en el futuro de su hijo había planeado inscribirlo en Konoha School una de las mejores preparatorias del país solo para relacionarlos con jóvenes de su mismo nivel social.

 

……………

 

Un nuevo día había llegado para los jóvenes y señoritas estudiantes de Konoha School, Naruto observaba como sus alumnos iban llegando en sus limosinas una más larga que otra suspiro con desagrado y se encamino rumbo a la dirección donde la su abuela Tsunade lo esperaba.

 

Por su parte Sasuke había llegado acompañado por su padre, quien lo cargo para sentarlo en su silla de ruedas, Fugaku siempre había sido conocido por su seriedad y frialdad frente a sus hijos,  pero el accidente de Sasuke lo había hecho cambiar y comprender lo que realmente significaba ser padre.

 

            ─ ¿Te acompaño? —Pregunta Fugaku una vez que le entrega su bolso.

            ─ No es necesario. —Sonríe ante la preocupación de su padre–  Tengo reunión con los del consejo ellos me van acompañar.

            ─ Pero si pasa algo. —Dice muy preocupado.

 

Sentir que puedes perder a un hijo muchas veces te ayuda para cambiar.

 

            ─ Papá estaré bien. —Vuelve a sonríe– Mira ahí viene Hinata.

            ─ Está bien, nos vemos a la salida. —Entra al auto al observar cómo llega la chica junto a su hijo.

 

Sasuke observar como su padre se aleja sonriendo por el gran cambio que su accidente había producido en él, al final algo bueno salió de tanta desgracia.

 

            ─ Vamos Hinata. —Se empieza a mover en su silla eléctrica– Dime, ¿Ya tenemos al nuevo miembro?

            ─ Si Sasuke-kun. —Mira en su carpeta– Se llama Naruto Namikaze Uzumaki.

            ─ Namikaze. —Susurra con una sonrisa Sasuke– Así que al fin regresaste, Dobe.

 

Desde el instante que Naruto había pisado aquella escuela la había detestado ante tanta gente superficial a su alrededor, pero lo que le dijo su abuela había logrado que la odie con todas sus fuerzas, hace apenas unos minutos le habían anunciado que ahora formaba parte del Consejo Estudiantil.

 

            ─ Maldita vieja. —Susurro entre dientes– Ponerme en el Consejo, así que aquí es. —Mira la puerta– Que más da, entremos.

 

           

            TOC-TOC

 

            ─ Adelante. —Escucha antes de abrir la puesta– Tú deber ser Namikaze, bienvenido. —Hinata lo saludo.

            ─ Gracias. —Entra tras las chicas encontrando una mesa larga con algunos chicos y chicas sentadas y en la cabeza el presidente– Sasuke. —Susurro al ver al moreno.

            ─ Namikaze te presento a todos los miembros del Consejo Estudiantil o también llamado los doce de Konoha, aunque ahora solo estamos once. —Ríe la chica.

            ─ Mucho gusto soy Naruto Namikaze. —Se inclina Naruto sin deja de mirar al moreno.

            ─ Bienvenido Naruto. —Una chica rubia toma la palabra– Yo soy Ino Yamanaka la presidenta del Comité de Medio Ambiente, mis vocales Shikamaru Nara y Chouji Akimichi.

            ─  Soy Kiba Inizuka soy el Presidente de Comité de Deportes, mis vocales Hinata Hyuga que está a tu lado y Shino Aburame.

            ─ Soy Neji Hyuga Presidente del Comité de Socio-Cultura, mis vocales Rock Lee y Tenten Tema.

            ─ Bienvenido Naruto. —La chica pelirrosa que estaba junto a Sasuke le saluda– Soy Sakura Haruno la vicepresidente del Consejo Estudiantil y él. —Señala al moreno– Es nuestro presidente Sasuke Uchiha.

            ─ Namikaze. —Habla el moreno– Bienvenido. —Sonríe de lado– Iniciemos con la reunión antes que termine la ceremonia de bienvenida.

 

 

Dicho aquellos tomaron asiento para empezar la reunión.

 

            ─ Primeramente Namikaze formara parte del Comité socio-cultural reemplazando a Sai. —Mira al rubio– Segundo debemos organizar la fiesta de bienvenida, ¿Alguna idea? —La pelirrosa alza la mano– Sakura.

            ─ Puede ser algo diferente no una fiesta como todos los años, pero no sé qué puede ser.

            ─ ¿Diferente cómo? —Pregunta Ino.

 

Todos se quedan pensando algo para la fiesta.

 

            ─ Un festival. —De la nada dijeron llamando la atención de todos.

            ─ ¿Qué dijiste? —Sasuke se queda mirando a Naruto.       

            ─ No nada. —Mueve nervioso sus manos Naruto.

            ─ Esta decidido. —El moreno mira al rubio con una sonrisa– Namikaze se va encargar de organizar Festival de Bienvenida junto a tú comité Neji.

            ─ Pe…

 

            RING!!!! —Toca el timbre de ingreso a clases.

 

            ─ La reunión queda terminada, vayan a clases y Kiba. —Mira al castaño– Este año no quiero reportes tuyos o deberé reemplazarte.

            ─ No te preocupes Sasuke, este año ni sabrás de mí. —Sonríe nervioso.

 

─ Me quede solo. —Susurra Sasuke para sí mismo una vez que todos han salido.

─ Se equivoca señor Presidente. —El moreno alza mirada encontrándose con un par de ojos azules muy molestos.

─ ¿Naruto? —Susurra al verle frente a él.

─ ¿Por qué me pone a organizar esa fiesta? —Pregunta enojado.

─ Fue tú idea. —Contesta con simpleza– Además es una buena oportunidad para que te relaciones nuevamente con los de nuestra clase.

─ ¡Maldito Teme! —Se lanza contra él haciendo que la silla se ruede hacia atrás– Pero que… —Abre sus ojos asombrado al ver en la condición que estaba su amigo.

 

 

Naruto y Sasuke fueron los mejores amigos durante la primaria, pero cuando pasaron a secundaria el rubio había decidido ir a una escuela pública para conocer mejor a las personas dejando solo a su mejor amigo, ahora tres años después se vuelven encontrar en una situación muy sorpresiva para el rubio.

 

 

─ ¿Qué te paso? —Preguntó Naruto tras unos minutos de silencio.

─ Tuve un accidente, si me disculpas debo ir a clases. —Sasuke mueve su silla libremente– Vamos rápido.

─ Hai.

 

Naruto caminaba en silencio atrás de Sasuke, observando como todos a su alrededor caían a los pies de su viejo mejor amigo sin importar que ahora se movía en una silla de ruedas, el orgullo de Sasuke siempre fue su  mejor arma para saber cómo controlar la situación sin importar lo difícil que fuera, de repente noto como el moreno se detenía frente a una aula.

 

─ Naruto bienvenido a Konoha School. —Sonrío suevamente el moreno, haciendo que su corazón palpitara de forma extraña.

 

…………

 

Había pasado una semana desde su regreso a Konoha School, una semana desde que fue elegido miembro del consejo estudiantil, una semana desde que empezó a trabajar con Sasuke por las tarde organizando el festival, una semana sin poder dormir a causa de sus extraños sueños que eran protagonizados por su mejor amigo, ya que en esa semana había recuperado la vieja amistad que tenía con él, pero ahora sus sueños lo ponían en un debate.

 

¿Solo quería a Sasuke como amigo o algo más?

 

Sin importar sus dudas ahí estaba muy temprano en la entrada de la escuela esperando la llegada de su presidente y amigo para acompañarle hasta su oficina.

 

 

            ─ Uchiha-sama buenos días. —Saludo al rubio a penas Fugaku bajo.

            ─ Hola Naruto. —Sonrío al ver al rubio, para Fugaku ver nuevamente a Naruto junto a su hijo lo había tranquilizado y le ayudaba a despejar sus miedos– Nos vemos Sasuke.     

            ─ Claro padre, hasta la salida. —Una vez que el Uchiha se fue los jóvenes entraron.

            ─ Se nota que ha cambiado. —Comento Naruto antes de entrar a la oficina.

            ─ Eso fue gracias al accidente. —Dijo Sasuke llegando hasta la mesa donde estaban unas carpetas– Al parecer todos quieren participar en el festival, aun nos faltan diez carpas.

 

 

Mientras Sasuke revisaba cada detalle para el festival, Naruto por su parte tenía una mano sobre su mejilla y miraba fijamente al moreno perdiéndose en cada pequeño movimiento que hacía, ante aquella mirada Sasuke se sintió algo incómodo y lo hizo sonrojar levemente.

 

            ─ Dobe deja de mirarme. —Susurro sin mirarlo.

            ─ Perdón, no pude evitarlo. —Se levanta hasta donde estaba el presidente– Es solo.  —Se inclina hacia su rostro– No puedo dejar de mirarte.

 

Aun con los papeles en manos y con sus ojos completamente abierto sintió los labios de Naruto posarse sobre los suyos, poco a poco aquel extraño sentimiento que nacía en su pecho le hizo cerrar los ojos y dejarse llevar por aquel beso, tras unos se separaron mirándose uno al otro.

 

            ─ ¿Por qué? —Preguntó avergonzado el moreno.

            ─ Me gustas. —Declaro sin vergüenza alguna.

            ─ ¿Qué? —El moreno abrió sus ojos sorprendido– ¿Te…gusto? —Susurro.

            ─ Si. —Sonríe Naruto arrodillándose a su altura– Me gustabas desde niño ese fue uno de los motivos de alejarme, no querías que me odies por quererte tanto.

            ─ Na…ruto.

            ─ No me des una respuesta ahora. —Se levanta– Piénsalo ¿Si?

 

 

Aquel día para Sasuke fue muy difícil, asimilar que su mejor amigo estaba enamorado de él desde niño no era nada fácil mucho más cuando en tú corazón siempre ha vivido un sentimiento especial hacia esa persona.

 

Una vez terminado el receso todos los estudiantes entraron a la hora de matemática, el viento de primavera mecía levemente las cortinas del aula gracias a que la ventana estaba abierta.

 

            ─ Oye Teme. —Murmuro Naruto junto a su mejor amigo– Te quiero preguntar algo.

            ─ ¿Qué te pasa? Estamos en clases. —Respondió molesto por la interrupción.

            ─ ¿Qué te han dicho los médicos? ¿Volverás a caminar? —Pregunto con una clara preocupación en su voz.

            ─ Yo…. —El viento soplo fuertemente obligando a Sasuke cerrar sus ojos y girar su rostro.

 

            ─ ¡Ah! ¡Nuestras hojas! —Gritaron los alumnos.

 

El viento hizo de las suyas llevándose consigo las tareas de los estudiantes, elevando las cortinas y cubriendo  con ellas a la pareja, aprovechando aquella la falta de visibilidad y que Sasuke estaba con los ojos cerrado,  Naruto se acercó al presidente y le robo un beso.

 

            ─ Dobe. —Susurro lleno de sorpresa ante el atrevimiento de rubio– Yo…no volveré a caminar.

            ─  ¿Qué? —Sus ojos de abrieron por la sorpresa de la noticia.

            ─ Tengo pocas posibilidades de caminar, eso dicen los médicos. —Baja la mirada.

            ─ Sasuke. —Le alza la mirada– Yo te quiero tal como eres. —Le vuelve a besar aprovechando otra ventisca.

 

            ─ Cierren esa ventana así no ahí como dar la clase. —Se queja Kakashi al ver como nuevamente vuelan las hojas.

 

 

El gran día del festival había llegado alumnos y maestros disfrutaban de las diferentes actividades que ofrecían en cada aula, Naruto como organizados del festival debía supervisar que todo marche sobre rueda de paso ayudaba a su casi novio a recorrer cada puesto.

 

            ─ Mira Teme, tiro al blanco. —Lo empuja hacia uno de los puestos– ¿Elije que peluche quieres?

            ─ Pero Dobe…

 

Sasuke se sonrojo ante sus palabra  desde que habían empezado el recorrido le había llenado de regalos y dulces, justo ahora llevaba en su mano una manzana acaramelada a medio comer.

 

            ─ ¡He ganado! —Grita emocionado el rubio– Veamos…El peluche de tomate. —Se gira donde Sasuke– Todo tuyo Teme.

            ─ Gra…gracias. —Susurra avergonzado.

 

El resto del día Naruto llevo a Sasuke de aquí para allá animándolo en cada minuto que pasaba, Sasuke por su parte cada minuto vivido junto al rubio le hacía sentir totalmente vivo y con ganar de estar siempre a su lado. 

 

 

            ─ ¿Estás cansado? —Pregunta Naruto sentado a su lado lejos de la multitud de gente.

            ─ Solo un poco. —Lo mira con una sonrisa– Si…

            ─ ¿Eh? ¿Sí que? —Pregunta algo confundido y más cuando nota el sonrojo en su rostro– ¡Espera! Tú… ¡Teme! —Abraza al moreno.

            ─ No me hagas repetirlo. —Gira su rostro avergonzado.

            ─ Te quiero tanto mi Teme. —Le da un beso.

            ─ Yo a ti. —Baja la mirada– Naruto, ¿Crees que si lo intento logre caminar? —Pregunta preocupado.

            ─ Si no lo intentas nunca lo sabremos. —Toma sus manos sabiendo el miedo que tenía el moreno– Sin importar lo que suceda siempre estaré contigo.

            ─ Naruto. —Lo abraza– Gracias.

 

……………..

 

Un largo año había pasado y muchos cambios llegaron con ellos, el amor entre Naruto y Sasuke se fortaleció creciendo cada día más, ahora los chicos tenían 17 años y estaban listo para ir a la fiesta de bienvenida.

 

            ─ Naruto-kun bienvenido. —Mikoto saludo al rubio con una sonrisa– Pronto baja mi hijo.

            ─ No se preocupe Mikoto-san yo le espero. —Dice con una sonrisa– Fugaku-sama buenas noches.

            ─ Hola muchacho. —Se acerca el mayor al rubio– Cuidado con desviarse del camino ahora que mi hijo está recuperado.

            ─ ¡Padre deja de decir esas cosas! —Grito Sasuke avergonzado desde la escalera. 

            ─ Hola Teme. —Se acerca su novio– Te ves muy bien.

            ─ Tú también. ¿Vamos? —Toma la mano de su novio y salen.

 

Tras ese largo año Sasuke había entrado a las terapias para recuperar la movilidad de sus piernas, los primeros meses no había ninguna mejora cosa que decepcionaba más al moreno y le hacían dar deseos de dejar todo de lado, pero gracias a la constancia, el apoyo y amor de Naruto nunca se rindió y hoy un año después puede salir caminando de la mano de su amado.

 

La fiesta fue divertida bailaron toda la noche y antes de la hora indicada a volver Naruto se llevó a su novio lejos de todos.

 

            ─ ¿Dónde vamos Dobe? —Pregunto mientras era jalado fuera del salón de fiesta.

            ─ Quiero aprovechar las palabras de tu padre. —Estampa a su novio en el primer árbol– ¿Qué tal si celebramos tú mejoría?

            ─ ¿Aquí? —Pregunta algo avergonzado.

            ─ Si…

            ─ ¡No! Eres un Namikaze por lo menos llévame a un sitio decente. —Se cruza de brazos.

 

Una gran risotada estallo de los labios de Naruto antes de besar apasionadamente a su novio contra aquel duro árbol, tras unos minutos se separaron dejando visible a un sonrojado Sasuke quien ante el placer no vio venir las intenciones del rubio.

 

            ─ ¡Dobe bájame! —Pataleaba al ser cargado estilo princesa en brazos del rubio– ¿Dónde me llevas?

            ─ Señor Presidente usted me pidió que lo lleve a un mejor sitio. —Sonríe de lado– Y eso pienso hacer.

            ─ ¡¿Qué?! ¡Bájame! ¡Dobe pervertido bájame!

 

Sin importar los malos momentos en nuestra vida siempre hay una luz que será capaz sacarnos de la oscuridad y brindarnos la confianza que necesitamos para luchar.

 

FIN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Si les gusto las historia no olviden apoyar al autor aqui como en la pagina de facebook 

Por amor al Sasunaru y al Yaoi


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