Estiro los dedos de mis pies, están un poco entumidos por estar en la misma posición por mucho tiempo. La sábana es cálida; y los brazos que me rodean también.
Pareciera como si apenas dormí dos horas, pero en realidad no creo haber dormido más de cuatro. Con las promociones de mi disco debut apenas puedo descansar.
Giro lentamente mi cara y veo ese rostro que tanto me encanta, el que me sé de memoria y que amo besar cada instante que pueda. Acaricio lentamente su cabello. Minho está profundamente dormido, a estas alturas de su sueño ni un terremoto lo despierta. Siempre me sorprendía de las cosas que hyung era capaz de hacer o no hacer; definitivamente era un misterio cuando nos conocimos.
Parece que fue ayer cuando lo vi en la sala de trainers, se veía muy guapo y llamó la atención de muchas chicas, y la mía. Después de unas semanas, la empresa nos formó en grupos y me tocó con él. Estaba demasiado feliz porque nunca le había hablado y sabía que esa sería la oportunidad para acercarme. Al principio era muy educado conmigo y me trataba de “usted”, creyó que era mayor que él.
Después de convivir mucho tiempo con él me di cuenta que era alguien especial para mí, no significaba que mis demás hyungs no fueran especiales, sino que, Minho tenía algo que hacía mi corazón latir demasiado rápido, mis mejillas arder, mis dedos temblar y tartamudeaba a menudo.
Cuando debutamos, él siempre estuvo ahí protegiéndome y cuidándome, enseñándome sobre diferentes cosas que a le gustaban; íbamos por las noches a las canchas de basquetbol o al campo de futbol, no es que yo ame hacer deporte, porque no me gusta del todo; pero a Minho le fascina los deportes y si a él le gusta, yo sería esa persona que estaría a su lado disfrutando con él y de él.
Recuerdo el día cuando dije indirectamente lo que sentía por Minho, y Jonghyun hyung no paró de molestarme los siguientes días, a veces Minho se enojaba por las bromas y me di cuenta que no le daba gracia que yo llegase a sentir algo por él, y eso me ponía triste, demasiado triste. Hubo un tiempo en el que decidí alejarme un poco, para aclarar mis ideas. No dormía en el departamento, iba a casa de mis padres y me quedaba hasta una semana ahí.
Cuando volvía al dormitorio me entraba la vena nostálgica, a veces me recostaba en la cama de Minho y olía su almohada, pero parecía que él tenía un radar; llegaba y me decía que sería mejor que me acostara en mi lugar. Supe que no quería tenerme cerca.
Le conté todo lo que sentía por Minho a Kibum hyung. Lloré mucho cuando platique con él, me dolía demasiado, dolía el saber que solamente sería un amigo para hyung.
Hubo una ocasión que nos tocó filmar con un programa con unas noonas, y a Minho pareció agradarle mucho la chica que estaba con nosotros. ¡Que celos y rabia cuando la veía! Y cuando le sonreía….. agggh, ¡quería matarla! ¿Si fuera chica le gustaría a hyung?
Tiempo después de eso, nos invitaron a grabar un programa donde debíamos vestirnos de chicas, era demasiado gracioso. Ese día sentí la mirada de Minho sobre mí todo el rato que estuvimos filmando; me hacía sentir un poco incómodo, estar como una colegiala era raro y aún más que hyung no dejará de verme. Creo que eso sirvió para romper el hielo.
Me acerqué a él y le pregunte; “Minho hyung, ¿cómo luzco?” esperé muchas cosas, algunas negativas y otras positivas. “Te miras precioso, Taeminnie”.
Iba con Minho a todos lados, lo acompañaba a sus programas, a veces no filmaba con él, pero iba con el manager a dejarlo y recogerlo en la locación. Nos costó mucho aceptar que sentíamos algo recíproco, (a él más que a mí).
Yo estaba seguro de mis sentimientos hacía él, y Minho me confundía demasiado, unos días era cariñoso y otros no; se comportaba distante y frío… ¡Que complicado!
Uno de los tantos días de promoción; Shindong hyung nos invitó a su programa de radio; nos hacían preguntas y todo era gracioso. No sé en qué momento, ni cómo paso, Shindong me preguntó con que miembro me gustaría salir si fuera chica…. No pensé un solo segundo la respuesta y casi escupí; “Minho”. Todos rieron y a los pocos segundos hice lo mismo, no me había dado cuenta lo que dije, no pensé. Hicieron la misma pregunta a hyung y él respondió mi nombre, ¡Lee Taemin!
Después de ese programa todo fue historia; Jonghyun comenzó a brincar y aplaudir como un tonto, no paraba de reír y molestar. Él sabía que sentía algo por Minho, y parecía alegre que me hubiese “confesado” de manera indirecta (y públicamente). Cuando volvimos al departamento, Jjong se acerco a mí y me dijo: “Bien hecho, Taemint, ahora solo debes esperar”. No sabía a lo que se refería, pero ahora comprendo cada una de sus palabras.
Esa época fue un poco difícil para mí, era un adolescente y estaba enamorado; tenía problemas en la escuela con chicas acosadoras y extrañaba demasiado a mi familia. Y entre tanta tormenta, apareció un arcoíris; Minho hyung me dijo que le gustaba. Me contó que me quería mucho, no como un amigo, ni como hermano o hijo, nada de eso; era un amor mucho más intenso.
Él fue el colchón de mis problemas, cuando me sentía demasiado triste por los problemas acudía a Minho, siempre sabía qué hacer. Me dejaba recostar en su cama, me abrazaba todo el rato y acariciaba mi cabello. Era mi terapia.
Todo iba bien con nosotros, pero aún así, no sabía qué éramos; ¿novios, amantes, amigos? ¿qué? Nos abrazábamos y decíamos cosas lindas, pero nada de besos. Y tenía ese pendiente; ¿qué significaba para él?
Una noche, mientras todos dormían, Minho asomó su cabeza hacía mi cama, me sonrió y me dijo: “Quiero que vayas conmigo a Dream Team mañana, ¿puedes?” solamente asentí, en realidad quería brincar pero no convenía para nada hacer eso, Key siempre se molestaba cuando hacíamos ruido y Jinki también.
Haber ido con Minho a Dream Team ha sido la cosa más maravillosa que me ha pasado; ese fue el día en el que hyung decidió abrir su corazón conmigo. Estaba muy nervioso aunque yo no iba a concursar ni nada, Minho estaba enfocado en las competencias y de vez en cuando se giraba hacía mí y me revolvía el cabello. Cuando le toco saltar, falló, todos nos pusimos algo tensos; a Minho no le gusta perder. Utilizó su segunda oportunidad y realizó el salto acertadamente. Cuando vi eso, corrí hacía él, me encontraba tan feliz y orgulloso, que simplemente no podía quedarme sentado. Y no me arrepiento para nada, porque Minho me levanto en sus brazos y nuestros labios rozaron accidentalmente, él me bajo y le dije “Sabía que lo harías, hyung.” Se acercó a mí y acarició mi cabello, susurró un leve: “Tenía que hacerlo porque tú estás aquí y no te puedo decepcionar”.
Cuando volvimos al dormitorio, me pidió que habláramos, pensé que me iba a regañar o algo por lo de horas antes, pero lo único que hizo fue besarme y decirme que no podía estar más tiempo así, su corazón necesitaba amarme.
-¿Qué tanto piensas? – su suave voz me despierta de mis recuerdos.
-Pienso sobre nosotros. – me acercó a él, le beso los labios y me sonríe. Aún tiene los ojos cerrados, es muy perezoso para despertar.
-¿qué? – vuelve a preguntar.
-Cuando nos conocimos, cuando supe que me gustabas y cuando al fin decidiste amarme. – miro hacía nuestros dedos entrelazados.
-Esa historia me gusta mucho. –
-Me gusta mucho más la tuya. – le respondo.
-La mía es aburrida y tonta, la tuya es tierna y hermosa. – abre un poco los ojos y me besa.
-Hyung… ¿qué hubiera pasado sino hubiera ido contigo a ese programa? ¿Estaríamos juntos? -
-Sí, nosotros estamos destinados a estar juntos. Así que no te podrás escapar de mí, Lee Taemin. –
-No está en mis planes hacer eso. – le sonrió malicioso y me coloco sobre él.
Me acercó peligrosamente hacía sus labios, los muerdo y saboreó. Revuelvo su cabello y lo jalo.
-Estás un poco urgido, cariño. – me murmura cuando siente que me estoy restregando contra su pelvis.
-No hemos hecho nada porque no tengo tiempo, y ahora es lo único que quiero hacer. – le lamo el cuello, y beso sus manzanas de Adán; me encantan, me fascinan, me excitan demasiado cuando ambas se mueven de arriba abajo.
Mis manos recorren su torso desnudo, cuando dormimos juntos suelo quitarle su pijama y lo dejo en bóxer, me gusta mucho hacer eso, me encanta dormir con su ropa y sus brazos rodeándome; me embriago de Minho todas las noches.
Sus manos pasean por debajo de la playera, acaricia mis costillas y luego sube hasta mis pezones, es toque hace que toda mi espina dorsal tiemble y que me excite más.
-Mingg, hazme el amor. – le gimo, y él no para de besarme. Me toma de la cintura y me da la vuelta.
-El amor y todo lo que quieras, Minnie. – comenzó a bajarme el pantalón del pijama junto al bóxer. Paso su cabeza por debajo de la playera y poso sus labios por mis tetillas; las besaba y lamía al mismo tiempo que su mano acariciaba mi miembro.
-Agghhh, no…. pares. – escuche una pequeña risa por parte de Minho, como diciendo que no pensaba parar.
Su lengua abandonó mis pezones y bajo por mi abdomen, beso mi ombligo y paseo por mi “camino hacia la felicidad”…
-Me encanta que te rasures. – y estaba a punto de responderle cuando mi pene se envolvió en la deliciosa y caliente boca de Minho.
-OHHHHHHHHHHHHH, MINHOOOOOOO. – no pude evitar gemir tan alto, porque ¡mierda! Tenía tiempo que no me hacía esto y lo necesitaba, y él lo sabía.
Sus dedos se paseaban entre mis testículos y mi entrada, estaba realmente mojado…
-Lee Taemin, ya…. – y la voz de Key nos cayó como un balde de agua helada.
Minho se separo de mí, y subió la pijama rápidamente.
Kibum hyung se quedo ahí y luego cerró la puerta de golpe y comenzó a gritar.
-¿Podrían irse a algún hotel? ¡No pueden hacer eso aquí! No es divertido verlos así, tampoco escucharlos.
-Creo que hoy tampoco podré desestresarme. – tome a Minho de los hombros y le di un beso, me levante y camine hacía la puerta. Key seguía ahí.
-¿Ya? – me miró un poco molesto.
-Ya, ahora iré a ducharme y me voy. – caminé resignado por el pasillo.
-Sabes que no es porque yo quiero. Manager hyung habló, dijo que viene en una hora por ti. – quizá se sentía culpable o mal por habernos interrumpido, y estaba siendo honesto, él no era culpable.
-No te preocupes, no estoy molesto. – le sonreí y fui a mi habitación.
Jonghyun estaba ahí, en su cama, tenía la guitarra en la mano y escribía un par de cosas en su “libreta mágica”.
-¿Qué tal tu noche? Volviste tarde ayer. – dejo de lado lo que hacía y me quedo viendo. –Creo que le compraré más pijamas a Minho, al parecer alguien planea quitárselas todas.
Sonreí y me senté en el colchón.
-Sí, debes comprarle más pijamas a Minho, por cierto... ¿ya tienes lo que te pedí, hyung? – lo mire y me asintió. -¡Gracias! – me avente contra él y lo abracé.
Para mí Jonghyun hyung es como mi hermano mayor, alguien que te protegerá ante todo, le tengo mucho cariño y estoy muy agradecido con él, por todo. Y en especial el que me dijera que Minho sentía lo mismo por mí, incluso él se denominó nuestro fan número uno.
-De nada, ¿Es la otra semana, no? –
-Sí. – me levante y caminé hacía el clóset. – Ahora debo ducharme para irme a grabar. – caminé por el pasillo hasta el baño.
Me desvestí, realmente no quería quitarme la ropa de Minho. Cuando salí, fui hacia el comedor, Key hyung había preparado waffles con fruta, y jugo. Últimamente como mucho, aunque no lo parece, perdí mucho peso con los ensayos y el gimnasio, y por lo mismo me da más hambre y suelo comer la misma cantidad que come Minho. (Y eso es mucho).
Jinki hyung también estaba sentado, junto a su pizarrón (el cual ya parecía un accesorio). Me escribió: “Hola” cuando me senté y comencé a hablarle, a veces se sentía un poco triste porque no podía hablarnos y por eso mismo decidía hacerlo yo. Le conté que estaba demasiado entusiasmado porque iría a grabar inkigayo.
A mitad del desayuno, hyung apareció y comenzó a comer con nosotros. Ya estaba vestido; llevaba una playera negra, con pantalones del mismo color y los zapatos que tanto me encantan.
-Buenos días, chicos. – el manager apareció, llevaba un par de bolsas con mi rostro en ellas. Siempre nos llevaba los regalos que las fans mandaban a la empresa, y en esta ocasión todas las bolsas eran para mí. –Debemos irnos ya, ¿Minho, te vendrás con nosotros? –
Sonreí al instante que supe que nos vendría conmigo. Ambos nos levantamos, hyung tomó las bolsas y las llevo a mi habitación, cuando volvió traía una chaqueta, la cual me tendió.
-No quiero que te resfríes. – suele protegerme mucho después de los cuadros de fiebre y gripa que he tenido. Me he puesto tan mal al punto de que me llevan al hospital y me colocan suero para que mejore. Y yo sé que Minho no se ha sentido nada bien con eso.
Subimos a la van que nos esperaba afuera del departamento. Me coloqué sobre Minho, él me tomó de la cintura y me pegó a su pecho. Acariciaba mi cabello y lo besaba.
-Hoy veré a mi bebé cantar. – susurro. – Me gustaría estar en el público y ser como las fans; gritarte lo cuanto te amo sin temor a los demás. –
-Un día seremos libres de hacer eso. – tome su rostro entre mis dedos y lo bese.
Llegamos demasiado rápido a SBS, y todo pasaba de igual forma.
Me colocaron en mi camerino y Minho entró conmigo. No paraba de verme mientras me colocaba los pantalones y la camisa. Al final deje el cintillo que me ato a la pierna.
-¿Qué buscas? – me preguntó, al darse cuenta que no encontraba algo.
-Mi cintillo, lo deje aquí y no está. – comencé a mover las almohadas que tenía uno de los sillones. De pronto me di cuenta que la mano de Minho tenía algo blanco entre sus dedos, y eso era…
-¿Esto? – hizo cara de inocente.
-Choi Minho. – me acerqué a él e intente arrebatárselo, pero lo movió lejos de mí. –Dámelo. –
-Hmmm ¿por qué dártelo? – sonreía maliciosamente, como si algo sucio y pervertido pasará por su mente.
-Porque sí, porque es un accesorio de mi vestuario. – lo mire serio, no debía reírme, porque si lo hacía iba a perder esta batalla.
-Ya veo…. – se sentó en el pequeño sofá y me observo de pies a cabeza. – Te lo pondré yo.
Y caí en su juego, y realmente estaba pensando cosas pervertidas (y eso me gustaba). Sonreí coquetamente. Yo también sabía jugar.
Coloqué mi pierna entre las suyas, rozando lentamente mi rodilla contra su miembro. Me miro sorprendido y negó con la cabeza.
-No juegues, Lee Taemin. – me susurró. Paso sus manos en mis muslos, su dedo pulgar se paseo por mi pene, Diossssss.
Ahogué un gemido, no quería perder.
Ato el cintillo, y con su dedo índice avanzó en mi entrepierna. Cerré los ojos y cuando los abrí, fue para ver su boca en mi sexo. Una imagen tan excitante.
-Aggggggh. – lo tome del cabello y lo presione contra mí.
Comenzó a lamer, y a chupar, y todo al mismo tiempo. Mi pantalón y bóxer estaban justo debajo de mi trasero.
-Por la mañana no pudimos jugar. – presionó sus labios y eso se sentía tan delicioso.
Sus dedos acariciaban mis testículos y rozaban mi entrada, estaba seguro que no aguantaría más. Necesitaba esto desde hace tiempo y…..
-Minggggggggg. – y me vine en su boca. Y fue demasiado que manché el pantalón.
Mi respiración era acelerada, y estaba empezando a sudar. Minho me lamió hasta dejarme limpio.
-Creo que tendrás que buscar otro pantalón…. – se mofó.