Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La Gravedad del Amor por Kunay_dlz

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí el tercer capítulo.

 

 

La gravedad del amor

III

 

 

 

--Sólo para mantenerlo claro, ¿cuántos años tenía Shu? Si su carrera inició justo antes de terminar la secundaria… pasó una año para hacerse muy famoso y luego otro para que fuera novio del tal Yuki. Por ese tiempo tenía, qué, diecisiete a lo mucho. –dijo el castaño.

--En efecto, Shu tenía diecisiete al igual que Hiro y Suguru era un año menor que ellos. Antes que preguntes, Yuki tenía veintitrés. –el rostro de los presentes se desencajó, esos eran bastante años de más.

--¿Nadie se opuso a esa relación? –preguntó en esta ocasión el barman.

--Casi todos. K, el guardaespaldas, amenazó de mil maneras a Yuki e hizo un par de advertencias a Shu. Thoma redactó un contrato en el que no podían hablar de la relación de ambos, Suguru dejó expuestos un par de puntos y Hiro sólo le dijo a Yuki “Si este tonto llora por algo que no sea a causa de sus estupideces… te las verás conmigo”.

--Valla, así que estaba difícil para Shu y para Yuki. –dijo del castaño algo sarcástico.

--¿Cómo lidiaron con la inexperiencia de Shu? Es decir, hicieron que Yuki firmara un contrato pero, y Shu… él era serio con ese tema ¿Cierto? –dijo nuevamente el barman.

--En realidad Shu era muy extrovertido, siempre jugando a descubrir algo nuevo y cuando se le presentó la oportunidad del amor… se dejó llevar. No a ciegas, Hiro se encargaba de eso, le reñía y le aconsejaba para que no saliera dañado… aúna así… pasaron cosas. Bad Luck sacó nuevo disco y una canción estaba dedicada especialmente a Yuki.

 

 

La gravedad del amor

III

Insomnio

 

 

 

--Vamos Shu… eres muy lindo y todo lo que quieras pero, que quieras darle ese toque de sensualidad a esta canción está más allá de tus posibilidades.  –decía Suguru mirando a un deprimido Shu.

--Cierto, Shu eres un niño, no importa cuánto lo niegues y créeme que no queremos que eso pase. –secundaba Hiro.

--¿Que pase qué cosa? –preguntaba un Shu derrotado.

--Eso, no queremos que dejes de ser un niño. Tu inocencia le da un toque único a la banda. –decía Hiro mientras revolvía una cabellera rosa.

--¡Hiro! –se quejaba Shu rechazando la mano de su amigo.

--Piensa en otro tono, o en otra canción Shu, ven intentemos con… –Suguru no terminó de decir más. En un arranque de indignación Shu se escapó del estudio.

 

Pasan noches sin dormir

Por pensar sólo en ti

El reloj es criminal

El tiempo pasa y pasa y yo aquí

 

Corrió y corrió directamente al departamento de Yuki. Hace unos meses que Yuki le había dado una llave a Shu para verse por unos instantes entre tanto trabajo. Su relación aún no avanzaba más allá de las caricias coquetas y besos extensos. Llegó como un torbellino, no  esperaba encontrarlo ahí, solo se dirigió a la sala y refunfuño como niño castigado. Tomó la letra de la canción e inició con un susurro.

Recordaba lo que sentía al momento de escribirla, quería demostrarlo al momento de cantarla, pero, tal vez Suguru tenía razón y lo que quería hacer era bastante para él todavía. Cerró los ojos y recordó cada detalle de la letra, recordó la sensación que le invadió la noche anterior cuando la estaba escribiendo… Comenzó a cantar.

 

Ya son las tres de la mañana y no me duermo

Todo parece sofocarme en este infierno

Tatas imágenes que tengo de tu cuerpo

Me quitan el sueño, no puedo creerlo

 

 

Sí recordaba bien, era una tortura… el calor que le invadía no le dejó dormir. Todo por estar pensando en Yuki, su Yuki… ese rubio de ojos dorados… mirada felina y carácter reticente… le enloquecía. Con él sentía tantas cosas, descubría sensaciones en su cuerpo que no podía explicar, esas caricias le quemaban, esos besos no eran suficientes, pero, ¿Cómo decirle? ¿Decirle qué? Yuki era tan centrado y él rara vez lo era. Tenía dudas, las mismas dudas no las tenía claras, no sabía cómo expresarlas y las pláticas de Hiro le dejaban peor.

 

Mi cuerpo pide más de ti, de tus secretos

Es por mi instinto animal que va sin freno

Pero las horas se van y solo siento

Que voy a estallar si es que yo no te tengo

 

 

En su cabeza una suave melodía comenzaba a surgir, se levantó de donde estaba y comenzó a moverse al ritmo ficticio, sus manos cobraron vida, iban de un lado para otro sobre su ropa, hurgaban bajo esta y se deslizaban con destreza.

 

Enciende, en fuego

Mis ansias mis deseos

Ya piérdeme el respeto ven a mi

 

 

En su propio mundo seguía perfeccionando la canción. Tan concentrado que no notó que alguien le miraba, con detalle, con deleite… reprimiendo hacer caso de lo que escuchaba y devorarse a ese bello ser que seducía con su sola presencia. Este espectador se acercó con cuidado de seguir en el anonimato. Se colocó detrás de Shu.

--Si sigues así no podré contenerme. –susurró al oído del pelirosa, colocó sus brazos sobre los de Shu, les acariciaba con dedicación, bajó su rostro a la nuca del más pequeño y aspiró el delicioso perfume que embriagaba cada parte de su ser.

--Yuki, creí que no estabas…

--Aquí estoy ahora… dime Shu ¿Qué es lo que quieres? ¿Por qué a pesar que pedí que pararas no lo has hecho? No me provoques más.

--¿Te gusta mi nueva canción? Dice así…

 

Bébete mi cuerpo

Contrólame por dentro

Con toda la locura que hay en ti

 

 

No había marcha atrás. Entre caricias y besos apasionados Shu aprendió que sus canciones causaban distintos efectos: en Suguro incredulidad, en Hiro expectativas y en Yuki… en Yuki despertaba los instintos que él apenas estaba por descubrir.

En todo ese día no se volvió a ver a Shu en la disquera, K lo estuvo buscando en los lugares en que puedo haber escondido luego de la rabieta, en todos los lugares impensables menos en el departamento de Yuki. Después de todo, un niño berrinchudo no pudo haberse ido a esconder en la casa del hombre que ama.

 

Y si no puedo dormir (mata el insomnio)

Por qué no vienes a mi (mata el insomnio)

Dame lo que quiero de ti (mata el insomnio)

Porque no me dejas dormir (y mata el insomnio)

 

 

A altas horas de la noche Hiro recibió una llamada

--¡Shu! Te das cuenta de la hora que es… K está contactando a no sé quienes para que te busquen por toda la tierra, estás en problemas jovencito… a todo esto ¿Dónde estás? ¿Estás bien? ¿Quieres que valla por ti a algún sitio? –preguntaba un histérico Hiro.

--…Hiro… estoy bien… yo, bueno… lo que pasa es… ¡oye! –se escuchó el grito de Shu por lo que Hiro agudizó su oído, si su torpe amigo estaba en problemas debía ir por él –Se verán mañana.

“Esa voz… no era de Shu… ¡Ese maldito de Yuki Eiri!” pensaba Hiro junto con un par de torturas para el infeliz que osó quitarle la inocencia a su casi hermano Shu. Suspiró resignado. A ver cuando lo vuelve a molestar con desconocer un tema para que valla y lo experimente por sí mismo.

 

Y cuántas noches pasaré aquí sin verte

Y cuántas veces despertar por no tenerte

Y cuántas veces querer sola para hacerse

Sin que tú te enteres que mi cuerpo quieres

 

Al día siguiente Shu estuvo escuchando el sermón de Suguru, K, Thoma, otros miembros de la disquera por más de tres horas y media… al llegar el turno de Hiro, éste se apiadó del rostro lloroso y avergonzado de su amigo.

--Shu… la próxima vez, dime dónde estás o en su defecto dónde pasarás la noche. ¿De acuerdo?

Se escuchó un suspiro general, Hiro siempre les sorprendía cuando se trataba de reprender a Shu. Eran el uno para el otro, eso lo dejaban claro cada día que pasaba.

--¿Y bien? ¿Cómo quedó la canción? –dijo Hiro entre el abrazo que le brindaba Shu.

 

Mi cuerpo pide más de ti de tus secretos

Es por mi instinto animal que va sin freno

Paro las horas se van y solo siento

Que voy a estrellar si es que yo no te tengo

 

 

Después de los ensayos para alcanzar el ritmo que Shu deseaba para la canción todos, absolutamente todos, quedaron sorprendidos. Ese Shu era distinto. Su forma de bailar hipnotizaba su voz te conducía a un lugar lejos de la fantasía. Su canto era… bastante provocativo.

--No puedo creerlo. Entonces es verdad… –lloraba un afligido K –Nuestro Shu ya no es virgen.

Un sonrojado Shu se enfrentaba a caras de sorpresa, algunas risas picaronas, unos rostros también sonrojados y otros tantos que adoptaron el papel de K.

 

Enciéndeme, en fuego

Mis ansias mis deseos

Ya piérdeme el respeto ven a mi

 

Los encuentros de Yuki y de Shu tenían un poco más de acción. Se dejaron llevar por ese instante de locura de saberse pertenecientes al otro. Se amaron como dos amantes inexpertos se pueden llegar a amar. Pasaban más tiempo juntos y de un día para otro, Shu se estaba mudando al apartamento de Yuki. Vivían en su mundo… sin descuidar su trabajo gracias a K.

 

Bébete mi cuerpo

Contrólame por dentro

Con toda la locura que hay en ti

 

 --Ne, Yuki… debo ir a la disquera… Yuki, si no me preparo K vendrá por mí. –suplicaba Shu.

--Mmm… –respondía Yuki. Sus brazos aprisionaban el fino cuerpo de Shu, le tenía de tal forma que el pelirosa no se podía soltar por sus propios medios por más que lo intentaba.

--Shu… si sigues así, el rubio psicópata nos encontrará en pleno acto.

--Yuki, por favor, suéltame… a ti sólo te dispara para que me dejes ir pero a mí me pone más castigos… además, no tengo fuerzas después de lo que pasó anoche. –decía bajito el pelirosa.

 

Y si no puedo dormir (mata el insomnio)

Porque no vienes a aquí (mata el insomnio)

Dame lo que quiero de ti (mata el insomnio)

Porque no me dejas dormir (Y mata el insomnio)

 

 

En una entrevista, en televisión nacional, en vivo… el pelirosa teme hablar antes de pensar por primera vez en su vida.

--Y ésta es una pregunta para Shu… ¿Qué te respondió la persona a quien le dedicaste la canción ‘Insomnio’? –preguntaba la conductora con picardía.

--Yo… yo… b-bueno… le gustó. –dijo un nervioso Shu.

--¿Le gustó? Vamos, los fans quieren saber más, no sé, a quién se la dedicaste si se puede saber. –presionaba la conductora.

--Pues… tengo, tenemos muchas canciones ¿Por qué preguntan sólo por ‘Insomnio’? –trataba de zafarse Shu.

 

Ya piérdeme el respeto y ven a mi

 

 --Me atrevo a asegurar que la razón es que, antes de esa canción eras una persona y al momento de sacar ese nuevo disco… te vez cambiado.

--¿Cambiado?

--Sólo digamos que después de esa canción más jóvenes se unieron a tu club de fans. Tu popularidad subió en varios ámbitos. Digamos que la pinta de niño bueno se vino abajo dejándote como todo un travieso. –la conductora no pudo seguir, un tiro por parte de K le advirtió que se detuviera al igual que los fulminantes rostros de los integrantes de Bad Luck.

 

Bébete mi cuerpo

Contrólame por dentro

Con toda la locura que hay en ti

 

Se repitieron varias situaciones como esas, el cambio del bello pelirosa se debía a una sola persona que por cierto estaba muy orgullosa de ser el lobo malo que se comió a caperucita… él sólo se dedicaba a reír de los aprietos en los que Shu se veía. Así cuando llegaba a casa, lo molestaba un poco para reconciliarse de la mejor manera que hay para una pareja. Estando juntos.

 

Y si no puedo dormir (mata el insomnio)

Por qué no vienes a mi (mata el insomnio)

Dame lo que quiero de ti (mata el insomnio)

Porque no me dejas dormir (y mata el insomnio)

 

 

:     :     :     :     : 

--Wow…  supongo que lidiaron con esa canción mucho tiempo después. –afirmó el pelinegro.

--No sabes cuánto. Hubo un par de veces que casi los cachaban. –complementó el encapuchado.

 

 

 

>>Continuará...

Notas finales:

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).