Una castaña de hermosas curvas, cubiertas de un vestido rojo. Dejando ver sus largas piernas se adentra a un enorme edificio ubicado en el corazón de Manhattan. Uno de las más exclusivas edificaciones.Subehasta el último piso se adentra y mide el terreno lista para sacar su arsenal. Se acerca al escritorio. Y vislumbra a un joven rubio y decide que no es necesario.
-Hola le dices a Minho que Yunha está aquí.
El rubio observa sus enormes piernas y linda cabellera castaña. Y cree que el si tiene que sacar un par de armas. Revisa meticulosamente la agenda de Minho y agradece.
-Lo lamento pero no estas agendada para este día. De hecho no estás agendada. Querida. – dice el rubio con tomo agudo.
-Creo que no necesito de una cita.
-Lamentablemente sí. El joven Choi Minho está muy ocupado como para atenderte…
-Creo que no tendrá problema en atender a su prometida…
Sin notarlo ninguno de los dos entra un deslumbrante Minho.
-Kibum que te parece si…- y calla de inmediato al reconocer el cuerpo femenino frente a el- ¡Yunha!- lo dice casi en un susurro
Los dos voltean y lo ven. Yunha ve el peligro latente en la mirada del chico rubio y su prometido y en ese momento un arsenal de armas nucleares salen para defender lo que considera de ella.
-¡Minho!-- Se lanza a sus brazos, uniendo sus labios- mientras una Minho desconcertado no se da cuenta de lo que sucedey el rubio en ese momento queda desarmado.- Minho amor vamos tenemos que arreglar lo de nuestro matrimonio. Lo jala con dirección a su oficina.
-Oye chico porque no nos traes un café.-dice con burla. Metiéndose y cerrando la puerta detrás de ellos.
Kibum respira sin saber que retenía el aire. Prometida. No, no es verdad siente que de pronto toda esa estructura le pesa, le pesa tanto que no puede pararse. Lo ase, prepara dos tazas de café. Se siente pesado como en sus pesadillas. Es eso una horrible pesadilla. Toma la charola y se adentra a la oficina.
Y lo ve no es una pesadilla la mujer de largas piernas y vestido rojo esta sobre su Minho, con las piernas cruzadas, justo como el tantas veces a estado, solo que no es el, es ella la que lo toma de los cabellos. Deja la charola sin querer mirar nada casi deseando estar siego por que duele, duele mucho. Quiere salir, salir corriendo.
-Cuando salgas pásale el seguro a la puerta, ¡entiendes no!
Y no lo aguanta sale corriendo del lugar sube al ascensor y siente gotas por su mano. Se las lleva a el rostro y si son de él está llorando, salen y salen más gotas saladas. Lo siente. Toda la estructura del edificio caérsele encima. Y un ruido desgarrador dentro de él, levanta la mirada si ese ha sido su corazón. Roto en millones de pedazos.
Por su parte Minho no cree lo que pasa justo hace unos días pensaba en como deshacer ese compromiso que lo ata a una promesa que siempre cumplió con orgullo, pero que ahora le pesa como nunca. Porque él ya amaba a alguien. Amaba a Su Gatito. A Key, lo ama desde el momento en que lo vio. Con sus cabellos dorados. Su figura definida, ese hermoso trasero que tantas noches admiro y alabo. Sus ojos felinos y labios en forma de corazón.
En el momento en que vio a Yunha se desconectó de todo. Solo penso en Kibum en cómo, sus hermosos ojos que cada mañana lo llenaban de su felicidad, se apagaron al verlo. De lo que pasaría a partir de ese momento. No despertó hasta que vio entrar a Kibum con la charola, dijo algo Yunha que no alcanzo a escuchar y los vio, los ojitos llorosos de Su Felino. Y se sintió el más Hijo de Puta de todo el mundo por hacer llorar a ese ángel que solo felicidad le ha traído.
Se levantó de golpe. Quiso salir corriendo correr por él. Decirle que nada de aquello que decía Yunha era cierto. Pero hay estaba ella para recordarle su promesa.
-A dónde vas Minho. En menos de un mes el aniversario luctuoso de tu abuelo.- Hay estaba la razón por la cual no podía salir de ese lugar e ir detrás de Kibum.
-Yunha ve a tu Hotel en un rato voy- y Salió tenía que respirar. Lo ahogaba todo aquello. Al salir de su oficina miro el escritorio de key. Su aroma a fresas llego a su nariz miro sus múltiples plumas de colores que tanto usaba para pasarle recados y a veces escribirle mensajes tiernos. Y lo olvida su promesa queda atrás lo mandara todo a la Mierda. Se dirige a otra oficina. Y marca el número de su padre.
-hola Minho. Hijo ya ha llegado Yunha.
-padre…
- ha ido a arreglar lo de su matrimonio…
-padre escuc…
- los padres de Yunha están muy conten..
-¡Maldición! Escucha. No me casare.
-Minho que dices… pero
-nada padre que no me casare. Yo ya amo a alguien y no me casare con Yunha.
Silencio absoluto silencio. Se escucha un suspiro cansado.
-Minho… si es lo que deseas.- “y por un momento puede respirar. Solo por un momento…”.- pero si lo haces. La empresa en automático pasara a manos de tu tío.- “y deja de respirar…”.- y también está el hecho de que faltaras a la promesa que le hiciste a tu abuelo.- “y cree estar muerto…”.
Cuelga después de eso no tiene opción su abuelo era a quien más amo en el mundo. Y no faltaría a su promesa.
Kibum llego a su apartamento. Casi sin aliento de correr, su llanto es tanto que lo está ahogando.
Marca un número que tantas veces ha marcado.
-UMMA!! Hace tiempo que no hablas.
-tae-Taemin.-trata de hablar con naturalidad. Pero no lo logra y comienza a sollozar.
-Kibum… me asustas estas bien. Te encuentras bien.
-no, no me siento bien. Me quiero morir me duele.
-¡Dios! Kibum que ha pasado… espérameiré hay ahora mismo.
-no Tae. Yo, yo quiero irme de aquí ya no quiero vivir más en Nueva York.
-está bien reservare un vuelo para Seúl. Pero dime Key estas bien te han hecho daño.
- si mucho. Pero no quiero hablar solo tae no cuelgues. Me siento solo.
-jamás Umma yo. Siempre estaré contigo.
Y así fue Taemin hablaba de cosas sin sentido tratando de ocultar su preocupación por Key. Sin embargo key no prestaba atención solo pensaba en lo cruel que fue la situación. De como ella y Minho se burlaron de él. Se preguntaba mil veces ¿Por qué?, ¿Por qué Minho lo engaño de esa manera?, el solo lo amo, como a nadie. Se quedo dormido con el enorme dolor en el corazón.
Escucho un gran golpeteo en su puerta sin ganas salió a abrir ahí estaba el motivo de su dolor. Minho estaba parado justo afuera de su puerta quiso cerrar pero su enorme mano se lo prohibió. Él se metió sin cuidado lo atrapo entre sus fuertes brazos Kibum solo quería alejarse pero no podía sus brazos era quizás su lugar favorito en la tierra. Aquellos que lo cubrieron durante las noches de frio. Y lo mantenían pegado a su pecho cuando asían el amor-
-Kibum, perdóname, yo…
-No digas nada tu prometida fue bastante clara con la situación. –Kibum reunió toda su fuerza de voluntad. Para alejar esos brazos que tanto añoraba.
-Minho vete, a que has venido
- A hablar. a contarte como son las cosas.
-no quieroescucharte. Yo no confióen ti.
-vamos escúchame-Minho quiso acercarse, pero key se alejaba.
- y que dirás. Que estas comprometido y solo me cogías por diversión.
- no Minho no quiero escucharte.
- no es así Kibum… ¡Dios! Como dices eso… yo te amo.
- no lodigas. No lo digas más.-key se cubría los oídos. Y lagrimas se acumulaban en sus hermosos ojos.
- escucha.Enverdad yo te amo.- Minho se acerca y tomando entre sus morenas manos, las tiernas mejillas que están rojas de tanto llorar.- pero hace tiempo le hice una promesa a mi abuelo. Le prometí jamás dejarle la empresa. Su empresa que tanto le costó. A mi tío. Y la única forma para evitarlo en ese momento fue comprometiéndome con Yunha.
- y si me amas como dices por que no vas a decirle a tu abuelo que no puedes, que ya amas a alguien.- y lágrimas caen.
- él está muerto…falleció esa promesa se la hice justo antes de morir. Y por eso tengo que casarme con ella.- a key le dolía. Lo que le contaba era cruel, era una promesa para Minho, pero una cruel atadura para él. Sintió esperanzas al ver al moreno fuera de su puerta. Pero se desvanecían ante cada palabra.
-Bien pues cásate.- se alejó- no entiendo a quéhas venido, no ha sido suficiente dolor.
-Entiende Kibum yo me tengo que casar. Pero a quien amo es a ti.
Key rio con dolor- ósea que lo que viniste a pedirme es que sea tu amante.-
-Pues… si así te tengo a milado si.- una palma se estrelló contra la piel morena.
-vete Minho. Vete. No fue suficiente humillación ya, que ahora me quieres rebajar a tu puta personal. Eres un bastardo. Con fuerza que desconocíaMinho en key. Lo saco de su apartamento. Con el dolor no solo en su mejilla. Si no con el corazón entre sus manos.
-Kibum… ¡Mierda!... por favor abre, abre.- mientras un key se dejaba caer por el largo de la puerta con la frente pegada a lamadera. Minho se puso en rodillas a llorar por el enorme dolor que sentía en su pecho. Sin saber que su mente y corazón de los dos están a la misma altura.
-Gatito abre. Te lo suplico… yo te amo.- se sentía un bastardo estaba lastimando demasiado a su ángel con sus acciones y con sus palabras. Cansado de tanto tocar y hablar a una inerte puerta se alejó. Con la idea de volver mañana.
Cuando Kibum ya no escucho ruido alguno desato el llanto que tanto estaba conteniendo Minho era un hijo de puta. Proponerle ser amantes. Era un bastardo, pero aun así lo amaba. Lo amaba con locura. Y eso lo estaba matando.
Escucha el teléfono en ese momento lo ve demasiado lejos. Deja que la contestadora suene.
-Kibum, ya está la reservación el vuela sale al medio día te estaré esperando. Umma contesta.
Ya estaba decidido se iría y dejaría que Minho cumpliera su estúpida promesa. El, Yunha y su promesa se podrían ir al diablo. Pero lo piensa y reconoce que su corazón también estaría en el infierno por que Minho se lo había robado, se lo había arrebatado.
Por la mañana key con las pocas fuerzas que poseía presento su renuncia claro todo con mucho cuidado, de no ser visto. Y salió del edificio con rumbo al aeropuerto ya nada lo ataba a Manhattan y menos a Minho.
El moreno cansado de tanto llanto y fingidassonrisas para Yunha llego muy temprano arreglaría unos asuntos he iríaa la casa de key para hablar con él ya más calmados.
Dura fue su sorpresa cuando sugmin su secretario de emergencia estaba hay contándole la noticio de que Key había presentado su renuncia y se marcharía del país. Minho se derrumbó sin importar nada corrió, corrió lo más que pudo subió a su auto y manejo como loco, tendría muchas multas pero eso no importaba tenía que evitar que Kibum se fuera. La solo idea de estar lejos de key lo aterraba.
Llego corriendo y preguntando por el nombre de Kim Kibum, la dependiente le dijo que justo debería estar abordando el vuelo a Seúl.
Corrió a la entrada E3 para vuelos internacionales y lo vio parado, solo parado. Se ocultó detrás de una columna debatiéndose entre lo que quería y lo que era correcto. No podía mantener a key atado a una promesa que no le correspondía. Pero entonces que aria lo dejaría ir.
Kibum espero a ser llamado para abordar el vuelo. Esperaba que Minho llegara y que le dijera que no lo abandonara. Y tal vez sea el más idiota por pensar de esa manera pero si Minho llegaba con su cruel propuesta de ser su amante. El diría que si por que le amaba como a nadie. Y aceptaría ser lo que sea con tal de estar con Minho. Pero no estaba en la entrada del avión y Nada. Nada o tal vez, sentía una fuerte mirada pero por más que volteo no vio nada.
Era obvio que eso era lo mejor, pero él no quería aceptarlo. Key siempre seria su amor. Su vida.
Y así fue como la mirada de los dos solo era separada por un muro de concreto. Pero si no estuviese ese muro justo en ese momento los dos se verían a los ojos. Y contemplarían el profundo a mor que se tienen.
Así key abordo despidiéndose de todo. Observo todo y por un momento creyó ver a Minho en las sala de despedida.
Minho estaba en la sala de espera viendo como el avión partía con su corazón y vida dentro.
Las primeras semanas en Seúl para Kibum fueron el mismo infierno. Se la pasaba el día entero llorando. Gracias a su Taebaby y a su novio de tae y su amigo de infancia Jonghyun fue como pudo salir adelante. Consiguió un empleo en una pequeña empresa trabajando para un joven empresario. Y justo cuando comenzaba a componerse su vida. Se comenzaba a sentir mal todas las mañanas vomitaba, se sentía muy cansado, y denuevo quería llorar por todo. Preocupado Taemin lo llevo al médico. Sin siquiera imaginar la noticia.
-joven Kibum, algo me dice que no tiene conocimiento de ser un doncel, ¿cierto?
-Pues no, me apena pero no lo sabía.
-Bien entonces más le sorprenderá la noticia.
-que tiene key doctor.- preguntaba un desesperado Taemin.
-Verán. Joven Kibum usted esta embarazado tiene casi un mes.
No, no, no, no podía ser cierto. Tal vez con el tiempo me habría enamorado de alguien, habría salido con hombres y abría olvidado a Minho pero con esto siempre, siempre Minho estaría con migo.
-Jamás me lo habría imaginado.- decía un sorprendido Taemin. Tirado en el sofá de la sala.
-menos yo tae.
- Y… Kibum ¿lo tendrás?- creo que esa pregunta la evite desde el momento en que me entere. Pero no podría no tenerlo era mi bebe. Solo mío.