Senti un el extraño impulse de abrazar a Ino, observe mejor sus ojos donde se veía un pesar muy al fondo pero lo notaba. Estaba ahí contaminando esos ojos azules, di una rápido mirada al cielo nublado alertando que iba a llover. 'Perfecto día' – Bueno, ¿me acompañas sí o no? –Pregunto, cerrando el cuaderno. La mire extrañada sin entender porque me necesitaba, – Necesito el descuento –Su tono de voz era escueto. – Tu tío, Sakura –Hablo cansada. Al instante recordé.
Ino no ganaba el dinero suficiente para pagar las medicinas de sus abuelos, y lo que ganaba no facilitaba mucho las cosas. No me llevo con él, pero aun así, sigue siendo mi familiar. Es director del hospital privado: 53.
La verdad, odio al hombre ese, tan asqueroso y amargado. Te pone de mal humor tan solo verlo, no, estar respirando el mismo aire que él. Con eso es suficiente. Personalmente prefiero evitarlo no viendo lo nunca, olvido su existencia. Pero tengo que ir cada 3 meses que es cuando se acaban el medicamento de los abuelos de Ino.
Volteo los ojos. – Ya sé que odias ir. Pero tenemos que, Sakura –Inclino su cabeza– Por mis abuelos –Su voz tembló al finalizar. Era egoísta no querer ir tan solo porque no me agradaba, me frustraba esto, – Está bien, está bien, vamos. Rápido –Exprese incomoda, y la verdad no sé porque.
El hospital volvió a cambiar, tres meses pasan y cuando regreso cambio de nuevo, es un martirio para mi venir a este lugar donde hay personas moribundas e infelices; sufriendo todos los días de dolores, miedo y más miedo, miedo de no saber si despertaras el día siguiente, abrir los ojos para observar el cielo una vez más, besar a esa persona. Tal vez su pensamiento en mente siempre es que tal vez ese sea su último beso o respiración. Vendiendo su alma al diablo por unos segundos más en este mundo terrenal, donde el dolor está asegurado que tienes junto con la muerte.
Seguimos caminando por los pasillos blancos que parecían infinitos, estoy segura que cuando una persona muere aquí, su espíritu camina por este mismo pasillo a donde lo llevara a lugares místicos y llenos de paz. Lugares a los cuales yo nunca tendré derecho de entrar ni siquiera observar, con eso sería suficiente para destruirlo, mi mirada destruye todo lo que tiene reflejado en las pupilas.
El lugar estaba inundo cloro y café mezclado, me da asco. Me percato como una señora lisiada se nos acerca con mirada esperanzada, mi rostro se contrae al instante, y mi estómago se abre y cierra como un puño. Odio venir a estos lugares, odio a estas personas que están enfermas, locas, no soporto estar aquí mirándolas ni olerlas. A dónde van se llevan con ellos ese olor a muerte, me empiezo a morder la boca por adentro, Ino se detiene al ver señora observándonos.
Abrí mis ojos observándola con miedo, – ¿Tienes miedo de vivir? –Pregunto la señora en un susurro observando a Ino a los ojos, confundida fruncí el ceño. Ino cerró sus ojos, abrió un poco sus labios y dejo salir un: – Tal vez –Se encogió de hombros. – Antes veía el béisbol con mi abuelo, el solía compararlo con “el béisbol con la vida”, pero dejo de hacer después de un tiempo y envejeció. Yo seguí mirándolo pero hace tiempo deje de hacerlo. Ahora cada vez que lo miro es en silencio y pienso en lo que decía mi abuelo… Me di cuenta que es evidente que la vida es más complicada y triste que un simple partido.
La señora sonrió de una forma extraña – ¡Ayúdame a salir de aquí, estoy harta! –Exclamo, abriendo más sus ojos, pude notar sus patas de gallo a cada lado. Sabía que esta señora no venía de buena manera, es evidente lo que quieren. – ¡No!, se queda aquí y ya –Hable con amargura, estaba aterrada. – ¿Cómo qué no? Si me ayudan,… tal vez pueda regr… –La interrumpí. – Si, su familia la abandono aquí es porque no la quieren y es una carga que no vale la pena por la cual degastares. Imagínese tener que cuidar a una señora como usted –La mire– que no puede caminar, inútil, innecesaria y un estorbo nada más. La dejaron aquí para morir solo acepte eso de una buena vez y deje de estar jodiendo a las personas que tenemos vida toda vía –Finalice, tomando a Ino del brazo para alejarnos de la anciana canosa.
Caminamos sin rumbo por los pasillos, cuando finalmente me detuve observe a Ino que me miraba… ¿Horrorizada? ¿Decepcionada? ¿Enojada? Tal vez todas a la vez y ninguna. – ¿Por qué me miras así? –Pregunte con irritada, sus ojos se encojen para abrirlos que parecían que se iban a salir de sus orbes, me miro y pregunto:
– ¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué trataste a esa señora así?
– Se me pego la gana.
Senti un dolor en la mejilla izquierda, me toque y sentí la comisura de mi labio húmedo. Removí un poco del líquido para ver que era: Sangre, Ino me había pegado una cachetada. – ¿Me distes una cachetada? –Pregunte incrédula, sin creérmelo, mi amiga jamás me había toda ni un pelo ni de juego – ¡Que crees tú, que sale sangre del labio por que sí! –Exclamo sarcástica – ¿Por qué hiciste esto? –Señale el labio roto, inclinándome un poco sobre ella para verme más dominante. Ella ni pestañeo – Se me pego la gana –Exclamo, encogiéndose de hombros. – Te puedes ir Haruno Sakura, no te necesito para nada, hoy, ni mañana y nunca. ¡Eres una mierda de persona sabes…! –Me dio una última mirada para caminar adentro del pasillo infinito bañado en luz.
Me di la vuelta yo también para salir de ahí, hablando: – Todo saldrá bien, sé que arrepentirá y en la noche me pedirá perdón. ¡Estoy segura de eso! –Vi como una pareja se me quedaba viendo, me enoje mas – ¡NO ESTOY HABLANDO CONMIGO MISMA… ESTOY HABLANDO CON LANA DEL REY!.
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Senti mi celular vibrar en mi bolsillo del pantalón, lo saque y vi que era un mensaje nuevo de, Sakura.
De: Princesa
Asunto: ¡¡EMPUTADA!!
¡¿SABES QUE PASO?! SABES, ¿NO VERDAD? INO ME DIO UNA CACHETADA, HISO SANGRAR MIS LABIO, Y POR UNA ESTUPIDEZ, ME DIJO QUE YA ¡¡JAMA!! VA HABLAR CONMIGO… ESTA BIEN JODIDA SI PIENSA QUE YO LE PIENSO PEDIR PERDON, JAMAS LE VUELVO HABLAR… ¡ASH! LA VOY A QUEMAR VIVA.
#BALEBERGALABIDA D:<
Alce mi ceja incrédulo de lo escrito en el mensaje. – Shikamaru ¿Tienes algo? –La película se acabó y ahora estábamos comiendo. Le tendí el celular a Sasuke que se limpió las manos para tomarlo, leyó el mensaje frunciendo el ceño confundido; levanto la mirada, – ¿Seguro esto te lo envió, Sakura? –Pregunto enseñándome la pantalla del celular, – Pues el ahí dice que fue, Sakura y dudo que alguien lo haiga mandado, tiene una contraseña muy extraña y ni yo mismo me la sé.
Naruto que estaba comiendo en silencio nos observó y tomo el celular de las manos de Sasuke. – Es Sakura estoy seguro de ello –Dijo simple, deslizando el aparato por la mesa. – ¿Cómo estas tan seguro de ello? –Sasuke se volteo a verlo expectante. Naruto se encogió de hombros – Ella siempre escribe con mayúsculas y muchos signos de interrogación e admiración, además que si hace preguntas se contesta solo, le fascina poner hashtag. –Finalizo, haciendo el signo de hashtag.
Mire extrañado a Naruto, se encontraba un poco mejor después de llorar más de dos horas con la película que vimos, pero aun así sigue teniendo la mirada perdida, como si le faltara algo y ese algo tenía un nombre: Kiba. Mi amigo el rubio se levantó de su silla – ¿Qué pasa? –Pregunte, el veía a un punto fijo a la nada, Sasuke seguía comiendo desinteresado de lo que hacía el menor. Tenía la mirada fija en su plato. – Voy al patio a pensar –Susurro, caminando hacia la cocina que lo llevaría directo al patio trasero de mi casa.
Escuche el sonido de la puerta corrediza abrirse y cerrar, me voltee para seguir comiendo, en el comedor solo se escuchaba el sonido de los utensilios moverse, mire más allá de mi plato para ver la mano se mi amigo el azabache. Los dedos descarapelados y maridos, a uno le estaba saliendo sangre debajo de la uña, se podía ver la mancha de sangre hacerse más grande bojo el hueso transparente. – ¿No se te quitara la maña nunca, verdad? –Pregunte, pero se oyó como afirmación que el motivo real. Sasuke llevo un dedo a sus boca, abrió los labios y empezó a morderse el diente como si de carne se tratara; al sacarlo el dedo de su boca, la uña tenía una grieta donde se drenaba la sangre que estaba acumulada adentro, la piel en su mayoría desapareció, el dedo esta bañado en sangre. – Esto responde tu pregunta –Hablo apático, levantando más el dedo. Cerré los ojos y seguí comiendo evitando ver el dedo. – ¿Por qué haces eso? –Susurre quedito.
El utensilio de mi amigo dejo de sonar – Porque si no hiciera esto –Me enseño otra vez el dedo– me cortaría las venas.
– Pero aun así te haces daño a ti mismo.
– ¿Daño? –Pregunto– tal vez, pero no es por gusto, es el desespero que siento por ese inepto.
– Si, Naruto supiera que te haces daño por él, aun sea lo más mínimo. Se echaría la culpa y se asesinaría –Digo con un tono de voz neutral.
– Me muero con él. –Dijo simple, encogiéndose de hombros.
– Como puedes decir eso.
– Bueno, bueno. Llevaría un pastel de chocolate para merendar a media noche.
– No entiendo, como puedes aguantar tanta cosa que te hace, Naruto. Es un maldito, culero, aprovechado, manipulador, es horrible.
– …….. Se supone que, Naruto es tu amigo ¿No?
– Por eso mismo, porque es mi amigo, digo esas cosas. Lo conozco como tú. Y los dos sabemos que nuestro rubio tiene más cosas malas que buenas.
– ¡Ya basta, Shikamaru!
– ¿Por qué no lo olvidas? ¿Cómo puedes amarlo tanto? ¿Cómo soportas tanto? –Mi mirada debió transmitirle mi dolor, porque aparto sus ojos.
– Tú deberías saber perfectamente toda esa respuesta, Maru. Lo vives en carne propio con Asuma ¿O no? –Susurro mirando hacia al piso.
Lo escuche, abrí mis ojos sobre manera. Me hundí sobre mi silla. Sasuke tenía razón, todo lo que hacía era pensar en Asuma, en mi Profe. De Filosofía. Me preocupo por él, sueño con él, suspiro por él. No puedo olvidarlo y aunque lo intento no puedo, lo amo demasiado que me duele a mí mismo el corazón me va a explotar de contener tanto amor. Ni yo mismo se cómo soporto este sentimiento que sale olote nada más lo veo. Lo veo y siento ganas de correr y llorar en su pecho, absorber ese olor a pino y cigarrillo de menta. Que me estrujara sobre su cuerpo grande y protector. Deseo todo de él y nunca tendré nada de él. Jamás. Está casado y tiene un hijo.
Duele, duele mucho, lloro, lloro todos los días. Es inevitable, puedes tratar de correr, esconderte pero él te hallara y hará que te enamores. El amor siempre encontrara la manera de llegar a ti, aun sea la forma más cruel y vil del mundo, lo hará. No hay nada que interfiera en su camino y a él no le importa si sufres o no. Así es el amor. Que siento por Asuma.
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Pegado a la pared, escondido de sus amigos. El rubio escuchaba todo atento. Sorprendiéndose de cada palabra que salía de los labios del castaño y azabache amigo. Se enteró de todo. Sonrió con malicia – Así que estás enamorado de mí, Uchiha Sasuke –Susurro para el mismo– Quien lo diría, un chico tan deseado, guapo y perfecto enamorado de este horrible ser. –Camino de regreso al patio trasero sin hacer ruido. – Piensa, Naruto… ¿Cómo sacaras provecho de los sentimientos de, Sasuke? ¿Cómo harás para que sufra? ¿Qué hare para verlo llorar y rogar por mi… como hago para que sienta que su peor error es que se haiga enamorado de mí y no ocultarlo? … Pobre, Sasuke. Yo me encargare de verte llorar sangre y la garganta desagarrada de tanto gritar por mí. Por la persona que más amas en este mundo y la que más te odia de lo más profundo de su ser… te odio, Sasuke.