Al salir del edificio donde quedaba su departamento Xiu y Lay no podían creer la mala suerte que tenían.
—Genial esto es lo que nos faltaba —dijo Xiu desesperado.
—¿Por qué tenía que caer la primera nevada del año justo hoy? —suspiro Lay.
Suho y Chen los vieron con preocupación pero no pudieron preguntar nada porque enseguida subieron a los carros de cada uno de sus novios y estos solo condujeron hasta la estación de tren más cercana que les indicaron.
Las cuatro personas se subieron a un tren, dos sabían a donde iban pero los otros dos no tenían idea porque simplemente siguieron a sus novios.
Una vez ya sentados en el tren en dos asientos donde quedaron uno frente al otro por fin pudieron preguntar. Lay y Xiu se sentaron juntos enfrente de sus respectivos novios.
—¿A dónde vamos? —preguntó Suho.
—Al lugar donde realizamos la conmemoración anual de Lao desde que llegamos a Corea —dijo Lay.
—A la playa Eurwangni —aclaró Xiu.
—¿Por qué ahí? y ¿por qué nunca supimos de ese hermano gemelo de Tao? —preguntó Chen que no sabía nada, solo lo que dedujo de la conversación en el departamento de los chicos.
—Vamos ahí porque es uno de los lugares más cercanos a Seúl que encontramos parecido a donde realizábamos la conmemoración de Lao en China, y nunca les dijimos nada de Lao porque para Tao es un tema delicado, a él realmente no le gusta contarle a personas que recién conocemos sobre su hermano, no le gusta que sientan pena por él —dijo Xiumin desviando su vista a la ventana del tren y poniendo su mano en esta mientras suspiraba porque la nevada se estaba intensificando.
—Y tampoco le gusta que le pregunten sobre la muerte de Lao —concluyo Lay—, porque Tao aún piensa que el que debió morir debía ser él y no su hermano.
—Está bien entendemos eso, entendemos que para Tao este no es un tema fácil, pero ¿por qué debemos ir a esa playa en específico? y ¿Por qué se preocupan tanto por Tao? —preguntó Chen sin entender por completo la anterior histeria de los amigos.
Lay y Xiu suspiraron, bajaron la mirada al piso del tren, seguidamente la levantaron de nuevo y como si internamente se hubieran puesto de acuerdo entre los dos contaron la historia.
—Porque Tao aunque se vea fuerte es el más enfermizo de todos, incluso una pequeña lluvia lo puede llevar a una gripe intensa y con una fiebre elevada. —dijo Xiu.
—El día que ustedes nos fueron a dejar en nuestro departamento después de haber desayunado en su villa, nosotros salimos a comprar y llovió cuando regresábamos, Tao se mojó, solo fue poco porque Xiu y yo nos quitamos las chaquetas y se las pusimos a él mientras corríamos como locos arrastrando a Tao hasta el departamento porque no había donde refugiarnos y porque sabíamos que Tao podría enfermarse solo con el frío si nos quedábamos parados en un lugar con ese clima. Y a pesar de eso Tao al día siguiente, el primer día de nuestras respectivas citas tuvo una fiebre de 39º, estaba muy agripado y les hubiéramos cancelado si nuestra vecina no se hubiera ofrecido para cuidarlo, ella prácticamente ha sido como nuestra mamá desde que nos mudamos a ese departamento, además que Tao a pesar de estar mal se levantó de la cama y prácticamente nos mandó a patadas del departamento. —Lay suspiró.
—Como ven, él se puede enfermar muy fácilmente, según lo que Lao una vez nos contó, Tao fue un bebé que estuvo a punto de morir. Según la madre de ellos, toda la vida Lao ha sido más fuerte que Tao, su mamá incluso lo prefería antes que a Tao.
Ambos jóvenes tenían expresiones derrotadas en sus rostros. —Lao fue el primero en nacer, el niño más sano y fuerte de los dos, cuando nació Lao lloró fuertemente según lo que le habían dicho a él, pero Tao no lloró, él había nacido más pequeño de lo que esperaban, sus pulmones no se habían desarrollado bien y al momento de nacer había tragado líquido amniótico, aparte que tenía muy bajas las defensas de su cuerpo, los doctores no veían posibilidad para él, pero no contaron con que Tao desde bebé fue un luchador y logró salir adelante. —contó Xiu recordando esa antigua historia, su mirada estaba fija en cualquier otro lado, menos en sus novios.
—Aunque de pequeños se enfermaba muy seguido. Muchas veces tuvo que ir a parar en el hospital por esa razón, en esos días ninguno de los dos gemelos venía a clases o a cualquier otro lugar, porque Lao decía que su hermano se recuperaba más rápido si estaba a su lado y aunque suene ilógico, así era. Sí Lao no estaba a su lado tardaba en recuperarse más tiempo, creo que era algo especial entre ellos. —sonrió nostálgico Lay.
—Como Tao siempre fue enfermizo y muy delgado no podía practicar muchos deportes, sus pulmones siempre fueron débiles, le fallaban y empezaba a respirar con dificultad —Xiu devolvió su vista hacia la ventana del tren nuevamente—, pero como dije antes siempre fue un luchador, nunca se dio por vencido y con el tiempo pudo practicar deportes, especialmente Wushu esa es su pasión.
Un suspiro lastimero salió de sus labios. —Sin embargo Lao siempre se preocupó por él, por ese mismo motivo Lao también practicó Wushu, solo para cuidar a su hermano, a él no le gustaba para nada este deporte. A Lao siempre le gustó más correr en especial por la playa, pero también escalar y trotar por una montaña, le gustaba estar rodeado de árboles, en China había una playa que alrededor tenía unas pocas montañas pero altas, cuando íbamos ahí le gustaba en la mañana estar en la playa y en la tarde escalar una de esas montañas.
Xiu sonrió tristemente, un nudo en su garganta instalándose más férreamente a medida que recordaba. —Siempre nos arrastró con él a los tres para subir esas montañas, aunque Tao siempre se cansaba a la mitad y le empezaba a faltar el aire. A Lao eso no le impedía compartir su diversión con su hermano, porque cuando Tao se cansaba, Lao lo cargaba en la espalda y llegábamos a las cima los cuatro juntos.
—Siempre fueron muy unidos, Lao siempre procuro el bienestar de Tao, siempre recibiendo los castigos él en vez de Tao, siempre defendiéndolo, y nunca llorando porque esa era su personalidad valiente, no le tenía miedo a nada excepto a la posibilidad perder a Tao solo eso lo hacía llorar. Él era capaz de enfrentar lo que sea por aquellos que amaba, a pesar de ser idénticos en apariencia, sus personalidades hacían que los lograras identificar, Lao siempre fue él más extrovertido, divertido y presumido de los dos, mientras que Tao era lo contrario siempre tímido, si no estaba con su hermano o con alguno de nosotros, se mostraba humilde, ingenuo y llorón. —Lay volvió a suspirar, recordarlo era muy difícil, sobre todo porque prácticamente habían crecido todos juntos.
—Lao era capaz de cargar con todas las expectativas que tenían sus padres con tal que Tao fuera feliz y que hiciera lo que quisiera con su vida, Lao era capaz de morir por Tao. —A Xiu se le escapo una lágrima.
—Y así fue, Lao murió protegiendo a Tao, por eso él se siente tan culpable cada vez que llega estas fechas y su actitud cambia, se vuelve más triste y depresivo aunque trata de ocultarlo con una sonrisa que a los demás engaña, pero a nosotros que lo conocemos prácticamente casi toda su vida, no. Lao recibió un balazo que era dirigido para Tao, ese día estábamos en su fiesta de cumpleaños. —Lay cerró los ojos, las imágenes de ese momento todavía estaban vivas en su mente.
—Nosotros no enterramos a Lao, lo incineramos, y sus cenizas fueron esparcidas en el lugar que él amaba, en la playa que estaba rodeada por esas montañas. Ese día Tao subió solo hasta la cima de esa montaña, no dejó que nadie le ayudara a pesar que como siempre ocurrió a mitad del camino ya no podía, no tenía fuerzas. Al llegar a la cima desde donde se podía contemplar la playa y el mar que golpeaba contra los cimientos de esta, allí fue donde esparcimos sus cenizas hacia el basto océano, pero cuando estábamos por la mitad, Tao no aguanto más el dolor físico y emocional, se desmayó, no terminamos de esparcir sus cenizas, y después de eso Tao no pudo regresar hasta el año siguiente, y sus padres, bueno ellos se encerraron en su dolor, culpando a Tao. —Xiu trató de desaparecer la opresión en su pecho, frotándolo levemente.
—La caja de cenizas de Lao se quedó con nosotros por un tiempo, así que cada año en esta fecha para conmemorar su muerte íbamos hasta el lugar donde esparcimos sus cenizas por primera vez y Tao lazaba un puñado.
—Él en cierta manera se sigue aferrado a sus cenizas pero al mismo tiempo el resto del año trata de seguir con su vida como si nada por eso la tiene en el armario fuera del dormitorio, también ese día lleva unas linternas voladoras chinas conocidas como Khom Fay o Khom Loy. Ellos desde los 8 años lanzaban esas linternas en la noche del día de su nacimiento, celebraban que se tenían el uno al otro, siempre ataban a estas linternas su deseo, una foto de ellos de bebés abrazados, y junto a otra de nosotros cuatro de niños.
Lay posa una mano en la rodilla de Xiumin apretándola levemente, para darse fuerzas a sí mismo para seguir con la historia. —Sin embargo en los memoriales cada año Tao a la mitad del recorrido de la montaña, como ocurrió desde que éramos niños se cansa, y es ahí cuando se quiebra, empieza a llorar recordando que Lao era quien lo cargaba cuando se cansaba y no podía respirar, después de eso no puede calmarse y tenemos que parar cada cinco minutos para que recupere un poco de aliento. Xiu y yo lo ayudamos en el trayecto, Xiu hace que Tao se apoye en él para continuar y yo llevo la caja de madera donde están las cenizas, las fotos que imprimimos cada año y las linternas que solemos preparar un mes antes de este día, y hasta llegar a la cima Xiu y yo intercambiamos papeles, nos suele tomar mucho tiempo llegar hasta arriba. — Su mirar se perdió nuevamente en el suelo.
—Por eso escogieron la playa Eurwangni, por sus altas montañas a su alrededor. —dijo Chen.
—Exacto es muy parecida a donde nosotros solíamos ir. —sonrió triste Xiu.
—Y se preocupan tanto por Tao porque sus pulmones de por si son débiles y no puede hacer el trayecto solo por su estado físico y emocional, ahora yo también estoy preocupado, ojala Tao este bien. —Expreso Suho, realmente él estaba acongojado por Tao.
—Somos muy malos, como pudimos dejar a Tao solo en estos momentos. —Empezó a llorar Lay.
—Yo solo quiero que Tao este bien, no me perdonaría si algo le pasa, porque no estuvimos a su lado. —sollozó Xiumin.
—Tranquilos, Xiu dijiste que Tao es un luchador desde bebé, así que hay que tener esperanzas de que nada le va a pasar, él estará bien. —dijo Chen intentando tranquilizar a su novio.
—Sí, él va a estar bien. —Trato de ser positivo Lay, pero fallando cuando más lágrimas recorrieron su rostro mientras esbozaba una sonrisa triste.
—Xiu, sé que no es momento de preguntar pero, ¿Lao fue algo más para ti? —Chen se acordó repentinamente de la conversación en el departamento entre ellos.
Xiu le sonrió débilmente a Chen. —Sí, fue mi primer amor, mi primer novio.
—Por como ustedes dos lo describen, él no parece de esas personas que esta con otra amando a una diferente. —comento tímidamente Chen.
—Y es así, solo que yo no lo supe en su debido momento, por lo cual sufrí mucho. —Xiumin suspiró—. Después me entere que Lao solo salió conmigo cuando estaba seguro que dejó de amar a esa otra persona, me esforcé mucho para que él me amara y lo conseguí, pero mi felicidad solo duró tres meses, porque solo tres meses antes de su muerte fuimos novios, claro escondidos de sus padres, ellos nunca se enteraron que yo fui novio de Lao. Son demasiado cerrados y sé que no lo hubieran aceptado por la diferencia de edad y porque les tenían prohibido tener novios.
—Mmm… pero estoy seguro que esa otra persona a la que supuestamente amaba no te pudo hacer competencia y era más fea que tú, tú eres prácticamente un ángel, sé que no es momento pero me siento algo celoso de Lao, compartiste muchas cosas con él. —esas palabras lograron sacar una sonrisa a Xiu, que era el verdadero objetivo de toda esa conversación, ya que todo lo que Chen decía era más para distraer a su querido novio de la preocupante situación de Tao, quería que se tranquilizara, y no podía sacar más tema que este, no se le ocurría más.
—Tontito ahora te amo a ti, pero siempre recordaré a Lao. Siempre todas las personas recuerdan a su primer amor, y no es nada fea la persona de la que antes supuestamente Lao estaba enamorado.
—¡Ah! ¿Sí?, no lo creo, tú eres muy bello, muéstrame alguna foto de esa persona y te aseguro que no es nada comparado contigo.
—No es necesario. —Xiu le sonrió—. Tú ya conoces a esa persona.
—¿Sí?, ¿quién es? —pregunto Chen intrigado y confundido ladeando su cabeza, no conocía a nadie que haya estado en China en eso tiempos, ¿verdad?
—Es Lay —sonrió Xiu.
—¡¿QUÉ?! —gritaron Chen y Suho al mismo tiempo.
—Sí, fui yo —Lay sonrío débilmente—. Se me confesó el día que acepte ser novio de Antoni y el mismo día que se los dije a ellos, pero a la final yo solo fui una ilusión y realmente amo a Xiu.
—Ustedes sí que tienen una historia complicada.
—Sí —afirmó Lay— Nuestro pasado no es de los mejores, hemos tenido grandes dolores y pérdidas, pero la vida nos está compensando, porque nos dio la oportunidad de amarlos y que nos amen, de ser felices por fin.
Suho y Chen se atoraron con su propia saliva en ese momento, no se podían sentir más ruines porque su relación no comenzó precisamente con las mejores intenciones por parte de ellos, y tanto Lay como Xiu habían tenido mejores hombres que ambos en sus vidas.
¿Cómo Suho podría competir con Antoni que dio su vida por Lay? y ¿cómo Chen competiría con alguien tan bueno como lo había sido Lao?
—Chen podrías venir conmigo un momento. —pregunto Suho.
Chen y él se levantaron inmediatamente y se dirigieron por el pasillo que estaba a las espaldas de sus novios. Suho le contó la historia de Lay a Chen para ponerlo al tanto de quien era Antoni y todo lo que Suho había concluido y pensado ese día.
Mientras tanto Xiu tomaba fuertemente la mano de Lay y recostaba su cabeza en el hombro de este, Lay hizo lo mismo, los dos estaban preocupados por Tao, y se daban apoyo mutuo solo con ese simple gesto.