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La canción y el beso por limon18

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Notas del fanfic:

los persojanes no me pertenecen 

es un fik romantico, espero les guste... 

Notas del capitulo:

Milo se enamora del primer beso que se han dado y desea más, esa noche es la que desea para poder sentirlo nuevamente. 

es una historia en 3era persona, los personajes no se hablan en todo el fik, es pura narrativa, espero les guste... 

:)

En aquellos años en donde su juventud era plena como el sol al amanecer, se sentía lleno de vida, aun recordaba la noche pasada, ese beso delicioso que le pudo dar, la canción que lo hacía recordar una y otra vez su voz dulzosa mas no empalagosa, mientras se ve al espejo se arregla su corbatín, suspira profundamente, se coloca su sombrero pequeño mientras coge su abrigo y sale de su casa, al abrir la puerta un viento salvaje lo congela de pies a cabeza y mientras se queja por aquella ventisca abraza fuertemente el abrigo que trae consigo, sale a la calle y sus pies lo llevan caminando, pasando por la misma esquina de siempre, saluda muy amablemente a la señora que vende flores, mientras pide un ramo completo. Sigue su camino tratando de sentir el olor que le llega de la tierra humedad debida al invierno que azota la ciudad.

Se detiene mientras ve como los carros pasan por la calle, espera a poder pasar y sigue caminando, comienza a oscurecer y los faroles de la calle a encender uno por uno, es majestuoso ver como la calle está iluminada por aquellas luces artificiales, muy emocionado sigue su andar sin perder el toque sensual y a la vez elegante que hace entorpecer a quienes inquieta.

Vuelve a pensar en aquel beso, ese beso que hace que respire con dificultad, que con tanto anhelo logro robar, esperando a que se repita tal proeza regresa a donde lo recibió, esta noche es especial estarán algunos amigos, desconocidos y por supuesto, el dueño de ese beso ligeramente acido, dulce, frio y un poco amargo, pero que así es como los prefiere.

Llega a esa puerta de madera, con finos bordes y acabados, aun tiene esperanza de encontrarlo, sin dudarlo más toca la puerta, espera un momento y logra escuchar hermosa música que invade su alma, la puerta se abre de par en par. Nota su divina presencia y mientras toma su mano la besa, para luego verle a los ojos, logra observar su sonrojo mientras le ofrece aquel ramo de flores que ha comprado en el camino.

Las toma mientras se adentra aquella casa, no lo duda y entra tras él, ve toda aquella gente, esa recepción tan magnífica en tan exquisito ambiente, aun piensa si lo esperaba, pero sus pensamientos son borrado casi al instante al volverlo a ver, Camus se acerca con mucha seducción a donde está parado, lo hala de la mano hacia la pista de baile, las notas invaden sus pies, sus ojos azules invaden los suyos, el compas de aquella canción lo hace recordar su beso, lo toma de la cintura mientras con suavidad lo pega a su cuerpo. Aspira el olor de su perfume que embriaga sus sentidos, el roce que se produce entre los dos pareciera que con ello pudieran tener fuego invisible para todos, totalmente visible para ellos. No tiene mente para nada ni para nadie en ese instante, puede sentir su cabeza descansando sobre su pecho, teme a amarlo demasiado o tal vez no tenerlo. El repertorio de música cambia una y otra vez pero ellos no sienten el tiempo. Alejándose de aquel lugar, toman asiento en una de las mesas que se ubica en el lugar más lejano, beben una copa de vino mientras sus miradas se cruzan sin parar.

La atracción es confusa, dulce, calmada pero sobre todo enigmática, no puede ni siquiera hablar, las palabras no brotan de su boca, su lengua no se mueve como lo desea, pero se embriaga del hablar del pelirrojo, de su risa loca, pronto le hablara de amor, pero el abordar tal tema no sale de sus labios, desea gritarle de sus sentimientos, DE PEDIRLE, SUPLICARLE TAL VEZ ROGARLE que lo acepte… nuevamente en su garganta esta ese nudo que aprieta y no deja salir cada palabra que quiere decir.

No dice palabra alguna, lo toma de la mano para guiarlo a aquel jardín escondido tras esa enorme casa, llevándolo a ese camino rodeado de hermosos arboles y frondosa hierva. Milo lo detiene mientras se coloca frente a él, tomándolo de la barbilla, sumergiéndose entre aquellos azules ojos, lo besa, uno de los besos más sutiles que ha podido dar, sintiendo nuevamente aquella dulzura que lo enloquece, siente sus labios, fríos como la noche, toma su rostro para sentir esa piel suave, delicada y tierna, vuelve a besarlo pero esta vez logra entrar en su boca para hacerlo suyo, el pelirrojo está sorprendido por aquella proeza, en su vida alguien lo había besado de esa manera tan versátil.

La luz de aquellos faroles, el viento jugando con sus cabellos, y la hermosa armonía de aquellos arboles se mezclan para darles el toque perfecto del segundo beso. Las manos traviesas del griego juguetean sobre la espalda del francés que no puede evitar estremecerse con aquel toque tan superficial pero a la vez tan profundo que puede llegar a su alma.  

Desde que lo ha conocido todo ha sido una celebración, esa noche se despidieron en la misma puerta en donde se vieron por vez primera, Milo toma su mano para volverla a besar, vuelve a caminar regreso a su casa, sus pasos pareciera que siguieran bailando con aquella música que escucha a través de su mente, tocando sus labios como si quisiese sentir aquellos otros, esa pasión que invade su ser solo un nombre puede tener, ese nombre que no olvida mucho menos ese tiempo que ha pasado a su lado.

Las calles completamente vacías, invadidas por aquella niebla espesa, solamente esa luz artificial se deja ver, sonríe como loco, cruza cada calle invadida por agua recién caída del cielo. Toma su llave mientras abre la puerta, entra para sentirse afortunado, ahora está completo, no teme más de nada, mientras se desviste para recostarse sobre su cama, escucha la puerta principal, toma su bata colocándosela instantáneamente, se acerca, abre la puerta. Como si la noche resplandeciera, al verlo su dificultad de tragar se hace más pronunciada.

El pelirrojo entra sin aviso, cierra la puerta tras él, acercándose peligrosamente a sus labios, plasmándole un beso delicado, en sus ojos puede ver aquel brillo exótico clavándose sobre él, recibiéndolo como se lo merece, abrazándolo, tomándolo para sí, haciéndolo suyo. Aquella habitación se lleno de una atmosfera exquisita, dejándose un sabor a pasión, amor con una suave lujuria, aprovechándose de cada parte de ellos, tomándose hasta el alba, volviendo a ver aquella piel blanca bajo de él e imaginando cada momento a su lado. 

Los días que pasan es como si el silencio y la soledad regresaran, volviendo en cada momento los recuerdos de aquella noche. Desea volverlo a ver, su mente le juega bromas regresando siempre a aquella puerta de madera. No quiere pensar en lo peor, pero tampoco se hará ilusiones, cada noche la pasa en penumbras, si no lo vuelve a ver preferiría morir para no sufrir, no quiere quererlo más, tal vez solo quererlo menos, sin sufrimiento, pero es imposible, ni siquiera lo puede dejar de pensar. Escucha esa canción, regresándolo a su primer beso, cierra los ojos y logra verlo, allí, parado esperándolo para bailar, su mente le juega nuevamente esa misma broma, puede sentirlo, puede tocarlo, quizá hasta puede besarle, abre los ojos observando nuevamente la oscuridad de su habitación, sintiendo esa soledad necia que no desea partir.

Toma su sombrero, su abrigo y parte hacia aquella puerta de madera, pasando por cada calle y avenida llegando a su destino, esta noche sabrá la verdad. Sin pensarlo toca la puerta, al abrirse ve esos ojos azules que lo apaciguan, se acerca para besarlo, siendo correspondido, no sabe donde estaba, pero en ese momento no puede pensar en nada, solo en él, tenía mucho miedo de reencontrarlo y ser rechazado, pero no sucedió. Lo toma de la mano para halarlo y entrarlo a su casa, a su alma, a su corazón, haciendo bailar esas mil sensaciones que cada uno tiene, Milo no lleva flores pero si todo su ser, sin igual.

Ese beso que dulzoso más no empalagoso, frío como la noche y como si tuviese el compas de aquella canción que lo hace recordar lo perfecto que es besarlo robándole un pedazo de su corazón.

 

Notas finales:

espero les haya gustado

:)


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