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Amante de su Marido [2Min] por Bora2minFlamer

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Notas del capitulo:

Bueno, hemos llegado al capítulo 10 jeje
Espero les esté gustando el fic y la adaptación, en verdad agradesco que lo estén disfrutando y dejen sus RW n.n

Muchas gracias!:

Jess19                      Sheego                        Cuak
Sushawol                  Primadona                    Ari_123_love
Jess                         Sweet Princess               Lety
Yasi                         Shion Kokuryu               Nick2903
AliceLynnLee              ggaabbyy22                  toomin
Selena                      Mei                             Luidi
Anikyue                    DaeMinOsigu

Por todos sus lindos RW n.n espero que pasen un lindo fin de semana y disfruten del fic <3
El lunes habrá actu!

—Será mejor que me lo des —le dijo bruscamente a Minho—. Estoy seguro de que lo último que quieres es que te vomite encima de ese traje tan caro.

Minho le entregó, al niño y, mientras Tae lo depositaba con cuidado en el sofá del salón para que no se despertase, le respondió quedamente:
—No, en realidad lo último que quiero es recordar que te lanzaste a los brazos de otro hombre tan rápidamente después de que nos divorciáramos.

Taemin se tensó al instante, y se volvió hacia él.
—No tienes ningún derecho a decirme eso, Minho.
— ¿Acaso crees que no lo sé? —le espetó él exasperado—. ¿Crees que no sé que perdí mis derechos sobre ti cuando te pedí el divorcio?

El corazón le dio un vuelco a Taemin.
— ¿Tus derechos sobre mí? —repitió.

Tae no lo había pretendido, pero el tono en que pronunció aquellas palabras resultó sensual y desafiante en vez de indignado, y, como si tuvieran voluntad propia, sus ojos castaños descendieron hambrientos hasta los labios del moreno mientras su cuerpo recordaba, sin que él pudiera evitarlo, el placer que había sentido cada vez que se habían besado.

—Taemin, por amor de Dios, ¿quieres dejar de mirarme de ese modo? —lo reprendió Minho con aspereza.

Mortificado, Tae se apresuró a mentir:
—No sé a qué te refieres. No estoy mirándote de ningún modo.

Con un fuego en los ojos que hizo al menor estremecerse por dentro, el moreno dio un paso hacia él.
— ¡Mientes! —Masculló en voz baja—. Estabas mirando mi boca como si te murieses por sentirla contra la tuya.

¿Qué diablos estaba haciendo?, se reprendió Minho irritado. Su relación con Tae había terminado hacía cinco años. Antes de que hubiera recibido la llamada del Kinder, la única intención que había tenido respecto a él era convencerlo para que aceptara la compensación que había rechazado por el divorcio, y que no tuviera que hacer malabarismos para llegar a fin de mes, nada más.
Y, sin embargo, a pesar de esos pensamientos, de pronto se encontró susurrándole al menor:
— ¿Es eso lo que quieres? Porque si lo es...

Taemin no podía despegar sus ojos de los de él. Estaba como hipnotizado, y el mero sonido de su voz estaba teniendo un efecto increíblemente erótico sobre él.
Enfadado consigo mismo por esa reacción que estaba teniendo, y con Minho por hacerlo sentirse de ese modo contra su voluntad y su buen criterio, le espetó:
—No, no es lo que quiero. ¿Cómo podría querer algo con alguien que me fue infiel, que me...?
—Estupendo —lo interrumpió exaltado—, porque eso es exactamente lo que siento yo hacia ti. ¿Qué crees que se siente al descubrir que el chico que fue tu esposo no esperó ni un mes después del divorcio para saltar a la cama de otro hombre? ¿Por qué lo hiciste, Taemin? ¿Fue porque te sentías solo o para vengarte de mí?
—No lo hice —masculló Taemin, temblando de frustración y de rabia, con los puños apretados—. ¡Nunca!, ¡nunca! Ni durante el tiempo que estuvimos casados, ni después de divorciarnos.

Minho, sin embargo, no estaba escuchándolo. Le había dado la espalda, y estaba dirigiéndose hacia la puerta.
—No vayas a trabajar mañana —le dijo sin volverse—. Y si Yoogeun no se encuentra mejor cuando llegue el lunes, házmelo saber; es una orden. Haré que alguien se encargue de traerte el coche.

 

 

Bueno, es un alivio que lo de Yoogeun no fuera nada serio, pero tú no tienes muy buen aspecto—comentó Kibum mirando al joven castaño.
—He pasado una mala noche, eso es todo —replicó él.

Se habían encontrado al salir de casa para llevar a sus hijos al kinder, y los dos chiquillos iban caminando juntos delante de ellas.

—Ayer  papi le arregló la plancha a mami, y el otro día a mí me arregló la rueda de la bici, y cuando se estropeó el coche cuando fuimos a la playa también lo arregló, pero dijo muchas palabrotas, y se manchó la camisa de grasa, y  mami se enfadó —le oyó decir Taemin a Leo.
— ¡Niños! —se rió Kibum, sacudiendo la cabeza y esbozando una media sonrisa. —Eso no es nada, ¡Minho puede arreglar cualquier cosa! —contestó Yoogeun.

Taemin se mordió el labio inferior, consciente de la mirada de lástima que le estaba dirigiendo Kibum.
—Parece que Minho se ha convertido en el héroe de Yoogeun —comentó riéndose suavemente, como para quitarle hierro al asunto.

Sin embargo, Tae sabía perfectamente lo que estaba pensando. De pronto sintió un fuerte pinchazo, y contrajo el rostro, llevándose una mano al estómago.
— ¡Taeminnie, no estás bien! —Exclamó su amigo preocupado, poniéndole una mano en el hombro—. Deberías estar en la cama. Escucha, ¿por qué no te vas a casa y descansas? Yo llevaré a Yoogeun al Kinder y lo recogeré a la salida.
—No puedo... tengo que ir a trabajar —farfulló Taemin—. No fui el viernes porque Yoogeun se encontraba mal, y no puedo tomarme más días libres.
—Pero, ¿cómo vas a irte a trabajar en este estado?—protestó el rubio—. ¡Mírate, estás temblando y debemos estar a veintisiete grados! Puede que estés incubando ese virus.
—Te agradezco la preocupación, Key, de verdad, pero estoy bien.

Sin embargo, por la cara que puso su amigo, era obvio que no se lo creía, y lo cierto era que se sentía horriblemente mal.
Aquella mañana había vomitado después de desayunar, y luego había ido sintiéndose cada vez peor. Tenía la cabeza embotada, le dolían todos los huesos, y en ese mismo momento le entraron mareos y náuseas.
— ¡No puedes ir a trabajar en este estado! —Le repitió Kibum con firmeza—. Vete a casa y métete en la cama. Tan pronto como haya dejado a los chicos en el kinder, iré a ver cómo estás.

Tae sintió que las náuseas le volvían y, cediendo finalmente, dejó a su hijo con su vecino y se fue a casa.
Una media hora después, el rubio entraba en la casa por la puerta trasera.

—Gracias a Dios; al fin me has hecho caso —le dijo aliviado al encontrarlo acostado en la cama—. Me quedaría contigo —añadió preocupado—, pero le dije a mi madre que la acompañaría a su revisión con el cardiólogo. ¿Quieres que llame al médico?
—No hace falta —replicó Taemin débilmente—. Sólo necesito dormir un poco para que se me vaya el dolor de cabeza.
—Bueno, si estás seguro...
—Claro que sí, deja de preocuparte —insistió Tae.

Cuando el rubio ya se había marchado, Tae recordó que debería haberle pedido que telefoneara a la oficina por él para decir que no iba a poder ir porque estaba enfermo. No tenía más remedio que hacer él mismo la llamada, pero se sentía demasiado cansado para levantarse e ir hasta el teléfono, demasiado cansado...

 

Minho frunció el ceño al pasar después del almuerzo por delante del despacho de Taemin y encontrarse con que seguía vacío. Le había preguntado a Mir por él esa mañana, pero su compañero tampoco sabía por qué no había ido a trabajar. Era extraño que ni siquiera hubiera llamado. ¿Se habría vuelto a sentir mal Yoogeun? El averiguar por qué no había acudido al trabajo le correspondía al departamento de recursos humanos, no a él, se dijo. El era simplemente su jefe, nada más.
Resopló y sacudió la cabeza. ¿A quién diablos quería engañar? Para empezar ni siquiera debería estar allí, sino en la carretera, camino de la sede central, donde tenía una junta de accionistas, pero había querido pasar antes por el despacho de Taemin con la esperanza de que hubiera llegado y preguntarle cómo se encontraba Yoogeun.

Se dirigió con decisión al departamento de recursos humanos, y le pidió a la encargada que le diese el teléfono del castaño. Si a la mujer le pareció extraño que el jefe le pidiera el teléfono particular de uno de los empleados, tuvo la suficiente discreción como para no decir nada al respecto. Luego, con el número en la mano, regresó a su despacho, y telefoneó, frunciendo el ceño al ver que tras un tono, y otro, y otro, Taemin no contestaba.

Minho siguió esperando, pero finalmente le saltó el contestador, y colgó. ¿Dónde diablos estaría? De pronto, se formo en su mente una imagen de Taemin de pié en el pasillo de un hospital, el rostro lívido, mientras el personal médico se alejaba con Yoogeun en una camilla. Sólo pensarlo hizo que lo invadieran una profunda angustia y una necesidad acuciante de estar junto a ellos.
Sentiría la misma preocupación por cualquier otro niño, se dijo, intentando convencerse. Además, Yoogeun no tenía padre, y él sabía por propia experiencia lo duro que en crecer sin un padre.

Volvió a levantar el auricular del teléfono y llamó para posponer la junta de accionistas. ¿Cómo iba a acudir cuando el pequeño podía estar enfermo?
Cuando llegó a la casa de Taemin, el moreno la rodeó y golpeó con los nudillos la puerta trasera. Para su sorpresa, cuando se abrió, se encontró con el vecino de tae, mas un hombre de cabello entrecano, y Yoogeun.
— ¡Minho! —exclamó el niño corriendo hacia él.

Minh se agacho y lo tomó en brazos.
—Mi mami está muy enferma —le dijo el pequeño.
—Tae lleva varios días sin encontrarse bien —le explicó el vecino—, y esta mañana, cuando estábamos llevando a los niños al kinder, lo vi tan mal, que le dije que se volviera a casa y se metiera en la cama. Hace un rato fui a recoger a Yoogeun, y cuando lo traje a casa, me encontré con que Tae estaba peor, así que llamé al médico —concluyó, señalando con la palma de la mano al hombre de pelo entrecano.
Sean miró al hombre expectante.

—Ha contraído un virus que hay ahora mismo en circulación. Se están dando muchos casos en la zona—dijo el médico—. Está deshidratado y muy débil, y en ese estado como comprenderá no está en condiciones de cuidar de sí mismo, y mucho menos de su hijo. Necesita a alguien que se quede con él para asegurarse de que beba suficientes fluidos, y que se ocupe de él y del pequeño.
—Yo lo haría con mucho gusto, pero tengo mi propia familia y una casa que llevar, y... —intervino el rubio a modo de disculpa
—No será necesario —lo interrumpió Minho con firmeza—. Yo me quedaré y me haré cargo de él y de Yoogeun hasta que esté bien. Soy su ex marido —le dijo al doctor.

Kibum se ofreció para ir a la farmacia a por los medicamentos que le había prescrito el médico, y cuando se hubo ido, éste puso a Minho al corriente del estado en que se encontraba el castaño:

—Tiene una fiebre bastante alta, así que si es normal que delire y que se muestre confuso, pero se le pasará. Le he puesto una inyección para que cesen los vómitos, porque si no echará fuera el antibiótico y no se le quitará la infección. En las próximas doce horas, debería empezar a notarse la mejoría, pero seguirá muy débil. Lo importante es que se asegure de que beba, porque el verdadero peligro está en que pueda deshidratarse. Tenga, aquí tiene una hoja de consejos, donde se describe también la dieta blanda que tendrá que hacer cuando...
— ¿Y no debería ingresarla en el hospital? —lo interrumpió Minho enfadado.

—No, por varias razones —respondió el médico—. La primera es que dudo mucho que pueda conseguirle una cama; la segunda que tiene un niño pequeño, al que sin duda eso no haría sino angustiarlo más; y la tercera que, aunque como le he dicho hay que observar una serie de precauciones para que no empeore, su estado no es tan grave. Sé que el cuidar de él le pondrá lógicamente un gran trastorno, pero si va a echarse atrás, por favor dígalo ahora, porque necesitaré tiempo para buscarle a Yoogeun un hogar de acogida temporal y a un asistente social que se ocupe del joven.

— ¿Un hogar de acogida? —repitió Minho espantado—. Yoogeun no necesita ningún hogar de acogida, y Minnie tampoco necesita un asistente social; me tienen a mí.

Notas finales:

Já! tómala doctor feo! Lo tienen a él, jum!

kkk n.n
pues hasta aquí llegan las actu de hoy n.n
Dejen sus RW <3w<3

 

Twomin los ama! <3


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