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Marioneta por kotokochan

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Notas del fanfic:

Disclaimer: Los personajes usados en este fanfic no me pertenecen, le pertenecen a Masami Kurumada y Shiori Teshirogi.

 

Luego de ver un par de imagenes de Minos x Albafica surgió la idea de juntarlos y he aquí el resultado. 

Este es mi primer fanfic de esta parejita que me ha gustado bastante y espero les guste mi humilde aporte :D!

 

Jacky-senpai espero te agrade este fanfic y si no ya sabes donde vivo para tirarme tomatazos hahaha!

 

 

Marioneta

 

Después del primer encuentro allá en la casa de Piscis para Minos todo cambio ya nada le emocionaba ni le era importante, ni le llamaba la atención ir a destruir el santuario, ni nada en absoluto.

No podía dejar de pensar como poseer a cierta "marioneta hermosa" que cautivó sus ojos desde la primera vez y que hasta la fecha lo tenía inquieto.  Solo deseaba hacerlo suyo.

Albafica. Él era el culpable de sus constantes pensamientos lujurioso, de cuando lo tuviera cada cosa que le haría.

Se levantó de donde permanecía sentado y sin perder más tiempo y dejando de lado sus obligaciones se fue en busca de lo que tanto deseaba, ver a Albafica.  En el camino se topó con Thanatos, que le miró asombrado por la prisa que llevaba.

—Oye, ¿Qué no tienes asuntos por atender que nuestro señor Hades te encomendó? —Preguntó Thanatos.

—Sí, pero tengo algo importante que hacer ahora. —Respondió apurado.

—Puedo notar tu ansiedad, déjame adivinar, Albafica es quien roba tu paz, ¿no?

—Pero tu... ¿Cómo carajos lo sabes? —Preguntó indiferente.

— ¡Calla! Te daré parte de un poder que poseo, así lograras tener más bajo tu dominio a Albafica.  Por qué estoy seguro que con esos hilos tuyos no será suficiente, ese caballero es fuerte.

— ¿Estas insinuando que soy débil?

—No, cállate y acepta mi poder.  -Dijo Thanatos extendiendo un dedo de la mano y tocando la frente del espectro.  Una ráfaga de viento los rodeó y una luz morada resplandeció sobre Minos.

—Ahora posees una técnica prohibida llamada: Lujuria total, úsala sabiamente —Recalcó Thanatos, dando algunas indicaciones. Minos sentía ese poder correr por todo su cuerpo.

—Thanatos, gracias, con ésta técnica Albafica no tendrá más remedio que entregarse a mí —Reía triunfante.  Alzó el vuelo prontamente del Inframundo a la Tierra.

 

Mientras tanto, Albafica se encontraba tranquilo, en medio de su jardín de rosas, cuidándolas con amor; sin imaginar que tendría una visita muy familiar.

Se levantó del suelo al percatarse de un cosmos muy fuerte, por lo cual no dudó en ponerse en guardia.

—Albafica, porque me das la espalda. —Escuchó a ese ser hablarle.  Al voltear se llevó la sorpresa, era nada más y nada menos que Minos de Griffon, aquel con quién se había enfrentado una vez.

—Minos, creí haberte advertido que no volvieras por aquí a atacar el santuario, pues no tendría consideraciones, si aprecias tu vida, opta por irte de aquí. —Tomó una rosa entre sus manos, preparándose ante cualquier ataque del espectro, está vez lo combatiría sin tregua.

—Albafica, Albafica... Tranquilo, entendí tu advertencia, pero sabes, esta vez no me interesa destruir tu querido santuario... —Habló con un poco de burla en su voz.

—Entonces ¿Que deseas? Aquí no tienes nada que hacer. —Exclamo serio.

— ¿Que deseo?... ¿Acaso no adivinas? Te deseo a ti. —Sonrió maliciosamente ante la mirada incrédula y confusa de Albafica.  Sin vacilar caminó hasta acercarse al caballero de piscis.

—Minos... A-Aléjate —Albafica estaba asustado, dio unos pasos para alejarse, le atacó, lanzando una rosa demoniaca, la cual el espectro esquivó fácilmente, intimidando más al caballero, pero obviamente no se rendiría ante ese juez del inframundo.

 

—Me gusta mucho que seas un caballero valiente, pero esta vez no podrás contra mí. —Aseguró el espectro, lanzando su ataque Marioneta cósmica, el caballero de piscis ya tenía en mente que ataques usaba Minos, por lo que trato de esquivarla pero uno de los hilos alcanzó su brazo.

 

—Albafica, aunque lo intentes no puedes contra mi poder, serás mi marioneta, solo mía. —Habló lascivamente, lanzando más hilos que lograron atrapar e inmovilizar por completo al caballero, sin darle oportunidad de atacar.  Esta vez no había escapatoria.

—Y te piensas que lograrás vencerme así, ya verás acabaré contigo en cuanto me libere. —Le miró furioso forcejeando con los hilos que lo tenían prisionero.

 

—Veo que aún no entiendes bien, dije; te deseo, asumo que entenderás mis intenciones a la perfección. —El espectro se acercó peligrosamente a los labios del caballero peli celeste, quién ladeo su rostro, evitando el contacto,  procesando en su mente cada palabra, sintió un escalofrió recorrer su cuerpo, realmente Minos ¿Sería capaz de llegar hasta ese extremo?

 

—No quiero pelear ni destruir el jodido santuario.  Quiero hacerte mío, quiero probar tu sabor, mi querida rosa rebelde. —Le dijo susurrándole al oído.

 

—Yo no te deseo, deja de jugar de esta manera. —Habló con voz temblorosa, y un par de lágrimas se asomaban por sus ojos azules las cuales trató de contener.

 

En su corazón existía un sentimiento por Minos, el cual ocultó pues ¿Cómo podría amar a su enemigo, a ese ser que trató de destruir el santuario?

 

Más ese fuerte sentimiento nunca desapareció y ahora se estaba haciendo presente, y dolía saber que Minos solo quería usarlo como su marioneta y nada más que eso, todo era por saciar su lujuria.  Seguía haciendo esfuerzos en vano por zafarse de esos hilos invisibles, no dejaría que lo usase como se le diera la gana a su enemigo, no se rendiría tan fácilmente.

 

—Albafica solo eres una simple rosa sin espinas, frente a mí, y descuida seré muy cuidadoso contigo -Rió sádicamente. —Mi querido caballero, conoce mi técnica prohibida —Alzó la mano.  —Lujuria total. —Mencionó y una fuerte luz morada los rodeo por completo e hizo que ambos se transportaran a la habitación del espectro.

 

Aparecieron en ese lugar desnudos y Albafica con las manos atadas a la cabecera de la cama por los hilos invisibles de la marioneta cósmica y sin su armadura que le protegiera, se sentía vulnerable y no podía moverse, algo pasaba con su cuerpo, de pronto sentía un deseo profundo por Minos, su cuerpo deseaba entregarse a él, su cuerpo exigía sentir el calor del espectro, se sentía tan lleno de excitación, pero su mente permanecía consciente que no deseaba aquello.  Estar en esa situación era una tortura sicológica, no había un acuerdo entre los deseos del cuerpo y la mente.

 

—Eres todo mío, no sabes cuantas noche desee tenerte atado a mi cama. —Mencionó sensual, observándolo desde la orilla de su lecho y se acercó hasta él, empezando a acariciar el pecho de este, ver esa escena de Albafica en su cama, con su bien formado cuerpo y a su merced estaba excitándolo más de lo que esperaba.

 

Albafica soltó un leve suspiro, pues era la primera vez que se encontraba así y que sentía las caricias de otras manos sobre su cuerpo excitado, debido a la técnica prohibida.

 

—Por favor Minos, detén esto, yo no deseo que lo hagas. —Rogó con lágrimas en sus ojos. —Pide lo que quieras, pero suéltame.

 

—Tu cuerpo me desea, lo sé y lo que quiero es a ti, ya te lo dije.  —Se dedicó a acariciar los largos cabellos de su presa, mientras pensaba: «Rayos algo falló de esta técnica se supone que deberías estar cooperando sin tanto lloriqueo». 

Recordó las indicaciones de Thanatos: "Para esta técnica debes concentrar todo tu cosmos, de lo contrario, solo harás que su cuerpo se paralice o arda de deseo pero su mente no caerá en trance, y sería muy problemático tener que escuchar sus ruegos de que lo sueltes, eso mata la pasión".

«Concentre mi cosmos en mi técnica de marioneta cósmica, debía haber dejado unificadas ambas técnicas… como sea... » —Pensó.

 

—Mi querido Albafica, ruega todo lo que quieras, de cualquier manera serás mío hoy, quieras o no. —Se posicionó encima del inmovilizado y tibio cuerpo del peli celeste que miraba horrorizado al juez del inframundo, con bruscos besos sobre su cuello comenzaba su recorrido, lamió probando esa dulce piel, le estaba causando una sensación agradable al cuerpo de su presa que lo demostraba soltando suspiros involuntarios.  Para su mente era una tortura que la técnica no lo alcanzará por completo.

 

Minos deseaba dejar huellas en esa piel virgen, le mordió dejando una marca en su cuello, la cual se tornó roja causando un gemido de dolor escapara de sus labios sin querer, el espectro muy complacido de sus reacciones ahora se situaba en el bien formado pecho del caballero, mordisqueo sus pezones, lamió con lujuria y lo hizo estremecer al sentir esa húmeda lengua juguetear es ese lugar. Pronto fue bajando hasta encontrarse con cierta parte ya despierta del caballero.  No dudó en tomar su miembro entre sus manos y lamerlo lascivamente sin apartar la mirada del rostro de su marioneta, el cual estaba sonrojado, y a la vez asustado por lo que acontecía.  Entusiasmado el espectro no paraba aquella acción, escuchaba atento cada gemido de parte del caballero  que yacía acostado sin poder moverse para detenerlo pues su cuerpo no respondía a sus impulsos, estaba sometido por completo a la voluntad del juez del inframundo, su cuerpo disfrutando de esas caricias tan intimas y su mente pensando que aquello no estaba bien y no debía dejarse llevar por el placer.

 

—Minos... de... de..tente —Articulaba entre gemidos, pero el espectro no obedecía a sus peticiones, y Albafica se sentía llegar al clímax pero Minos hizo una pausa para que eso no pasara, acercó dos dedos a su boca y lo obligo a que los lamiera para humedecerlos, sin más remedio tuvo que acatar.

 

—Agradece que me tomo la molestia de prepararte un poco.  —Dijo sarcástico el espectro, al cabo de unos segundos,  bruscamente introdujo sus dedos en aquella virginal  entrada de su marioneta, que pronto sería suya, Albafica dejó escapar un grito de dolor, pues la forma en que lo hizo fue muy poco delicada, y sentía desgarrarse por dentro.

—Minos, me lastimas... agh... —Exclamó débilmente.

—Deja de lloriquear. —Con uno de sus hilos movió el bello rostro de su marioneta, para que le mirase,  sus ojos lila se posaban  en la mirada azul empañada por lágrimas del peli celeste, que daba quejidos cada que simulaba penetraciones con los dedos.

— ¡Ah, ya veo! Eres de esas marionetas que gustan de tonterías como el romanticismo. —Rió a carcajadas, y sacó sus dedos, siendo un alivio momentáneo para el caballero, pues aun no terminaba el juego.

 

Albafica estaba sorprendido de que Minos se acercara a sus labios cálidos y entre abiertos y empezara a besarlo dominante y muy lentamente, quedó perplejo sucumbiendo ante la fuerte sensación, era su primer beso nada más y nada menos con su enemigo, no pudo evitar caer por completo ante sutil sensación de tener los húmedos labios de Minos sobre los suyos y sus lenguas rozando entre sí, nunca antes lo experimentó, le agradaba esa muestra de cariño, cayó por completo en el trance.  Su cuerpo y mente estaban atrapados ante "Lujuria total".

 

Minos estaba excitado y nada impediría ahora que probará tan cálida y estrecha entrada que sus dedos anteriormente descubrieron.  Tomo ambas piernas del caballero e hizo que rodearán su cintura, se relamió los labios a tiempo que suspiro tras introducir la punta de su miembro, y Albafica gimoteaba por eso con sus ojos entrecerrados.  De una sola y brusca estocada profundizó su miembro, quedando fascinado por la sensación que le produjo que el interior de Albafica se tensará por tan repentina invasión.  Sin consideración empezó a embestirle con brusquedad y pasión, quitándole su virginidad, Albafica gritaba y gemía sin parar por esa sensación de dolor y mezcla de placer que su cuerpo experimentaba con ese vaivén, como solo Minos podía hacerlo.

 

— ¡Que estrecho!, No sabes cuánto deseaba esto, ¡Ah! -Jadeaba Minos sin dejar de embestirle profundamente, Albafica no podía concentrarse en nada más que en el placer que poco a poco iba apoderándose de todo su ser, su mente estaba en blanco, solo deseaba que no se detuviera esa sensación que le estremecía en esos instantes, sus gemidos ahora se tornaban llenos de éxtasis más que de dolor.

 

Minos hizo que las piernas del caballero descansaran sobre sus hombros y así lograr profundizar más, trataba de tener autocontrol para no acabar tan pronto, pues esa calidez que le envolvía era intensa y le hacía enloquecer y su deseo era disfrutarlo más, el caballero de piscis movía inconscientemente sus caderas al ritmo de la danza erótica que inundaba de pasión ambos cuerpos.

 

—Eres un buena marioneta... ¡ah!, te recompensaré. —Mencionó lleno de lujuria y con una mano acariciaba la erección del peli celeste llevando la sincronía de su mano con la de sus penetraciones.

 

Albafica se sentía desfallecer ante tales sensaciones indescriptibles de éxtasis, el dolor ya había abandonado su cuerpo por completo, y cada movimiento de la mano y cada estocada la sentía intensa,  sentía el miembro de Minos rozar su sensibilidad, jadeos y gemidos llenos de pasión escapaban de sus labios, dando a entender que pronto acabaría.

 

Minos volvió a acercarse a su rostro, esta vez lamió su mejilla, Albafica ladeo su delicado rostro y dejó que se entretuviera con su cuello, ni lento ni perezoso el espectro disfrutaba de dejarle marcas.

La velocidad de sus embestidas eran cada vez más rápidas y salvajes y poco a poco notaba el interior de Albafica estrechar su miembro cada vez más fuerte.  Le masturbo rápidamente hasta que logrará alcanzar el orgasmo, y Albafica no resistió más, gritó su nombre derramándose fuertemente en la mano de aquel que le daba placer.

Minos disfrutaba de las reacciones del cuerpo de su marioneta tras el orgasmo, jadeando, no tardó en llegar al orgasmo, derramándose en el interior estrecho que le albergaba, dejando su cálida esencia dentro.

 

Albafica quedó rendido, saliendo del trance respirando agitadamente, Minos se acomodó en la cama a la par suya contemplando satisfecho la escena y le robó un beso a tiempo que desató sus muñecas, que terminaron con marcas de los hilos que le sujetaban.

—Definitivamente eres mi marioneta favorita. —Rodeo con una mano su cintura.

Albafica se sentía triste, no negaba que le gustó lo que había pasado, fue su primera vez con ese ser por el cual sentía cariño, pero solo era lujuria lo que el espectro sentía hacia él.

— ¿Qué te pasa? ¿A caso no te gustó? -Inquirió Minos, mirando el rostro triste del caballero.

—Tú jamás entenderías mis sentimientos, solo eres un espectro. —Adolorido hizo un esfuerzo para darle la espalda al espectro, pues no quería que Minos le viese frágil y seco sus lágrimas.

—Albafica, la verdad no entiendo de sentimientos, sí, soy solo un espectro de Hades, pero... No es solo lujuria lo que me provocas, ha de ser un sentimiento que no alcanzó a comprender, ¿Cómo es que le llaman? ¿Amor?

—Si claro...  Y a la fuerza me tomaste sin tener compasión de mis ruegos y dolor valiéndote de tus técnicas, cuando no eran necesarias.  —Confesó sin querer, provocando un sonrojo en su rostro.

—Cállate —Interrumpió. —Estas tratando de decirme ¿Qué sin mi técnica "Lujuria total" y un poquito de trato delicado, te hubieses entregado a mí? ¡Vaya, quién te viera...! —Dijo sarcástico.

 

—Aléjate de mí, podrías envenenarte y no mereces siquiera que te ame. -Explicó con rabia y lágrimas escapaban nuevamente de sus hermosos ojos.

 

— Mnh... Mi marioneta está enojada, que ternura. —Susurró en su oído. —La próxima que nos encontremos haré que te entregues a mí por las buenas, pero eres mi marioneta y aún debo jugar con mis hilos contigo. 

 

Lanzó sus hilos contra el cuerpo del caballero de piscis y moviendo sus dedos, lo volteo para que le diera la cara, en medio de quejidos del caballero por lo que anteriormente paso, y lo besó con pasión, el caballero aunque no lo quisiera no podía evitar corresponder, gimió de dolor, pues el espectro mordió su labio inferior y le hizo que un hilo de sangre escurriera por su barbilla, Minos no temía pues era inmune al veneno de su sangre.

 

— Regresa a tu mundo, pero con estos "recuerditos" que te dejé, no olvidaras nuestro encuentro. —Alzó la mano y una luz espectral hacía transportar al caballero a su dimensión.

— Minos… ¿Me amas? —Aun inocentemente preguntó extendiendo su mano y logrando tocar una hebra de los cabellos blancos de Minos, pero ya estaba regresando a la Tierra por medio de la técnica de tele transportación. Logró captar una sonrisa un tanto tierna y a la vez perversa, antes de desvanecerse de ese lugar, leyendo los labios del espectro.

Rosas rojas empezaron a fluir por el cielo cayendo al suelo, al tiempo que el caballero aparecía entre su jardín de rosas, dormido y con su armadura intacta, justo como estaba antes de ir al inframundo.

Al despertar, tocó sus labios notando que tenía sangre en su labio inferior, por lo que supo que el encuentro con Minos no fue un sueño, a duras penas logró levantarse y caminar hasta su templo, se despojó de su armadura mirándose frente al espejo vio que habían unas marcas roja en su cuello, sus muñecas marcadas por los hilos, dolor en todo su cuerpo y más en cierta parte.  ¡Vaya increíbles recuerditos! —Suspiró con fastidio.

 

Para su sorpresa la rosa que esquivó su "enemigo" apareció envuelta en un resplandor morado ante él, la tomo entre sus manos y los pétalos empezaron a volar, y a su mente llego el recuerdo de cuando cuestionó a Minos con un "¿Me amas?" Un pétalo cayó en sus manos con algo escrito, asegurando lo que leyó de los labios de Minos.

 

—Minos... Tu... respondiste eso a mi pregunta... —Se quedó pasmado y su corazón latía fuerte. —Eso es imposible, no pudiste responder eso… Solo eres un espectro al cual… amo…

 

En medio de su dolor y de esa forma tan brusca de que Minos le hiciese suyo, hubo algo que le hizo sonreír, un "Sí" como respuesta escrito en el pétalo de la rosa, con sangre del espectro.

 

Apretó entre sus manos ese pétalo.  Seguro a su próximo encuentro ese espectro tendría muchas cosas que explicarle, pero había una distancia entre ambos, Minos obedecía órdenes de Hades y Albafica protegía a Athena, su relación sería un amor prohibido.

Notas finales:

Y eso es todo amig@s espero haya disfrutado este fanfic ^^

 

Yo amé desvelarme escribiendolo, es que la inspiración llega a media noche y todo sea por el amor al yaoi xD

Por cierto un agradecimiento especial a quién me dio la idea de la técnica "Lujuria total"

 

Nos leemos luego,

Att. Kotoko-chan


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