No MinWoo; un pequeño de 12 años.
El era un chico un tanto extraño, su mirada no demostraba sentimientos, siempre se le veía serio, solo, callado. . .normalmente traía en mano un libro en el cual se hundía de tal modo que terminaba aislado del mundo real, perdido en lugar imaginario que a su parecer era mucho mejor que la mierda de vida que tenía que soportar.
A pesar de ser extraño, no se puede negar su belleza, su esbelta figura, mejillas tan gorditas que le daban la apariencia de un tierno hámster, cabello café oscuro, sus ojos que si uno observaba bien no eran fríos si no profundos o por lo menos eso era lo que pensaba Kim DongHyun; un muchacho de 17 años. . .el "psicópata personal de MinWoo". Desde la primera vez que pudo apreciar al pequeño se habia enamorado, todo lo que alejaba a la gente del menor atraía a DongHyun de una manera tan poco creíble que fue costoso para el admitir que se enamoró a primera vista del niño con cara de hámster; le seguía a todos lados, investigo su nombre, su grado, su edad y lo que más le costó fue saber en donde vivía, pero al final logró descubrirlo después de seguir como sombra al pequeño MinWoo.
El amor de DongHyun iba más allá del amor normal, se habia vuelto una obsesión. . .una locura y es que todas las noches deseaba tener al menor entre sus brazos para mimarlo, besarlo, acariciarlo; pero últimamente esas imágenes se distorsionaban convirtiéndose en pervertidas escenas donde veía a MinWoo bajo el con una clara mueca de placer, de sus finos labios salían descontrolados gemidos con su nombre, su trasero apretando su verga. . .imaginar la estreches de aquel pequeño trasero.
- ¡Argh! Maldición otra vez. . .-Murmuro pasando ambas manos por su rostro removiendo el sudor que apareció luego de fantasear con su niñito otra vez-. Mi pequeño. . .falta tan poco para tener entre mis brazos y poder cumplir estos sueños. . .-susurra a la nada al mismo tiempo que bajaba su diestra lentamente hacia su pene el cual estaba erecto y duro.
Sin vergüenza alguna comenzó a acariciarse por todo el eje soltando uno que otro jadeo mientras en su mente visualizaba de nueva cuenta el rostro del pequeño que tan loco lo tenía, dejo las caricias de lado cerrando la mano alrededor de su pene iniciando un rápido vaivén ahora imaginando que era la dulce boca del pequeño la que le daba el exquisito placer que estaba sintiendo en aquellos momentos, al cabo de unos segundos terminó eyaculando mientras pronunciaba en un gruñido el nombre del culpable de su "amor". Se levanto de la cama en dirección al baño con una mueca de satisfacción en el rostro, debía limpiarse antes de ir a dormir; una vez en el lugar no demoro en meterse a la ducha bajo el agua fría, una lo suficiente limpio según el salió de la ducha, enrolló una toalla a su cintura y fue a su habitación en donde no demora en colocarse su pijama el cual constaba solo de un simple short corto. Cuando por fin estuvo de nuevo en su cómoda cama agarra su celular de encima de la mesita de noche, lo desbloquea y frente a sus ojos aparece la foto del niño causante de sus delirios leyendo bajo un árbol, un suspiro escapa de sus labios para luego sonreír de medio lado.
-Pronto serás mio. . .pronto vivirás solo para mi.