Extra- epilogo.
Como puedes medir que tan feliz eres... para Naruto Uzumaki esto era la felicidad; sin embargo, alguna que otra vez la pesadilla se repetía. A pesar de ello, el despertar al lado de Sasuke y de sus hijos le daba tal satisfacción y le comprobaba que esta era la realidad. Había logrado que Sasuke abandonara la idea del autosacrificio. A pesar de todo, a pesar de que él era quien calmaba las pesadillas de Sasuke, que tranquilizaba su conciencia, él también tenía remordimientos: Sasuke pudo darle la felicidad a todos, él lo vio, y aunque aun fueran sombras, pudo vislumbrar por 17 años como eran de felices todos, pero él les quito a todos esa felicidad a cambio de la verdadera suya.
No le iba mal a Konoha, pero las tensiones estaban a la orden del día. Intentaban con mucho esfuerzo que el sacrificio de años y los tantos intentos, unos más locos que otros, dieran sus frutos pero nada estaba dicho.
Habían acogido a tres niños como sus hijos. Muchos pensaban que era una forma de que Sasuke calme su conciencia, pero lo cierto es que ambos amaban a los niños con mucha intensidad, aunque Sasuke era el padre estricto y él, el consentidor.
Los pobladores pensaban, algunas de las fans de ambos, que era una lástima que no preservaran su línea sanguínea, que tantas técnicas se perderían puesto que el clan Uchiha estaba extinto. Lo que no muchos sabían era que Genji, su hijo menor, era de antecedentes Uchiha; quizás por ahí algún día podría invocar alguno de los poderes ancestrales. De todos modos, no se iban a limitar por ello: Naruto creía que era cosa de destino y principalmente de la fuerza del corazón el que tan poderoso se sea, puesto que él no era descendiente directo de ninguno de los principales clanes, pero pudo obtener todo esos poderes. Así que se esforzarían por enseñarles todas sus técnicas a sus pequeños niños que aun estaban en juegos, y que ellos cuidaban que disfrutaran su niñez a toda intensidad.
Alguna vez les hicieron bromas de porque uno de ellos no se convertía en mujer para tenerlos o si se sometían a algún tratamiento del inmortal Orochimaru, pero preferían no hacerlo. Eran felices dándoles un hogar y una familia a niños que no lo habían tenido por diversas formas. Ambos creían pues lo habían confirmado en sus vidas, que el amor de familia se hacía con los años, así como ellos la habían formado, como las personas que los habían protegido de alguna u otra forma. Aunque ninguno lo hablara, ambos pensaban de igual manera ... no traerían más niños al mundo, cuidarían de los que habían y sus hijos recibirían su chakra, entrenándolos… Increíblemente Kurama los acogió igual que los otros bijus , tanto así que los niños podían visitar a estos gracias a los poderes oculares de Sasuke. Además, Genji aceptaba el chakra del infierno de su padre azabache. Sus hijos le traían alegría con cada día que pasaban, le confirmaba sus sentimientos el uno por el otro y el que tanto se conocen. Ninguno hablo de adoptar, pero la sensación y el acuerdo silencioso salió sumamente natural. Cuando los vieron de apenas unos años un sentimiento nació como un enganche a ellos. Y hasta ahora ambos tenían la familia que siempre quisieron pero que no pudieron.
Aun así estaban preocupados: La conciencia de que pudieron haber cambiado totalmente la historial del mundo shinobi se les hacía pesada. Finalmente no pudieron soportarlo y se lo confesaron a Kakashi. Al principio este pensó que era una especie de genjutsu pero luego le explicaron lo tangible que pudo haber sido; sin embargo, él, como el gran maestro que ahora reconocían, les dijo: “ustedes no tiene que pagar por mis errores o los de Obito. Ustedes deben de ser felices y yo lo seré al igual que Obito, Itachi, Shisui, Minato-sensei, Kushina-san, todos…. Todos decidimos y si nos equivocamos…fue nuestra decisión…ustedes encárguense de labrar un mejor futuro para esos pequeños consentidos que tienen”
Realmente Kakashi Hatake se había convertido en alguien muy sabio, sus palabras lograron calmarlos y poder disfrutar de su pequeña familia, aun cumpliendo con las responsabilidades que tenían.
— Dobe ¿Qué haces soñando despierto?
Volteo a ver a su esposo, el cual traía puesto una yukata cómoda. Seguramente venía de acostar a los niños. El tiempo no pasaba por encima de Sasuke, su rostro seguía siendo tan fino como cuando eran unos críos de 17 años.
Se acercó y le robó un beso, a la vez que le atrapaba por la cintura hasta que sus pechos se tocaran pues los tenían descubiertos.
— ¿Quieres jugar? Na…ru...to
Quien los viera que ambos iban a estar en un plan tan meloso y seductor. Se reiría y avergonzaría a partes iguales si a su yo de 12 años se lo hubieran dicho. No había sido fácil que Sasuke se soltara de esa forma, pero ahora sabía que el esfuerzo había valido la pena.
Sasuke puso sus brazos sobre sus hombros. El beso que comenzaron duro su buen tiempo, era lento, provocativo, ambos querían sentirse palmo a palmo. Unas tibias caricias le hicieron sonreír: A su esposo se le había hecho costumbre acariciarle los cortos mechones de cabello rubio que tenía. No había pensado nunca especialmente cortárselo, pero le crecía bastante rápido por lo que en un arrebato de los suyos se lo había recortado bastante. No tenía tanta paciencia para con su cabello como su esposo. Aunque este parecía extrañar su cabello un poco más largo, estas caricias eran un mudo regaño por el corte.
Finalmente terminó por subirlo sobre sus rodillas. Ambos ejercían presión sobre el cuerpo del otro para ver quien quedaría debajo, quien estaría contra el futon doble que compartían. Era extraño pero no utilizaban camas…como muchas otras cosas el estilo de su vivienda fue culminado entre sugerencias mudas, un par de peleas...esas peleas infantiles que, no podía, creer había extrañado con su alma. La primera vez que Sasuke volvió a llamarlo dobe, creyó que podría llorar…
—Deja de pensar, inútil…
—Sasu-teme es cruel.
Sasuke le sonreía. Y él solo podía apretar sus caderas desde su posición. Hoy Sasuke había vencido pues quedo sobre él con esa mirada tan seductora. Le alegraba poder vislumbrar su mirada pues era al único que dejaba verle tan seductor ya que seguía siendo un tempano de hielo con sus fans.
—Tú eres el idiota que en medio de esto se pone a meditar el porqué del mundo.
— ¿Así que estas frustrado? Pero tu esposito va arreglar eso de inmediato ´tebayo
—No estoy frustrado…
Antes de que pudiese decir algo le calló con un beso, le atrajo con fuerza hasta que Sasuke quedo muy junto a él. Pudo sentir las formas de su cuerpo contra la suya. Solo pudieron suspirar dentro del beso.
Su esposo comenzó a menear su cadera provocando fricción, una suave, pero con seguridad buscada para hacerle perder la razón. Sus bocas se separaron pero sus miradas quedaron conectadas. Una sonrisa burlona se dibujó en sus rostros. A pesar de los años seguían sintiéndose raros por hacer ese tipo de cosas cuando nunca se habían imaginado así. Y aun así, avergonzados volvieron a besarse. Ninguno había probado mujer u hombre en su vida aparte de ellos, pero aún sin ello estaban convencidos de que no era necesario conocer más personas…su mentes eran lo suficientemente imaginativas y su relación lo suficientemente confianzuda como para no tener decirse con palabras como lo querían.
Su boca finalmente pudo deslizarse por la pálida piel que ya expuesta a totalidad se dejaba hacer; mientras tanto, el azabache acariciaba su cuerpo…sentir las manos de Sasuke fue algo excitante para el rubio: pronto las manos del mayor estuvieron en su miembro expuesto…Ambos ya se encontraban desnudos, semi abrigados por las sabanas.
Sasuke bajo con su boca, detallando cada musculo de su esposo, grabándoselo mentalmente para llenar su lista sobre reacciones en el cuerpo de su amante y esposo.
No pudo creer que el azabache le comenzara a hacer una felación, pero con una sonrisa seductora animó a su azabache a seguir con el trabajo.
Normalmente era quien estaba encima del azabache, pero hoy dejaría que su teme le consintiera de esa manera.
Cuando estuvo dentro de su esposo pensó que no podría aguantar estar más de esa manera, quería tomarlo contra el futon, sin embargo Sasuke le tenía hipnotizado con su imponente figura sobre él, moviéndose a su propio ritmo...lento cuando quería sentir bien el miembro de Naruto, rápido cuando quería acercarse al climax. De alguna morbosa manera le fascinaba que el azabache tomara el control de esa manera, que hiciese con él lo que quisiese. Sasuke no sabía que en ese momento lo tenía en su poder, totalmente sometido y perdidamente enamorado.
Sus oídos ninja captaron el leve movimiento de sus hijos al otro lado. A base de besos acallaron sus quejidos de placer y dolor, pues debían ser responsables; aún así Sasuke le devolvió a la tierra prometida con sus saltitos sobre su regazo. Él mismo estaba sosteniéndole y guiando rápidamente al mayor en sus movimientos. Ambos se habían vuelto un par de expertos a la hora de terminar las últimas embestidas con las cuales ambos llegaban a su nube secreta. Todo era una explosión interna pues no podían manifestarla en gritos o ruidos, sus quejidos eran entre cortados, pero los brazos del otro aferrándose al cuerpo que adoraron era la prueba tangible de que se habían amado con toda la pasión que les recorría.
Ambos cayeron exhaustos. Naruto no hizo problema porque su teme se acomodara sobre él. Más bien le sujeto bien, pasándole un brazo por su cadera como avisándole a sombras transparentes que ese hermoso y erótico hombre era solo suyo.
—Bañémonos, dobe.
El rubio sonrió, su pelinegro era alguien bastante aseado…. El solo recordar todo lo que tardaron en acoplarse a sus estilos de vida se le dibujaba una sonrisa.
—Solo quedémonos unas horas así, te prometo que Kurama nos despertara una hora antes de que los niños tengan que despertar.
Normalmente eran sus adorables niños los que los despertaban pero eso cambiaba cuando era cumpleaños de ellos. Así que mañana ingresarían a su habitación con el desayuno favorito de Genji, el festejado.
El azabache debía estar cansado pues simplemente se apretó contra él para luego caer mortalmente dormido. El rubio acarició sus mechones con cariño…Ambos quedaron profundamente dormidos gracias a la actividad previa.
Tal como lo predijeron Kurama levanto rápidamente a Naruto cuando ya se acercaba la hora de que los pequeños se levantaran. Sasuke se despertó al instante de que Naruto le sacudiera un poco.
Ambos adultos, se bañaron rápidamente, ayudándose mutuamente. Para cuando los niños atravesaron sus habitaciones con alegría, ambos padres felizmente sorprendidos tenían toda su habitación sin rastro de lo que había sucedido. Los pequeños se abalanzaron sobre ellos, solo pudieron sonreír cada quien a su manera mientras ellos les acariciaban sus cabellos. Cuando hoy, se suponía que serían ellos quienes irían la habitación de los niños, estos habían sido los que les sorprendieran.
Hoy era un día especial pues Genji, su consentido hijo menor, cumplía años. Muchos de sus amigos querían llevar sus amigos para celebrar y así lo harían en la mansión Uchiha que habían reconstruido para este tipo de eventos. Días de semana vivían cerca de la torre del Hokague en un departamento familiar. Naruto solo podía emitir suspiros de placer cuando llegaba a casa y sentía esa cálida aura de familia. Siempre había deseado aquello...llegar a casa y que alguien le respondiera el saludo, finalmente solo lo consiguió con aquella persona que era quien mejor le comprendía, quien también siempre deseo en el fondo responder el saludo de alguien llegando a su propio hogar.
Sasuke había preparado el pastel, no podía creer lo bueno que era este haciéndolo, pero era ya una tradición que este lo hiciera y Naruto lo ayudase. Ambos, junto con los niños, soplaron las velas, para que luego Genji le diera una gran mordida, siendo fastidiado por sus hermanos después. Los niños salieron corriendo, Sasuke quiso ir por ellos, pero Naruto le detuvo, abrazándole por la cintura
-Dobe… pervertido…
—Ehhh si yo solo quería decirte que…Gracias por tu regalo.
Ninguno dijo nada más. Se quedaron unos minutos abrazados, observando la enorme sonrisa de los niños que se molestaban, pero que se mostraba cuanto se querían. Sasuke sonrió de esa única manera…
—De nada…dobe