Es en algún momento de la noche cuando Jimin siente un liviano peso incorporarse en la cama. Sus ojos se sienten pesados y maldice internamente a Taehyung por haberle retado a superar su record en un estúpido juego de internet, aunque debía admitir que el rostro que puso el menor cuando Jimin superó la cifra fue algo que realmente valía la pena ver y resistir a la urgencia de lanzar su cuerpo a la comodidad de las sabanas.
El primer pensamiento que se cruza por la mente del muchacho es que quizás Taehyung deseaba cobrar su venganza, por lo que por instinto su mano tantea el lugar donde supuesta el menor se encontraría, no tenía intenciones de haberlo hecho bruscamente pero a esas horas de la noche Jimin lo que menos sentía era felicidad. Lo que no esperaba en cambio era escuchar un leve '¡Ouch! ', seguido por un golpe en su dirección. No, definitivamente no era Taehyung.
—¡Yah!, ¿Porque fue eso?!— Jimin no tenía intenciones de gritar sin embargo su brazo dolía por el repentino golpe y no lograba comprender por qué Min Yoongi se encontraba entrando en su cama. No era como si le molestara, no para nada, pero tampoco admitiría los nervios que lo embargaron y el tinte en sus mejillas.
—¿Podrías hablar más fuerte? Creo que Namjoon con sus ronquidos no te escucho— Jimin murmuro un pequeño 'Lo siento', no entendía porque no podía encontrar su voz pero culpaba de todo al sueño. —Hazte a un lado, ¿quieres? No creo que con tu enorme trasero haya espacio para los dos—
El menor apenas podía distinguir al contrario en la oscuridad aunque estaba agradecido por ello. Si él no podía ver a Yoongi entonces este tampoco podía verlo y lo que menos quería en esos momentos era que lo molestara por su sonrojo.
—¡Oye! No es grande y no pienso moverme si viniste a reírte de mí—Si Jimin no hubiera estado recostado de seguro hubiera cruzado sus brazos y hubiera hecho un puchero con sus labios, y aunque el relieve en sus labios permaneció no duró demasiado porque de pronto la habitación se veía iluminada por un repentino trueno tras la ventana y fue capaz de notar el ceño fruncido del mayor.
—H-Hyung-…
—Lo siento…quizás fui muy grosero, p-puedo…—Hubo una pausa, el único sonido que invadía la habitación era el de la lluvia chocar contra el vidrio de la ventana y la agitada respiración de Yoongi. El menor no estaba seguro, había algo extraño en la manera en que Yoongi apenas atinaba a moverse o a decir algo, ¿acaso estaría…?— ¿Puedo dormir contigo esta noche? —
La pregunta fue tan suave que quizás sí Jimin no hubiera estado consciente apenas la hubiera escuchado. Sin pensarlo dos veces le hizo un espacio al contrario en la cama y sintió como este se recostaba pero parecía inseguro de algo.
—Yoongi Hyung, ¿estás bien? —Su tono era de preocupación, no podía evitarlo, algo le ocurría a Yoongi y el menor no podía descifrarlo, otro trueno fue escuchado y gracias a la luminosidad Jimin vio como este cerraba sus ojos con fuerza. —Hyung, ¿acaso tienes miedo? —
—N-No digas estupideces, ¿acaso olvidas que soy mayor que tú? —Jimin negó aun sí el mayor no lo veía. Sabía que Yoongi estaba actuando, esta era otra de las veces en que utilizaba su máscara de muchacho malo que quizás servía con los demás integrantes pero jamás con Jimin. No sabía cómo explicarlo pero simplemente sabía cuando el mayor se sentía feliz o triste, entendía cuál de sus sonrisas era real o para las cámaras y a veces, a Jimin eso lo hacía sentir especial o al menos eso le gustaba creer.
—Hyung…soy Jimin, ¿recuerdas? —No tenía idea del porque dijo eso pero sentía que debía hacerlo, alzó su mano hasta donde suponía estaba la mejilla del mayor y embozo una tímida sonrisa al encontrarse con la suave piel.
—Lo se…y a veces puedes llegar a ser muy molesto—Yoongi rió y eso basto para que Jimin hiciera lo mismo y luego ambos no dejaran de reír hasta que Jungkook soltó un gruñido desde su cama y un trueno volvía a aparecer. Yoongi guardo silencio, su cuerpo estaba rígido pero de a poco se acercaba hasta el menor, casi como si tuviera miedo de este.
Una idea se cruzó por la mente del menor. Dándole la espalda por un segundo al contrario, estiró su brazo hasta alcanzar su teléfono que descansaba sobre la mesita de noche, tomó a su vez unos audífonos y cuando se aseguró de que tenía todo en su mano, solo allí volvió a encontrarse con el mayor. Buscaba entre su lista de reproducción las canciones que había descargado el día anterior cuando se dio el valor para volver a hablar.
—Sé que…piensas que mis gustos musicales son una basura pero… —Con cuidado introdujo un audífono en la oreja de Yoongi para luego hacer lo mismo en la suya, rápidamente Chris Brown comenzó a sonar y a pesar de que el mayor volteara sus ojos Jimin noto como sus hombros se relajaban y gano valor para pasar su brazo por la cintura del contrario.
No había espacio libre entre ellos, sus narices estaban casi tocándose y se le era posible sentir la calmada respiración de Yoongi, la lluvia había sido olvidada al igual que los truenos y quizás los ronquidos de Namjoon. Tan solo eran ellos dos y a Jimin lo invadía de a poco una extraña sensación que lo llevo lentamente a cerrar sus ojos.
En un momento de inconsciencia donde Chris Brown ya no sonaba si no que era reemplazado por la misma canción que Yoongi había compuesto semanas antes, Jimin se vio con las ansias de decir algo que el mayor debía tener bastante claro hasta ahora.
—Sabes que te amo Hyung, ¿verdad? —
—Lo sé, Park Jimin, lo supe en el minuto en que descargaste mi canción para tu lista de reproducción, ¿acaso piensas en mi cada vez que la escuchas? —Jimin cubrió su rostro avergonzado, lanzando miles de 'Te odio Hyung' o 'Eres el peor' aunque ninguno de ellos iba enserio porque al instante sus labios estaban sobre los del mayor y un furioso Jungkook lanzaba una almohada hacia el par de tortolos que no se callaban nunca.
Cuando el sol comenzó a salir en la mañana siguiente y los muchachos se preparaban para un show de variedades Jimin sintió un apretón en su mano y no necesitaba voltearse para saber de quien se trataba.
—Sabes que…yo también te amo? —
—Lo sé, Min Yoongi, lo supe desde el minuto en que apareciste en mi cama anoche—
Y ese fue el turno del mayor para ruborizarse y maldecir un millón de veces a Jimin quien solo reía, pero eso estaba bien porque tan solo eran dos muchachos enamorados y nada se había visto más correcto que nunca.
—Aunque Hyung…nunca mencionaste que tenías miedo a los truenos-…
—Cállate, Park Jimin—
—Yo también te amo—