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En la oscuridad. por aurora_la_maga

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Notas del fanfic:

 

NOTAS DE AUTOR:

 

 

Esta es una historia bastante cruel, angustiosa y oscura, pero con mucho romanse, salio gracias a un intento de estafa que me quisieron hacer a mí, por favor nenas nunca crean en las cosas que aparecen en internet y nunca acepten regalos ni promesas de nadie que provengan de otros países… gracia a Dios no me paso nada pues yo me fui con cautela y gracias a mi astucia pude denunciar a ese sujeto a las autoridades correspondientes.

Notas del capitulo:

Nada mas agregar que estos personajes no me pertenecen son de Hinako Takanaga y disculpas por los errores que puedan encontrar!!

 

Saludos besos y abrazos n.n

 

un tributo a mi pareja favorita n_n

  1. 1.    Partida a la oscuridad.

 

 

Finalizaba su maestría en música, formaba parte de los mejores de la clase, no le hacía falta nada, pero los deseos de superación y ambición eran mucho más fuertes; él quería llegar a ser el mejor guitarrista del mundo e igualarse ante los demás artistas del momento. Esa tarde iba decidido a encontrar la gloria en un sitio web, llego a casa animado, abría la puerta con entera calma, miro su pequeño buro en la entrada en donde reposaba la fotografía de sus padres fallecidos y la de sus familiares, rápidamente hizo una reverencia y susurro.- Ya estoy en casa.- Había sido dura la vida. Pero el solo se las había arreglado para salir adelante y cumplir con su meta de realizar sus estudios. Se encamino por la sala hasta la cocina de donde saco de la nevera un refresco, llego a la sala en donde se dejó caer en el sillón.

 

- ¿Masaki-san eres tú?-

 

-Si.- Respondió a su compañero de cuarto, a quien le miro curioso.- ¿Que rayos te paso en la cara?-

 

-Ah, no te burles voy directo a una fiesta.-

 

-Pues que te aproveché.- Susurro.- No llegues muy tarde.-Ordeno.

 

-Claro que no, mama.- Mofo el chico de mirada tranquila y cabellos castaños, dejando por fin a solas al joven, quien elevo su móvil y se apreció en aquel reflejo, notando sus cabellos castaños claros casi rubios y bastos, aquellos ojos azules profundos y ese rostro sumamente  fino y atractivo, la vida era aburrida claro no saldría de ese pueblucho a menos que. Le dedico una mirada desanimada a su laptop, navegaba pr distintos sitios en la internet, todas las direcciones que el colocaba en su buscador eran escuelas de música, que lo impulsaran a ser una estrella; enseguida recibió un correo directo, se trataba de un anuncio en el cual se detallaba una universidad de música en Londres, daban la oportunidad de participar en el programa de estudiantes de intercambio o nuevos estudiantes, que deseaban superarse y practicar en el medio artístico. Elevo sus cejas y continuo leyendo, era sumamente increíble lo que todo ahí se colocaba, pero los comentarios y testimonios, incluso los votos de la web daban a entender que era una web site sumamente leal y legal. Sin pensarlo dos veces dio clic en inscribirse.

 

Se puso en pie con un salto, luego de rellenar los espacios de la hoja de inscripción, se encamino a su habitación, arreglando el desastre, llevo a un lugar más acogedor su guitarra y arreglo el tiradero, deposito todo lo sucio en una cesta y lo limpio lo doblo para colocarlo en las gavetas. No había tardado mucho, daba los últimos retoques a su habitación, reponiendo algunos de sus posters en la pared, en la cual se figuraban distintos artistas del momento, tanto japoneses como americanos. Cuando por fin había terminado, sintió que su móvil vibraba en su bolsillo; con calma, lo sujeto y miro rápidamente, había llegado un correo en el cual le pedían, llenar una solicitud de admisión para la “Black star, music high school.” Aquello le intereso, prontamente llego de nuevo a su computadora y tecleo deprisa, llenando la solicitud. Estaba realmente emocionado por todo lo que estaba sucediendo.-Bueno a ver qué pasa.- Dijo adjuntando una foto de sus álbumes, pues claramente un apartado de la solicitud decía.

 

-“Ayúdanos a conocerte más, mándanos una fotografía, de tu rostro y cuerpo completo, se parte de nuestro grupo de estrellas musicales.”-

 

Al mismo tiempo que se ponía en pie del sofá, su teléfono volvió a vibrar pero esta vez no era un mensaje, en su pantalla aparecía una llamada entrante, analizo de inmediato su móvil y su mirada se agrando al ver “Reino Unido” y un número que parecía internacional. Pronto deslizo la pantalla para responder y confuso saludar.-¿Hello?-

 

-Hola, ¿hablo con el señor, Junya Masaki?-Estaba sorprendido, y agradecido de que las clases de Inglés surtieran frutos, entendía todo por completo.

 

-Si el habla, ¿Quién es usted?-

 

-Somos del staff de la escuela estrella negra, tengo entendido que usted está interesado en nuestro proyecto de nuevas estrellas y quiere unirse a nuestra escuela, para practicar y buscar una oportunidad en el mundo de la fama.-Su piel se erizo.

 

-Sí, si señorita está usted en lo correcto.-Reafirmo sujetando con ambas manos su móvil.

 

-¡Muy bien! Pues bienvenido seas, Masaki Junya, gracias a tu información y fotografías te damos la bienvenida, solo necesitamos que nos envíes un demo de tus canciones y alguna música que hayas escrito o tocado, será de vital ayuda…-Masaki apuntaba de prisa lo que necesitaban.-Por el momento mientras recibimos lo que se te ha pedido, se te enviara por correo un pasaje aéreo, partiendo desde Tokio Japon, hacia el aeropuerto de Londres Heathrow, al llegar nuestro chofer te llevara a un paseo rápido por Oxford y luego a la ciudadela de la estrella negra.-

 

-O-oiga perdone, pero ¿Cómo puede pasar todo esto, ustedes no me conocen y además no tengo dinero para viajar?-

 

-No te preocupes todos los gastos corren por nuestra cuenta, tenemos un seguro en el cual tú te quedas comprometido a que cuando seas famoso, pagaras todo en pequeños pagos.-

 

-Y si no lo soy.-

 

En la estrella negra todos se vuelven famosos, no pierdas la fe.-Todos era convincente y de ensueño, así que sin pensarlo mucho y sin perder nada y claro emocionado tomo el trato, Masaki daba todos sus datos y la fecha de partida seria pronto, la llamada se terminó y el rubio rompió en alegres gritos, era increíble lo que le había sucedido, pronto envió su demo y muchas cosas más, varias ovaciones le llegaron en mensajes, videos de la ciudadela incluso el código de confirmación del vuelo llego a su bandeja de correos, era todo realidad estaba a punto de volverse artista…

 

 

 

[***************]

 

 

 

En otro lugar de Nagoya…

 

 

Las oficinas de una reconocida firma de abogados en el país, era premiada por sus logros, tenían todo lo necesario para hacer contratos con enormes empresas fuera del país y no perderían la oportunidad, Tres hombres en un despacho guardaban todos sus enseres personales en unas cajas.- No puedo creer que hayamos sido contratados por industrias Oxford.-

 

-Eso tenía que pasar.- Susurro calmado un joven de cabellos Azules, mirando al que hablo antes.- Somos el mejor equipo de contaduría, legalidad y recursos humanos, los tres somos miembros importantes para esa empresa que apenas comienza a levantarse, ¿No es verdad, Nii-san?-

 

El mencionado era el mayor del grupo, arreglaba con calma sus folios y susurraba con calma.- Claro Tetsuhiro, ten cuidado con los archivos recuerda que apenas tenemos dos semanas para poder ponernos al día con los seguros de arrendamiento y seguros de empleados, no quiero que algún trabajador demande a la industria por alguna tontería que nosotros hayamos dejado pasar.-

 

-Kunihiro, hemos leído esos acuerdos más de mil veces, no hay nada que pueda golpear fuerte a esa empresa.-

 

-Ese es nuestro principal trabajo Isogai, por eso nos requieren en ese país.-

 

-Cielos extrañare esto.- Susurro, Tetsuhiro mirando la oficina enorme de detalles elegantes, y decayendo su mirada en la ventana que daba a la ciudad.

 

-Despreocúpate, ahora vamos a estar en una mansión de lujo, costeada por Industrias Oxford.- Expreso bastante exaltado el peli plata, mirando a ambos sujetos. Y juntándolos para agregar.- Se lo imaginan tres solteros en Londres, buscando chicas salvajes, discotecas y…-

 

El castaño arreglo sus gafas y susurro.- Por favor Isogai no nos pongas en vergüenza.- Se alejó.

 

-Oh, que aburrido eres.- Se cruzó de brazos.- Hay que divertirse o todos esos millones que tienes en el banco se pudrirán ahí.-Kunihiro le miro severo.- Diablos, como siempre tan correcto.-

 

-Yo por mi parte pienso divertirme.- Isogai elevo una ceja al escuchar al peli azul.

 

-Si divertirse significa que iras al museo a ver las asquerosas pinturas de ese artista misterioso, perdóname si no me emociono.- Tetsuhiro arrugo su entrecejo y arremetió en contra del peli plata.

 

-Te agradecería que no insultaras a mi maestro.- Ahora puso cara de asesino.- O TE JURO QUE TE ARREPENTIRAS.- Amenazo con un saca grapas.

 

-¡Tetsuhiro, Isogai! ya basta de niñerías, nuestro vuelo parte en unos días y hay que enviar esto a paquetería, hay que apurarnos.-

 

-Hai, hai.- Respondieron en conjunto de nuevo entrando en concentración ambos sujetos.

 

Ellos eran Kunihiro Morinaga, Tetsuhiro Morinaga e Isogai Taichirou, las mejores piezas de una firma de abogados, legales, contables y sociales y habían sido contratados por una enorme empresa en Londres, estaban a punto de ir directo a una nueva vida y aventura.

 

 

 

[***************]

 

 

Oxford… Londres…

 

 

 

Una mujer con apariencia descuidada cortaba la llamada de larga distancia a Japón, a su lado un hombre vestido de lujosos atuendos y abrigos sonreía fumando un cigarro, miraba las fotografías en su escritorio y sonreía entusiasmado al momento que la mujer decía.- Ya está hecho.-

 

-¿Se la creyó?-

 

-Sí, completamente.- Respondió agachando su rostro en forma de culpabilidad.

 

-Muy bien, aquí está tu paga.- Dijo ofreciendo unas hipodérmicas y unos tubitos de cristal con un líquido verde en su interior, aquella mujer la tomo desesperada, estuvo a punto de inyectarse ahí mismo pero.

 

-¿Qué demonios haces?, largo de aquí.- Grito para chasquear sus dedos y hacer que seguridad la sacara.- Malditos adictos.- Susurraba con entero asco, apagando su cigarrillo en el cenicero y notando como a la oficina entraba un hombre, aquel sujeto, traía saco y corbata unas gafas gobernaban su rostro, tenía aspecto de asiático, nada que ver con el hombre que en ese escritorio se encontraba, miro a este entre los vidrios de sus impecables gafas y susurro mientras sacaba unas fotos de su portafolio.

 

-Creo que nuestra nueva adquisición vendrá muy pronto, ¿No es así?-

 

-¿Qué quieres, Kintou?-

 

-Te traigo buenas noticias de tu casino.-

 

-¿A si?- Ya era hora que me dieras buenas noticias, este sujeto me costara una fortuna traerlo.- Expreso tirando las fotos de el rubio Masaki a un cajón en su escritorio en donde tenía muchos pasaportes y papeles importantes. El llamado Kitou sonrió de medio lado susurrando.

 

-Pero se compensara, sacaras mucho dinero de ese joven, talentoso, los viejos burgueses tienen especial apetito por los jóvenes japoneses.-

 

-Por lo menos voy a sacarle lo del vuelo.- Gruño bastante fastidiado y notando las fotos que en la mano de aquel asiático.-¿Qué tienes ahí? – Cuestiono intrigado.

 

-Aquí, mi querido proxeneta, está la paga de uno de nuestros clientes.-

 

-No me jodas, no quiero casas ni autos quiero dinero.- Grito verdaderamente enfadado.

 

-No es un carro ni una casa es la más elegante adquisición que pueda obtener este lugar de mala muerte.- Expreso con entera satisfacción, dejando caer las fotos en el escritorio.- ¿Ves esas fotos?- El hombre se agacho y solo pudo ver en estas, un sinfín de cuadros en un museo además de varias personas en esta, y lo más primordial un sujeto de cabellos largos y platinados.

 

-¿Qué hay con eso?-

 

-Ah mi querido, Otoniel-san.- Susurro bastante misterioso, separando las fotos al tiempo que explicaba.- Estas son obras maestras de un pintor reconocido del estilo del renacimiento japonés, este sujeto a dibujado desde la edad de los 10 años, y sus obras han marcado la diferencia, claro que el dejo de hacerlo hace 5 años.- Expreso con calma, esas fotos son de hace cinco años, fue su debut en el plantel del museo Francés…-

 

-¿A qué carajos quieres llegar?-

 

-Te lo explicare, solo ten paciencia.- Dijo para ahora colocar otro poco de fotografías.- Estas son recientes.-

 

-¿Qué hay de interesante?, solo esta despojado de sus finas ropas y parece tener una maraña de pelos en la cabeza.-

 

-Creo que tú nunca entendiste la frase, “Es un diamante en bruto”-

 

-¿Qué me quieres decir?-

 

-Un deudor en el casino, lo acaba de vender, él dice que es su padrastro, pero lo dudo de seguro es un pobre diablo que se lo encontró, por ahí y pretende pagar 800 euros con un desconocido, pues este sujeto además de famoso sufre de un pequeño trastorno, su memoria solo puede abarcar 5 años de su vida y después se borra por completo, por eso es tan importante, pues aunque todos sus recuerdos se vayan a la mierda, el pinta como si nunca lo olvidara, como hacerlo.- Otoniel, le miraba confuso.- Eres un estúpido o que, lo que te acaban de obsequiar es la más hermosa gema de diamante que en tu vida puedas comprar.-

 

-¿Qué hay de interesante?-

 

-Puedes tenerlo en tu casa de citas, venderlo como la mejor perra y sobre de eso vender sus obras con la excusa de que las encontraste por ahí, puesto que se verificara su autenticidad y notaran que son reales y tu pedirás millones.- Los ojos de Otoniel se iluminaron.- Ahora bien, ¿Qué dices aceptas la paga de ese sujeto?-

 

-Si dice ser quien es, lo acepto… ¿Cuándo vendría a mi casa de citas?-

 

-Dentro de un mes aproximadamente, puesto que tiene que arreglar los papeles que falsificaran su identidad, pues el está ahora en Francia.-

 

-Vaya que eres perfecto mi querido amigo Kintou.-

 

-Somos socios según entiendo.-

 

-Claro, claro, y si todo sale bien obtendrás tu 40% por ciento.-

 

-No te olvides de la paga que me darás por ese sujeto que te conseguí por internet.-

 

-Oh si, Masaki Junya, es lo que piden los viejos ahora, rubio piel blanca, ojos rasgados, de color azul y un cuerpo de dios.- Sonrió.- Ganare mucho con él.

 

-Claro que lo harás.-

 

-De acuerdo, ¿Te encargaras de ir por el al aeropuerto?-

 

-Claro déjame a mí el comité de bienvenida.- Susurro maléfico, apunto de retirase.

 

-Oye Kintou, espera un momento.- Se giró para ver a su interlocutor.-¿Cómo se llama este nuevo sujeto?- Cuestiono para elevar en su mano la fotografía del pintor.

 

-Su nombre es Souichi Tatsumi.- Susurro.- Pero, claro que no le llamaremos así aquí, cuando llegue tú le pondrás un nuevo nombre, no queremos que nadie sepa su nombre artístico o lo reconozcan, además le haremos cambios a su cabello.-

 

-Eso me intriga, me encanta ya quiero tenerlo.-

 

-No comas ansias Otoniel.- Sonrió partiendo.

 

Caminaba por los pasillos en la muy mal conocida casa de citas, en el distrito más decadente de Oxford en Londres, ahí iban a parar prostitutas, drogadictos, delincuentes y demás, y a este mundo iban a llegar dos almas inocentes…

 

 

 

[***************]

 

 

 

Kintou llegaba a las habitaciones de hospedaje, escuchaba gemidos y jadeos y una que otra pelea, dentro de estas, todas esas habitaciones contaban historias diferentes, nadie estaba de acuerdo con lo que hacían para ganarse la vida, pero dado al caso de que esa era una casa de citas que engañaba a los extranjeros con cuentos extraordinarios se convirtió en una casa de trata de humanos, Kintou llego a la habitación del fondo en donde pudo ver a la persona que tanto buscaba, se trataba de un castaño de cabellos cortos, el salía de la habitación, temblando, elevaba su mano a su rostro y con lágrimas en sus ojos, se dejaba caer en el piso, abrazándose a si mismo encogiéndose en una bolita, sollozaba suavemente,  escucho los pasos que llegaban a su lado, enseguida elevo su rostro, tenía un morete enorme en su lóbulo derecho, Kintou se agacho y se acercó al castaño de ojos grises a quien susurro.

 

-De nuevo haciéndote el difícil… ¿Hiroto?- El mencionado le miro realmente temeroso.

 

-No… ese sujeto, el…- Tragaba grueso.

 

-Sh…- Silencio con cariño, para abrazarle con calma.- Ya tranquilo, ¿Al menos te pago?-

 

-S-Si…-

 

-Muy bien.- Dijo para separarse un poco.- Ve a asearte, tengo una buena noticia para ti.- Se puso en pie despacio y con tambaleante paso llego a su habitación y al sanitario.-

 

Pasado un buen tiempo, Kintou lo esperaba en su habitación, era una pequeña y bastante angosta, era terrible la forma en que los trataban a todos, Hiroto se encamino hasta la cama y en esta se sentó despacio, sintiendo el dolor en su retaguardia, agacho su rostro y cuestiono suavemente.-¿Qué era lo que me quería decir, señor Kintou?-

 

-Oh si.- Dijo acercándose a él y sentándose a su lado, para elevar una mano y acariciar sus cabellos con sus dedos huesudos.- Mirate…- Susurro con calma.- Eres mi joya más preciosa.- Agrego.- Recuerdo cuando llegaste eras un chico muy animado ahora solo eres la sombra de ello, pero… esos ojos aún siguen brillando con tanto empeño.- Susurraba, haciendo temblar al castaño.

 

-Por favor, señor Kintou… no haga eso.-

 

-Claro, claro.- Dijo apartando sus manos del castaño de ojos grises.- Hiroto, sé que la vida te ha maltratado, así que te tengo una buena noticia, serás trasladado a la casa de citas, del elegante centro de Oxford.- Eso no le alegraba, nada en esta vida le alegraba.- Vas a recibir y a educar a dos nuevos integrantes, y quizás te ganes tus papeles para regresar a tu país.- Hiroto enseguida elevo su rostro y susurro sorprendido.

 

-¿Eso es verdad?-

 

-Claro, muchacho, lo que más quiero es que seas feliz.- Mentía.- Pero claro que primero deberás ayudarme a educar a esas nuevas adquisiciones.-

 

-E-Esta bien.-

 

-Bueno eso era todo, puedes retirarte.-

 

-Gra-gracias, señor Kintou.- Hizo reverencia y se marchó.

 

 

-Pobres tontos.- Admiro la habitación, estaba realmente obsesionado por ese castaño y se odiaba a si mismo por no poder sacarlo de ese lugar pero su vida correría peligro, solo le quedaba aceptar la situación y seguir como estaban, por otro punto su celular sonaba con demencia.-Hola…- Espero unos segundos.- Oh señor Bernard, cuanto gusto…- Expresaba animado mientras salía de aquel deprimente lugar…-Si, Si claro, que recibirá noticias mías en cuanto su encargo haya llegado.- Se escuchaba la voz que perdía fuerza en el pasillo.

 

 

 

[***************]

 

 

 

 

Los días habían transcurrido rápido el momento de su partida, llego, a su lado su compañero de piso lloraba y decía dolido.- ¿Masaki, porque te vas?-

 

-Tu sabes por qué ya te lo he dicho muchas veces, Keigo.-

 

-Ok, Ok. Pero, no es justo me dejaras solo en estas cuatro paredes.-

 

-No seas ridículo, ayer me dijiste que traerías a tu novio a vivir aquí.- Le miro molesto dejando caer sus maletas y tomando su chaqueta del perchero.- No te va a pasar nada, solo recuerda que debes pagar el alquiler, los servicios de luz y agua a tiempo y por lo que más quieras mantén orden, que algún día regresare.-

 

-Bueno, pero no vengas con las manos vacías que yo quiero ver a un Masaki súper estrella.-

 

-Eso se verá en el transcurso de mi estadía en Oxford.- Keigo le miraba suspirando.

 

-Dios que envidia, iras a al país más romántico del mundo.-

 

-¿Qué no era Paris?-

 

-Humm, bueno toda Europa es romántica.-

 

Suspiro hondo y se amarro una bufanda al cuello.- Te escribiré en cuanto llegue ok.-

 

-Claro.- Dijo tranquilo.- Estaré pendiente.-

 

-Gracias Keigo.- El mencionado le detuvo susurrando.

 

-Masaki… antes que te vayas quiero que sepas que aunque no lo logres aquí me tienes soy tu familia ok.- Le dedico un abrazo fuerte y ferviente.

 

-Gracias… Keigo.-

 

Salió de inmediato de su apartamento, era la última vez que vería esa puerta, llego con prisa a las gradas, llego al primer piso en donde el taxi le esperaba en la entrada del complejo, se subió a este con calma y enseguida ordeno con amabilidad, que lo llevara al aeropuerto.

 

Los aviones rugían en el cielo, causando estremecimientos en los pasajeros que por primera vez viajaban, él era uno de ellos, se apuró a bajar su equipaje pues la línea de carros estaba saturada y no debía tomarse más de unos segundos en bajarse y pagar el viaje. Gastando todo lo que había ahorrado, sujeto sus dos maletas y el estuche de una guitarra y con prisa corrió adentro, había una fila enorme, el aeropuerto estaba lleno, solo tenía que registrarse y pasar su equipaje con la aerolínea en la cual viajaba.

 

Termino de registrarse y dando un paso atrás para ir a las escaleras eléctricas que daban al control de aduanas, choco con alguien botando todo lo que la persona tras de el llevaba, se giró rápidamente y susurro con una reverencia.- CUANTO lo siento.-

 

-Ahhg, ES UN DESASTRE.- expreso bastante molesto aquel sujeto, un policía llego y pidió que se apartaran del paso de los pasajeros, Masaki ayudo a recoger sus papeles y llegaron a un costado, miro a su accidentado y expreso apurado.

 

-Perdone no me fije.-

 

-Sí, no te preocupes, me acabas de hacer perder el orden de los papeles más importantes de la empresa.- Respondió bastante severo, el sujeto a su frente quien elevo su mirada furiosa para ver al culpable de aquel desorden, enseguida que sus miradas se cruzaron, pudieron apreciarse. Al instante en que sus ojos verdes se encontraron con esos ojos azules algo dentro se detono de inmediato. No podía dejar de verlo, tenía el cabello más rubio del mundo y los ojos más azules que jamás había visto era todo un hombre guapo, Masaki por su cuenta no pudo pestañar al ver a aquel alto sujeto de gafas, ojos verdes cabellos castaños y analizando su vestimenta se notaba que usaba trajes de diseñador.

 

-Lo… yo…- Intento hablar.

 

-Kunihiro, date prisa, nuestro avión partirá, en unos minutos.- Dijo a su lado un peli azul, separándolo del rubio quien no pudo evitar el dejarlo ir, volviendo en sí, escucho.

 

-“Pasajeros con destino a Londres, el vuelo L780 está abordando, favor presentarse a su respectiva puerta.”-

 

-¿L780?, dijo mirando su boleto, ese es mi VUELO.- Grito para subir corriendo las gradas y pasar por control de aduanas, alcanzó llegar ya que el ultimo pasajero abordaba, pronto la azafata le recibió su boleto y pasaporte a lo que enseguida entro al túnel de abordaje, llego a la cabina angosta de aquel avión comercial, y admiro a todos los que ahí se encontraban, busco con prisa su asiento se le fue una tarea difícil, puesto que pasar entre el pasillo angosto con una guitarra en su espalda le hizo la tarea más difícil.

 

Finalmente se acomodó en el asiento, estaba suspirando hondo cuando a su lado un sujeto de cabellos azules se sentaba diciendo.- Genial, esto está mejor.- Dijo estirando las piernas y brazos, mirando a su lado.-¿Hola?- Cuestiono el ojo verde.

 

-Mucho gusto.- Respondió Masaki.

 

-Lamento sentarme aquí, sabes no es mi asiento, el mío esta en primera clase, pero no soporto a mi hermano.- Decía aquel desconocido.

 

-Oh, pero pensé que primera clase era la mejor manera de viajar.-

 

-Si un poco, pero cuando tu hermano que es un adicto al orden, se sienta a tu lado no puedes estar muy animado
 ¿sabes?-

 

-A… si.-

 

-Ufff, es que si tu estuvieras a su lado, ahora está molesto por que un tipo le hizo caer su pirámide de papeles, ja, ja, ja ese rostro enfadado nunca se me olvidara.- Masaki se sonrojo él sabía que ese sujeto estaba hablando de él.

 

Se rasco la cabeza y susurro.- Pues, pobre de tu hermano.-

 

-Ah no te preocupes.- Dijo para ahora acomodarse mejor y disponerse a dormir.- Bueno avísame cuando lleguemos.- Dijo elevando el cuello de su camisa y cubriendo su rostro con una gorra que saco de sus ropas. Masaki dejo ese extraño sujeto descansar, miro por la ventana en donde notaba como el avión comenzaba a moverse, se sujetó de los costados del asiento y susurro.

 

-Aquí vamos.-

 

-Esta es mi parte favorita.- Dijo divertido su compañero de asiento, sintiendo como el avión tomaba velocidad y se elevaba de golpe.

 

-Ahg, esto es raro.-

 

-Si pero divertido se parece a la montaña rusa.- Dijo contento.

 

-No me agrada.- Dijo poniéndose pálido y cerrando los ojos.

 

-Eres igual que mi hermano, él se marea con solo ver la orilla de la cama.- Pronto la presión paso y ese sentimiento de mareo se fue, ahora solo se sentía flotar, el ruido era enorme en la cabina pero fue apaciguado por la persuasión de la misma. Masaki dejo de estar aterrado y enseguida comenzó a disfrutar del viaje, pero poco le duro, en el pasillo el mismo hombre castaño e gafas se abría paso, llegando a su asiento y sujetando a su compañero del brazo.

 

-Oye, ¿qué demonios, haces aquí, Tetsuhiro?-

 

-Disfrutando del viaje ¿y tú?-

 

-Vamos, la compañía no paga por gusto los boletos de primera clase.-

 

-Nahhh, no quiero.- Dijo bastante irritado, mirando a Masaki.- YA SE LLEVATELO A EL.- dijo empujando al rubio.

 

-Ah, ¿Pero qué?- El ojo azul no comprendía nada, Kunihiro lo miro severo, pero al darse cuenta de que era el mismo sujeto que le empujo en el aeropuerto. Lo sujeto del cuello de su camisa y susurro.

 

-Yo te conozco, fuiste tú quien me empujo en el aeropuerto.-

 

-Lo siento, no fue mi intención, no sabía que estabas ahí.-

 

-Ya habrá tiempo de disculpas, ven conmigo.-

 

¿HE QUE PERO, A DONDE?- Cuestiono siendo llevado a la cabina de primer clase, en donde lo dejo caer al mismo tiempo que dejaba caer el portafolio con los papeles.-¿Pero que es todo esto?-

 

-Tú lo arruinaste tú lo reparas, así me educo mi mama.-

 

-Oiga, ¿usted está loco?-

 

-No, para nada.- Dijo serio.- Solo vas a ayudarme a ordenar este desastre.- Dijo severo.- Tendremos casi un día para solucionarlo.-

 

-Dios.- Susurro por lo bajo, mirando a un costado totalmente furioso, pero la furia se le fue cuando noto que aquel extendía su mano y decía con calma.

 

-Me llamo Kunihiro Morinaga, ¿Y tú?-

 

-Masaki Junya.- Respondió con calma.- ¿Cómo puedo ayudarte?-

 

-Busca las fechas de los documentos están justo al pie de la página.-

 

-Ok.- Habían pasado una hora y por fin terminaban de arreglar el desastre de 500 páginas, Kunihiro asentía complacido revisando cada una de las páginas mientras el rubio susurraba.

 

-¿No has pensando en, comprar un folder para eso, u ocupar una computadora?- El castaño le miro serio y susurro.

 

-Los folders son horribles instrumentos, y las computadoras me dejaran más ciego.- Su voz era grave y severa.- Esta documentación estaba a punto de ser empastada pero, el vuelo se adelantó, por eso me enfade al ver todo revuelto.-

 

-Entiendo lo, siento mucho-

 

-No te preocupes…- Miro a un costado.- ¿Quieres algo de tomar?-

 

-No, no podría pagarlo.-

 

-En primera clase todo es gratis.-

 

-Ah… está bien.- Dijo notando como el de gafas llamaba a la azafata, dejaron las bebidas en los porta vasos mientras el castaño protegía su preciada documentación en el compartimiento de arriba, pronto se agacho y se juntó con el rubio a quien cuestiono.

 

-¿Y dime a que vas a Londres?-

 

-A estudiar.- Expreso con calma.

 

-¿Estudiar, acaso no somos buenos en Japón?-

 

-Si… es solo que.-

 

-HOLA.- Se escuchaba la voz grave de uno de los pasajeros asomándose en el pasillo.- Kuni-chan, ¿Quién es tu amigo?-

 

-Isogai, llegas en un momento que no es debido.-

 

-Hay tú y tus correctas costumbres.- Dijo divertido.

 

-¿Qué está pasando aquí?- Cuestiono ahora Tetsuhiro uniéndose al grupo de hombres.- SE DIVIERTEN ¿Y SIN MI?-

 

-No sé de qué hablan.- Dijo Kunihiro molesto.

 

-¿Kuni-chan preséntamelo, no nos vas a presentar?-

 

-YA ES SUFICIENTE.- Grito ofuscado y suspirando señalo al rubio diciendo.- Su nombre es Masaki Junya, es un estudiante según lo que entendí.-

 

-A qué bueno.-

 

-HOLA.- Expreso animado Tetsuhiro.

 

-Ellos son Tetsuhiro Morinaga mi hermano y él es Isogai Taichirou, son mis socios de trabajo.-

 

-Un placer.- Dijo ahora poniéndose en pie.- Yo creo que ya es suficiente, regresare a mi lugar.- Dijo apartándose lentamente.

 

-Oye, Kunihiro, LO ASUSTASTE.-

 

-¿Qué? Ustedes fueron los que vinieron a molestar.- Tetsuhiro agrando la mirada.

 

-No puede ser NII-SAN ¿ACASO TE GUSTA?-El peli azul recibió un golpe en plena coronita, mientras Isogai también recibía uno por burlarse.

 

-Ya compórtense, regresen a sus lugares, por Dios, Tetsuhiro ni se te ocurra regresar a segunda clase, ¿Entendido?-

 

-Está bien.- Dijo con lágrimas en los rabillos de sus ojos, Kunihiro por fin se sentó, ya más tranquilo, justo en el asiento de la orilla, en donde no pudo evitar girar su rostro y ver hacia la cortina que dividía primera y segunda clase, logro ver el rostro del rubio pero al cerrarse la cortina y continuar el viaje…

 

 

Los destinos de tres personas se habían cruzado, se encontraran más adelante pero las circunstancias no serán las mismas, la luz del país del sol naciente se extinguiría en ese viaje, Masaki estaba entrando a un túnel del cual quizás no podría regresar, un hombre lo esperaba en el aeropuerto, su libertad se terminaría al llegar a ese lugar…

Notas finales:

Espero les haya enganchado cuidaos mucho besos y abrazos y no crean nunca lo que en internet encuentran n_n


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