¡METAS!
Yagari estaba en su cabina mirando el mapa con su navegante cuando alguien abrió a la fuerza la puerta. Todos los presentes se quedaron quietos observando a los marinos que entraran con cara adusta hasta que penetró en el recinto otro ojos azules.
¡Yo sabía que traerían problemas! Debí dejarlos hundir con su barco—dijo Toga casi siseante y con su arma en la mano.
¿Por que no se rinde? Sabe que no podrá contra todos nosotros—dijo el otro capitán—Al menos sabe que no intentaremos venderle a los traficantes de esclavos—añadió con resquemor.
No, porque pretendes llevarnos a la horca—dijo el pelinegro sin soltar el trabuco que portaba en una mano ni la espada que sostenía con la siniestra.
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Kaien se sorprendió cuando alguien abrió el camarote de improviso y una cara que viera en algún lado antes le dijo--¡Vengan! ¡Estáis libres! El capitán Kaiba está tomando el barco—
Zero y Cross se miraron y luego a Kuran, desde lo acontecido se mantenían juntos y alejados de él, había soltado a Zero y Kaien curó sus heridas como pudo. Kiryu tardó todo un día en despertar sufriendo fiebres por todo ese tiempo. Se sentía raro pero no le decía nada a su guardián porque no quería llevar nada a un pasado que despreciaba y temía.
Como siempre este parecía absorto en la lectura pero que en verdad estaba muy atento. Decidieron seguir su camino y salieron del lugar tras el marino. Ni bien lo hicieron el castaño se levantó y fue hacia fuera.
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Si me dejan hablar tengo algo que proponer que será mucho más beneficioso para todos—dijo una voz y Seto y sus hombres junto con Joey voltearon hacia la puerta para ver a la persona dueña de dicha voz--¡Llévenos a nuestro reino y serán bien recompensados!—dijo Kaien Cross y Toga lo miró con mirada asesina pues era algo que él le había negado antes. La sabandija astuta buscaba lograr sus propósitos como fuera.
¡Rata miserable!—le gritó al rubio--¡No tendrán este barco!—dijo el ojiazul dispuesto a todo.
Yo creo que esa propuesta es interesante—dijo de pronto la voz de alguien tras Zero que estaba a un lado de su guardián. El aliento del otro en su oreja le provocó un gran estremecimiento y todos miraron al interlocutor—Me gustaría conocer el reino del príncipe Zero—dijo de pronto sonriente Kuran Kaname. Yagari no era tonto y sabía que contra ese individuo tenía muy pocas posibilidades--¿Acaso estás en desacuerdo?—preguntó con cierta mirada amenazadora y el rubio y el peliplateado quedaron impresionados, algo traía tras de si ese castaño y más valía cuidarse pues era una persona extremadamente peligrosa.
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Seto respiró con tranquilidad, veía el mar frente a él con una expresión pacífica. Yagari y sus hombres estaban ahora en la bodega y el rumbo nornoroeste estaba fijado en el timón.
Joseph le miró y sonrió—Estás en tu salsa. ¿No es así?—preguntó acercándose.
El otro volvió sus ojos azules a él—La verdad es que extrañaba esta sensación—dijo.
Me alegra que estés bien—dijo el melado.
Y a mi me alegra que no te hayan matado—contestó el castaño.
¡Créeme que a mi también!—le dijo el rubio.
¿Cómo está tu brazo?—preguntó con sincera preocupación el otro.
Bien gracias—dijo el ojos mieles mirando su brazo vendado.
Te agradezco lo que has hecho por mí y los míos—dijo Seto formalmente con mirada intensa.
No tienes nada que…--eso le había tomado por sorpresa. Joseph no sabía que decir y entonces Kaiba le tomó del antebrazo.
¡No uses palabras vanas! Tú y yo sabemos que salvaste mi vida y eso siempre te lo deberé. Solo espero que este viaje sea lo suficientemente largo para que pueda pagarte mi deuda—dijo el castaño.
No lo hice por…--dijo el melado.
Lo sé y justo eso es lo que lo hace más valioso—dijo el otro seriamente.
Veo que no eres hombre que desee quedar endeudado así que solo cabe esperar que mi vida termine en peligro y que seas tú quien me salve—dijo con lenguaje divertido el rubio quitando seriedad al asunto. El otro lo soltó, inclinó la cabeza a modo de saludo y se alejó—Eres un hombre interesante, Seto Kaiba. Sospecho que por mucho que me aleje buscarás saldar tu deuda. Interesante desde luego—susurró Joey al viento.