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un dia como cualquiera por haruhi-chan

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Notas del fanfic:

hiiiiiiiiiiiiiiiiii!! seee estoy mas desaparecida que un leon en la ciudad(de donde saque eso???) en fin, mi compu paso a mejor vida... si. se partio la pantalla y unicamente en el ciber puedo pasar los fics!! TT_TT... ok aca les traigo el ultimo que hice antes de esatragedia... disfruten.. saludsss!!!

Notas del capitulo:

espero lo amenn!!!!! y una amiga... emiii! te loveo ;) <3 me dio la idea de hacer algo màs con esta superidea(???) hhahahah ok... ya volverè!! jojo saludosss byeeeeeeeeeee!y como no viva el KAISOO:3

Un día como cualquiera; en una reunión normal en familia, había mucha gente por todos lados, niños jugando, adolescentes charlando o conectados por el celular, los mayores  se encargaban de la comida y se ponían al día sobre quien tenía las mejores y peores manías de convivencia.

Todos estaban entretenidos en algo. Pero siempre hay una pequeña excepción. En este caso esa excepción era Kyungsoo. Estaba en la terraza de su casa; donde en esta vez era la reunión, mirando  algo distraído como el resto de su familia se divertía, charlaba, en fin; como interactuaba sin notar su ausencia. No es que lo ignoraran. Lo dejaban ser. Ya que sabían que se sentía algo cohibido frente a tanta gente. Por lo que el pequeño se sentía agradecido.

 Kyungsoo siempre ha sido de un perfil algo sombrío. No era de hablar mucho, salvo lo justo y necesario. Con sus mejores amigos se ven de vez en cuando, hablan casi todo el tiempo por internet o celular. Es un chico feliz. Solo que últimamente se encontraba algo melancólico.

¿Qué tipo de preocupación puede tener un adolescente de 17 años? Si no trabaja, no tiene ningún tipo de responsabilidad que no sea ir a la escuela o cuidar a sus primos o vecinos pequeños para obtener algo de dinero… o eso es lo que sus padres siempre dicen creer. Sin embargo, si hay algo, algo que lo molesta, lo  perturba en demasía. Porque  este adolescente añora: que descubrir su reciente homosexualidad no lo destruya. Ya sea frente a sus amigos, familia y sobre todo con esa persona con la que descubrió su orientación sexual.

¿Quién es el afortunado?  Su compañero de banco: Kim Jongin. ¿Cómo surgió todo? Ni él mismo lo sabe; sólo que de un día para otro se encontraba demasiado a gusto en las horas libres charlando con el chico, a veces en medio de las clases lo observaba de reojo, y aprendió a reconocer cada una de sus facetas.

 Había empezado a adorar cada una de ellas. Esa cara adormilada, de cuando el moreno  se pasaba horas haciendo nada hasta tarde. La pensativa, como cuándo no entendía algo que dijo algún profesor, o alguna acción de sus amigos, inclusive del mismo Kyungsoo. La enojada, que tuvo pocas ocasiones de ver, y jamás las olvidaría, porque hielan la sangre de cualquiera, pareciera que no existieras. Y finalmente la alegre, que generalmente la ve en las últimas horas de la clase, cuando salen temprano; y sobre todo, cuando Kyungsoo acepta una ronda de películas o juegos en la x-box o simplemente hacer nada con él.

Si; es verdad que  para ser solo buenos compañeros de banco, se llevaban bastante bien. Para ser mejores amigos les faltaba superar alguna que otra situación y saber más secretos mutuos. ¿Entonces qué eran?

Kyungsoo no lo sabía. Y por ahora estaba bien así. O eso era lo que le gustaba creer. ¿Por qué? Porque siempre había chicas con hormonas alborotadas detrás del perfecto KIM JONGIN. Podría decirse incluso chicos, pero eso al pequeño no le importaba… aún… a menos de que uno de estos días, el moreno se decida por alguno de los que siempre lo acosan y sea su fin. Porque no podría pasar más tiempo muerto con su compañero de banco más que en las clases, porque no podría resistir que esos labios que tanto desea probar, alguien más tenga el privilegio en vez de él,  porque alguien más tendría el privilegio de saber todo lo que hay en sus pensamientos, alguien más lo tendría entero, únicamente para sí. Y Kyungsoo no quería perder. No en esto, al menos.

Por lo que se decidió esa tarde de domingo. Observando a su familia. Tal vez sea la última vez que los vea antes de decidirse a contarle todo a Jongin, a sus padres, en fin,  a todos ellos.

Bueno. Primero lo primero. La preparación.

A las personas les lleva un cierto tiempo a decidirse, tras saber bien como podría llegar a ir la  mano. Dos simples posibilidades: el rechazo y la aceptación.

Y el primer paso; sus padres. Hace un mes que se viene preparando para esto. Tratar de que el posible dolor que le cause el rechazo de sus progenitores no lo termine de derrumbar antes de realizar su objetivo final; confesarle a su amigo-compañero sus sentimientos.

Bien. Entonces ese día, tuvo que excusarse con Jongin por no poder aceptar una partida interminable de video-juegos en su casa porque tenía una cena familiar importante. ¡Y vaya que lo era!

Al llegar de la escuela, comenzó a limpiar todo desastre posible. Desde su habitación, la de sus padres, la de huéspedes, la sala, la cocina, inclusive el patio. Luego comenzó con la cena. Costó pero al menos es bastante decente el pollo a la naranja con guarnición que hizo. ¡Gracias a san GOOGLE por su sabiduría!

Terminó todo a las ocho, justo a tiempo para darse un baño y esperar a sus padres. Termino de asearse, sacar parte de los nervios y se sentó en la sala a esperarlos. Llegaron a las nueve y media.

Sus rostros quedaron atónitos al llegar a su casa. Los señores Do no cabían del asombro. Desde las rejas, las flores y el césped del jardín hasta la casa lucían impecables. Había una gran cena bastante bien arreglada en el comedor y su único hijo lucía como si fuera un modelo de revista sentado en la sala, bien arreglado de pies a cabeza.

Los invito a sentarse, a comer y a charlar amenamente. Inclusive hubo pastel de fresas de postre. El favorito de los tres. Para cuando la comida terminó, llegó la hora del té… y de la verdadera razón de tan impactante recepción.

Luego de servirles el té, el adolescente tomó asiento frente a los dos, respiró profundamente y comenzó a explicarles el motivo de todo. Al principio los padres pensaron que había dejado embarazada a alguien, idea totalmente descartada, porque ¿cómo era posible si era un virgen y GAY?

¿Qué si esa fue la respuesta del chico a sus padres?

Si, eso fue lo que  Kyungsoo  dijo al escuchar la conclusión errónea, por mucho, de sus padres. Que sólo quedaron en silencio. Un incómodo silencio.

SILENCIO. SILENCIO. SILENCIO.

El tic-tac molesto del reloj en la pared se tornaba enloquecedoramente molesto. La respiración acompasada de los padres y su mirada perdida, no anunciaban algo bueno. Y finalmente un agitado y sudoroso Kyungsoo se encogía en su lugar esperando la brutal caída de flechas en su ego y la caída en picada de su salud psicológica, al palpar el rechazo de quién,  tal vez en el fondo eran su última esperanza de apoyo moral, si Kim lo rechazaba.

El padre fue el que primero reaccionó, tras ver las lágrimas asomarse en los grandes y hermosos ojos de su pequeño campeón. Con el que veían Pororo, Dragon Ball Z,en su infancia (inclusive de vez en cuando) y otros dibujos. Con el que jugaban al básquet y a la play hasta el fin de semana pasado, recibiendo una gran paliza y una sonrisa de ganador de su parte.

Era su pequeño y el hecho de que no se fijara en niñas no le pasaba desapercibido. Tal vez siempre lo supo. Tal vez, aún no estaba listo para aceptarlo. No era por el hecho de sentir rechazo hacias su hijo. No. Eso jamás. Más bien no quería que sufriera. Porque, a pesar  de que hoy en día la sociedad  estaba más tolerante, no quiere decir que no te destruya. No quería que esa sonrisa se tornara en esa mueca de dolor que poseía en ese momento.

Por lo que reaccionó de la mejor manera que pudo y  lo abrazó fuertemente, seguido de su esposa. Probablemente ambos pensaban lo mismo. Y esperaban ser el apoyo que su bebé necesitaba. Sabían que no sería fácil para él, pero también sabían que su familia los apoyaría. Al menos no estará completamente sólo ante el mundo cruel.

Con sus padres todo siguió igual o mejor que ese día. Le preguntaron si en la escuela ya lo sabían. Él negó ese hecho. Todavía nadie lo sabía. Sin embargo les aclaró que pronto lo sabrían, y tal vez necesite cambiarse de escuela. Hubo varios casos de violencia con varios chicos y chicas en su misma condición. Ahora su comunicación con los padres era mejor. Nunca lo habría imaginado.

Genial.

Seguirían sus amigos. Chicos realmente geniales. Sabían todo. Bueno casi todo de él. Desde ese episodio vergonzoso en el jardín de infantes, donde vomitó los zapatos de la maestra, tras unas rondas rápidas en la calesita de los juegos, hasta la caída en el centro comercial sobre un vendedor vestido de zanahoria.

Esas personas maravillosas, que sabían casi todo, eran Luhan, Sehun y Baekhyun. Eran mayores que él por un año. Pero aun así se veían casi siempre sin falta. Todos eran prácticamente vecinos. Era normal, al menos para ellos.

Los más atrevidos eran Baek y Luhan. Esos dos eran el alma de las fiestas, pijamadas, juntadas, etc. Se podía hablar de cualquier tema, tenían muy buenas opiniones, casi indiscutibles, eran además muy inteligentes. Bastantes competitivos, en todo tipo de deportes y en especial en lo académico. Cantan y tocan instrumentos.

Sehun era más parecido a Kyung. Ambos hablaban lo justo y necesario. No son de demostrar interés fácilmente. Y les cuesta expresarse. Aún así son excelentes en los deportes. Sobre todo Kyung, en el básquet (a pesar de su estatura). También en lo académico. Sin proponérselo, superan a los mayores. Y son algo tímidos. Hasta que entran en confianza. ¡Pueden ser unos malditos bromistas!

En fin. Dos semanas habían pasado desde que habló con sus padres y rechazó varios viernes más la invitación de Jongin a su casa. Hoy era una de esas veces. Es que,  había invitado a sus amigos a su casa. A una ronda de juegos y a pasar el fin de semana allí, si querían (después de confesarle ESO a todos).

Sucedió lo mismo que con sus padres. Arregló demasiado todo. Inclusive él mismo estaba arreglado, muy arreglado para una juntada. Hasta el distraído de Sehun se dio cuenta.

 -¿acaso tratas de seducirnos D.O.? – logrando que el resto soltara grandes carcajadas, generando una capa de color rojo que recorría todo el cuerpo del pequeño. Y que éste último suelte:

- no, a ustedes no. A un compañero…. Tal vez.-

Y todos dejaron de reírse. Mirándose entre si. Guardando silencio. Y sin previo aviso un enojado Baek soltara.

 -¡No es justo! ¡Maldito Luhan!¡¿cómo rayos lo supiste!?- sacando dinero de su cartera, entregándoselo al mencionado.

El cual lo recibió con una gran sonrisa. Y abrazó a Sehun de la cintura, dándole un beso en el cuello, generándole un fuerte sonrojo.

–saldremos al cine mañana… ¿estás contento SEHUNNIE?- sin decir nada, el rubio sólo asintió.

Un atónito, perplejo, sorprendido Kyungsoo no podía articular palabra ante lo que veía. Abrió varias veces su boca para decir algo y las palabras no salían. Sólo no creía lo que veía.

Entonces el resto de los chicos le explicaron que desde pequeños ya sabían que eran homosexuales. El primero en decirlo al resto (menos a kyungsoo, claro está) fue Baek, a los doce, se había enamorado del chico demente de la biblioteca. Un tal Park. Que hasta hace un par de meses “se dignó en aparecer en su vida nuevamente” y se encontraban saliendo. El “desaparecido” se declaró a Baekhyun.

Tras la confesión del “duende gritón” (como le decía Luhan), Sehun y Luhan quedaron algo confundidos. No sabían si su caso era el mismo que el de su amigo o sólo no había alguna chica que les llamara la atención lo suficiente. Pensando se desconectaron unos días. Hasta que llegaron a la conclusión  de que les gustaban los chicos.

¿Cómo? Simple. Recopilación de datos. Tienen amigas. Nunca se sintieron con deseos de tocarlas o besarlas; aún cuando ellas se pasearan con poca ropa frente a ellos. Ni un solo pelo se les movía. La cosa era rotundamente distinta cuando sólo ellos dos se reunían.

Les encantaba verse en pijamas, dormidos, despiertos, sonriendo, sonrojados, traviesos, etc. Se sentían irritados cuando alguien se acercaba demasiado al otro. Y al darse cuenta de lo que sentían se confesaron.

 El que dio el pie a todo fue, extrañamente, Sehun. Fue la primera vez que Luhan lo escuchó hablar tanto, encontrándose algo perdido en todas las acciones del chico que le gustaba cada vez más. Lo que causó que tardara un poco en decir algo, confundiendo a Sehun y logrando que huyera lo más pronto que pudo. De no ser porque Luhan era bueno en deportes tal vez jamás lo hubiera alcanzado; y tal vez no podrían estar… tan… como ahora.

La quijada de Kyung llegaba al suelo. No podía creer que jamás se dio cuenta. Con razón últimamente, Luhan lo alejaba de Sehun. Probablemente presentía su condición y no quería que se enamorara de su novio. ¿Tanto se le notaba?

Tras mejorar de su estado de “el único idiota que no sabía ni su propia condición sexual”. Comenzó la despiadada guerra de puños. Si. Eran homosexuales. Pero eso no significa que cambien su manera de ser.

Ahora que con sus amigos estaba todo aclarado. Que ya sabían lo que Kyungsoo planeaba hacer; decidieron apoyarlo en el caso de que algo salga horriblemente mal. Ya que, podría recibir no sólo el rechazo de la persona que le gusta, sino también la burla y el desprecio de todo el cuerpo estudiantil de la escuela a la que asistían… eso sería en el caso de que los escuchen o que ese tal “kim Jongin” dijese algo…

Es la razón de que ahora estén los cuatro. Si, los cuatro. Oh Sehun, Xi Luhan, Byun Baekhyun y Park Chanyeol (arrastrado por su novio… y sus celos en gran parte). Cuidando de que nadie más que ellos, escuche nada. Y para asegurarse de que Jongin no esparza algún tipo de rumor, para hacerse notar, porque ahí sabría de que tipos de estupideces son capaces de hacer por su amigo.

 

Hace un mes, Kyungsoo viene rechazando los viernes de juntada que siempre tienen. La primera vez fue por una cena con sus padres, la segunda fue porque tenía una cena con familiares, la tercera porque el lunes tenía exámenes y la cuarta por juntarse con sus mejores amigos.

Jongin no sabía si lo estaba evitando… o era de enserio que no tenía tiempo siquiera de mandarle un mensaje el fin de semana para contarle como iba todo mientras Kyungsoo hacía sus cosas. Esto estaba desesperando a Jongin. ¿Es qué acaso lo ofendió? ¿Acaso notó la manera en que lo estaba mirando últimamente? ¿Acaso se dio cuenta de que kyung le gustaba de una manera en la que ya no podía controlar pensar estupideces como ahora? Y si lo notó … ¿es por eso que se alejo así de repente?... y más preguntas paranoicas que cada vez terminaban peor de cómo empezaron , atosigaban al pobre de este paranoico.

Entonces como no quería imaginarse más tonterías… tomó finalmente una decisión. El lunes hablaría con su adorable HYUNG y le preguntaría porque diablos esta así de esquivo con él. Y, si no es porque se haya dado cuenta, entonces se confesaría.

Sin embargo, ese lunes un decidido Kyungsoo lo invitó a almorzar en la azotea. Quería hablar con él de ALGO sumamente importante y tenía que pedirle las debidas disculpas por rechazar sus amables invitaciones a jugar a su casa… o un discurso parecido, que dejó algo perdido y nervioso a Jongin.

¿De qué me tiene que hablar? Tal vez descubrió mi secreto. ¿y si es para decirme que no me hablará más por eso? ¿Y si es algún tipo de homofóbico? …. Ay mierda, ay mierda! AY MIERDAAA!!!!

Bien. No pasa nada. Nada. Nada. ¿No es así? Todo el mundo tiene una decepción amorosa. No sería la primera ni la última… bueno tal vez mi primera decepción amorosa… pero no pasará nada…  no voy a morir por eso ¿no es así? Fue lo último que se preguntó al abrir la puerta de la asotea.

Al acostumbrar sus ojos a la luz cegadora del sol de mediodía, pudo ver a un distraído adolescente con sus piernas cruzadas y sus brazos abrazándolas, con su flequillo rojo algo despeinado por el viento tapándole el rostro con cada brisa. Su piel se veía más blanca y luminosa que de costumbre, notándose el contraste de sus abultados y rosados labios. Su mirada estaba perdida en el horizonte.

 Únicamente se dio cuenta de la presencia de Jongin cuando este ultimo sacudió la mano frente a su rostro captando, su atención y generando una sonrisa hermosa que hace que el moreno  recuerde a que vino, se ponga nervioso y colorado mientras se sienta y con la mejor voz que pudo hacer en ese momento preguntar a qué se debía todo el misterio.

El pequeño (tan solo un par de cm más pequeño) le cuenta lo que vivió el último fin de semana, que se enteró que todos sus amigos eran homosexuales. Que él había sido el último en enterarse. La confesión hizo que Jongin se atragantara con el agua que bebía, y tras recuperarse le preguntara al más bajo sus pensamientos sobre la orientación de sus amigos.

-me enojé- Jongin palideció- porque no me lo contaron antes… son mis amigos y los aceptaría de cualquier manera, tengan la orientación sexual que tengan, sean como sean…- el moreno retomó su color e inmediatamente tuvo unas tremendas ganas de besarlo… sin embargo, no lo hizo por temor a espantarlo. ¡El chico recién se enteró de que sus amigos son gais y vos lo querés violar sin su consentimiento! QUE.PERVERTIDO. lo retaba su subconsciente.

-y lamento haberte cortado el rostro todo este tiempo. Necesitaba pensar. Mucho. Y sacar el valor para decírtelo…- dijo Kyung, algo nervioso –ya que por ahí decidías evitarme… o insultarme…. O yo que sé, cosas que tal vez me lastimen …-

-HAHAHA ¡qué tarado! Yo no te haría sufrir porque tengas amigos gais… pareciera que no me conocieras HYUNG…- dijo algo cabizbajo.

-es que no es por eso que temo que te alejes de mÍ- dijo el mayor, tornándose rojo de repente y acercándose al rostro de su ¿amigo?- sino porque me gustas- dijo mirándolo directamente-, y tal vez me rechaces y me evites el resto de nuestras vidas- dijo prácticamente sobre los labios del moreno.

-pensaste demasiado algo tan simple…. –respondió, observando cómo movía el otro sus labios- Y yo que pensaba que te diste cuenta de lo que me haces sentir cuando estas a mi lado… y por eso te alejaste…- confesó, para finalmente juntar sus labios. Al principio, el más bajo no cabía en sÍ de la confusión y alegría… porque esto no era un sueño, ¿verdad?

Y cuando sintió como el moreno le mordió su labio superior, el dolor, el sabor del jugo de frutas y sangre invadió finalmente su boca…  y no. No era un sueño. Por lo que al darse cuenta, del éxtasis del momento, terminó rodeando al más alto con sus brazos acercándolo más, el beso se volvió más apasionado aún; ya que sus manos acariciaban sus espaldas, brazos, manos y rostros, generando un hambre del otro que no sabían que poseían.

Estuvieron así el resto de las horas de matemáticas, de historia y recién había sonado la campana de salida. Lo que los sacó de su burbuja, causando el sonrojo por parte de ambos y sonrisas cómplices, cuando aparecen sus amigos con sus cosas.

Bueno. Nadie se imaginó que para ellos las cosas cambiarían de un día para otro. Por aceptar UN DÍA COMO CUALQUIERA  sus sentimientos…

 

Notas finales:

y..... parece que jamas saldre del romanticismo! :/... como seabesos!!


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