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SUEÑOS DOLOROS DE AMOR -EXO- por Taoris4ever

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Notas del capitulo:

Holis bueno como prometí aquí un nuvo capi, saben hoy me dio algo de nostalgia y me puse a leer los comentarios de mi otra historia "Oportunidades para el amor-TAORIS Y HUNHAN", y realmente me gusto leerlos me senti muy feliz y agradecida por todas esa personas que alguna vez me dejaron comentario, saben cuando empece a escribir, lo hice porque queria compartir mi imaginacion con ustedes y pues tambien porque soñaba con algún día  llegar a ser de esas escritoras que logre una historia que la lean muchas personas y les guste mucho así como "Lover`s Spit" o "48 horas (lo se tiene algo de Kray al final pero como no es mucho igual lo lei porque era muy buena)", espero algún día mejorar y darles mejores historias, por ahora espero que les guste esta y pues quiero que sepan que todo lo que pongo es por un motivo, Aproposito como saben me gusta meter muchos personajes de diferentes grupos y aqui aparece alguien especial espero que les guste ggg ya no las canso más con mis cosas mejor a leer:

 

Esa mañana, 4 de Diciembre.

Tao después de haberse despedido de los tres miembros de ANGEL’S FACE regresó a su edificio para recoger las cosas que necesitaba y que había encargado a su vecina, entró con cautela esperando no encontrarse con Chen, cuando bajo del elevador suspiró al ver como la puerta de su departamento se cerraba, Chen había entrado recién, así que inmediatamente se acercó a la puerta contigua a su departamento.

Tocó la puerta y le abrió una señora de unos cincuenta años con apariencia de mamá cariñosa y le dedico una sonrisa.

—Bueno días Sra. Lee, vengo por la maleta que le encargue y la cajita.

—Espera pequeño, ya te los traigo. —dijo la señora mientras se metía de nuevo a la casa, paso unos minutos y salió esa persona con una maleta mediana en su mano que parecía algo pesada y en la otra una mediana caja de madera de una muy reluciente y bien lacada apariencia, la cual tenía unas figuras doradas a su alrededor como pequeñas enredaderas, esta caja tenía una pequeña cerradura, que Tao la mantenía bajo llave al menos hasta que el momento de abrirla llegará.

—Gracias señora Lee —Tao cargó la mochila y la caja la tomó entre sus manos delicadamente. — Adiós. —Se inclinó respetuosamente y se dio la vuelta para marcharse, pero antes de poder hacerlo la mano de la señora Lee lo detuvo. 

—Tao, esa caja es de… —Lo miro apenada.

Él sonrió triste. — ¡Oh!, sí.

—Lo siento.

—No se preocupe ya paso un tiempo, ahora estoy bien. —Le sonrió, la señora le acaricio la cabeza.

—Que te vaya bien hoy muchacho. —Se alzó de puntitas para besarle el cachete a Tao, él sonrió por el tierno gesto y se despidieron.

.

.

.

.

Ya en el tren Tao se sumergía en sus recuerdos. A pesar de que a todos decía que ya está bien y que había pasado ya mucho tiempo de ese incidente, siempre esas palabras fueron solo una mentira, porque a pesar de hoy cumplirse siete años de su muerte, él todavía lo extrañaba, trataba de vivir lo mejor posible por su hermano, pero todos los días al despertar se acordaba que gracias a Lao seguía vivo.

¿Cómo podía superar su muerte?, ¿exageraba?, tal vez ya debía haberlo superado, pero él no podía, nunca entendería porque Lao tuvo que morir, es decir, él siempre fue más débil que Lao, su gemelo no merecía morir, él sí.

¿Por qué su hermano lo dejó cargar solo con este dolor? Lao debió haber sabido que le costaría mucho superarse después de eso y aun así ¿por qué Lao murió por él?

Tao siempre se culpó, y hasta ahora lo hacía. Sintió una sensación tibia en sus mejillas, las toco y ahí había una cascada de lágrimas, sin darse cuenta había empezado a llorar. Sonrió con tristeza, ¿por qué estaba llorando ya? Aún no había llegado a la montaña y sus lágrimas ya estaban saliendo libremente, se secó rápidamente y a través de la ventana del tren vio como empezaba a nevar, suspiro “¡Ah!...A Lao le gustaba la nieve” pensó Tao, recuerdos lo atacaron uno tras otro.

º-º-º-º-º

Lao me gusta la nieve, como a ti, pero mamá dice que no puedo salir a jugar porque me puedo enfermar. dijo un pequeño Tao de siete años.

Mi pequeño, mamá tiene razón, te puedes enfermar.

Pero yo quiero jugar en la nieve como tú. dijo haciendo un puchero.

Ya sé pero mmm… que tal si te doy mi colección de pikachu, a cambio de que obedezcas a mamá.

Síiiii… Corrió un Tao muy feliz hacia el interior de su casa.

º-º-º-º-º-º-º-º-º-

Una noche lluviosa llena de truenos y relámpagos había un pequeño Tao de nueve años temblando de miedo en su cama.

Lao llamó bajito—. Hermanito no hubo respuesta.

Lao, ¿estas dormido? llamó otra vez, un poco más fuerte.

Lo estaba —respondió adormilado el mencionado, quien se encontraba en la cama de al lado.  

Tengo miedo y eso bastó para que su gemelo se levantara de su cama y se dirigiera a la del pequeño Tao, levantando las cobijas se acostó y abrazó a su hermano menor por el que daba todo.

Ya, ahora ¿estás bien?.

sonrió el pequeño—. Siempre me siento protegido a tu lado Se acurrucó contra su hermano.

Es porque siempre te protejo respondió adormilado Lao.

Siempre estarás a mi lado.

Siempre.

Esa noche los dos durmieron tranquilamente a pesar del mal tiempo.

º-º-º-º-º-º-º-

Un muy sudado Lao de 13 años corría por las escaleras que daban al segundo piso de su casa, abrió fuertemente la puerta del cuarto que compartía con su hermano y tal como presintió, su hermano estaba acostado en su cama, “dormido”.

Lao se acercó hasta él, tocó su frente, y era tal como su instinto le dijo, Tao tenía fiebre, lo movió para que despertara, este lo hizo inmediatamente y le sonrió.

¿No deberías estar en clases? preguntó Tao a su hermano.

¿Cómo puedo estar en clases?, cuando mi corazón esta intranquilo porque presiente que algo te pasa Tao solo lo siguió mirando con ojos adormilados, Lao suspiro—, ¿No se supone que mamá te iba a llevar al doctor? preguntó enojado.

Sí, pero le llamaron del trabajo y según escuche la necesitaban de urgencia, entonces mamá dijo que solo era lo mismo de siempre, que solo descansara y me dejó recostado. Tao enseguida terminó de hablar tosió muy fuerte.   

Esta mañana algo me decía que no te dejara a cuidado de ella, lo sabía dijo Lao suspirando/gruñendo—. Vamos te llevo al doctor.

Pero Lao y ¿la escuela?, nuestros padres se enojaran contigo y te regañaran dijo mientras era puesto de pie por su hermano quien lo empezó a abrigar para poder salir en ese frio.

No me importa, yo soy el que debería regañarlos por dejar abandonado a su hijo enfermo solo por trabajo.

Sabes como son, no se le puede hacer nada, pero a todo esto, ¿cómo te dejaron salir de la escuela?

No me dejaron salir, me escapé, sabía que algo te pasaba y vine corriendo.

Lao, no puedes hacer eso, te meterás en problemas.

No me importa, siempre te voy a poner en primer lugar a ti antes que a lo demás, antes que a cualquier cosa.

Y sin decir más Lao llevó a su hermano hasta el hospital que solían frecuentar.

º-º-º-º

Tao lloraba recordando esos momentos con su hermano, viendo hacia la ventana susurro débilmente. —¿Por una vez no pudiste ponerte primero a ti? —Eso siempre le quiso decir a su hermano, acarició la caja entre sus manos.

Tao se logró calmar justo unos minutos antes de llegar a su destino, se limpió las lágrimas lo suficiente como para que nadie viera que había estado llorando.

Cuando bajo del tren no podía creer el frío que hacía, sobre su cabeza caí muchos copos de nieve, la nevada se había intensificado, su cuerpo estaba temblando y él se arrepintió se estar usando esa chompa tan delgada, con esa no aguantaría mucho el frío, pero ya que estaba ahí debía continuar, se dirigió hasta la montaña y empezó a sentir algo extraño, sintió como si lo siguieran, no hizo caso a esa sensación y continuo.

Tao subió y subió hasta llegar a la mitad sin dejar de sentir que estaban detrás suyo, pero a pesar de que regresaba a ver hacia atrás no veía a nadie, siempre fue muy asustadizo y eso le hubiera dado miedo en otra circunstancia, pero en este momento y día nada podría impedirle llegar hasta la cima.

Camino un poco más de la mitad del trayecto y le empezó a faltar el aire, empezó a respirar más rápido tratando de recuperar el oxígeno que le hacía falta a sus pulmones, paró un momento y arrimó una mano al tronco de un árbol para descansar un poco, cuando creyó que estaba bien continuo caminando, pero a los pocos pasos su respiración volvió a acelerarse y a respirar con dificultad, se sentó solo unos minutos, puso la caja a un lado y saco un termo con café caliente de su mochila, la cogió entre sus manos para calentárselas y la abrió, tomó un sorbo que le calentó su cuerpo, sorbió un poco más y se puso de pie, lo guardo de nuevo, tomó la caja y continuo su camino.

Creyó que había descansado lo suficiente, descansó lo que siempre sabe descasar cuando va con Xiu y Lay, pero ahora él no tenía en quien apoyarse, ni a quien darle las cosas para que las llevara, estaba solo, el camino se iba cubriendo de un manto blanco y espeso por la nevada que caía con intensidad y el frío aumentaba, su respiración de nuevo falló pero esta vez no le hizo caso, debía avanzar un poco más si quería llegar a la cima antes del atardecer, pero sus piernas se debilitaron y cayó de rodillas, respirando agitadamente.

Tao dejó la caja en el suelo a un lado de él y apoyo sus manos en el suelo, dejándolo de esta manera apoyado en cuatro puntos de su cuerpo tratando de regular su respiración, las lágrimas regresaron a sus ojos, no podía creer que ni eso podía hacer solo, que era tan débil.  

—¡AH! —gritó con rabia— ¿Por qué me dejaste?, maldita sea. —Sus lágrimas caían a la blanca nieve, y sus manos apretaban esta sustancia entre sus dedos, de esta manera poco a poco congelándose más—. Lao te extraño… snif… Hermano… Hermanito… ¡¡VUELVE!! —gritó una vez más.

Tao creía que estaba solo por eso se dio el lujo de desahogar su dolor, en los dos años anteriores que habían ido, no había visto a nadie subir esta montaña, tal vez porque era la más alta, pero precisamente la habían escogido por eso, porque a Lao siempre le gustaron las más altas.

El alto muchacho estaba llorando a gritos, el dolor que sentía su corazón al recordar como su hermano murió era demasiado para él, hasta que de repente unas manos lo tomaron de los hombros, lo pegaron a un pecho sólido y tibio, lo abrazaron fuertemente.

—Shhh, pequeño tranquilo, yo estoy aquí. —Tao no necesito levantar el rostro de ese pecho cálido, fácilmente reconoció el aroma de Kris y su voz gruesa y masculina. Tao se aferró a la chompa negra gruesa que llevaba, eran de esas que solo las estrellas usaban y que les llegaban hasta las rodillas. 

—Kris, lo extraño, extraño a mi hermano, fue mi culpa que él muriera, fue mi culpa…mi culpa. —decía entre sollozos. 

—No pequeño, nadie tiene la culpa de la muerte de un familiar y menos la de un hermano al que se le quería.

—Sí…si la tengo… si tan solo Lao no me hubiera….tenido….que cuidar toda…su vida… él no hubiera muerto —Lloraba Tao.

—Shh pequeño, estas helado debemos llevarte a un lugar caliente. —Kris se levantó y con él levantó a Tao—. Vamos a bajar, ¿Esta bien?

—No —Tao se separó de él empujándolo, tomó la caja del piso y empezó a caminar hacia la cima, apretando la caja a su pecho—. Hoy es el memorial de Lao, tengo que hacerlo, tengo que llegar hasta la cima.

Kris tomó a Tao de los brazos y ambos se sostuvieron la mirada, Tao a pesar de tener los ojos rojos e hinchados y que casi no podía respirar bien, se le veía determinado a alcanzar su objetivo— Es muy importante para ti, ¿verdad?

—Sí —contesto Tao firme. 

—Está bien —dijo Kris—. Falta medio camino por recorrer así que te llevaré. —Kris se puso en cuclillas enfrente de Tao, él lo iba a cargar hasta la cima, pero Tao dudo un poco hasta que reflexionó que solo no podría llegar, se iba a subir a su espalda pero un ruido atrás de ellos le impidió seguir con su acción, regresó a ver atrás y escuchó un suspiro de Kris, quien seguía en la misma posición de antes. 

—Chicos sé que me siguieron, ya salgan de una vez y sean útiles para algo, lleven la caja que tiene Tao en las manos y la mochila. —ordenó Kris, e inmediatamente de atrás de unos árboles grandes salieron Chanyeol, Baek y Kai, con las mismas chompas que Kris.

—Hola —saludaron los tres algo avergonzados por ser descubiertos siguiéndolos, ellos se acercaron hasta Tao, le sonrieron tristemente, haciéndole entender que les habían escuchado, él solo suspiro, le entregó la caja a Chanyeol y la mochila a Kai, y después se subió a la espalda de Kris quien no se había movido en ningún momento.

Kris se levantó, tomó las piernas de Tao para que no se cayera y este lo abrazó por el cuello y empezó a caminar hacia arriba siendo seguidos por los demás, Tao estaba realmente cómodo en la espalda de Kris, no sabía si era por la chompa que sentía ese calorcito agradable o porque el calor provenía de Kris, pero se sentía bien.

Hubo un largo silencio en el que nadie dijo nada, pero eso le sirvió a Tao para calmarse un poco, ya no lloraba ahora solo suspiraba, viendo hacia el frente.

—¿Cómo es que están aquí? —preguntó Tao, le intrigaba saber porque estaban justo ahí en ese momento. 

—Teníamos una sesión de fotos para un revista en la playa pero por la nevada se canceló, entonces te vi caminar en dirección a la montaña, traté de saludarte pero solo veías a la caja en tus manos, no me hiciste caso, entonces te empecé a seguir, te veías muy triste —explicó Kris—. Algo me impidió acercarme totalmente a ti y pues te seguí de lejos y mientras yo te seguía a ti, estos otros tres me siguieron a mí, cuando te vi caminando hacia la cima me sentía preocupado y no sabía el porqué, así que solo quise asegurarme que estuvieras bien, hasta que caíste al suelo y empezaste a gritar mientras llorabas. —Kris solo veía para adelante mientras hablaba calmadamente, hubo otro silencio pero muy cortó esta vez.

—Tao —Baek finalmente habló—. Sentimos haber escuchado algo que tal vez no querías que escuchemos.

Tao respondió con la voz quebrada. —No te preocupes, somos amigos, ¿verdad?, ya era hora que lo sepan.

Kai con mucha duda hablo. —Ese Lao era… —Pero se quedó callado al ver la mirada que le dirigía Kris, le quedo más que claro que no debía preguntar.

Pero Tao a pesar de todo sabía que era lo que le iban a preguntar, tomo aire profundamente— Mi hermano —respondió despacio—. Mi gemelo para ser específicos, hoy es el día que murió, hace ya siete años atrás, su muerte me dejó muy marcado…

—No es necesario que nos cuentes si es demasiado difícil para ti —Interrumpió Kris mientras apretaba más su agarre en las piernas de Tao—. No te sientas obligado.

—Quiero hacerlo, los he llegado a querer mucho por el tiempo que he pasado con ustedes y quiero contarles algo de mi pasado, y tal vez así aligere un poco el dolor de mi corazón. —Y empezó a contar la historia que lo marco.

4 DE DICIEMBRE (7 años atrás): 2:30 P.M.

Este día en la casa de los Huang en el patio trasero había una algarabía pues hoy era el cumpleaños de los gemelos, esta fiesta fue planeada a lo grande no era como su otras pequeñas fiestas que solo estaban unos pocos amigos los cuales eran siempre solo Xiu y Lay.

Hoy cumplían 15 años, por eso su padres los dejaron invitar a todos sus compañeros de clases, bueno con los que más se llevaban, pero en la noche habría otra celebración solo con Xiu y Lay, lanzarían sus linternas voladoras que habían acostumbrado desde los 8 años y también se despedirían, este año sus padres les habían regalado un viaje solo para los dos hasta Praga, finalmente les habían dado un poco de libertad.

Todos los invitados ya estaban en la fiesta, y era hora de probar la deliciosa comida que habían mandado a preparar los señores Huang para este día, finalmente llegó el momento de cantar a los cumpleañeros, todos se unieron en un solo coro cantando a los dos hermanos que estaban enfrente del pastel decorado con pandas y velitas de los mismos animales a su alrededor, todo el pastel les hacía justicia a sus apodos y a su afición por estos animales.

—Feliz cumpleaños panditas, que los cumplan feliz. —Terminaron la canción y todos aplaudieron.

—Pidan un deseo —Les dijo su mamá antes de que apagaran las velas, los dos pidieron su deseo en voz alta y al mismo tiempo.

—Que sea feliz Tao.

—Que sea feliz Lao.

Todos los escucharon y se enternecieron porque cada uno deseo la felicidad del contario. La fiesta transcurría normal, todos comían y bailaban, era un verdadero milagro que los estrictos padres no estallaran de ira o algo parecido.

—Chicos —Los llamó su madre y ellos fueron hasta donde ella—. Su padre y yo vamos a comprar más refrescos regresamos en unos minutos, vigilen que todo esté en orden. — Les dio un beso en la frente a los dos y se fue.

Los hermanos se sonrieron entre ellos y al mismo tiempo dijeron—. Feliz cumpleaños reflejo —Estallando en carcajadas, inmediatamente se abrazaron y se alejaron un poco de la fiesta, su patio era grande así que se fueron hasta un lugar donde no había muchas personas, para poder conversar los dos solos y tranquilos.

—Hermanito, ya terminaste con él. —lo interrogó Lao.

—Sí, antes de ayer —suspiró Tao— Tenías razón, lo que sentía él por mí solo era obsesión, nuestro mes de relación fue un calvario para mí, me controlaba todo el tiempo y no puedo creer que se pusiera celoso hasta de ti.

—Yo te lo dije Tao, lo sabía —Le acarició la cabeza.

—Lo sé, es que me ilusionó mucho que se me declarara y creí que podría tener un amor tan lindo como el tuyo con Xiu o el de Lay con Antoni —puchereo algo triste.

—Lo sé hermanito, pero ya llegará el indicado, solo fue tu primer novio, habrá muchos más y mejores que él te lo aseguro.

—Está bien, creeré en lo que me dices —sonrió Tao—. A propósito porque Xiu desde hace rato no está a tu lado —preguntó mientras buscaba al mencionado entre la gente de la fiesta, encontrándolo en la mesa de la comida al lado de un Lay que comía de todo a montones y él trataba de detenerlo.  

—¡Ah! —suspiró y se cruzó de brazos—. Como verás Lay esta extremadamente nervioso. Antoni, no llega y tampoco le contesta el celular, así que esta que se vuelve loco, por lo que Xiu lo está tratando de tranquilizar y como nosotros somos los cumpleañeros pues no quiere que nos estresemos.

—Ahora entiendo —Asintió Tao.

—Bueno hermanito, ¿Estas emocionado por nuestro viaje?

—¿Bromeas, no? Estoy más que emocionado, es la primera vez que nuestros padres nos dan la libertad que queremos, estaremos los dos solos en un país maravilloso.

—Lo sé —sonrió Lao, siguieron conversando amenamente entre ellos, planeando su viaje, entre bromas y risas, risas que pararon cuando una voz los interrumpió.

—Hola Tao —Los dos hermanos regresaron a ver a la persona que habló a sus espaldas y se quedaron helados al ver que esta persona les apuntaba con un arma.

—Leo… que haces aquí…baja…eso, por favor. —dijo Lao, mientras analizaba si podía derribar a esta persona con algún movimiento de Wushu pero lamentablemente estaba muy lejos para poder hacer algo y un movimiento en falso los podría en peligro a ambos.

—Queridos ni piensen en tratar de quitarme el arma con sus ridículas artes marciales, soy más inteligente que ustedes. —Su voz daba miedo, se notaba que estaba enojado y se le veía algo loco, apuntaba de un gemelo a otro.  

Alguien entre la multitud grito: “Tiene un arma”,  en ese momento todos buscaron con la mirada a esa persona y la encontraron enseguida, estaba lejos de todos,  nadie podía hacer nada para quitarle la pistola, la música se detuvo y todos se quedaron en sus lugares pero Xiu y Lay se acercaron corriendo hasta la escena, sin embargo antes de que se pudieran acercar mucho Leo les apunto.

—Quietos o a ustedes también les dispararé, y créanme esta pistola tiene un buen alcance a distancia, por eso la elegí. —dijo el conocido como Leo, haciéndolos detenerse, los gemelos iban a aprovechar esa distracción para quitarle el arma pero antes de que pudieran hacer algo, él los volvió apuntar.  

—¿Qué piensas que haces?, baja esa arma no cometas una locura. —dijo Lay en un tono aparentemente calmado, tratando de que Leo le prestara atención y tranquilizarlo.  

—La locura me la hace cometer Tao, yo solo vine a matar a Tao. —dijo muy relajado como si las palabras que acababa de soltar no fueran nada—. El muy tonto se atrevió a romper conmigo, yo que lo amo tanto, de seguro es por irse con otro, pero él solo puede ser ¡MÍO Y SOLO MÍO! —gritó lo último apretando mas el gatillo del arma pero sin disparar, tenía cara de maniaco—. Ahora bien, ¿cuál es Tao? —preguntó mientras apuntaba de uno a otro gemelo.

—Dices que me amas y ni siquiera eres capaz de reconocerme. —habló el gemelo de la izquierda frente a Leo con tono nervioso.

—Así que eres tú. —Leo se disponía a apretar el gatillo y soltar un tiro.

—¡No!, él es Lao. —habló el gemelo de la derecha con nervios, consiguiendo que Leo apuntara hacia él.

—No, yo soy Tao. —dijo el gemelo de la izquierda, más seguro.

—No, yo soy Tao —contradijo el gemelo de la derecha, desesperado.

—Es mentira, él es Lao. Solo está tratando de protegerme como lo hizo siempre. —El de la izquierda volvió hablar con desesperación en la voz.

—Mentira, yo soy el verdadero Tao. —casi gritó el de la derecha, no quería que le pasara nada a su hermano.

Los hermanos ambos decían que eran Tao, ninguno se retractaba y mientras pasaban los segundos que parecían horas se preguntaban internamente,  ¿por qué nadie los ayudaba?, tal vez por miedo, porque no querían arriesgarse a perder su vida en manos de él. Leo parecía una persona psicópata, sacada de un manicomio, desde que llegó al colegio hace dos meses, todos le tenían miedo, menos Tao pero ahora no había ser humano que no le tuviera miedo.  

—Por favor Leo, él es mi hermano, no le hagas nada. —rogó el de la derecha con lágrimas en los ojos—. Si quieres matar a alguien dispárame a mí, yo soy el que te dejó.

—Es mentira —declaró el gemelo de la izquierda, que también tenía lágrimas en los ojos—. Él es Lao, yo soy Tao. —consiguió que le volviera a apuntar.

—¡DEJA QUE ME DISPARE! —le gritó el gemelo de la derecha a su hermano, Leo no sabía a quién disparar, no había conocido a ninguno de los dos por mucho tiempo, así que estaba en una encrucijada, a pesar que decía amar a Tao no sabía relativamente nada de él, lo que él tenía solo era un amor enfermizo.

—Tienes un tatuaje con mi nombre al lado de tu corazón. —Habló muy rápido uno de los gemelos, a Leo solo le faltó escuchar eso, supo quién era Tao y disparó sin consideración al gemelo de la izquierda, se escuchó gritos  inmediatamente y un cuerpo cayó al pasto frío en medio del llanto del gemelo de la derecha. El grito de: “No” por parte de sus amigos y la maléfica risa de Leo eran los otros sonidos que resonaron por el lugar.

El gemelo de la derecha se dejó caer al lado de su hermano llorando, puso su mano en el corazón de este y presionó tratando de evitar que siga saliendo sangre, tratando de retener su vida con él, temblando por miedo, y no miedo a Leo, miedo a perder a su querido hermano.

—Hermanito, ¿por qué lo hiciste?, ¿por qué te hiciste pasar por mí? —dijo Tao llorando, al que le habían disparado era a Lao, ahora Tao se arrepentía de contarle todo a él, Lao seguía vivo, aunque muy mal herido.

—Rayos, todavía con vida, tienes que morir, si no eres mío no serás de nadie. —dijo Leo con voz gruesa y tenebrosa, apunto de nuevo al gemelo herido, pero el verdadero Tao se interpuso entre el arma y su hermano.

—No… yo soy Tao… soy el verdadero. —Tao sabía que su hermano tal vez no tenía salvación pero aun así no podía permitir que le diera otro disparo por culpa de él, además sin su hermano, él no quería seguir ahí, su hermano era su vida entera. 

—Ups… creo que me equivoque. —Leo lo dijo tan frío y monótono, se notaba que no sentía culpa, como si haber disparado a alguien equivocado fuera un  simple falló en un problema de matemáticas, a Xiumin y Lay les hirvió la sangre de rabia—. Entonces creo que tendré que matar al correcto. —Apunto hacia la cabeza de Tao que se encontraba todavía en el suelo entre su hermano y la pistola, Tao cerró los ojos, se escuchó otro tiro, y al mismo tiempo se escuchó como Leo era derribado por dos personas, pero la bala no llegó al verdadero Tao.

Lao con las pocas fuerzas que le quedaban había logrado ponerse enfrente de su hermano, abrazándolo y recibiendo la bala en su espalda, probablemente perforando un pulmón, porque su respiración empezó a ser demasiado lenta y dificultosa.

Tao vio la sonrisa que le dedico su hermano antes de deshacer el abrazo y caer lentamente al suelo, él lo tomó entre sus brazos presionando el cuerpo débil de su hermano.  

—¿Por qué lo hiciste?, Lao tonto….hermano…hermanito…no te vayas. —decía entre llanto Tao, a lo lejos se escuchó el gritó de alguien: “Llamen a una ambulancia”,  pero Tao solo estaba concentrado en su hermano, sin importarle su alrededor y trataba de cubrir con sus manos las heridas, de las cuales no dejaba de brotar tibia sangre, Tao lloraba desconsoladamente.

—Te prometí que siempre te protegería, y…cof… —Lao tosió sangre— Siempre… cof… te pondría antes que nada.

—Shh no hables… ya vienen… te van a ayudar… te van a salvar… no te puedes ir. —dijo Tao, sintió como dos cuerpos se desplomaban enfrente de los dos hermanos, eran Lay y Xiu que también estaban en un mar de lágrimas.

—Mi pequeño gege, no llores… amor. —dijo Lao levantando su mano débilmente para limpiar las lágrimas de sus mejillas.

—No…no mueras… por favor… —rogó Xiu— Te amo… te amo…. Te amo demasiado —repitió en medio del llanto acariciando la mano en su mejilla.  

—Y yo también te amo Xiu, nunca lo dudes… yo realmente te amé…perdón por hacerte sufrir tanto tiempo… pero estos tres meses, yo te amé con cada célula de mi cuerpo… —Lao dijo cada palabra viendo a los ojos de Xiu.   

Desvió su vista hacia Lay. — Tenias razón, solo me ilusione contigo… cof… —Más sangre salió de su boca, pero siguió hablando—… Porque eras alguien al que debía proteger como a mi hermano, y al que realmente…cof…ame fue a Xiu… —Lao respiro con más dificultad y se retorció de dolor entre los brazos de Tao, quien solo lloraba abrazado a su hermano, tratando de aferrase a su vida.   

Lao vio a una tercera persona que se acercó, la cual se agachó para abrazar a Lay, se veía el dolor en sus ojos, por no haber podido hacer nada antes que todo pasara, era Antoni quien junto a su amigo habían derribado a Leo, le habían quitado el arma y atado, pero no pudieron evitar que disparara, así como no llegaron a tiempo para evitar esta tragedia.

—Cuídalos bien, me alegra que te tengan a ti. —Lao le sonrió—. No dejes… cof —Tosió fuertemente quitándole la respiración, el charco de sangre debajo suyo se hacía más grande—. No dejes….cof… que mis…. personas… más importantes… se derrumben... —Cerró los ojos y trato de respirar, todavía le faltaba despedirse de su hermano, no podía irse, no aún—. Cuiden de mi pequeño Panda… —dijo abriendo nuevamente sus ojos y mirando a los tres a su derecha.  

—Hermanito…

—Deja de hablar… te vas a recuperar… —dijo Tao, quien se negaba a creer lo que estaba pasando—. No te puedes ir… que voy hacer yo…sin ti… —lloró amargamente.

—Vivir… —le contestó su hermano—…Se…feliz por los dos…Te amo hermanito… —regresó a ver a Xiu que ya tenía toda la cara roja de tanto llorar— Me rega…regalas un beso… —Suspiro, pronto la vida se le iría, lo sentía, Xiu entre lágrimas se acercó hasta Lao y le dio un beso en los labios, su último beso.

Lao cerró los ojos—. Te amo Xiu —dijo en un susurro—. Siempre…estaré… a tu…lado…Tao… —El cuerpo de Lao perdió todo rastro de vida.

Tres personas lloraban la muerte de Lao, dos lo habían visto crecer, una de ellas lo amaba y la otra lo llegó a querer mucho el tiempo que lo conoció, mientras que Tao tenía el cuerpo de su hermano abrazado, meciéndose de un lado a otro y más que llorar lo que soltaba eran alaridos de dolor como si le estuvieran arrancando la piel milímetro a milímetro. El dolor, el llanto y los gritos de Tao eran tan desgarradores que todos los presentes lloraban con él por su perdida, hasta los paramédico que llegaban en ese momento sintieron un nudo en la garganta al ver a un gemelo sosteniendo el cuerpo de su hermano.

4 Diciembre (TIEMPO PRESENTE).  

—Mis padres llegaron después de que el cuerpo de Lao estaba siendo levantado, ellos no me odiaron y no me culparon enseguida, a los tres días después de su muerte, les llegó el informe de policía, donde decía que mi ex novio lo mató porque él se hizo pasar por mí. Mis padres me culparon de todo, ellos nunca me dieron permiso para tenerlo, nunca nos lo dieron, ni a Lao ni a mí y me culparon de la muerte de mi hermano, la que fue más dura conmigo fue mi madre, ella a pesar de ser fría si nos quería en especial a Lao. Pero es comprensible, incluso yo me culpe y fui duro conmigo mismo, después de todo fue mi culpa, todavía puedo sentir su sangre en mis manos, su vida se fue en medio de mis brazos, sin yo poder hacer nada por él. —Tao se abrazó más al cuello de Kris y este sintió como tibias lágrimas caían por su cuello.

—Perdón, perdón por preguntar —dijo Kai con un nudo en la garganta.

Tao respiro pausadamente todavía escondiendo su rostro en el cuello de Kris, después de largos minutos levantó la cabeza, le sonrió débilmente— Yo quise contárselos.  

—Tao, no fue tu culpa. Sabes Lao fue el que decidió morir aunque suene duro, tu trataste de disuadirlo para que dejará de hacerse pasar por ti, pero él te amo tanto que prefirió tomar tu lugar, por lo que veo, a él no le gustaría que te estés culpando por sus decisiones, a Lao no le gustaría verte sufrir. —dijo Chanyeol expresado lo que pensaba.

—Tus padres fueron injustos al culparte, debieron ver el dolor que tú sentías y no solo preocuparse por el dolor de ellos —habló Baek—. Tú hiciste lo que estuvo en tus manos para salvarlo, ahora que nosotros sabemos la historia, te aseguro que ninguno de aquí piensa que eres culpable.

—Pero si yo tan solo no me hubiera acercado a Leo, mi hermano no estaría muerto. — sollozo.

—Nadie puede saber lo que van hacer las personas a las que se conoce, si son buenas o malas, siempre todos nos arriesgamos a toparnos con personas que nos harán daño, es el destino de cada persona. No te culpes más pandita, a tú hermano no le gustaría verte así. —le dijo Kris.

Tao no respondió solo soltó lágrimas silenciosas, en ese momento llegaron a la cima de la montaña, Kris bajó a Tao y este intento caminar hasta la orilla de la cima, pero las piernas le fallaron, su cuerpo estaba muy débil, no había desayunado nada, y el frío le calaba los huesos, cayó de rodillas de nuevo.

Baek se le acerco, topo su cara y estaba helada. —Pero como se te ocurre salir solo con esta delgada chompa —regañó, se sacó la bufanda negra que llevaba y se la puso a Tao, Chan sin decir nada se sacó su grande chompa y se la puso, Kai se sacó sus guantes y también se los colocó sin decir nada.

Kris lo ayudó a pararse de nuevo, hizo que se recargara en él y lo llevó hasta la orilla, vieron hacia abajo donde las olas chocaban contra la montaña, no estaban tan cerca como para caerse y morir, pero si lo suficiente para ver eso espectáculo del mar, al lado de Tao se pusieron los otros tres miembros.

—Kai, podrías sacar el paquete verde que está en la mochila. —pidió Tao, este lo sacó, lo desenvolvió y ahí se encontró con dos linternas voladoras de un blanco hermoso—. Kris podrías dejarme sentado en el suelo —Este solo asintió y lo dejo—. Kai pásame las linternas y la mochila también, por favor —Así lo hizo.

Tao tomó entre sus manos las linternas y empezó atarles unas fotos, dándole besos a cada una y un papel plegado, cuando terminó de armar las dos, volvió a hablar.  

—Saben estas linternas en China son para celebrar eventos especiales, desde que éramos pequeños las lanzábamos para celebrar nuestro nacimiento, que nos teníamos, y los lanzábamos con un deseo, desde que Lao murió mi deseo solo dice: “Vuelve” —A Tao se le escaparon unas lágrimas y con la voz quebrada continuo— Sé que es imposible que Lao vuelva, pero lo extraño tanto —Más lágrimas cayeron por sus mejillas.

Un par de brazos lo rodearon, cada uno a un lado—. Lo sabemos —dijeron al mismo tiempo, eran Xiu y Lay que habían llegado en ese momento.

—Nosotros también lo extrañamos, bebé. —dijo Lay.

—Perdón por olvidarnos, pandita —Se le escaparon las lágrimas a Xiu—. Nunca más te dejaremos solo en este día, perdón, somos lo peores hyungs.

Tao negó—. No lo son, son maravillosos, sin ustedes hace mucho que me hubiera rendido a la vida, hoy tenían muchas cosas en la cabeza era inevitable que se olvidaran.

—Estábamos tan preocupados por ti. —Lay le dio un beso en la frente.

—Lo sé, estuvieron llorando, ¿verdad? —dijo Tao notando su rostros, él les sonrió—. Ya que están aquí, ¿me ayudan con la ceremonia? —Los otros dos chicos solo asintieron y Tao les entrego las dos linternas, busco con su vista a Chanyeol a su lado pero no lo encontró, regresó a ver atrás y se encontró con seis chicos parados un poco lejos, para darles más privacidad, sentían que esto era algo que solo les correspondía a los tres.

Tao les sonrió tristemente a esas seis personas. —Chanyeol, me puedes dar la caja —El mencionado se acercó, se la entregó y se devolvió a su lugar.

El pequeño panda vio a Xiu y Lay a su lado, ambos ya habían prendido las linternas y solo lo esperaban a él para soltarlas, Tao metió su mano dentro de su camiseta y saco una cadena con una pequeña llave dorada, se la saco del cuello y aún sentado en el frío piso, tomo la caja y la abrió, se quitó uno de los guantes que Kai le puso y cogió un puñado de cenizas y las soltó dejando que el viento se lo llevará en dirección al mar, en ese mismo instante Xiu y Lay soltaron las linternas y estas se elevaron lentamente hacia el cielo, danzando entre las dos.

Tao volvió a coger otro puñado de cenizas y las soltó, en ese instante sintió una mano en cada uno de sus hombros.

—¿Estás seguro? —le preguntó Xiu, viéndolo.

Tao asintió— Sí, desde el día que murió me he aferrado a sus cenizas solo porque me negaba a su muerte, todo fue tan irreal y de un momento a otro que mi corazón no lo podía aceptar, creo que es momento de realmente dejarlo marchar, sé que nunca me olvidaré de él, siempre será mi hermano, pero creo que es momento que descanse en paz, es momento de que dejé marchar todas sus cenizas. —dijo Tao sonriendo pero con lágrimas en los ojos, y lentamente fue soltando todas las cenizas hasta el último puñado, cuando termino soltó la caja al mar.

—Te amo Lao.

Cuando todo término, Tao se limpió las lágrimas y ayudado por sus hyungs a cada lado se levantó y se dirigió hasta los seis chicos que seguían parados observándolos en silencio, poco antes de llegar hasta ellos Tao cayó desmayado en los brazos de Xiu y Lay.  

Lay topó su frente, esta ardía, su respiración era muy suave y lenta, sabían que esto podría pasar, pero se asustaron, todos se pusieron alrededor de él.

—Rápido hay que bajarlo de aquí y llevarlo a un hospital —dijo Xiu, Kris se acercó para cargarlo, pero Baek no le dejó.

—Kris, tú no —le gruñó—Chan… —Baek estaba enojado.

—No hace falta ni que lo digas —dijo el orejón, cargó a Tao entre sus brazos y rápidamente empezó a bajar seguido de dos chicos preocupados, uno enojado y triste, el otro con ganas de llorar y avergonzado, mientras que los últimos tres chicos estaban  extrañados, tristes, dolidos, inseguros y en sus corazones albergaban un sentimiento que no sabían identificar bien, tal vez ¿culpa?

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CAP XI: LA MUERTE DE LAO.

Esa mañana, 4 de Diciembre.

Tao después de haberse despedido de los tres miembros de ANGEL’S FACE regresó a su edificio para recoger las cosas que necesitaba y que había encargado a su vecina, entró con cautela esperando no encontrarse con Chen, cuando bajo del elevador suspiró al ver como la puerta de su departamento se cerraba, Chen había entrado recién, así que inmediatamente se acercó a la puerta contigua a su departamento.

Tocó la puerta y le abrió una señora de unos cincuenta años con apariencia de mamá cariñosa y le dedico una sonrisa.

—Bueno días Sra. Lee, vengo por la maleta que le encargue y la cajita.

—Espera pequeño, ya te los traigo. —dijo la señora mientras se metía de nuevo a la casa, paso unos minutos y salió esa persona con una maleta mediana en su mano que parecía algo pesada y en la otra una mediana caja de madera de una muy reluciente y bien lacada apariencia, la cual tenía unas figuras doradas a su alrededor como pequeñas enredaderas, esta caja tenía una pequeña cerradura, que Tao la mantenía bajo llave al menos hasta que el momento de abrirla llegará.

—Gracias señora Lee —Tao cargó la mochila y la caja la tomó entre sus manos delicadamente. — Adiós. —Se inclinó respetuosamente y se dio la vuelta para marcharse, pero antes de poder hacerlo la mano de la señora Lee lo detuvo. 

—Tao, esa caja es de… —Lo miro apenada.

Él sonrió triste. — ¡Oh!, sí.

—Lo siento.

—No se preocupe ya paso un tiempo, ahora estoy bien. —Le sonrió, la señora le acaricio la cabeza.

—Que te vaya bien hoy muchacho. —Se alzó de puntitas para besarle el cachete a Tao, él sonrió por el tierno gesto y se despidieron.

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Ya en el tren Tao se sumergía en sus recuerdos. A pesar de que a todos decía que ya está bien y que había pasado ya mucho tiempo de ese incidente, siempre esas palabras fueron solo una mentira, porque a pesar de hoy cumplirse siete años de su muerte, él todavía lo extrañaba, trataba de vivir lo mejor posible por su hermano, pero todos los días al despertar se acordaba que gracias a Lao seguía vivo.

¿Cómo podía superar su muerte?, ¿exageraba?, tal vez ya debía haberlo superado, pero él no podía, nunca entendería porque Lao tuvo que morir, es decir, él siempre fue más débil que Lao, su gemelo no merecía morir, él sí.

¿Por qué su hermano lo dejó cargar solo con este dolor? Lao debió haber sabido que le costaría mucho superarse después de eso y aun así ¿por qué Lao murió por él?

Tao siempre se culpó, y hasta ahora lo hacía. Sintió una sensación tibia en sus mejillas, las toco y ahí había una cascada de lágrimas, sin darse cuenta había empezado a llorar. Sonrió con tristeza, ¿por qué estaba llorando ya? Aún no había llegado a la montaña y sus lágrimas ya estaban saliendo libremente, se secó rápidamente y a través de la ventana del tren vio como empezaba a nevar, suspiro “¡Ah!...A Lao le gustaba la nieve” pensó Tao, recuerdos lo atacaron uno tras otro.

º-º-º-º-º

Lao me gusta la nieve, como a ti, pero mamá dice que no puedo salir a jugar porque me puedo enfermar. dijo un pequeño Tao de siete años.

Mi pequeño, mamá tiene razón, te puedes enfermar.

Pero yo quiero jugar en la nieve como tú. dijo haciendo un puchero.

Ya sé pero mmm… que tal si te doy mi colección de pikachu, a cambio de que obedezcas a mamá.

Síiiii… Corrió un Tao muy feliz hacia el interior de su casa.

º-º-º-º-º-º-º-º-º-

Una noche lluviosa llena de truenos y relámpagos había un pequeño Tao de nueve años temblando de miedo en su cama.

Lao llamó bajito—. Hermanito no hubo respuesta.

Lao, ¿estas dormido? llamó otra vez, un poco más fuerte.

Lo estaba —respondió adormilado el mencionado, quien se encontraba en la cama de al lado.  

Tengo miedo y eso bastó para que su gemelo se levantara de su cama y se dirigiera a la del pequeño Tao, levantando las cobijas se acostó y abrazó a su hermano menor por el que daba todo.

Ya, ahora ¿estás bien?.

sonrió el pequeño—. Siempre me siento protegido a tu lado Se acurrucó contra su hermano.

Es porque siempre te protejo respondió adormilado Lao.

Siempre estarás a mi lado.

Siempre.

Esa noche los dos durmieron tranquilamente a pesar del mal tiempo.

º-º-º-º-º-º-º-

Un muy sudado Lao de 13 años corría por las escaleras que daban al segundo piso de su casa, abrió fuertemente la puerta del cuarto que compartía con su hermano y tal como presintió, su hermano estaba acostado en su cama, “dormido”.

Lao se acercó hasta él, tocó su frente, y era tal como su instinto le dijo, Tao tenía fiebre, lo movió para que despertara, este lo hizo inmediatamente y le sonrió.

¿No deberías estar en clases? preguntó Tao a su hermano.

¿Cómo puedo estar en clases?, cuando mi corazón esta intranquilo porque presiente que algo te pasa Tao solo lo siguió mirando con ojos adormilados, Lao suspiro—, ¿No se supone que mamá te iba a llevar al doctor? preguntó enojado.

Sí, pero le llamaron del trabajo y según escuche la necesitaban de urgencia, entonces mamá dijo que solo era lo mismo de siempre, que solo descansara y me dejó recostado. Tao enseguida terminó de hablar tosió muy fuerte.   

Esta mañana algo me decía que no te dejara a cuidado de ella, lo sabía dijo Lao suspirando/gruñendo—. Vamos te llevo al doctor.

Pero Lao y ¿la escuela?, nuestros padres se enojaran contigo y te regañaran dijo mientras era puesto de pie por su hermano quien lo empezó a abrigar para poder salir en ese frio.

No me importa, yo soy el que debería regañarlos por dejar abandonado a su hijo enfermo solo por trabajo.

Sabes como son, no se le puede hacer nada, pero a todo esto, ¿cómo te dejaron salir de la escuela?

No me dejaron salir, me escapé, sabía que algo te pasaba y vine corriendo.

Lao, no puedes hacer eso, te meterás en problemas.

No me importa, siempre te voy a poner en primer lugar a ti antes que a lo demás, antes que a cualquier cosa.

Y sin decir más Lao llevó a su hermano hasta el hospital que solían frecuentar.

º-º-º-º

Tao lloraba recordando esos momentos con su hermano, viendo hacia la ventana susurro débilmente. —¿Por una vez no pudiste ponerte primero a ti? —Eso siempre le quiso decir a su hermano, acarició la caja entre sus manos.

Tao se logró calmar justo unos minutos antes de llegar a su destino, se limpió las lágrimas lo suficiente como para que nadie viera que había estado llorando.

Cuando bajo del tren no podía creer el frío que hacía, sobre su cabeza caí muchos copos de nieve, la nevada se había intensificado, su cuerpo estaba temblando y él se arrepintió se estar usando esa chompa tan delgada, con esa no aguantaría mucho el frío, pero ya que estaba ahí debía continuar, se dirigió hasta la montaña y empezó a sentir algo extraño, sintió como si lo siguieran, no hizo caso a esa sensación y continuo.

Tao subió y subió hasta llegar a la mitad sin dejar de sentir que estaban detrás suyo, pero a pesar de que regresaba a ver hacia atrás no veía a nadie, siempre fue muy asustadizo y eso le hubiera dado miedo en otra circunstancia, pero en este momento y día nada podría impedirle llegar hasta la cima.

Camino un poco más de la mitad del trayecto y le empezó a faltar el aire, empezó a respirar más rápido tratando de recuperar el oxígeno que le hacía falta a sus pulmones, paró un momento y arrimó una mano al tronco de un árbol para descansar un poco, cuando creyó que estaba bien continuo caminando, pero a los pocos pasos su respiración volvió a acelerarse y a respirar con dificultad, se sentó solo unos minutos, puso la caja a un lado y saco un termo con café caliente de su mochila, la cogió entre sus manos para calentárselas y la abrió, tomó un sorbo que le calentó su cuerpo, sorbió un poco más y se puso de pie, lo guardo de nuevo, tomó la caja y continuo su camino.

Creyó que había descansado lo suficiente, descansó lo que siempre sabe descasar cuando va con Xiu y Lay, pero ahora él no tenía en quien apoyarse, ni a quien darle las cosas para que las llevara, estaba solo, el camino se iba cubriendo de un manto blanco y espeso por la nevada que caía con intensidad y el frío aumentaba, su respiración de nuevo falló pero esta vez no le hizo caso, debía avanzar un poco más si quería llegar a la cima antes del atardecer, pero sus piernas se debilitaron y cayó de rodillas, respirando agitadamente.

Tao dejó la caja en el suelo a un lado de él y apoyo sus manos en el suelo, dejándolo de esta manera apoyado en cuatro puntos de su cuerpo tratando de regular su respiración, las lágrimas regresaron a sus ojos, no podía creer que ni eso podía hacer solo, que era tan débil.  

—¡AH! —gritó con rabia— ¿Por qué me dejaste?, maldita sea. —Sus lágrimas caían a la blanca nieve, y sus manos apretaban esta sustancia entre sus dedos, de esta manera poco a poco congelándose más—. Lao te extraño… snif… Hermano… Hermanito… ¡¡VUELVE!! —gritó una vez más.

Tao creía que estaba solo por eso se dio el lujo de desahogar su dolor, en los dos años anteriores que habían ido, no había visto a nadie subir esta montaña, tal vez porque era la más alta, pero precisamente la habían escogido por eso, porque a Lao siempre le gustaron las más altas.

El alto muchacho estaba llorando a gritos, el dolor que sentía su corazón al recordar como su hermano murió era demasiado para él, hasta que de repente unas manos lo tomaron de los hombros, lo pegaron a un pecho sólido y tibio, lo abrazaron fuertemente.

—Shhh, pequeño tranquilo, yo estoy aquí. —Tao no necesito levantar el rostro de ese pecho cálido, fácilmente reconoció el aroma de Kris y su voz gruesa y masculina. Tao se aferró a la chompa negra gruesa que llevaba, eran de esas que solo las estrellas usaban y que les llegaban hasta las rodillas. 

—Kris, lo extraño, extraño a mi hermano, fue mi culpa que él muriera, fue mi culpa…mi culpa. —decía entre sollozos. 

—No pequeño, nadie tiene la culpa de la muerte de un familiar y menos la de un hermano al que se le quería.

—Sí…si la tengo… si tan solo Lao no me hubiera….tenido….que cuidar toda…su vida… él no hubiera muerto —Lloraba Tao.

—Shh pequeño, estas helado debemos llevarte a un lugar caliente. —Kris se levantó y con él levantó a Tao—. Vamos a bajar, ¿Esta bien?

—No —Tao se separó de él empujándolo, tomó la caja del piso y empezó a caminar hacia la cima, apretando la caja a su pecho—. Hoy es el memorial de Lao, tengo que hacerlo, tengo que llegar hasta la cima.

Kris tomó a Tao de los brazos y ambos se sostuvieron la mirada, Tao a pesar de tener los ojos rojos e hinchados y que casi no podía respirar bien, se le veía determinado a alcanzar su objetivo— Es muy importante para ti, ¿verdad?

—Sí —contesto Tao firme. 

—Está bien —dijo Kris—. Falta medio camino por recorrer así que te llevaré. —Kris se puso en cuclillas enfrente de Tao, él lo iba a cargar hasta la cima, pero Tao dudo un poco hasta que reflexionó que solo no podría llegar, se iba a subir a su espalda pero un ruido atrás de ellos le impidió seguir con su acción, regresó a ver atrás y escuchó un suspiro de Kris, quien seguía en la misma posición de antes. 

—Chicos sé que me siguieron, ya salgan de una vez y sean útiles para algo, lleven la caja que tiene Tao en las manos y la mochila. —ordenó Kris, e inmediatamente de atrás de unos árboles grandes salieron Chanyeol, Baek y Kai, con las mismas chompas que Kris.

—Hola —saludaron los tres algo avergonzados por ser descubiertos siguiéndolos, ellos se acercaron hasta Tao, le sonrieron tristemente, haciéndole entender que les habían escuchado, él solo suspiro, le entregó la caja a Chanyeol y la mochila a Kai, y después se subió a la espalda de Kris quien no se había movido en ningún momento.

Kris se levantó, tomó las piernas de Tao para que no se cayera y este lo abrazó por el cuello y empezó a caminar hacia arriba siendo seguidos por los demás, Tao estaba realmente cómodo en la espalda de Kris, no sabía si era por la chompa que sentía ese calorcito agradable o porque el calor provenía de Kris, pero se sentía bien.

Hubo un largo silencio en el que nadie dijo nada, pero eso le sirvió a Tao para calmarse un poco, ya no lloraba ahora solo suspiraba, viendo hacia el frente.

—¿Cómo es que están aquí? —preguntó Tao, le intrigaba saber porque estaban justo ahí en ese momento. 

—Teníamos una sesión de fotos para un revista en la playa pero por la nevada se canceló, entonces te vi caminar en dirección a la montaña, traté de saludarte pero solo veías a la caja en tus manos, no me hiciste caso, entonces te empecé a seguir, te veías muy triste —explicó Kris—. Algo me impidió acercarme totalmente a ti y pues te seguí de lejos y mientras yo te seguía a ti, estos otros tres me siguieron a mí, cuando te vi caminando hacia la cima me sentía preocupado y no sabía el porqué, así que solo quise asegurarme que estuvieras bien, hasta que caíste al suelo y empezaste a gritar mientras llorabas. —Kris solo veía para adelante mientras hablaba calmadamente, hubo otro silencio pero muy cortó esta vez.

—Tao —Baek finalmente habló—. Sentimos haber escuchado algo que tal vez no querías que escuchemos.

Tao respondió con la voz quebrada. —No te preocupes, somos amigos, ¿verdad?, ya era hora que lo sepan.

Kai con mucha duda hablo. —Ese Lao era… —Pero se quedó callado al ver la mirada que le dirigía Kris, le quedo más que claro que no debía preguntar.

Pero Tao a pesar de todo sabía que era lo que le iban a preguntar, tomo aire profundamente— Mi hermano —respondió despacio—. Mi gemelo para ser específicos, hoy es el día que murió, hace ya siete años atrás, su muerte me dejó muy marcado…

—No es necesario que nos cuentes si es demasiado difícil para ti —Interrumpió Kris mientras apretaba más su agarre en las piernas de Tao—. No te sientas obligado.

—Quiero hacerlo, los he llegado a querer mucho por el tiempo que he pasado con ustedes y quiero contarles algo de mi pasado, y tal vez así aligere un poco el dolor de mi corazón. —Y empezó a contar la historia que lo marco.

4 DE DICIEMBRE (7 años atrás): 2:30 P.M.

Este día en la casa de los Huang en el patio trasero había una algarabía pues hoy era el cumpleaños de los gemelos, esta fiesta fue planeada a lo grande no era como su otras pequeñas fiestas que solo estaban unos pocos amigos los cuales eran siempre solo Xiu y Lay.

Hoy cumplían 15 años, por eso su padres los dejaron invitar a todos sus compañeros de clases, bueno con los que más se llevaban, pero en la noche habría otra celebración solo con Xiu y Lay, lanzarían sus linternas voladoras que habían acostumbrado desde los 8 años y también se despedirían, este año sus padres les habían regalado un viaje solo para los dos hasta Praga, finalmente les habían dado un poco de libertad.

Todos los invitados ya estaban en la fiesta, y era hora de probar la deliciosa comida que habían mandado a preparar los señores Huang para este día, finalmente llegó el momento de cantar a los cumpleañeros, todos se unieron en un solo coro cantando a los dos hermanos que estaban enfrente del pastel decorado con pandas y velitas de los mismos animales a su alrededor, todo el pastel les hacía justicia a sus apodos y a su afición por estos animales.

—Feliz cumpleaños panditas, que los cumplan feliz. —Terminaron la canción y todos aplaudieron.

—Pidan un deseo —Les dijo su mamá antes de que apagaran las velas, los dos pidieron su deseo en voz alta y al mismo tiempo.

—Que sea feliz Tao.

—Que sea feliz Lao.

Todos los escucharon y se enternecieron porque cada uno deseo la felicidad del contario. La fiesta transcurría normal, todos comían y bailaban, era un verdadero milagro que los estrictos padres no estallaran de ira o algo parecido.

—Chicos —Los llamó su madre y ellos fueron hasta donde ella—. Su padre y yo vamos a comprar más refrescos regresamos en unos minutos, vigilen que todo esté en orden. — Les dio un beso en la frente a los dos y se fue.

Los hermanos se sonrieron entre ellos y al mismo tiempo dijeron—. Feliz cumpleaños reflejo —Estallando en carcajadas, inmediatamente se abrazaron y se alejaron un poco de la fiesta, su patio era grande así que se fueron hasta un lugar donde no había muchas personas, para poder conversar los dos solos y tranquilos.

—Hermanito, ya terminaste con él. —lo interrogó Lao.

—Sí, antes de ayer —suspiró Tao— Tenías razón, lo que sentía él por mí solo era obsesión, nuestro mes de relación fue un calvario para mí, me controlaba todo el tiempo y no puedo creer que se pusiera celoso hasta de ti.

—Yo te lo dije Tao, lo sabía —Le acarició la cabeza.

—Lo sé, es que me ilusionó mucho que se me declarara y creí que podría tener un amor tan lindo como el tuyo con Xiu o el de Lay con Antoni —puchereo algo triste.

—Lo sé hermanito, pero ya llegará el indicado, solo fue tu primer novio, habrá muchos más y mejores que él te lo aseguro.

—Está bien, creeré en lo que me dices —sonrió Tao—. A propósito porque Xiu desde hace rato no está a tu lado —preguntó mientras buscaba al mencionado entre la gente de la fiesta, encontrándolo en la mesa de la comida al lado de un Lay que comía de todo a montones y él trataba de detenerlo.  

—¡Ah! —suspiró y se cruzó de brazos—. Como verás Lay esta extremadamente nervioso. Antoni, no llega y tampoco le contesta el celular, así que esta que se vuelve loco, por lo que Xiu lo está tratando de tranquilizar y como nosotros somos los cumpleañeros pues no quiere que nos estresemos.

—Ahora entiendo —Asintió Tao.

—Bueno hermanito, ¿Estas emocionado por nuestro viaje?

—¿Bromeas, no? Estoy más que emocionado, es la primera vez que nuestros padres nos dan la libertad que queremos, estaremos los dos solos en un país maravilloso.

—Lo sé —sonrió Lao, siguieron conversando amenamente entre ellos, planeando su viaje, entre bromas y risas, risas que pararon cuando una voz los interrumpió.

—Hola Tao —Los dos hermanos regresaron a ver a la persona que habló a sus espaldas y se quedaron helados al ver que esta persona les apuntaba con un arma.

—Leo… que haces aquí…baja…eso, por favor. —dijo Lao, mientras analizaba si podía derribar a esta persona con algún movimiento de Wushu pero lamentablemente estaba muy lejos para poder hacer algo y un movimiento en falso los podría en peligro a ambos.

—Queridos ni piensen en tratar de quitarme el arma con sus ridículas artes marciales, soy más inteligente que ustedes. —Su voz daba miedo, se notaba que estaba enojado y se le veía algo loco, apuntaba de un gemelo a otro.  

Alguien entre la multitud grito: “Tiene un arma”,  en ese momento todos buscaron con la mirada a esa persona y la encontraron enseguida, estaba lejos de todos,  nadie podía hacer nada para quitarle la pistola, la música se detuvo y todos se quedaron en sus lugares pero Xiu y Lay se acercaron corriendo hasta la escena, sin embargo antes de que se pudieran acercar mucho Leo les apunto.

—Quietos o a ustedes también les dispararé, y créanme esta pistola tiene un buen alcance a distancia, por eso la elegí. —dijo el conocido como Leo, haciéndolos detenerse, los gemelos iban a aprovechar esa distracción para quitarle el arma pero antes de que pudieran hacer algo, él los volvió apuntar.  

—¿Qué piensas que haces?, baja esa arma no cometas una locura. —dijo Lay en un tono aparentemente calmado, tratando de que Leo le prestara atención y tranquilizarlo.  

—La locura me la hace cometer Tao, yo solo vine a matar a Tao. —dijo muy relajado como si las palabras que acababa de soltar no fueran nada—. El muy tonto se atrevió a romper conmigo, yo que lo amo tanto, de seguro es por irse con otro, pero él solo puede ser ¡MÍO Y SOLO MÍO! —gritó lo último apretando mas el gatillo del arma pero sin disparar, tenía cara de maniaco—. Ahora bien, ¿cuál es Tao? —preguntó mientras apuntaba de uno a otro gemelo.

—Dices que me amas y ni siquiera eres capaz de reconocerme. —habló el gemelo de la izquierda frente a Leo con tono nervioso.

—Así que eres tú. —Leo se disponía a apretar el gatillo y soltar un tiro.

—¡No!, él es Lao. —habló el gemelo de la derecha con nervios, consiguiendo que Leo apuntara hacia él.

—No, yo soy Tao. —dijo el gemelo de la izquierda, más seguro.

—No, yo soy Tao —contradijo el gemelo de la derecha, desesperado.

—Es mentira, él es Lao. Solo está tratando de protegerme como lo hizo siempre. —El de la izquierda volvió hablar con desesperación en la voz.

—Mentira, yo soy el verdadero Tao. —casi gritó el de la derecha, no quería que le pasara nada a su hermano.

Los hermanos ambos decían que eran Tao, ninguno se retractaba y mientras pasaban los segundos que parecían horas se preguntaban internamente,  ¿por qué nadie los ayudaba?, tal vez por miedo, porque no querían arriesgarse a perder su vida en manos de él. Leo parecía una persona psicópata, sacada de un manicomio, desde que llegó al colegio hace dos meses, todos le tenían miedo, menos Tao pero ahora no había ser humano que no le tuviera miedo.  

—Por favor Leo, él es mi hermano, no le hagas nada. —rogó el de la derecha con lágrimas en los ojos—. Si quieres matar a alguien dispárame a mí, yo soy el que te dejó.

—Es mentira —declaró el gemelo de la izquierda, que también tenía lágrimas en los ojos—. Él es Lao, yo soy Tao. —consiguió que le volviera a apuntar.

—¡DEJA QUE ME DISPARE! —le gritó el gemelo de la derecha a su hermano, Leo no sabía a quién disparar, no había conocido a ninguno de los dos por mucho tiempo, así que estaba en una encrucijada, a pesar que decía amar a Tao no sabía relativamente nada de él, lo que él tenía solo era un amor enfermizo.

—Tienes un tatuaje con mi nombre al lado de tu corazón. —Habló muy rápido uno de los gemelos, a Leo solo le faltó escuchar eso, supo quién era Tao y disparó sin consideración al gemelo de la izquierda, se escuchó gritos  inmediatamente y un cuerpo cayó al pasto frío en medio del llanto del gemelo de la derecha. El grito de: “No” por parte de sus amigos y la maléfica risa de Leo eran los otros sonidos que resonaron por el lugar.

El gemelo de la derecha se dejó caer al lado de su hermano llorando, puso su mano en el corazón de este y presionó tratando de evitar que siga saliendo sangre, tratando de retener su vida con él, temblando por miedo, y no miedo a Leo, miedo a perder a su querido hermano.

—Hermanito, ¿por qué lo hiciste?, ¿por qué te hiciste pasar por mí? —dijo Tao llorando, al que le habían disparado era a Lao, ahora Tao se arrepentía de contarle todo a él, Lao seguía vivo, aunque muy mal herido.

—Rayos, todavía con vida, tienes que morir, si no eres mío no serás de nadie. —dijo Leo con voz gruesa y tenebrosa, apunto de nuevo al gemelo herido, pero el verdadero Tao se interpuso entre el arma y su hermano.

—No… yo soy Tao… soy el verdadero. —Tao sabía que su hermano tal vez no tenía salvación pero aun así no podía permitir que le diera otro disparo por culpa de él, además sin su hermano, él no quería seguir ahí, su hermano era su vida entera. 

—Ups… creo que me equivoque. —Leo lo dijo tan frío y monótono, se notaba que no sentía culpa, como si haber disparado a alguien equivocado fuera un  simple falló en un problema de matemáticas, a Xiumin y Lay les hirvió la sangre de rabia—. Entonces creo que tendré que matar al correcto. —Apunto hacia la cabeza de Tao que se encontraba todavía en el suelo entre su hermano y la pistola, Tao cerró los ojos, se escuchó otro tiro, y al mismo tiempo se escuchó como Leo era derribado por dos personas, pero la bala no llegó al verdadero Tao.

Lao con las pocas fuerzas que le quedaban había logrado ponerse enfrente de su hermano, abrazándolo y recibiendo la bala en su espalda, probablemente perforando un pulmón, porque su respiración empezó a ser demasiado lenta y dificultosa.

Tao vio la sonrisa que le dedico su hermano antes de deshacer el abrazo y caer lentamente al suelo, él lo tomó entre sus brazos presionando el cuerpo débil de su hermano.  

—¿Por qué lo hiciste?, Lao tonto….hermano…hermanito…no te vayas. —decía entre llanto Tao, a lo lejos se escuchó el gritó de alguien: “Llamen a una ambulancia”,  pero Tao solo estaba concentrado en su hermano, sin importarle su alrededor y trataba de cubrir con sus manos las heridas, de las cuales no dejaba de brotar tibia sangre, Tao lloraba desconsoladamente.

—Te prometí que siempre te protegería, y…cof… —Lao tosió sangre— Siempre… cof… te pondría antes que nada.

—Shh no hables… ya vienen… te van a ayudar… te van a salvar… no te puedes ir. —dijo Tao, sintió como dos cuerpos se desplomaban enfrente de los dos hermanos, eran Lay y Xiu que también estaban en un mar de lágrimas.

—Mi pequeño gege, no llores… amor. —dijo Lao levantando su mano débilmente para limpiar las lágrimas de sus mejillas.

—No…no mueras… por favor… —rogó Xiu— Te amo… te amo…. Te amo demasiado —repitió en medio del llanto acariciando la mano en su mejilla.  

—Y yo también te amo Xiu, nunca lo dudes… yo realmente te amé…perdón por hacerte sufrir tanto tiempo… pero estos tres meses, yo te amé con cada célula de mi cuerpo… —Lao dijo cada palabra viendo a los ojos de Xiu.   

Desvió su vista hacia Lay. — Tenias razón, solo me ilusione contigo… cof… —Más sangre salió de su boca, pero siguió hablando—… Porque eras alguien al que debía proteger como a mi hermano, y al que realmente…cof…ame fue a Xiu… —Lao respiro con más dificultad y se retorció de dolor entre los brazos de Tao, quien solo lloraba abrazado a su hermano, tratando de aferrase a su vida.   

Lao vio a una tercera persona que se acercó, la cual se agachó para abrazar a Lay, se veía el dolor en sus ojos, por no haber podido hacer nada antes que todo pasara, era Antoni quien junto a su amigo habían derribado a Leo, le habían quitado el arma y atado, pero no pudieron evitar que disparara, así como no llegaron a tiempo para evitar esta tragedia.

—Cuídalos bien, me alegra que te tengan a ti. —Lao le sonrió—. No dejes… cof —Tosió fuertemente quitándole la respiración, el charco de sangre debajo suyo se hacía más grande—. No dejes….cof… que mis…. personas… más importantes… se derrumben... —Cerró los ojos y trato de respirar, todavía le faltaba despedirse de su hermano, no podía irse, no aún—. Cuiden de mi pequeño Panda… —dijo abriendo nuevamente sus ojos y mirando a los tres a su derecha.  

—Hermanito…

—Deja de hablar… te vas a recuperar… —dijo Tao, quien se negaba a creer lo que estaba pasando—. No te puedes ir… que voy hacer yo…sin ti… —lloró amargamente.

—Vivir… —le contestó su hermano—…Se…feliz por los dos…Te amo hermanito… —regresó a ver a Xiu que ya tenía toda la cara roja de tanto llorar— Me rega…regalas un beso… —Suspiro, pronto la vida se le iría, lo sentía, Xiu entre lágrimas se acercó hasta Lao y le dio un beso en los labios, su último beso.

Lao cerró los ojos—. Te amo Xiu —dijo en un susurro—. Siempre…estaré… a tu…lado…Tao… —El cuerpo de Lao perdió todo rastro de vida.

Tres personas lloraban la muerte de Lao, dos lo habían visto crecer, una de ellas lo amaba y la otra lo llegó a querer mucho el tiempo que lo conoció, mientras que Tao tenía el cuerpo de su hermano abrazado, meciéndose de un lado a otro y más que llorar lo que soltaba eran alaridos de dolor como si le estuvieran arrancando la piel milímetro a milímetro. El dolor, el llanto y los gritos de Tao eran tan desgarradores que todos los presentes lloraban con él por su perdida, hasta los paramédico que llegaban en ese momento sintieron un nudo en la garganta al ver a un gemelo sosteniendo el cuerpo de su hermano.

4 Diciembre (TIEMPO PRESENTE).  

—Mis padres llegaron después de que el cuerpo de Lao estaba siendo levantado, ellos no me odiaron y no me culparon enseguida, a los tres días después de su muerte, les llegó el informe de policía, donde decía que mi ex novio lo mató porque él se hizo pasar por mí. Mis padres me culparon de todo, ellos nunca me dieron permiso para tenerlo, nunca nos lo dieron, ni a Lao ni a mí y me culparon de la muerte de mi hermano, la que fue más dura conmigo fue mi madre, ella a pesar de ser fría si nos quería en especial a Lao. Pero es comprensible, incluso yo me culpe y fui duro conmigo mismo, después de todo fue mi culpa, todavía puedo sentir su sangre en mis manos, su vida se fue en medio de mis brazos, sin yo poder hacer nada por él. —Tao se abrazó más al cuello de Kris y este sintió como tibias lágrimas caían por su cuello.

—Perdón, perdón por preguntar —dijo Kai con un nudo en la garganta.

Tao respiro pausadamente todavía escondiendo su rostro en el cuello de Kris, después de largos minutos levantó la cabeza, le sonrió débilmente— Yo quise contárselos.  

—Tao, no fue tu culpa. Sabes Lao fue el que decidió morir aunque suene duro, tu trataste de disuadirlo para que dejará de hacerse pasar por ti, pero él te amo tanto que prefirió tomar tu lugar, por lo que veo, a él no le gustaría que te estés culpando por sus decisiones, a Lao no le gustaría verte sufrir. —dijo Chanyeol expresado lo que pensaba.

—Tus padres fueron injustos al culparte, debieron ver el dolor que tú sentías y no solo preocuparse por el dolor de ellos —habló Baek—. Tú hiciste lo que estuvo en tus manos para salvarlo, ahora que nosotros sabemos la historia, te aseguro que ninguno de aquí piensa que eres culpable.

—Pero si yo tan solo no me hubiera acercado a Leo, mi hermano no estaría muerto. — sollozo.

—Nadie puede saber lo que van hacer las personas a las que se conoce, si son buenas o malas, siempre todos nos arriesgamos a toparnos con personas que nos harán daño, es el destino de cada persona. No te culpes más pandita, a tú hermano no le gustaría verte así. —le dijo Kris.

Tao no respondió solo soltó lágrimas silenciosas, en ese momento llegaron a la cima de la montaña, Kris bajó a Tao y este intento caminar hasta la orilla de la cima, pero las piernas le fallaron, su cuerpo estaba muy débil, no había desayunado nada, y el frío le calaba los huesos, cayó de rodillas de nuevo.

Baek se le acerco, topo su cara y estaba helada. —Pero como se te ocurre salir solo con esta delgada chompa —regañó, se sacó la bufanda negra que llevaba y se la puso a Tao, Chan sin decir nada se sacó su grande chompa y se la puso, Kai se sacó sus guantes y también se los colocó sin decir nada.

Kris lo ayudó a pararse de nuevo, hizo que se recargara en él y lo llevó hasta la orilla, vieron hacia abajo donde las olas chocaban contra la montaña, no estaban tan cerca como para caerse y morir, pero si lo suficiente para ver eso espectáculo del mar, al lado de Tao se pusieron los otros tres miembros.

—Kai, podrías sacar el paquete verde que está en la mochila. —pidió Tao, este lo sacó, lo desenvolvió y ahí se encontró con dos linternas voladoras de un blanco hermoso—. Kris podrías dejarme sentado en el suelo —Este solo asintió y lo dejo—. Kai pásame las linternas y la mochila también, por favor —Así lo hizo.

Tao tomó entre sus manos las linternas y empezó atarles unas fotos, dándole besos a cada una y un papel plegado, cuando terminó de armar las dos, volvió a hablar.  

—Saben estas linternas en China son para celebrar eventos especiales, desde que éramos pequeños las lanzábamos para celebrar nuestro nacimiento, que nos teníamos, y los lanzábamos con un deseo, desde que Lao murió mi deseo solo dice: “Vuelve” —A Tao se le escaparon unas lágrimas y con la voz quebrada continuo— Sé que es imposible que Lao vuelva, pero lo extraño tanto —Más lágrimas cayeron por sus mejillas.

Un par de brazos lo rodearon, cada uno a un lado—. Lo sabemos —dijeron al mismo tiempo, eran Xiu y Lay que habían llegado en ese momento.

—Nosotros también lo extrañamos, bebé. —dijo Lay.

—Perdón por olvidarnos, pandita —Se le escaparon las lágrimas a Xiu—. Nunca más te dejaremos solo en este día, perdón, somos lo peores hyungs.

Tao negó—. No lo son, son maravillosos, sin ustedes hace mucho que me hubiera rendido a la vida, hoy tenían muchas cosas en la cabeza era inevitable que se olvidaran.

—Estábamos tan preocupados por ti. —Lay le dio un beso en la frente.

—Lo sé, estuvieron llorando, ¿verdad? —dijo Tao notando su rostros, él les sonrió—. Ya que están aquí, ¿me ayudan con la ceremonia? —Los otros dos chicos solo asintieron y Tao les entrego las dos linternas, busco con su vista a Chanyeol a su lado pero no lo encontró, regresó a ver atrás y se encontró con seis chicos parados un poco lejos, para darles más privacidad, sentían que esto era algo que solo les correspondía a los tres.

Tao les sonrió tristemente a esas seis personas. —Chanyeol, me puedes dar la caja —El mencionado se acercó, se la entregó y se devolvió a su lugar.

El pequeño panda vio a Xiu y Lay a su lado, ambos ya habían prendido las linternas y solo lo esperaban a él para soltarlas, Tao metió su mano dentro de su camiseta y saco una cadena con una pequeña llave dorada, se la saco del cuello y aún sentado en el frío piso, tomo la caja y la abrió, se quitó uno de los guantes que Kai le puso y cogió un puñado de cenizas y las soltó dejando que el viento se lo llevará en dirección al mar, en ese mismo instante Xiu y Lay soltaron las linternas y estas se elevaron lentamente hacia el cielo, danzando entre las dos.

Tao volvió a coger otro puñado de cenizas y las soltó, en ese instante sintió una mano en cada uno de sus hombros.

—¿Estás seguro? —le preguntó Xiu, viéndolo.

Tao asintió— Sí, desde el día que murió me he aferrado a sus cenizas solo porque me negaba a su muerte, todo fue tan irreal y de un momento a otro que mi corazón no lo podía aceptar, creo que es momento de realmente dejarlo marchar, sé que nunca me olvidaré de él, siempre será mi hermano, pero creo que es momento que descanse en paz, es momento de que dejé marchar todas sus cenizas. —dijo Tao sonriendo pero con lágrimas en los ojos, y lentamente fue soltando todas las cenizas hasta el último puñado, cuando termino soltó la caja al mar.

—Te amo Lao.

Cuando todo término, Tao se limpió las lágrimas y ayudado por sus hyungs a cada lado se levantó y se dirigió hasta los seis chicos que seguían parados observándolos en silencio, poco antes de llegar hasta ellos Tao cayó desmayado en los brazos de Xiu y Lay.  

Lay topó su frente, esta ardía, su respiración era muy suave y lenta, sabían que esto podría pasar, pero se asustaron, todos se pusieron alrededor de él.

—Rápido hay que bajarlo de aquí y llevarlo a un hospital —dijo Xiu, Kris se acercó para cargarlo, pero Baek no le dejó.

—Kris, tú no —le gruñó—Chan… —Baek estaba enojado.

—No hace falta ni que lo digas —dijo el orejón, cargó a Tao entre sus brazos y rápidamente empezó a bajar seguido de dos chicos preocupados, uno enojado y triste, el otro con ganas de llorar y avergonzado, mientras que los últimos tres chicos estaban  extrañados, tristes, dolidos, inseguros y en sus corazones albergaban un sentimiento que no sabían identificar bien, tal vez ¿culpa?

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Notas finales:

Como les dije antes pues el capitulo fue largo, espero que les haya gustado y que perdonen cualquier error de mi parte.

Les gusto la aparición de Leo de VIXX? si, no? bueno la verdad lo meti porque lei en otro fic esta pareja, y me gusto para malo, aunque en esta historia que les digo pues es bueno Leo, aqui lo hice malo y ya sabran más de él adelante ggg ni se imaginan que atengo planeado por cierto les recomiendo este fic MI DESTRUCTIVO AMOR La verdad me encanto asi que leanlo, me pueden recomendar fics? ya no tengo que leer me gustan los que tienen las parejas originales asi y son de poderes y eso o cualquiera con TAORIS please.

Saben aunque no se casi nada de ustedes, me siento muy agradecida porque leen mis fics y bueno me he encariñado sin conocerlas en especial con VAnexiita =) gracias por seguir mis historias, espero que se pasen por mi historia que esta en proceso "INFIDELIDADES Y MENTIRAS" que es un titulo provicional pero bueno ojala lo lean.

Tambien les queria comentar que mañana regreso oficialmente a clases y pues el horario de este semestre enserio esta desastrozo tengo horas huecas y tambien tengo que ir mas temprano a la Uni y tengo clases hasta la noche pero bueno espero seguir actualizando cada semana porque no me gusta hacerlas esperar y pues les puedo decir que esperen mis actus de Viernes a Domigos cualquiera de esos tres dias actualizare y si tengo tiempo antes pues antes lo hare.

GRACIAS POR LEER 

POR TODAS LAS QUE ME LEEN ME GUSTA SER ESCRITORA BYBYE =)

-EDITADO-

Por cierto como se dieron cuenta a Tao le puede dar fiebre de un momento a otro y es muy enfermizo esto es algo q deben tener en cuenta, ahora si bybye.

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