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El misterioso caso de Tōō por samuesselmo

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Notas del capitulo:

 Muy buenas noooches! Hoy actualizo más temprano! .___./

Muchas gracias a Tetsuhiro, a Tenten y a Mura69 por leer y comentar! 

 Bien, aquí el nuevo capitulo. Es cortito pero pesado al mismo tiempo! Espero actualizar así de seguido... (como en los viejos tiempos) Pero se me complica el no tener mi portatil todavía :(

 Bueno, espero disfruten del capitulo! Es gracioso cuando comentan las acciones posibles que pueden pasar. Todos somos Holmes (¿) 

 By Selmo

Muchas gracias a la gente que le da una oportunidad a este pequeño fic.

 Aomine golpeaba el suelo aburrido, cansado de tener que esperar a Momoi. La chica le rogó hasta llegar al baño más cercano. Allí la chica estuvo varios minutos hasta que salió con su bolso en el hombro -¿Por qué las mujeres tardan tanto? –Preguntó molesto el moreno para que ambos continuaran la caminata por el colegio. El par llevaba una linterna cada uno, caminando por los pasillos de la academia. Por suerte las luces habían permanecido encendidas, aunque eso no quitaba que podrían apagarse de improvisto, tal como había experimentado la pelirrosa.

Mientras charlaban de trivialidades Satsuki empezó a mirar a su amigo de manera pícara, provocando al moreno que lo miró de mala gana -¡¿Qué?! –Exclamó, retumbando entre los pasillos su grave voz.

-Así que, ¿Hoy por fin le dirás a Ki-chan que lo amas? –Preguntó con un coqueto guiño. Eso hacía rabiar a Daiki, quien optó por mirar hacia otro lado. El rubor lo delataba.

-¡No sé de qué hablas!

-¡Dai-chan! ¡Ya es hora de que crezcas! –Le reprochó enseguida la chica inflando sus mejillas –Además, debo ser la madrina.

-Deja de decir idioteces –Suplicó mirando el techo –Además, se lo diré cuando yo quiera.

-¡Pero, Dai-chan, debes apresurarte o te lo robaran!

Aomine bostezaba cansado mirando la hora. El tiempo dando vueltas por la escuela pasaba volando y no habían encontrado ninguna pista sobre el asesino en ese maldita hora. Al menos todos había encontrado alguna excusa para llegar tarde a clases. Todavía recordaba que su madre le había hecho el drama cuando le dijo que tal vez no llegaría a cenar en casa. Aburrido y sin nada interesante que hacer, miró a todos lados y al ver que el escenario no cambiaba miró divertido a Momoi. Cambió la cara y miró al frente y frenando el paso diciendo –Satsuki, ¿qué fue eso?

-¡¿Qué fue qué?! –Preguntó la pelirrosa de inmediato girando su cuerpo y mirando hacia ambos lados.

-Bueno, al menos estás atenta –Comentó continuando el andar.

-¡No es gracioso!

 

....

 

 Mientras tanto, por otro pasillo caminaban casi en silencio Wakamatsu y Sakurai. El castaño no paraba de temblar y mirar hacia todos lados, sosteniendo con fuerza su linterna. El rubio, por su parte, pese a estar atento a cualquier cosa extraña, le era imposible no apartar la vista del menor. Si, Kousuke estaba perdidamente enamorado de Ryou, y al parecer ese era el momento indicado para expresar lo que sentía. Con lentitud colocó su mano derecha en el hombro ajeno, haciéndolo tensar y sollozar. Por supuesto que no quería asustarlo o ponerlo más nervioso de lo que estaba, así que lo mejor era romper el hielo.

-No tienes que estar asustado, Sakurai –Habló orgulloso de si mismo, mostrándose relajado –Si algo pasa yo voy a cubrirte ¿si?

 Las lágrimas de Ryou se detuvieron en ese momento y con lentitud asintió, mostrando una pequeña sonrisa que casi le provoca un infarto al mayor –Gracias, Wakamatsu-senpai – Respondió haciendo una leve reverencia.

 

... 

 

Los mayores del equipo de basket, por su parte, estaban no muy lejos de allí revisando cada salón y baño. La academia se podía volver un sitio terrorífico había comentado Imayoshi en algún momento. En el piso del pasillo no había rastros de sangre, tampoco en los baños ni en los salones. Sin embargo, algo extraño llamó la atención de los senpais. El baño donde había encontrado el cuerpo del chico de segundo estaba cerrado. Ya había pasado al menos una semana de eso y era raro que no abriera la puerta. No había cartel alguno que prohibiera el paso, pero sin dudas algo bloqueaba el paso. Yoshinori, al ser el más corpulento de los dos logró, después de un par de empujones, abrir aquella puerta. Ambos entraron a paso lento, siendo precavidos y alumbrando todos los rincones posibles. El  lugar no parecía tener nada malo, pero esa idea cambió al ver el gran espejo que colgaba sobre los lavabos.

-Qué horrible… -Masculló Imayoshi tapándose la nariz. El olor del baño apestaba y casi le provocaba nauseas.

-Mejor salgamos de acá –Le susurró en el oído el más grande al de lentes, tomándolo del brazo para escapar de ese lugar.

 El espejo ponía: Voy a comerlos a todos.

 El par salió de allí casi corriendo y en ese preciso instante todas las luces de edificio se habían ido, todos estaban a oscuras. El corte no había durado mucho, pero apenas volvió un fuerte grito se hizo escuchar, poniendo a los mayores en alerta. No había que ser un genio para saber que esa voz era de Sakurai. Corrieron siguiendo su voz e impactante fue la sorpresa al ver el cuerpo inerte de Wakamatsu a mitad del pasillo sobre un charco de sangre.

-¿Y Ryou? –Preguntó en un susurro el capitán. Pero sus dudas se fueron cuando escucharon el llanto de este proveniente de uno de los salones. Estaba en posición fetal, cubriéndose la cabeza con ambas manos -¿Estás bien? ¿Qué pasó? –Preguntó arrodillándose frente a él para acariciar su cabeza.

-¡¿Qué pasó?! –Preguntó Aomine, quien se acercó corriendo junto con Momoi. Al ver al rubio se le acercó con cuidado hasta sentarse junto a él -¡Llamen a alguien! –Exclamó de inmadiato, pero sin atreverse a tocar el cuerpo de Wakamatsu para no causarle más daño.

-Lo siento… -El hilo de voz del castaño más bajo había sonado y llegado a oídos de todos. Imayoshi no había dejado de abrazarlo para intentar calmar sus espasmos –N-no sé qué pasó… e-es mi culpa… t-todo fue muy rápido y…y yo no pude hacer nada – Rompió a llorar con fuerza y el de lentes no dudó en estrechar su cuerpo con el suyo.

-Está bien, no pasó nada –Le consoló, pero mirando con pena el cuerpo del rubio.

 Si, había sido una noche muy agitada y con demasiado caos. Había ido la policía, la ambulancia y los padres de todos. La policía les hacía preguntas, sus padres los regañaban y sin embargo ellos miraban impotentes el cómo se llevaban a Wakamatsu para subirlo a una ambulancia.

  Aomine había recibido una bofetada de su madre, quien entre lágrimas le gritaba furiosa y preocupada -¡¿Cómo se les ocurre semejantes cosas?! ¡Es peligroso todo con un asesino suelto! No quiero ni pensar en qué hubiese ocurrido si te pasaba algo… -Y sin más abrazó el cuerpo de su hijo. Pero Daiki no caía en lo que había pasado <<Wakamatsu está en el hospital ¿Está vivo? ¿Está muerto? >> Se preguntaba mirando el camino que había tomado la ambulancia.

 -¡Satsuki! –Habían exclamado los padres de la pelirrosa, quienes la abrazaron -¡Nos hace feliz que estés bien! –Agregó su madre sin dejar de peinar los largos cabellos de su hija.

-Ya vuelvo...–Había dicho Imayoshi. Sus padres no paraban de regañarlo sobre que debía ser más responsable y que lo que habían hecho había estado mal en muchos sentidos. Pero él pasó ellos y se acercó a Sakurai quien lloraba en cuclillas limpiando en vano las lágrimas que no paraban de brotar de sus ojos. Porque Soichi lo recordaba, porque él sabía que Ryou había perdido a ambos padres y porque Wakamatsu estaba enamorado de él desde el primer día en el club.

 Se puso a su altura y allí se quedó, haciéndole compañía. Así fue, hasta que sus demás compañeros también lo hicieron. Porque sea quien sea el asesino, se había metido con el equipo equivocado.

Notas finales:

 Espero poder actualizar mañana para ustedes lindas personas que se toman la molestia de dejar Rw xD

 Saludos!
 

By Selmo


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