Los entrenamientos se volvían más duros, pues el gran juego contra el equipo de Alejandro estaba a punto de ocurrir en un par de días, yo estaba algo nervioso aún, sobre todo cuando me llegó un comunicado de que uno de mis jugadores se había lastimado en un viaje con su familia y no podría jugar durante un par de semanas, por lo que ahora incluso me faltaba 1 jugador, todos los chicos del equipo estaban reunidos para dar parte de los últimos entrenamientos.
–Chicos les tengo una mala noticia –Les dije levantando el comunicado y lo leí para que se enteraran del problema.
Los chicos estaban muy desanimados, pues se habían esforzado mucho y trabajado duro para formar el equipo, el único que se levantó a decir algo fue Daniel.
–Entrenador Alex, y si pide permiso de jugar con nosotros ese partido –Dijo muy entusiasmado y sus buenos ánimos levantaron las miradas de todos los cuales con sus ojos sumamente iluminados ante la idea me llenaron de nervios al no saber que responder.
–Bueno, podría tratar, pero dudo mucho que me dejen hacerlo ya que es la categoría de secundaria y yo soy de preparatoria –Dije, pero Daniel respondió con una broma para reanimar al equipo.
–Entrenador usted es del tamaño de la mayoría de aquí, creo que no habrá problema.
Me sentí algo apenado por lo que dijo, pero tenía razón, si me ponía el uniforme era difícil de decir que yo no era de su edad así que accedí en preguntar si era posible, los mande a entrenar un poco más y les prometí darles una respuesta al día siguiente, esa semana debíamos entrenar todos los días para estar listos para el partido.
Terminando el entrenamiento, espere a Daniel fuera del campo para acompañarlo a su casa.
–Eres un tonto Daniel –le dije mientras reía y prensaba su cuello con mi brazo para hacerle una llave y frotar mi puño en su cabeza – ¿De verdad me veo muy pequeño?
Daniel se soltó de la llave y se reía un poco.
–Bueno a alguien aún le falta desarrollarse ¿no crees? –Dijo soltando una linda risa.
–Cállate tonto –Dije riendo con un poco de molestia.
–En realidad lo dije porque me haría mucha ilusión jugar mi primer partido importante contigo ahí juntos como un equipo –Dijo mirándome a los ojos. –Me gusta la idea de ser los mejores juntos.
Sus palabras me hicieron sentir tan feliz que incluso me hicieron soltar una lagrima de felicidad, yo no podía entender como rayos un tipo como yo, termino con alguien tan especial y tan bueno como Daniel.
–Te quiero mucho Daniel –le dije mientras acercaba mis labios a los suyos para darle un beso.
–Yo te quiero mucho más a ti Alex –Me dijo antes de responder el beso.
Seguíamos caminando hasta su casa, lo dejé y espere a que entrará ya una vez en mi casa me lleve la sorpresa de que Itzel estaba ahí esperándome mientras ella charlaba con mi mamá la cual al verme se veía algo molesta.
–Alex, Itzel me ha dicho que no has ido a estudiar con ella en las últimas semanas, así que espero estés estudiando mucho por tu cuenta. –Dijo mamá algo molesta conmigo.
Yo simplemente me voltee y la deje hablando sola mientras le hacia la seña a Itzel de que me acompañara a mi cuarto para platicar más a gusto, mientras subíamos las escaleras seguíamos escuchando a mi mamá renegar sobre mis estudios por lo que no pudimos evitar reír un poco antes de entrar a mi cuarto, al parecer Itzel fue a preguntarme que pasaría con el equipo si nos faltaba un jugador, le conté el plan y ella solo dijo:
–Bueno, pues tu equipo tiene razón fácilmente pasas por un muy lindo y tierno niño, aún recuerdo lo lindo que te veías a los 12–Me dijo dándome una muy grande sonrisa, la cual me paralizo e hizo que me sonrojara mucho.
–Calla niña –Le dije tapándole la boca –Los chicos no somos lindos, simplemente somos guapos como yo
Itzel se reía con muchas fuerzas y solté su boca para reírme junto a ella, para mí era una gran amiga y esta vez me sentía muy bien de estar con ella y no verla como algo más, sino como mi mejor amiga como siempre lo fue y como estaba seguro que siempre sería.
–Te he visto mucho con ese chico del futbol –Me dijo algo intrigada – ¿Quién es?
No sabía que responderle, no podía decirle que era el amor de mi vida, ya había tenido una experiencia que aunque fue muy agradable y placentera con Alejandro, yo no quería arriesgarme a repetir esta vez con Itzel, aunque sin duda desde hace mucho que quizá me hubiera gustado tener algún encuentro intimo con ella, después de todo hace un tiempo aún era mi amor platónico, me arme un poco de valor y le conté algunas cosas para que no se quedara con tanta duda.
–Se llama Daniel, nos hicimos muy buenos amigos porque vive muy cerca de mi casa y a veces nos vamos juntos a la escuela y de regreso –A pesar de decirlo algo nervioso, ella lo asimilo y no hizo más preguntas solo comentó.
–Es un niño tan lindo, me recuerda mucho a ti a esa edad, todas las porristas piensan que es todo un galán –Ese comentario me hizo sentir algo raro, como un poco molesto, fue una sensación desagradable en realidad y me decía a mí mismo “Que demonios, ¿Quién les da derecho a mirar así a mi Danielito?”, Itzel notó mi molestia.
– ¿No me digas que estas celoso? –Aunque me costaba trabajo admitirlo, me parece que Itzel tenía razón estaba celoso porque las porristas veían muy lindo a mi Daniel, pero no podía dejar que pensara que estaba celoso, aunque fácilmente me libré de ese pensamiento cuando Itzel comenzó a reír –No te preocupes Alex, todas pensamos que es un chico muy lindo, pero aun así todas están loquitas por el mejor jugador de la escuela ósea tú.
Me hizo sentir tan bien conmigo mismo esas palabras que olvide por completo ese pequeño ataque de celos y de nuevo me sonrojé por lo que decía Itzel, pero esta vez fue más fácil decir algo para tapar mis pensamientos.
– ¡Claro! Yo Alex ¡el mejor jugador de la escuela y futuro mejor del mundo! –Decía mientras me levantaba con mucho orgullo y sonreía bromeando con Itzel y nos reíamos un poco, pero esas risas fueron interrumpidas rápidamente.
– ¡¿Qué?! Si tú serás el mejor del mundo entonces yo seré ¡el mejor del universo! –Interrumpió una voz desde la ventana abierta de mi cuarto.
Itzel y yo nos asustamos un poco hasta voltear y darnos cuenta que aquella voz era de Alejandro, quien abría un poco más la ventana y pasaba a mi cuarto desde ahí.
– ¡Alejandro eres un tonto! –Itzel gritaba y golpeaba a Alejandro –Casi me das un infarto, maldito.
–Relájate Itzel –Dijo tratando de calmarla mientras reía nerviosamente mientras se agachaba se protegía en el piso de la golpiza de Itzel–Alex calma a tu mujer antes de que me maté
–Lo siento, pero me arriesgaría a que me mate a mí también –Itzel al escuchar eso me miro con la misma molestia que a Alejandro y comenzó a golpearme igual.
– ¡Así que piensas que soy tu mujer yo te enseñare! –Dijo Itzel mientras yo me cubría de sus golpes y Alejandro y yo reíamos a carcajadas.
Luego de unos minutos estábamos los tres mejores amigos riendo como nunca, charlando y bromeando.
–Itzel tienes un carácter muy fuerte –Decía Alejandro bromeando con Itzel.
–Y tú pareces un pervertido, espiando la ventana de Alex –Dijo Itzel regañando a Alejandro el cual reía por lo divertido del asunto.
–Basta ya chicos –Decía calmándolos un poco.
– ¡Chicos tengo una idea! –Alejandro decía muy emocionado – ¿Qué les parece si hacemos una pijamada hoy aquí en tu casa Alex? Como cuando éramos niños los tres.
A pesar de que la idea era muy buena y me encantaría tener a mis dos mejores amigos toda la noche, aún tenía presente lo que paso con Alejandro y tenía un poco de miedo de que volviera a suceder, pero estaba Itzel así que me sentía más seguro con que se quedaran ambos, a Itzel le gustó la idea y acepto, a mí no me quedó de otra que aceptar, le pedí a mamá los colchones inflables y los preparamos para que Alejandro y yo durmiéramos en ellos e Itzel en mi cama, pero Itzel quiso que bajáramos el colchón de mi cama y durmiéramos los 3 en el piso juntos como en los viejos tiempos.
–Aún recuerdo la primera vez que se quedaron a dormir los 3 juntos aquí –Decía mi mamá al vernos preparar todo para la noche –Alex no dejaba de llorar porque Alejandro le había quitado su cobijita.
– ¡Basta mamá! –Grite muy avergonzado –Luego cuentas historias vergonzosas sobre mí –Ella reía mientras la sacaba de mi cuarto.
Mis amigos no paraban de reír por lo que pasó, terminamos de arreglar las camas y pensábamos en que hacer antes de irnos a dormir, antes jugábamos videojuegos contábamos historias y hasta llegábamos a jugar cartas, pero no estaba muy seguro de que sugerirían esta vez.
– ¡Juguemos a la botella! –Alejandro estaba algo exaltado por su idea, y aunque yo no estaba muy de acuerdo a Itzel le emociono la idea también por lo que para no desencajar también fingí estar emocionado.
Hicimos un par de partidas jugando a la botella con la típica de verdad o reto, después de un par de rondas Alejandro hizo girar la botella y le tocó preguntarle a Itzel.
–Itzel ¿verdad o reto? –Itzel pidió reto, pero para sorpresa tanto de ella como la mía Alejandro le pidió que me diera un beso, Itzel algo dudosa me volteo a ver y me dio un piquito rápido lo cual por una vez más en este bochornoso día, volví a sonrojarme. –Venga Alex que no te de pena que te bese una chica o ¿Preferirías que fuera un chico? –Hice una pequeña risa de fastidio y le dije a Itzel que era su turno, por lo que le tocó girar la botella señalando esta vez a Alejandro quien respondió que elegía un reto.
–Bueno ya que mencionas lo de beso entre chicos te toca besar a Alex –Mi cara se puso totalmente pálida y me quede totalmente sorprendido con lo que dijo Itzel, y solo pude decir.
– ¿Porque todos me tienen que besar a mí? –Decía algo apenado con mi rostro muy pálido, y antes de decir otra cosa Alejandro me planto un beso rápido y separo su rostro del mío.
Itzel solo reía y le daba el turno a Alejandro, la botella giro un par de veces y le toco esta vez preguntarme a mí, yo pedí reto, pero antes de decirme el reto Alejandro pregunto que si estábamos dispuestos a hacer cualquier reto entre nosotros, y a decir cualquier verdad, yo no quería y por un momento pensé que Itzel diría que no, al ser mujer, pero esto no sucedió así que acepte simplemente para quedar bien con ellos, aunque ya me olía que Alejandro tramaba algo, y tenía algo de miedo sobre todo porque yo ya había pedido reto antes de aceptar esa condición.
–Bueno Alexito, tu reto será salir desnudo a la calle bajando por el árbol de tu ventana y dar una vuelta a la calle caminando sin taparte. –Yo me moleste y le dije que no pensaba hacer eso, pero el solo contesto –Un reto es un reto Alexito –Volteé a ver a Itzel y aunque estaba sin habla y algo roja, dijo lo mismo que Alejandro un reto es un reto.
No me quedo de otra que aceptar así que comencé a sacarme la ropa en el cuarto, cuando quede solo en boxers Itzel se ruborizo mucho y tapo un poco sus ojos aunque igual podía ver y Alejandro comenzó a reír a carcajadas, me termine de quitar la ropa, incluso los boxers y quede como dios me trajo al mundo frente a mis dos amigos, no sabía que era lo que me daba más vergüenza, que mi mejor amiga me viera desnudo o que saldría a la calle desnudo, si bien era de noche y casi todas las casas estaban ya cerradas, aun la panadería y la tienda seguían abiertas y podía pasar alguna persona. Itzel estaba algo apenada, pero ella también fue muy bromista siempre con nosotros y si bien no le llegaba ni a los talones a Alejandro, si podría decir que era algo burlona con los demás.
–Alexito eso era lo que no conocía de ti, las chicas no me lo van a creer –Mi rostro se puso rojo una vez más y me tapé mis partes íntimas para evitar que Itzel siguiera viéndome, pero Alejandro me detuvo y me dijo que debía bajar el árbol, baje poco a poco y corrí por la calle como dios me trajo al mundo incluso pase rápidamente frente a la tienda y la panadería, claro que acelerando más mi paso para evitar que la mamá de Daniel llegara a verme.
Regrese y subí rápido a mi cuarto de nuevo y veía como estaban muertos de la risa ambos, Itzel me vio una vez más y tímidamente dijo.
–T…te ves lindo así Alex… ¿Podrías quedarte así esta noche? –No sabía que responder, a Itzel nunca podría decirle que no, pero eso no quería decir que no estuviera sorprendido con lo que acababa de pedirme, di un suspiro y conteste.
–Bueno ya me viste desnudo, supongo no hay problema que me quede así toda la noche –Dije mientras me sentaba para seguir jugando.
–Así se habla Alex como todo un macho –Dijo Alejandro mientras él también se sentaba.
Dejamos de jugar después de un rato y ya nos íbamos a dormir, pero antes de hacerlo, Alejandro e Itzel hablaron y me dijeron al mismo tiempo.
–Alex queremos saber algo –Dijeron bien sincronizados al hablar, pero Itzel continuó hablando –Cuando saliste Alejandro y yo nos comenzamos a preguntar ya que eres algo pequeño y no te has desarrollado nos surgió la pregunta… –Itzel se puso algo roja y no pudo continuar la pregunta por lo que el sinvergüenza la termino –Queremos ver cómo te vienes para ver si al menos eso está desarrollado en ti.
No cabe duda mis amigos son un par de pervertidos, pero aun así no elegiría a otros amigos ni los cambiaría por nadie más, eran irremplazables para mí por lo que solo reía un poco y les dije que si querían comprobarlo que ya sabían cómo funcionaba un pene, yo lo dije bromeando pero al parecer ellos no lo tomaron como broma y lo tomaron como invitación a tocarme, sentía las manos de Itzel y Alejandro tocarme y solo me quedé paralizado pensando “¿En qué momento un día común y corriente se convirtió en el día más vergonzoso de mi vida? ¡Mis mejores amigos me quieren violar!”, aunque igual me sentía algo mal conmigo mismo al no detenerlos, supongo quería experimentar ese tipo de experiencias, pero ¿Era necesario que Itzel fuera una de las que lo hiciera?, continuaron tocándome durante un rato y mi miembro se levantó, Alejandro masajeaba mis testículos mientras Itzel me masturbaba hasta terminar en un orgasmo, me daba un poco de pena haberlo hecho, pero aun así la experiencia fue bastante placentera y posiblemente me gustaría repetirla.