Hongbin abrio los ojos y la oscuridad lo hicieron sentir como si de repente se hubiera quedado ciego. Tuvo que reprimir un grito cuando movio las muñecas, el dolor que sintio solo pudo compararlo a aquella vez que habia caido de su bicicleta y su brazo se habia roto, nunca creyo volver a sentir un dolor como tal, que equivocado habia estado. La boca le supo a sangre y su garganta se hallaba reseca debido a la deshidratacion.
Estaba atado a una silla de madera en un departamento medianamente lujoso, no habia nadie a su alrededor y no habia mas sonido que el de su respiracion acelerada; las gotas de sangre resbalaban por sus muñecas hasta estrellarse en la alfombra blanca.
Se hizo miles de preguntas pero no pudo contestarse ninguna, no sabia donde estaba y tampoco por que lo habian llevado ahí. Hongbin solo podia recordar unos ojos negros y un cuerpo mas alto que el suyo, el solo pensamiento lo habia hecho tiritar de miedo. Se sintio estupido por haber sido una presa tan facil ¿Dónde habian quedado las palabras de su madre? ¿Dónde habia quedado su cordura? Sin haberse dado cuenta volvio a dormirse pensando en ello.
Flash back
- ¡bin, bin, bin!
Hongbin estaba parado frente al espejo de su habitacion, llevaba ya mas de cinco minutos en la misma posicion y con la misma mirada perdida en su reflejo. A su lado Hakyeon, o mejor conocido como N, lo observaba con cautela esperando la respuesta de su amigo. Una que no llego.
Hongbin nunca se habia sentido tan perdido como ese dia, no reconocia su rostro, ni siquiera su cuerpo. Tampoco reconocia la habitacion que lo rodeaba, las paredes azules se le hicieron extrañas y la musica que sonaba en el reproductor parecia no ser la suya.
- Bin, se que eres hermozo, el mundo entero sabe que eres hermozo, no tienes por que mirarte tanto al espejo. – dijo N a modo de burla.
Se acerco con paso firme hacia el castaño y lo tomo por los hombros, hongbin bajo la cabeza ocultando aquella mirada avergonzada. N conocia a hongbin perfectamente y era la primera vez que lo notaba tan extraño, Se habia acostumbrado a verlo reir de sus bromas y siempre mantener una mirada burlona hacia el. Sabia que su amigo era una persona sentimental, habia sufrido tanto en su vida que era de esperarse algun dia verlo tan cambiado, sin embargo no esperaba que ese dia llegara tan rapido y tan repentinamente.
Hongbin bufo cansado y se removio para salir del espacio que su amigo marcaba, no queria responder preguntas y tampoco queria aceptar que ni siquiera el sabia por que se encontraba tan extraño. Tomo la chamarra que se hallaba tirada en el sillon individual y se la coloco con rapidez.
- ¿iremos a divertirnos o no?
Hakyeon sonrio y abrio la puerta.
- Esa pregunta deberia hacertela yo.
Aquel dia hacia mas frio que los pasados, el invierno habia entrado y pronto seul se convertiria en un paisaje blanco y helado. Ambos chicos se aferraron a sus chaquetas cuando las puertas del edificio se abrieron automaticamente. El portero era un hombre de edad adulta, con una sonrisa siempre marcada en el rostro, Hongbin le tenia un cariño especial, aquel hombre habia cruzado mas palabras con el que su madre y su padre cuando vivian.de haber sabido lo que sucederia esa noche lo hubiera abrazado.
El reloj del coche blanco de N marcaba las once menos un cuarto y sin embargo la calle estaba abarrotada de coches. Hongbin no lograba recordar cuando habia sido la ultima vez que habia salido de su departamento a esa hora, el ritmo de trabajo lo habia obligado a dormir muy temprano y levantarse aun mas, hasta que como siempre N llegaba a causar estragos en su vida.
Su amigo habia insistido tanto para que se tomara un descanso, estaba seguro que N se habia enterado de la llegada de su padrastro y presentia que esa era la verdadera razon de que lo arrastrara hasta aquel club sabiendo que no se negaria. Hongbin no podia negarle nada a hakyeon
- Hyuk y ken ya estan alla. – dijo N sin despegar la vista de la carretera
- Ujum – hongbin por su lado no habia quitado la vista del paisaje que la ventana le mostraba.
- Llamame loco pero creo que esos dos estan saliendo.
Hongbin giro la mirada, N lo habia volteado a ver con rapidez dandole a entender que no estaba bromeando.
- Ellos son cercanos – dijo hongbin.
- Se han ido a vivir juntos Hongbin.
El rostro de N mostraba una gran indignacion y no presisamente por que lo sintiera. Hongbin no sabia como reaccionar ante aquello, estaba sorprendido por la forma en la que su amigo hablaba, ¿desde cuando N estaba en contra de que ellos fueran cercanos?
- No lo vez sospechoso Hongbin, de un dia para otro ellos ya viven juntos.
- ¿y por que te molesta tanto? - N no respondio – si salen o no es problema de ellos, dejalos ser.
- ¿Qué te pasa hongbin? Estas extraño.
Hongbin se sientio descubierto, cruzo los brazos. Le hubiera gustado que toda la conversacion se centrara en el par de amigos que ya esperaban en el club, pero si de algo estaba seguro hongbin es que N no se detendria hasta tener una respuesta
- Estoy bien Yeon, solo un poco cansado.
- Te he visto cansado bin, y creeme, la expresion que tu cara muestra no refleja precisamente cansancio.
- No tenemos por que hablar de eso ¿si?
N entiendio la indirecta con rapidez, aunque hongbin sabia que no se quedaria de brazos cruzados.
El Pallace Arrow era uno de los clubes más prestigiosos de seul, tenía la musica más moderna, los barmans mas capacitados y por esa razon los precios de sus entradas eran exorbitantes. La musica se podia escuchar aun estando fuera, y las luces de colores parpadeaban en la entrada dando una comoda bienvenida.
Ambos chicos procuraron no alejarse demasiado uno del otro, el lugar no estaba abarrotado, pero tenía la suficiente cantidad de gente para perderse en momentos y hongbin no pensaba pasar la noche buscando a sus amigos.
El lugar no era demasiado grande, constaba de dos pisos con paredes blancas y sillones de colores estridentes. No hizo falta que caminaran demasiado para encontrarse con sus dos amigos. Ken conversaba animadamente, haciendo ademanes con las manos sin importarle si quiera si hyuk de verdad podia oirlo, aunque a decir verdad el pequeño lo escuchaba y muy claramente, hasta que la silueta de hongbin y n llamaron su atencion.
- Un poco mas y doy por sentado que no vienen – grito ken poniendose de pie de un salto. Su sonrisa se hizo mas grande cuando envolvio a hakyeon con sus brazos.
- Bin se cree reina de belleza, es culpa de el. – dijo N
Hongbin se limito a sonreir mientras veia como su amigo alejaba a hakyeon de sus brazos y corria hasta los suyos. El chico los habia extrañado mas de lo que imaginaba, verlos de nuevo lo hacian querer sonreir nuevamente.
- No hay dia que no me repitas lo bello que eres, insultas nuestra presencia portandote asi. – susurro ken a su oido.
- Es necesario que lo haga, asi no lo olvidan.
Sanghyuk sonrio y le dio un ligero apreton de manos antes de que ken soltara a hongbin. Hyuk era el mas pequeño de los cuatro, N lo habia conocido mientras hacia la pasantia en el juzgado como abogado, al principio todo habia sido un acercamiento por conveniencia, Hakyeon habia necesitado ayuda para una investigacion y el chico le parecio apropiado, pero desde ese momento en el que ken lo conocio no pudo evitar sentir un cariño especial por el y eso hacia a N sentirse ligeramente molesto.
El grupo de chicos tomaron asiento y empezaron una conversacion animada, los vasos comenzaron a acumularse en la mesa, despues de una hora ken y N bailaban muy juntos mientras que hyuk se burlaba de ellos haciendo ademanes con las manos. Hongbin solto una risotada cuando ken realizo un paso por de mas gracioso y patetico. Un leve escozor en su nuca hizo que girara la cabeza en busca de aquella mirada penetrante, si tenia suerte, aquel dia no solo saldria borracho, fue entonces que su mirada se encontro con aquellos ojos tan negros como la misma noche.
Fin flash back
Hongbin ahogo un gemido doloroso cuando volvio a abrir los ojos. Habia perdido la cuenta del tiempo que habia estado en aquel lugar, podrian ser dias, incluso semanas y ni siquiera podia asegurarlo.
Esta vez las luces estaban encendidas y las ventanas cubiertas con cortinas gruesas y oscuras, asi que hongbin no estaba seguro si era de dia o de noche. Frente a el un par de ojos lo estudiaban con recelo, tuvo que parpadear varias veces para que la sangre que cubria sus pestañas lo dejaran ver a los dos hombres que se encontraban frente a el.
- Si quitamos la hinchazon y la sangre igual y seria perfecto.
Cerca de el habia un hombre un poco mas mayor que hongbin con un corte militar y el cabello de un color azul electrico que lo hacia ver como de otro planeta, el fleco le cubria gran parte del ojo izquierdo, tenia las orejas perforadas y aun con aquella ropa holgada se podia notar el imponente cuerpo que se cargaba. El chico lo miraba con aquellos ojos cafes y rasgados; poco a poco se acerco con una sonrisa socarrona en el rostro, hongbin no pudo evitar temblar, lo cual resulto peor, pues todo el cuerpo le punzo dolorosamente.
- Dejame jugar un rato con el – dijo mientras su mano apartaba los mechones que caian sobre la frente sudorosa de hongbin.
- Alejate de el Ravi.
Hongbin dirigio la mirada a aquel otro chico y no paso ni medio segundo cuando su corazon comienzo a latir a velocidades exorbitantes al reconocerlo. Sus piernas temblaron y cada musculo de su cuerpo se tenso al verlo. Llevaba la misma camisa cuello de tortuga negra y los pantalones tan ajustados mostrando aquellas prominentes y bien trabajadas piernas.
No puedo evitar las lagrimas, tenia miedo, los recuerdos de los golpes y el dolor que le causaron hacian mella en el cada vez que los recordaba.
- Por favor – suplico hongbin, en ese momento hubiera rogado de ser necesario. – dejame ir por favor ¿Qué es lo que quieres de mi? ¿dinero? Te dare todo lo que me pidas.
Ravi solto un par de carcajadas que estallaron por todo el lugar.
- Por que la gente siempre dice eso. Como si nos fueran a convencer de lo contrario… eres una monada muñequito – dijo mientras pasaba su mano por la mejilla de hongbin haciendo que se estremeciera. – carajo leo, tienes una puta suerte.
Sin embargo leo no hablo, se quedo con el rostro serio e impasible, con ese porte molesto y misterioso que no hacia más que dar más miedo sobre el pequeño.
- Te lo suplico – insistio dirigiendose esta vez a leo, sin embargo este no parecio estar muy interesado en lo que hongbin tenia que decirle. - ¿Cuánto te han pagado por esto? Te dare el triple.
La sala se lleno nuevamente con las carcajadas del peliazul, hongbin sintio ganas de darle un golpe para que su risa dejara de escucharse. Jamas en toda su vida habia sentido tanto miedo como en aquel momento.
- Pobre muñequito – las botas militares de ravi resonaron entre las paredes en cuanto empezo el trayecto para rodear la silla donde hongbin se encontraba preso. Se detuvo tras el y lentamente se agacho hasta que su cabeza quedo junto a la del castaño. Hongbin podia sentir su aliento en la nuca haciendole cosquillas, ravi no olia mal, sin embargo la sola presencia hizo que hongbin sintiera arcadas. – no hay mucho que se pueda hacer muñequito, pero ya que estas ansioso por cooperar, yo podria calmar esas ansias de una manera mucho mejor.
Leo se movio rapidamente de su lugar, hongbin no estaba seguro de que era lo que habia pasado para que lo hiciera, pero fue lo suficiente como para que su imponente presencia se hiciera notar.
- Largo de aquí ravi. – dijo leo.
- ¿Por qué?
- Dije largo.
- ¡oh vamos leo! Solo sera un momento, tu lo tendras mucho tiempo. – Leo lanzo una mirada tan temible que incluso hongbin temblo. – esta bien, disfrutalo solo, eres un aburrido.
Ravi dio vuelta y empezo a andar con direccion a la salida. Leo lo siguio a grandes zancadas mirandolo fijamente por si se le ocurria regresar o hacer algo estupido. Aunque estaba seguro que no seria asi. Tecleo una serie de numero en la caja digital empotrada a lado de la puerta, con un ligero “tic” la puerta se abrio dejandole la via libre a ravi.
- Leo…
La voz de ravi quedo ahogada cuando la puerta se cerro rapidamente, leo no se inmuto en ningun momento, la presencia de ravi no le gustaba para nada, a pesar de que llevaba tiempo conociendolo en ese momento no podia fiarse de nadie ni de nada, con hongbin cerca incluso su mejor amigo seria un peligro el cual no iba a correr.
Leo se dio vuelta y fijo la mirada en el castaño que estaba en medio de su sala, se veia tan vulnerable y dañado, no era la primera vez que leo secuestraba alguien y tampoco era la primera vez que se desacia de sus secuestrados, pero por alguna razon con hongbin fue diferente, ni siquiera podia sostenerle la mirada y eso le preocupaba demasiado. Debia deshacerse de el tan pronto como pudiera, entonces todo terminaria, le entregarian su dinero y obtendria su venganza, se habia preparado toda su vida para eso, era la unica y verdadera razon por la que hacia todo lo que hacia, si las cosas resultaba como leo queria probablemente ese seria su ultimo trabajo y entonces podria irse. No obtendria perdon y estaba seguro que las pesadillas no se irian, pero volveria a dormir, de eso estaba seguro.
- Escuchame – la voz de leo es muy baja para gusto de hongbin, sin embargo es suficientemente amenazante como para hacerlo temblar. – voy a soltar las amarras, no hagas nada estupido.
En ese momento fue como si hongbin volviera a ver la luz al final del tunel, la posibilidad de huir entro a su cerebro en el mismo segundo que termino de escuchar las palabras pronunciadas por leo.
¡Piensa hongbin! ¡Piensa!
Leo no espero a que el chico le contestara y empezo con su tarea. Tomo las manos de hongbin sin delicadeza alguna y empezo a desamarrar las cuerdas. El chillido que solto hongbin penetro sus oidos haciendo que apartara las manos con rapidez. Algo en su corazon se oprimio al notar los sollozos que el pequeño soltaba. Tal vez si se tratara de cualquier otra gente habria seguido sin hacer caso de las lagrimas y los pujidos proferidos, pero por el contrario se sintio inhumano, mas de lo que ya estaba conciente que era.
De forma lenta leo volvio a su tarea, era imposible no causarle daño, pero en ese momento hizo lo que pudo para evitar que le doliera mas.
Hongbin sintio los segundos como si fueran horas, el dolor era insportable, lloraba aunque no queria, no queria mostrarse debil sin embargo en ese momento deseo que de una buena vez lo mataran si eso le quitaria todo el sufrimiento. Recordo cuando tenia 10 años, su bicicleta habia quedado destrozada y su brazo partido en dos. Su mama lo habia acunado mientras su padre llegaba con el coche para poder llevarlo al hospital, cantaba una melodia lenta y dulce que por alguna razon en ese momento lo hizo sentir como si nada pasara. Deseaba tener su mama cerca, cantandole aquella melodia dulce y diciendole al oido que todo estaria bien, pero su madre no estaba y las cosas no rian bien, hongbin lo sabia.
- Voy a desinfectarlas, pon las manos al frente. – dijo leo apenas termino de desamarrar las cuerdas.
¿De que mundo despiadado habia salido ese hombre? ¿Cuan frio se tenia que ser para no ceder antes las lagrimas de alguien?
Leo se contonea por su costado y se hinco frente a una bolsa de plastico de donde saco una botella transparente y una bolsa mas pequeña llena de algohodon.
Es el momento, no encontrare uno mejor.
Tomo fuerza de algun lugar desconocido de su cuerpo y aun con el dolor que cada parte sintio se puso de pie, lanzo una patada justamente a la madibula del chico que se encontraba delante de el y corrio hacia la puerta, tomo la manija ignorando los gritos que el otro suelto, la giro y algo tan caliente y doloroso recorrio desde la punta de sus dedos expandiendose como si de una bomba se tratara por cada parte de su ser, su cuerpo se sacudio con fuerza y todo volvio a ponerse negro.