Después de dar 100 vueltas a todo Konoha llego a su casa rendido, se quitó sus pantalones ajustados (justo ahora se arrepentía de haber salido a correr con ellos), y su suéter que tendría que lavar mañana por la mañana, quedo solo en sus típicos boxers verdes (de esos que se ajustan al cuerpo) se tiro en la cama y se quedó dormido. Lee madrugo, como siempre, había tenido un día muy inesperado de todas las maneras posibles y solo quería ir a platicar con su sensei, metió una ropa a lavar, se dio un baño y tomo unos de sus licuados para reavivar su juventud (sabia asqueroso pero Gai sensei decía que era bueno para el). Eran apenas las 7:30 de la mañana cuando se disponía a salir de su casa, sabía que su maestro estaría despierto, a esa hora solían ir a entrenar siempre… antes de Madara por supuesto, tomo su abrigo y busco en su mochila su bufanda. Ah claro la bufanda.
-Tsk, mi cabeza explotara, estas chicas de Konoha sí que saben divertirse, Kiba sabe lo que es bueno-
Kankuro llego al hotel a las 7 de la mañana, y sabía que si hacia un ruido que despertara a Gaara no vería amanecer otro día. Después de que le quitaran a Shukaku al Kazekage empezó a tomar el habito de dormir, al principio solo dormía un par de horas pues no se sentía cómodo, conforme paso el tiempo su cuerpo empezó a cobrarle factura y siempre que tenía la oportunidad dormía mas de 10 horas al día. Teniendo el pelirrojo el carácter fuerte era de esperarse que no fuera una persona madrugadora, tenía un horrible despertar. El mayor tenía una buena experiencia de eso, un día, al llegar en plena madrugada en unos de los días de descanso de Gaara, entro al cuarto del pelirrojo por accidente, lo siguiente que recordaba fue despertar en el hospital con dos costillas rotas. Luego de eso NUNCA volvería a despertar al ojiverde.
Cuando Kankuro entro al cuarto, con mucha cautela, noto que el Kazekage estaba abrazado de una bufanda verde que nunca había visto antes, era extraño verlo de esa manera. Normalmente cuando dormía, Gaara fruncía el ceño como si estuviera enojado, era la primera vez que lo veía con una expresión relajada.
Lee toco el timbre de la casa de Kakashi donde ahora vivía también Gai, espero un poco y fue recibido con su sensei en pijama en su silla de ruedas.
-¡LEE! Entra que hace frío y dame un abrazo- el maestro retrocedió un poco para dejar entrar al menor.
-¡Sensei!- cerro la puerta tras de sí y se agacho un poco para darle un abrazo a Gai.
Maito Gai era como un padre para el pelinegro, siempre estuvo ahí para él y lo apoyo cuando nadie más lo hizo, siempre escucho sus problemas por más tontos que fueran y siempre tenía un consejo que darle.
-Justo a tiempo para desayunar mi querido discípulo- Lee empujo a Gai hasta la cocina que Kakashi había remodelado un poco para que el moreno pudiera alcanzar las cosas aún en la silla de ruedas.
-Gracias sensei pero ya me he tomado mi licuado especial- el azabache empezó a cocinar para su maestro, inesperadamente a Lee se le daba muy bien lo de la cocina.
-Oh está bien, pero no tienes por qué cocinar yo puedo hacerlo perfectamente-
-No se preocupe, tome su jugo de naranja y yo preparo el desayuno, hace mucho que no venía a verlo y es lo menos que puedo hacer-
-Lee… gracias- tenía sus típicas lágrimas de alegría en los ojos
-¿Kakashi-san también va a desayunar?- empujo a Gai a la mesa, se quitó su abrigo, tomo un delantal y empezó a cocinar.
-Si, pero como sabes le cuesta levantarse por las mañanas- tomo un poco de su jugo de naranja.
-…-
-¿Qué es lo que pasa? No es normal que estés tan callado- miro a Lee preocupado
-Bueno, es que, quería hablar con usted sobre algo- el pelinegro tenía un semblante serio
-¡Sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras mi querido alumno!- levanto su pulgar y sonrió
-¡GAI POR DIOS SON LAS 8 DE LA MAÑANA Y ENTRO A TRABAJAR EN DOS HORAS HAS UN POCO DE SILENCIO!- se escucharon los gritos de Kakashi desde otro cuarto.
-¡TIENES QUE APROBECHAR EL DÍA RIVAL ADORADO, SIENTE EL FUEGO DE LA JUVENTUD CORRER POR TUS VENAS!- Gai tenía los puños al aire
-¡GAI, TE AMO, PERO TENGO UNA JUNTA CON LOS MALDITOS ANCIANOS Y QUIERO DORMIR!-azotaron la puerta.
-¡Ese es mi Hokage!- el pelinegro sonrió, Lee solo podía reír apenado. –Ahora dime, que ha pasado-
Lee termino de hacer el desayuno, sirvió la comida para Gai, se sirvió un jugo de naranja, tomo asiento y le conto lo que había pasado con Gaara el día anterior.
-Yo, yo no sé qué hacer sensei, me da mucha vergüenza ver a Gaara-kun de nuevo, no sé qué piense el de mí, ni siquiera sé que pienso yo de el- el azabache jugaba con su baso vacío.
-Lee, me sorprende que te sientas así, en especial con el Kazekage, nunca vi que ustedes fueran realmente cercanos-
-Pues es que no lo somos-
-Por lo que me cuentas parece que si-
-…- Lee se sonrojo
-Lo único que puedo decirte es que sigas a tu corazón- el mayor lo miro a los ojos
-¿A mi corazón?- le se sorprendió
-Si Lee, a tu corazón, lo único que se aparte de taijutsu, es que si sigues a tu corazón solo cosas buenas llegaran a tu vida- en cuanto dijo eso Kakashi salió del cuarto, se acercó a Gai y le dio un beso en la frente.
-Lamento haberte gritado-
-Lamento haberte molestado desde tan temprano Hokage-sama- Gai rio
-Odio que me llames así, buenos días Lee-kun, ¿has hecho tú el desayuno?- el Hokage le dio una palmadita a la espalda del menor y se sirvió el desayuno (por lo que dejaba ver la máscara se veía feliz con la idea).
-Si, Hokage-sama, espero le guste- Lee se levantó de su asiento y se puso su abrigo
-Siempre me gustan tus desayunos y por favor estando en casa llámame Kakashi- el de cabellos plateados se sentó dándole la espalda a Rock Lee se bajó la máscara y comenzó a desayunar
-¿Ya te vas Lee?-
-Si sensei ayer no entrene y quiero compensarlo hoy, prometo volver mañana a una hora más prudente, gracias por todo, hasta luego Kakashi-san- el pelinegro se retiró.
-¿Acaso te he dicho que eres hermoso?- Gai miro a Kakashi enamorado
-Todas las mañanas, tú también lo eres- sonrió.
-Te amo-
-Yo también-
Eran las nueve de la mañana, el reloj interno de Gaara empezó a funcionar de nuevo, tenía que levantarse. Tomo un baño caliente, peino su cabello se puso su ropa y a punto de salir del cuarto miro su cama. La bufanda. La tomo rápido se la puso y al irse azoto la puerta.
-Yo tengo que hacer todo el silencio del mundo para entrar y el puede azotar la puerta cuando uno duerme… no es justo- Kankuro puso una almohada sobre su cabeza irritado y volvió a dormir.
Gaara camino a una cafetería que quedaba cerca de su hotel, se disponía a desayunar cuando miro a alguien conocido entrar por la puerta.
-Kazekage-san, que gusto verlo por aquí- se acercó a la mesa del pelirrojo y tomo asiento.
-No hay necesidad de ser tan formales Sai, esta vez vengo por gusto-
-Lo sé, pero me siento raro si no te llamo Kazekage- sonrió levemente –¿Cómo has estado, cuanto llevas en Konoha?- le hizo una seña a la camera para pedirle café
-Es mi segundo día aquí y la verdad me alegro mucho de verte, tengo cosas que preguntarte- el pelirrojo tomo de su té.
-Pregúntame lo que quieras, estoy para servirte- ya le habían servido su cae y estaba a punto de darle un sorbo cuando…
-¿Crees que soy gay?- Gaara pregunto esto de una manera tan descuidada y sin darle importancia
Sai casi se tira su taza de café encima.
-¿perdon?- pregunto atonito
-¿Qué si crees que soy gay, homosexual, ya sabes que sime gustan los hombres?- El ojiverde se veía fastidiado al explicarle esto al moreno.
-Sé que es un “gay” Kazekage-san, lo que me sorprende es que tu creas que eres uno, a mi punto de vista no lo eres- Se tranquilizó y tomo de su bebida.
Sai era buen amigo de Gaara, Naruto los había presentado hacia un tiempo atrás y tenían muchas cosas en común, ambos eran inexpertos en cuanto sentimientos se trataba. Cada que uno experimentaba una cosa nueva se lo contaba al otro y así podían discutir el porqué de sus reacciones. El pelirrojo le contó a Sai todo lo que había pasado con Rock Lee el día anterior.
-Wow- El moreno dejo su plato de lado, habían terminado de desayunar –Por lo que me comentas ciertamente tienes síntomas de enamoramiento hacia Lee-san y ciertamente eso te haría homosexual-
-Veo que tenía razón- el Kazekage se mostraba pensativo
-Creo que deberías experimentar una relación amorosa con él, ya que nunca te ha interesado ninguna mujer, creo que sería bueno para ti desarrollar más tus sentimientos. Yo ya estoy poniendo eso en práctica con Ino Yamanaka- sonrío sinceramente – creo que hasta ahora me ha ido muy bien-
-Ino, es la mejor amiga de Sakura-san verdad-
-Sí, la verdad fue muy inesperado pero ella me ha enseñado muchas cosas sobre las relaciones que en los libros nunca hubiera podido aprender-
-Me alegro por ti Sai, y creo que tomare tu consejo- dejo dinero en la mesa, tomo la bufanda verde y se levantó –Iré a buscar a Rock Lee, gracias por todo Sai- sonrió
-De nada Kazekage-san, mucha suerte y por cierto de seguro Lee ha de estar entrenando, empieza a buscarlo por ahí- le devolvió la sonrisa.
Sabaku no Gaara nunca había tenido este sentimiento, sentía que su estómago estaba revuelto y que su cabeza no coordinaba bien, quería ver a Lee más que a nadie en este momento y quería que el pelinegro lo correspondiera. Caminada decidido cuando Kankuro se cruzó en su camino informándole que tenían que volver a Tsuna lo antes posible pues Baki había sufrido un accidente y no podía hacerse cargo de los pendientes de Gaara. Se fue sin despedirse de Lee.